Galería de personajes. 8.

Érase un hombre a una bolsa de plástico en la mano pegado.

No sé si arrastra los pies caminando por falta de energía o si lo hace como aquellos escuderos de la Edad Media, que, ufanos de pertenecer a la baja aristocracia pero en la pura miseria, sacando pecho, en la barba unas migajas de pan para mostrar que se andaba sobrado y la cabeza erguida, no los levantaban para que nadie viera sus zapatos sin suelas. Lleva chaqueta incluso ahora, en Mayo, que ya comienza el calor. Las primeras veces que lo vi me llamó la atención su caminar acompasado arrastrando los pies y con una bolsa de plástico, casi rozando el suelo de tan grande, en la mano. Arqueando ligeramente el brazo, como si en el oeste fuera a desenfundar, aunque nada más lejos, creo, de su intención ir cargado de cartucheras. El arqueo de su brazo hace contrapeso a la bolsa que lleva en el otro, llena de objetos inútiles que va recogiendo por las papeleras y que él cree útiles aunque no sabe para qué. Ya lo he visto más de una vez incorporándose para abuzarse en las papeleras en busca de algo aprovechable. No es que las papeleras estén muy altas, pero él es bastante bajo, con la camisa fuera de los pantalones, colgándole debajo de la chaqueta grande que lleva puesta. Lo de asomarse a las papeleras me obligó a desechar la posibilidad de asemejarlo a los escuderos, porque nada más lejos de ellos que aparecer como mendigos, aunque estuvieran muertos de hambre.

¿Quién podría sorprender una sonrisa en el rostro del hombre de la bolsa? Si, satisfechas las necesidades vitales, como el hambre y el sueño, es aún difícil sonreír en solitario, cómo diablos puedes suponerla ni por descuido en el suyo, ni siquiera como ejercicio para evitar el anquilosamiento propio de los músculos que no cambian de posición. Sí, parece que la sonrisa y la risa prolongan la vida. Pero ¿para qué quiere él alargar la agonía en que se convierte cada día que vuelve a despertarse y se ve obligado a echarse a la calle, como un ser arrojado al mundo, a este infierno que somos todos los otros, testigos inmisericordes de su pobre y triste destino? Muchas veces denunciamos la crueldad ejercida contra los animales en el coso taurino o al despeñar a la cabra desde el campanario o cuando echamos a la sartén a esos pececillos que aún pueden escaparse por los huecos de las redes, y yo no digo que esto no sea cruel, pero creo que esta crueldad palidece comparada con la que en silencio y día a día ejercemos por omisión hacia esos seres que, clamoroso grito silencioso, vemos pasar a nuestro lado, consumiéndose y sin despertar la compasión a la que tiene derecho cualquier humano en esa triste situación.

Hoy, después de varios meses, lo he vuelto a ver caminando cada vez más lento y ¡quién lo diría! parecía llevar un móvil en la mano. Como nuestros caminos iban confluyendo lo he observado al acercarme y he comprobado que se trataba de un pequeño y viejo transistor. Él, barba irregular, mal afeitada, pelo a jirones, a la vez que se asomaba a la papelera que había en su camino y tosía con carraspera, no podía creerlo, iba tarareando la música que sonaba en el viejo transistor.

San Juan, 29 de Mayo-12 de Octubre de 2015.
José Luis Simón Cámara

38 Maratón de San Sebastián (29-Noviembre-2015)

42 años y 165 días (… casi, casi)

Desde hace un par de años, en una cena del grupo, en la que nuestro amigo Fran Calores me relató lo bien que lo pasó en el Maratón de Donostia, me rondaba la idea de acudir algún día.

Tras darnos un tiempo el Maratón y yo, por haber abandonado en los dos intentos de 2013, el año en que cumplía 42 años se me reveló como señal inequívoca de que era el momento de volver a preparar la prueba reina de los corredores de fondo y, de paso, quitarme la espinita de los abandonos.

2015-11-29 08.44.47Después del verano, Pili aceptó de nuevo apoyarme con su sabiduría y experiencia enviándome semanalmente un plan de entrenamiento que empezó con cuatro sesiones semanales y acabó con cinco, no porque las necesitara físicamente (según ella), sino para que me sintiera más seguro y mi coco no me hiciera abandonar en el tramo final de la carrera.

