Cómo el blanco y negro pueden cambiar una montaña

Tras la última nevada y ante la ausencia de compañeros para lanzarse a la montaña, decidí subir al Montcabrer para ver si tocaba algo de nieve….

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Impresionante como siempre me recibía el Barranc del Cint como si de Indiana Jones se tratase al introducirse en el Siq y encontrar el “Tesoro” Al Khazneh, para atravesarlo por sus “vías” empedradas dignas de la época romana.

Majestuosa vegetación que tristemente se tornaba azabache en el punto donde se inició el incendio del pasado verano y que transformaba totalmente el paisaje, eliminado además las marcas de PR y GR sin las cuales conseguí orientarme, no sin antes hacer unos 6 km extra …

Tras esté solitario paisaje empezaba a adelantar andarines mientras los primeros reductos de nieve se dejaban ver, recibiendo ánimos por mi habitual “equipación de corto” que a la mayoría sorprendía.

Poco tiempo después las “manchas” blancas del terreno se convertían en una extensa capa de nieve que cubría todo y que obligaba a seguir las pisadas para poder orientarme ante el cambio radical que daba la montaña teñida del blanco elemento.

Una sensación muy agradable recorría mi cuerpo a cada zancada que daba, pues el sonido de la nieve al ser pisada como única perturbación del ambiente es algo digno de probar.

Así que paset a paset, con cuidado por los resbalones y con alguna paraeta para contemplar el paisaje, finalizaba (sin apenas ser consciente) en la cima de la montaña, donde recibí una graciosa ovación por aquello de mis “ropajes”…..

Minutos de conversación con unos montañeros que muy amablemente me ofrecieron un té y para abajo trotando como si de un dibujo animado se tratara dando saltitos ante lo acolchado del particular “tatami”.

Tres horas en total y un gustazo increíble que espero poder repetir con algun@ de vosotr@s


Y también Finde pasado por nieve en “memorias garcia rato”

7 pensamientos en “Cómo el blanco y negro pueden cambiar una montaña

  1. o dicho de otra forma, “Cómo Nacho y su Coco pueden cambiar una montaña”, menudo animal estas hecho. A ver si me apunto a una de tus sensacionales aventuras.

  2. Que envidia sana y que gozada de ruta. Seguro que es una sensación única el pisar la nieve, así que te animo tambien a que vayas en bici y compruebes una sensación diferente, que te hace pensar en todo momento que has pinchado alguna rueda, y cada dos por tres no paras de bajar y comprobar tus ruedas para arreglar el pinchazo imaginario.
    Saludos y nos vemos pronto.

  3. Escolano, aun tienes muchos sitios por los que llevarme
    Toñi, si stas en Cartagena!!!! Anda que no me acordé del febrero 2012 la buena tarde que pasamos en el Cabesó
    Eva, ya sabes que cuando quieras
    Mufy, con tu nueva filosofía deportiva te puedes permitir “estos lujos” sin preocuparte de las marcas o los entrenos, así que ves marcandoteo en la agenda
    Jose ANtonio, no tengo MTB pero espero pronto tenerla….jajajaja

  4. Buen hombre, no conozco el montcabrer!!!. Me hubiera gustado acompañarte de no ser que había quedado ya. A la próxima salida por montaña, avisa que no conozco casi ninguna, soy un novato, y me encantan las novedades .Si son por nieve mejor. Yo también la ví, pero lejos, apenas quedaba ya poca en las orillas de caminos y alguna senda. Me alegro que te diviertieras.

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