II Clariano Trail (12-Febrero-2017)

Mi estreno en la Montaña

El pasado 12 de febrero tuve el placer de realizar la Carrera de Montaña organizada por LURBEL.

El destino era Ontinyent y el río Clariano. La distancia algo más de 27 km. Desconozco otras coordenadas de altitud o de desnivel.

La historia es la siguiente; llevo un tiempo entrenando por la serranía ilicitana y disfrutando de los Humedales por el Pantano. El contacto con la naturaleza, el correr por cierto desnivel, ver parajes naturales y disfrutar de su fauna y flora es algo que me está enganchando bastante y me ayuda a desconectar de la rutina laboral. El asfalto nunca ha sido lo mío para trotar al haber salido de varias lesiones por el fuerte impacto. Prefiero correr por pistas, tragar arena y ver de vez en cuando algún que otro conejo atravesarse por mi camino.

Mi compañero y amigo, Jesús Santana, miembro del Grupo A TO TRAPO me convenció un par de veces para irme con él a correr por el CABEÇÓ d´OR. Jamás había corrido por una montaña tan grande… aún recuerdo las subidas y bajadas, como me prestó una Camel para beber agua y me invitó a almorzar sus famosos higos secos. ¡Qué tiempos aquellos!!!

No paraba de animarme y de motivarme, y con la excusa o inventiva que me veía fuerte me apuntó a la Carrera del Clariano. Y allí fui: madrugón, recogerlo en su Mutxamel y rumbo a lo desconocido … al menos por mi parte.

Nada más llegar y recoger el dorsal, topé con algunos de sus amigos de la PEÑA A TO TRAPO…. mi primera impresión fue: estos tíos están un poco zumbados. Conocí a su presidente, JESÚS, un hombre que se me presentó en un batín azul, que me dijo que era su cumpleaños y el de otros dos miembros del grupo (JUANMA Y ROBERTO).  Parecía un tipo majo y muy muy fuerte.

Primera pregunta sin respuesta: Pepe, ¿dónde te has metido? Esta gente te va a reventar…empezaron a desfilar ante mí decenas de personas, casi todas fibrosas, más finos que un espárrago y todos con su vestimenta apropiada para el caso. Que si el camel, cortavientos, zapatillas de montaña, manguitos compresores, geles, pastillas y más saraos. Y el pardillo del “Elchero” ahí estaba, rodeado de apasionados y enfermos de la montaña… ¿sería yo uno de ellos?

Nada más llegar recuerdo los miedos del momento, que si un helicóptero por aquí, que si la mascota del LURBEL por allá.  Aquí, ¿a qué hemos venido? ¿A correr?

Pues…pistoletazo de salida. Y allí me encuentro, a la altura de la gran mayoría, trotando, estirando las piernas y valorando la situación que me venía encima. Que avituallamientos, que organización…estos de LURBEL saben montárselo. Me iba encontrando cómodo, el grupo de los de A TO TRAPO fueron desapareciendo en lontananza, Jesús Santana y yo íbamos al unísono. Él, mi sherpa particular, controlando los tiempos, las pulsaciones y las distancias, así como los puntos de avituallamiento. Una máquina el alicantino éste. También corríamos con su cuñado Jose (GOSA) que iba apareciendo y desapareciendo a lo largo del recorrido, pero siempre estaba ahí el tío…que cañero y constante. Subidas, bajadas, conocer a gente, xarrar con uno, con otros…el tiempo maravilloso, hubo nubes, algo de lluvia y también tuvimos como compañeros al radiante sol. En las paradas técnicas tomábamos algo de frutos secos, algo de fruta, alguna bebida isotónica y agua, mucha agua.

Todo iba a las mil maravillas hasta que tuve que parar en dos ocasiones por motivos gástricos, dejémoslo ahí. El motivo, fácil…la novatada de los geles. Me prometí no volver a tomarlos más o por lo menos a entrenarlos previamente.

El momento más dulce fue cuando llegué a meta, el tiempo, lo de menos …Pero con una sonrisa de oreja a oreja y con ganas de tomarme una cerveza bien fría. Gracias.

Prueba superada, agradecer a Jesús su perseverancia en mí y a la PEÑA A TO TRAPO por permitirme escribir esta pequeña reseña a modo de impresiones de un día marcado en el calendario. Próximo objetivo…la TRANSILICITANA…pero ese es otro cantar.

GRACIAS POR TODO

Pepe

26,7 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Christian VETERANO 3:09:14 58 24
Juanma MASTER-M 3:38:46 140 10
Jesús S. VETERANO 3:45:08 150 64
Pepe Ruiz ABSOLUTO 3:46:28 153
Jesús MASTER-M 4:01:03 185 18
Gosa VETERANO 4:06:33 191 76

 

14,4 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Jota MASTER-M 1:52:53 128 9

Sueños. 29.