Me inscribí allá por Julio, por lo que ya no había marcha atrás y aproveché para organizar unas vacaciones familiares que, aunque breves, nos están permitiendo una visita fugaz, insuficiente a todas luces a San Sebastián, Hondarribia y Suances, en Cantabria, en una visita a unos fantásticos amigos que tenemos en la zona, degustando pinchos, vinos, carnes y pescados que, aun sin correr, merecería la pena probar, pero a lo que voy….

La salida del Maratón a las 9:00, quedo media horita antes con Pili y Juanma cerca de la salida para hacernos la foto de rigor, Pili me comenta que no está bien, lo que me deja más tranquilo, (ya que eso significa que está a tope) y a nuestros cajones, cada cual teniendo claro el objetivo. Pili y yo con la idea de hacer la carrera a 4’50’’ y Juanma, que me confesó que, nunca había entrenado tanto una carrera (he de confesar que yo tampoco) a hacerla cómodo y bajar la marca que venía de hacer en Chicago, pero sin presión.

Esta edición hace coincidir la prueba del Maratón con una media y un 10 k.

El recorrido del maratón son dos vueltas iguales, comenzando en la Avenida Madrid, cerca del estadio de Anoeta, remontando la desembocadura del rio Urumea en la que disfrutamos de maravillosas vistas de fachadas y puentes sencillamente espectaculares, durante los primeros cinco kilómetros y vuelta hacia el mar, llegando a la playa de La Concha allá por el kilómetro 9 recorriendo el paseo marítimo y dirigiéndonos hacia la zona conocida como Antiguo, pasando por túneles y amplias avenidas.

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Foto de la organización www.maratondonostia.com

El día acompañaba, unos diez grados y cielo nublado, Pili y yo íbamos muy cómodos, charrando y bromeando al ver a un chaval corriendo con pantalón de chándal. En varias zonas nos cruzamos con Juanma, profiriendo alaridos de ánimo de ida y vuelta. En el kilómetro 10 pasamos junto al hotel donde yo me alojaba y veo a mi mujer y mis hijos a los que saludo y ya volveré a ver en el Estadio de Anoeta, donde se sitúa la meta. En el kilómetro 11, cosas del maratón, Pili tiene que hacer una visita para aliviar fluidos y me pide que no pare. Me cuesta no hacerlo, trato de bajar un poco el ritmo, pero tengo fe ciega en ella y no paro. Tras salir, tuvo que hacer un kilómetro a 4’14’’ para alcanzarme de nuevo. Volvemos hacia la playa frescos, primer tercio superado, y ya estamos enfilando un tramo de avenidas de tres kilómetros de vuelta al estadio, en cuyos alrededores se concentra la mayor parte del público y familiares. Cuando entramos por primera vez en el estadio, al salir, kilómetro 22 le digo a Pili lo bien que vamos, que lo estoy pasando bomba y seguimos al lío.

Tenía claro que mi carrera empezaba en el kilómetro 30 y así fue. Los kilómetros empiezan a pesar y la frescura de la primera parte a partir de ese kilómetro se torna un esfuerzo titánico por mantener el ritmo y seguir a toda costa a pesar de los mensajes que le envía el cerebro al cuerpo de pararse a un lado. Hoy no tocaba, iba decidido a terminar como fuese, tenía mil motivos para seguir. Trataba de ralentizar un poco el ritmo y seguir, vamos, tú puedes era el único mensaje.

Llegamos al kilómetro 38, y de ahí al final fue Pili la que me hizo no desfallecer, no paraba de hablarme, de gritarme, de decirme que ya lo teníamos, que arriba, que yo podía, en fin, de todo, su compañía fue la que me hizo seguir apretando los dientes hasta entrar en el estadio y cruzar la meta juntos y fundirnos en un abrazo.

Pili se quedó a esperar a Juanma, que menudo carrerón que hizo. Yo habría querido esperarle para darle un abrazo, pero mi físico no me permitía más que ir a por la mochila al guardarropa para abrigarme cuanto antes, ya que los temblores y vómitos aparecieron de nuevo.

Al rato de estar en el Hotel, por fin pude comer algo y tranquilizar a todos aquellos que se preocupaban por mí, tanto en Donostia cómo en Alicante.

Al grupo completo de A TO TRAPO, mil gracias por vuestro apoyo, tanto gatopardos como “cabras montesas”, y un agradecimiento especial siempre a Minerva, mi mujer, por su apoyo y paciencia infinita y muy especial a Pili y Fernando, personas que se cruzan en tu camino y te demuestran la verdadera cara de la amistad.

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Juan Enrique V40M 3:20:18 989 286
Pili V45F 3:20:18 990 5
Juanma V55M 3:30:54 1544 38

Galería de personajes. 7.

Los gemelos del psiquiátrico.

Como si fuera uno la sombra del otro, van trastabillando pasos por la calle, tambaleándose o balanceándose como si fueran marinos que caminan por la cubierta de un barco en permanente vaivén, traído y llevado por las olas. Difícil si no imposible distinguirlos incluso juntos, porque ni siquiera los actos individuales, como por ejemplo fumarse un cigarrillo, son inconcebibles si no lo hacen los dos simultáneamente. Uno delante del otro van moviéndose por las aceras del pueblo a esas horas en que les dejan salir de su residencia. Las mismas gafas, la misma ropa, los mismos zapatos, la misma envergadura, la misma cara, los mismos gestos, van como enredándose con los que se encuentran por la calle, entreteniéndose con quienes les dan palique, sin perderse de vista nunca uno al otro y sin prestar mucha atención al interlocutor, como si estuvieran solo pendientes uno del otro, y entre ellos se interpusieran los contactos con los viandantes, necesarios para sus fines, como conseguir unas monedas o un cigarrillo, también les gustan los puros, pero con los ojos siempre puestos en el otro, en su referente, en el hermano, en la copia casi exacta hasta el punto de que yo no sé si cada uno es o se siente o se reconoce en el otro. Todo el contorno del psiquiátrico, que va desde Santa Faz a San Juan (todo son santos por estas tierras), los conoce. Tiene de peculiar esta pareja que, aunque vayan juntos, te aborden juntos y te pidan juntos, no despiertan ningún recelo ni temor, ni siquiera rechazo o antipatía. Su inocuidad es tal que más bien despiertan simpatía o compasión o incluso ternura. Su presencia provoca más bien el esbozo de una sonrisa, y en ocasiones, lamentas no llevar algunas monedas sueltas para regalárselas, consciente de que en ningún caso van a gastarlas en drogas o alcohol, como ocurre muchas veces cuando, a sabiendas del uso que van a hacer de inmediato, les dejas caer una moneda a algunos que, por su nerviosismo, excitación, ansiedad, sabes que van a meterse un chute. No, no es su caso. A lo sumo algún cigarrillo suelto o algún vaso de limonada, ni siquiera coca-cola, que no les conviene por ser algo excitante. Y claro, no vamos aquí a remontarnos a la valoración que para nuestros antepasados griegos tenía la locura, vamos, lo contrario a la cordura, como toque o chispa de los dioses que hacen incomprensible a los humanos juiciosos los ininteligibles rumbos o designios de los llamados locos o enfermos mentales o enajenados o lunáticos, como luego en la cultura cristiana el fenómeno de la posesión tanto del maligno, recordemos los casos de posesión diabólica narrados por Marcos en su evangelio. Preguntado por Cristo el nombre del poseso, éste responde: “Mi nombre es legión”. Expulsados por Jesucristo se lanzaron sobre una piara de cerdos que, enloquecidos, se despeñaron por un acantilado y se ahogaron en el lago. Pero también está el éxtasis o posesión de la divinidad, como atestigua la experiencia de Teresa de Jesús, en la escultura de Bernini, con los rasgos y gestos propios de la relajación que sigue al acto sexual. El poseso, del diablo o de dios, no sigue las reglas de la razón, sus parámetros se alejan del comportamiento aceptado como normal, hacer contorsiones, o echar espumarajos por la boca o poner los ojos en blanco o arrojarse al suelo y tirarse de los pelos y la ropa, todo eso propio de los posesos no es muy común que digamos. Nada más lejos de todo esto que los dos gemelos de que hablo. En el peor de los casos tocados por el dedo divino, no del diablo, desde luego. Nunca he visto que nadie quisiera reírse o burlarse de ellos. A lo sumo amagos de compasión y simpatía. ¡Qué menos con seres tan poco acariciados por la fortuna!

San Juan, Mayo de 2015.
José Luis Simón Cámara

CRÓNICAS ORWELLIANAS. La Corre Four.

Corría el año 2055 de nuestra era cuando Joan, recién cumplidos los cuarenta, decidió poner en su perfil de Facetwitgram -la super red social que fusionó a todas las existentes anteriormente- una foto en la que se le veía, a los pocos días de nacer, con una camiseta celeste y una extraña inscripción junto a un no menos absurdo dibujo.