–¿Has leído algo de Javier Cercas?

Le pregunto mientras vamos hacia la playa. No se trata de una pregunta impertinente porque con frecuencia hablamos de libros, de las últimas lecturas, sobre todo si por alguna razón nos han llamado la atención. En los últimos meses se había multiplicado la presencia de obras sobre la guerra o posguerra tanto en España como en Alemania. Meses atrás hicimos un viaje a Munich y una de nuestras asiduas compañeras matinales es alemana.

“A sangre y fuego” de Manuel Chaves Nogales, “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez, o “Palomas en la hierba” de Wolfgang Koeppen y “El lector” de Bernhard Schlink, son algunas de las obras leídas y comentadas en nuestras conversaciones cuando corremos y muestran como pocas la crueldad de que es capaz el ser humano. En la península Ibérica, con una España desgarrada por la guerra civil y en la culta Alemania, patria de insignes filósofos, pensadores y músicos, donde el horror alcanzó límites inimaginables. Y decía que la pregunta era pertinente porque pensábamos regalarle a Rafa por su cumpleaños la última novela de Javier Cercas, que es justamente un ejercicio de desmitificación de un tío suyo que en el imaginario familiar era considerado un héroe de la guerra civil. El autor lo coloca en el sitio que le corresponde, como debió de ocurrir a la mayoría que, con contadas y admirables excepciones, le tocó en suerte o en desgracia la pertenencia a uno u otro bando por razones geográficas o familiares más que por razones propiamente políticas. Sí que había leído otra obra del autor publicada años atrás, “Soldados de Salamina”, aunque alguien le había dicho que, por su dificultad, se trataba de una obra para especialistas, para expertos. Le digo que estoy en absoluto desacuerdo con esa apreciación, al tiempo que, llegando a la playa, nos acercamos a una casa invadida por el agua del mar y, a pesar de eso, habitada, porque aparece una señora como saliendo de la cocina, con agua hasta la cintura. Quizá pudo influir en el sueño la reciente visita a Guardamar del Segura, donde vi no solo casas devoradas por el imponente oleaje de hace unos días sino grandes trozos de la carretera también comidos de forma irregular. La señora avanzaba esforzándose entre el oleaje que le lamía hasta el pecho y levantando los brazos para proteger el plato con una tortilla de patatas que parecía llevar hasta el comedor, un poco más allá, donde su familia esperaba sentada en torno a una mesa que flotaba literalmente sobre el agua. Nosotros, casi ajenos a aquella circunstancia, como considerándola normal, discutíamos sobre la comprensión de la novela y la dificultad o no para entenderla. Un viejo tema de discusión en el ámbito de la cultura. ¿Hay que facilitar la comprensión de un texto dándolo mascado para la mayoría o es mejor intentar elevar el nivel cultural del pueblo con obras difíciles que exijan un esfuerzo?. ¿Acaso los refranes, quintaesencia del saber popular, no son una muestra ejemplar de la capacidad del pueblo llano para entender lo difícil? “Ande yo caliente y ríase la gente”, “Cuando las barbas de tu vecino…..”, “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, “Obras son amores y no buenas razones”, etc.. ¿No son acaso condensaciones culturales perfectamente entendidas, asumidas y usadas por el pueblo llano incluso carente de estudios?.

Días después, en el reconfortante y acogedor ambiente de un bar del pueblo, alrededor de una mesa, jamón, queso, manitas de cerdo y vino, le regalamos “El monarca de las sombras”.

San Juan, 5 de Abril de 2017.
José Luis Simón Cámara.

I Ultra Rato en autosuficiencia – Camí de Cavalls – Menorca (17,18,19-Marzo-2017)

Como ya es tradición desde hace unos años, los “García pa Rato” (así nos llaman algunos por nuestras incontrolables “ansias de más”) solemos aunar esfuerzos para “inventarnos” un reto deportivo con fines solidarios. Y en esa búsqueda de la esencia, a finales del año pasado (como siempre, aprovechando el tirón de los turrones) planteamos recorrer el GR 223, o lo que es lo mismo, el conocido Camí de Cavalls que rodea la isla de Menorca en su totalidad, y lo decidimos hacer “a nuestra bola”.

Además, como postre a la guinda de este pastel de arena (porque arena, ha habido y mucha), hemos tenido la oportunidad de ser acompañados por “los Montoya” quienes afrontaron la vuelta a la isla en BTT (duro no, ¡durísimo!); y como no, por Manolo, el incombustible padre del que hemos sacado las ansias de las que antes hablábamos.

Así fue la carrera:

Etapa 1: Ciutadella – Mahón – 100 km aprox

Con puntualidad alicantina, a las 6:00 Nacho y yo dimos el ficticio pistoletazo de salida desde la puerta del apartamento. Ahí estábamos otra vez, en busca de senderos, en busca del mar, en busca de nosotros mismos. Tuvimos la oportunidad de disfrutar de un bonito amanecer de camino a Cala Morell, donde encaramos la subida y bajada hacia las playas de Fornells atravesando, entre otras, las impresionantes calas Pregonda y Cavalleria.