La supercomputadora Very Big Brother, que controlaba e interrelacionaba todas las acciones del planeta, emitió al momento la localización de otros tres usuarios, Carlota, Manuel y Luz, de edades similares, con orígenes cercanos y con idénticas camisetas en instantáneas de sus tempranos días, poniendo en conocimiento de los cuatro tales coincidencias.

Picados por la curiosidad, se cruzaron mensajes tratando de conocer cuál era el origen de tan extraña coincidencia y, sobre todo, de averiguar qué significado podía tener la leyenda «A To Trapo» y la imagen parecida a un extraterreste que la acompañaba.

Tras arduas pesquisas, rebuscando en webtecas y archivos olvidados de padres y abuelos, llegaron a la conclusión de que podía tratarse de una especie de secta, formada por gente con alguna carencia de materia gris, que se reunía con cierta frecuencia a realizar una serie de ritos, a cuál más asombroso. Por ejemplo, se desplazaban en grupo moviendo las articulaciones inferiores de forma secuencial y acelerada. Sí, sorprendentemente no utilizaban los impulsores talonares que desde hace tiempo se implantan a todo mortal a partir de que se mantiene erguido. También se sumergían en el agua del mar justo cuando más frío hacía, saludaban al sol con posturas ridículas o comían sandía en noches de luna llena. Además, parece que creían que todo aquello podía ser beneficioso para su salud. Joan, Carlota, Manuel y Luz llegaron a descubrir que el impulsor de todo aquello era una especie de Sumo Sacerdote, de pelo dorado, mirada azul y nariz aguileña que, mediante alguna pócima o conjuro mágico, conseguía de cada miembro lo que quería: poner una pancarta, escribir una crónica o un microcuento, hacer las fotos o ponerse una pinza en el pelo. Las últimas noticias que consiguieron de este personaje, le perdían la pista tratando de recorrer los ochomiles del Himalaya, aunque no se está muy seguro de si se trataba de él o del mismísimo Yeti.

Carlota, Luz, Manuel y Joan decidieron rendir homenaje a aquella secta organizando la I Corre Four, de «correr» que parece que era como se llamaba lo que hacían aquellos antepasados, y claro, de «four», cuatro, el número que sumaban ellos. La prueba, durísima, consiste en recorrer los pasillos de un gran centro comercial, sin activar los impulsores talonares. Y se sigue celebrando cada año con una altísima participación, casi cien mil, aunque muy pocos consiguen terminarla.

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XXXV Maratón de Valencia (15-Noviembre-2015)

Todo comienzo de un objetivo y meta tiene un final feliz.

Todas las horas de entrenamiento, todas las madrugadas para compartir entrenos, todas las personas que formamos A To Trapo y por supuesto GRACIAS a toda mi familia por estar orgullosa de mi éxito en Valencia.

IMG_6947Este será un día inolvidable para muchos componentes y amigos de A To Trapo. Primero, porque de todos los inscritos en esta maravillosa MARATHON, un total de 7 personas debutábamos en ésta distancia y modalidad.

Segundo, porque la mejor prueba de que los entrenamientos todos sirven para mejorar, se resumen en las MMP tanto de los debutantes como de los veteranos.

Por orden me gustaría recordar el número de participaciones en esta prueba de mis compañeros A To Trapo; Jorge (14), Mejías (9), Fernando (7), Javi Leach (7), Tomás (5), Ernesto (2) y el resto de compañeros Abel, Ely, Curro, Juanjo, Juan Luis, Jota y servidora debutábamos con esta carrera en la distancia de Marathon.

Las personas que íbamos a hacer noche en Valencia, comenzamos a organizar con tiempo este evento, sabiendo de antemano los horarios para retirar los dorsales.

La feria del corredor impacta, pero como me comentan otros compañeros, nada que ver con otras carreras más prestigiosas. Pero la novedad y experiencia de retirar el dorsal de la Marathon es impresionante, aunque el inconveniente fue las colas excesivas para retirarlo.

Fotos grupales en la ciudad de las ciencias y las artes, que por la belleza de las mismas nos hacen modelos amateurs por un día.

Cada compañero tenía una rutina que cumplir mientras yo quería descansar, otros compañeros sé de buena tinta que se fueron a cenar a un Italiano y cumplir con la tradicional fiesta de la pasta, que en esta Marathon era una degustación de arroz con una paella gigante por la mañana el día previo a la carrera.

IMG_6953Noche tranquila que me permite descansar como se merece, pues al ser una novata en estas distancias, desconozco como se comportará mi cuerpo en la prueba de mañana.

El día amanece y corriendo salimos del hotel dirección a la salida. Compruebo lo bonito que es la zona de salida y meta, y realizamos varias instantáneas sin ninguna presencia de gente, que en pocas horas se poblará de gente animando la llegada de los participantes en las distintas pruebas 10k y Marathon. Subo al hotel de los compañeros donde dejo la mochila, para después ducharme una vez finalizada la prueba.

Todos los consejos previos a la Marathon, comienzan a pasar por mi cabeza y empiezo a llevarlos en práctica. Hidratarse, dosificarse, concentración, visualizar la carrera, sonreír y lo más importante acabar la prueba.

Últimas fotos con los compañeros antes del pistoletazo de salida, entrego los últimos enseres a mi hija MARTINA y comienza mi aventura.

IMG_6957Ernesto y yo nos colocamos en el cajón de salida “naranja” y esperamos nuestro momento. A medida que pasaban los minutos de espera me iba emocionando sin darme cuenta salían lágrimas de mis ojos sin poder controlar esa emoción, “ERA EL SUEÑO POR EL QUE TANTO HABÍA TRABAJADO, MADRUGADO Y ESFORZADO”, y que en unos minutos iba a empezar.

Comenzamos la carrera, fue empezar y se me iban pasando los km sin apenas esfuerzo. No recuerdo en que km se nos unió Jota y corrimos un par de km juntos, pero yo me notaba muy bien y cómoda adelantando a muchos corredores. No tenía miedo y sabía que si no forzaba podría lograrlo y así lo hice continúe sola ya que mis compañeros prefirieron ir aún ritmo más suave. En esos momentos no llevaba música, ya que la música era el clamor del público y de los propios corredores que animaban constantemente. 20151115_133525Reconozco que disfrute cada km, así cuando llegué al km 30 ya empecé a pensar que la MARATÓN era mía.

En todo momento me encontraba genial. Iba hidratándome en cada avituallamiento y justo en el 35 al ir a coger bebida tropecé, caí al suelo y me levanté con una fuerza que yo misma me sorprendía. Compruebo que en la vida me pasa lo mismo, y no sé a veces de donde las saco. En esa fase de la carrera de esfuerzo máximo se veía a muchos corredores andando, pensé yo les había podido el temido muro, que de momento a mí no me había pasado.

Hasta que llegué al km 38, a partir de aquí esos 4 km que me faltaban, tuve que empezar a tirar con el corazón, hasta llegar a bajar la rampa que hay del hemisferic a sólo dos zancadas del km 42, me volví a caer aquí sí que me hice mucho daño. En esta nueva caída me golpee fuerte la rodilla y en la mano un corte, que me tuvieron que levantar, les di inmediatamente las gracias. Y corrí hacia la alfombra azul, en ese momento, era como caminar por el cielo; si por fin, ya era MARATONIANA. Solo puedo gritar bien alto que, 3h51’23 duró mi sueño y toda una vida durará la gloria de ser maratoniana!

Todos FINISHERS con los objetivos marcados y muy contenta por la gesta conseguida.

Última parada en MOIXENT, donde tenemos que degustar el estupendo menú con todos los compañeros, amigos y acompañantes.

Hasta mi próxima gesta en MARATHON, espero veros a todos, como embajadora en la MEDIA MARATHON DE EL CAMPELLO el próximo 13 de diciembre de 2.015

MªJosé

También puedes leer la crónica de Abel en “Diario de un corredor invisible

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Abel VET MASC A 3:00:51 917 247
Tomás SEN MASC 3:00:51 918 254
Fer “Pelu” VET MASC D 3:19:46 2410 139
Elisardo VET MASC A 3:21:39 2602 658
Jorge L. VET MASC A 3:28:43 4061 987
Javi VET MASC A 3:37:17 5329 1278
MªJosé VET FEM C 3:51:20 7568 83
Juan P. VET MASC A 4:01:36 8947 1960
Ernesto VET MASC B 4:01:05 9202 2146
Juanlu VET MASC C 4:06:36 9599 1356
Amando VET MASC F 4:08:19 9623 97
J.Ant.Mejías VET MASC B 4:10:12 9970 2307
Jose Castelló VET MASC C 4:11:00 10470 1497