El sol acechaba y el agua escaseaba, pero los pocos menorquines que nos encontramos por el camino (salvo Ciutadella y Maón, la isla está prácticamente desierta) se apiadaron de nosotros y llenaron nuestros gaznates de agua que sabía a gloria. Paso a paso, metro a metro, conseguimos bajar la temperatura del cuerpo con un fresco bañito cerca de la playa de Arenal d’en Castell, de los mejores momentos del día para recordarnos lo poco que (a veces) se necesita para disfrutar de lo que tenemos.

Montadito de jamón con tomate de mamá (un clásico, ¡siempre agradecidos!) y, no sin sufrir, llegamos al km 90 para enfundarnos el frontal y recorrer los últimos km bajo la tutela de una gran noche. Cervezas varias, anécdotas con “los Montoyas”, quienes también sufrieron lo suyo, cena que sienta bien y al sobre.

Manolo: 20 km – 3 horas
Borja y Nacho: 100 km – 14 horas
Montoyas: 110 km – 14 horas

Etapa 2: Mahón – Cala Galdana – 65 km aprox

No sin esfuerzo, conseguimos salir de la cama y colocarnos las zapas. Sorprendentemente, podemos bajar escaleras “sin mayores complicaciones” y nos atrevemos a empezar la segunda etapa junto a nuestro fiel escudero: Manolo. Volvemos al camino que esta vez recorre parte de interior de la isla. Cruzamos el pueblo de Binibequer Vell (¡una pasada!) y tras 21 km, nuestro padre se queda disfrutando de un bañito en las calas de Binissafuller (siempre ha sido el más inteligente de todos).

Desde aquí, cada vez más poco a poco vamos atravesando pueblos, calas y playas. Pasamos Cala en Porter (nos gustó tanto que nos perdimos durante unos cuantos km…), cruzamos el desértico Son Bou, llegamos a Sant Tomás y, como no, toca bañito en un oasis de cala que encontramos en el camino. Esta no tiene nombre, pero, otra vez, devolvió el sentido a lo que hacemos, pudiendo disfrutar del agua cristalina y de la paz del momento.

Montadito de jamón (¡el último!) y encaramos los preciosos 10 km que separan Sant Tomás de Cala Galdana, ¡impresionantes!

Vuelta al apartamento, más cervezas, más anécdotas a costa de la dureza de hacer esta carrera en BTT (puede parecer que no pero el terreno es más exigente para los ciclistas) y otra vez al sobre, ¡que mañana ya acabamos!

Manolo: 21 km – 3 horas
Borja y Nacho: 65 km – 10 horas
Montoyas: 60 km – 8 horas

Etapa 3: Cala Galdana – Ciutadella – 33 km aprox

De nuevo en pie y si, ¡ésta ya cuesta más! Parecía la más fácil y probablemente se convirtió en la más difícil… Después de 100 millas recorridas nos duele todo el cuerpo, pero sin pensarlo, ¡vamos p’alante! Esta vez, Manolo nos acompaña la etapa entera y volvemos a disfrutar en familia de las aguas cristalinas y la paz que respira la isla.

El terreno se hace bastante insufrible (imposible chocarnos con más piedras) por lo que decidimos relajarnos con un pedazo de baño en mi rincón secreto de la isla y ahora sí, acompañado de una cerveza fría.

Poco a poco, a paso de ultra con la vista clavada en nuestra sombra, nos acercamos al final de la travesía. Y otra vez, no sin sufrir, llegamos a Ciutadella como nos gusta: uno al lado del otro y con una sonrisa de oreja a oreja. Al poco tiempo recibimos noticias del sector bici llegando también al fin de la travesía: ¡¡¡¡Somos finishers!!!!

Manolo, Borja y Nacho: 33 km – 6 horas
Montoyas: 50 km – 7 horas

Ha sido una aventura impresionante y difícilmente repetible. Como otras veces, eternamente agradecido/s de tener tantas oportunidades de disfrutar de todo lo que hacemos, pudiendo “parar el reloj” en algún momento para poner los pies en el suelo, recordar lo que realmente importa y lo poco que (a veces) necesitamos.

Gracias a todos los que habéis aportado en este Rato Reto tan especial, gracias, gracias y gracias.

Como siempre, nos seguimos viendo por los caminos con una sonrisa y las ganas de seguir.

Carpe Diem

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Modalidad Tiempo Km recorridos
Ignacio Carrera a pie 30 h 200 km
Borja Carrera a pie 30 h 200 km
Manolo Carrera a pie 12 h 74 km
Alejandro BTT 29 h 220 km
Fernando BTT 29 h 220 km