Chisinau Marathon (30-Septiembre-2018)

Me ha dicho Jesús que escriba un resumen del maratón de Chisinau, aunque no creo que sea un maratón que vaya a ir nadie, pero voy a volver a retomar la costumbre de escribirlos para si alguien le apetece.

En Navidad del año pasado mi amigo Chuli me propuso ir a Chisinau, su grupo había votado y había salido este… por fechas va a ser que no, porque dos semanas antes corro Berlín, y este año quería correr dentro de mis posibilidades (o sea estar por mi marca entre 3:19 y 3:22), pero me puse a pensar… si no es por esto yo nunca voy a ir a Moldavia, así que es una oportunidad de conocer otro sitio… objetivo rodarla…

Curiosamente hablando con Juanma resulta que el sí conocía la ciudad, pues había ido hacía muchos años.

Es una ciudad que antes pertenecía a la URSS, que tiene la etiqueta de ser el país más pobre de Europa, con la renta per cápita más baja (unos 100€) … que una chica me dijo que incluso menos. Como centro de ciudad tiene una calle donde está el parlamento, el arco de triunfo y el ayuntamiento, así como la estatua de Esteban el grande. Una vez que sales de esta calle, las aceras en muchos sitios son inexistentes, o muy rotas, la calzada esta agrietada y en mal estado, con agujeros, edificios en ruinas, y en permanente construcción (por lo que me dijo esta chica, llevan toda la vida en obras y nunca avanzan nada) … y con mucho parque y árboles, así que tiene su cosa.

Esta carrera es de las que hace el grupo de Chuli, Marisa, Ana, Jorge, Rafa, Toli, Enzo, Carlos y Miriam… y en Jaén, Antonio me dice si se puede unir pues es de esas maratones raras que si no va con alguien no va a ir…

Llegamos viernes por la tarde, y nos recoge Igor que nos indica cual es la oficina de cambio mejor (en la salida del aeropuerto la que está a la derecha) y nos lleva al apartamento, donde un chico encantador, Sergeih, nos espera. Aunque estamos en el centro la calle parece bastante tétrica, pero como ya he dicho si sales de la avenida principal todo tiene pinta decadente. El sábado quedamos con el grupo, yo quedo a rodar un poquillo con Marisa y Chuli y nos acercamos a la zona de la salida donde esta la feria del corredor, muchísima gente pues hay carreras de niños y niñas… y la calle cortada al tráfico desde el sábado por la mañana… luego ya todo el grupo nos vamos a recoger el dorsal, recogida rápida y a visitar la feria del corredor, que extrañamente tiene los mismos precios de aquí (la pregunte e como puede para la gente de allí esos precios… la respuesta, la mayoría no pueden L)… y luego nos vamos a hacer una visita por la ciudad que Chuli nos ha preparado, visitando el mercado de las flores o bebiendo la cerveza Chisinau… para comer en un lugar de comida tradicional, seguimos de visita y al hotel a descansar para quedar a cenar en Andy’s pizza del que hay un montón por la ciudad…

Nos despertamos a eso de las 6, yo, Antonio más tarde, y habíamos quedado a las 8, ya que la salida esta a 2 km de donde estamos. Se viene Marisa con nosotros y la dejamos cargada de mochilas, pues la salida con tanta gente es un poco caos… juntan una carrera de 1,5 km, con la de 5, la de 10, la media y la entera… una chica nos dice a Chuli y a mí que nos pongamos en un sitio, así que salimos bastante delante, con mucha puntualidad, dan la salida desde frente el parlamento, junto al Arco de Triunfo… nos esperan 4 vueltas de 10 km, que son baja, sube, bajas, sube curva a la derecha, subes, bajas, subes mucho, bajas mucho, curva a la izquierda, subes, bajas, subes y una vuelta completada… circuito pues lo dicho, cuando vas por la avenida bien (aunque a partir de la 3ª vuelta la gente empieza a salir y no tienen otra cosa que pasear por en medio del circuito)… pasas por el Parlamento, la estatua de Esteban el Grande, y una Iglesia Ortodoxa que durante 3 vueltas dan misa (espero que fueran diferentes)…

Nada más salir escucho a Ana, ¡Vamos que os queda poco!, y llevamos 200 metros, esta frase me acompaña toda la carrera y me río…

Yo en el primer giro cuento que voy 3ª (Chuli me había dicho que daban premio a las 6 primeras), bajando me adelanta una chica como un tiro, así que 4 pero en el segundo giro veo que voy 7ª, aunque 3 van andando supongo que les han dado el dorsal del maratón aunque vayan a hacer los 5km (o los 10)… pero las de delante van muy delante… yo con mi pie y mi pubis estropeado tengo que regular. El pubis en el km 10 me empieza a doler, así que con tranquilidad (aunque voy más rápido que hacía dos semanas en Berlín)… en la segunda vuelta en la bajada veo que las tengo a unos 400/500 metros así que pienso ya no las pillo, pero la que va detrás va también a esa distancia así que no creo que me pille… pero antes de la media adelanto a la que me había pasado como un cohete… pues ya soy 3ª. Paso la media en1:37:51 un poco rápido para mi estado de forma, pero bueno voy bien … en todas las vueltas los gritos y ánimos del grupo ponen la piel de gallina y hacen que aceleremos el ritmo un poquillo… y en esta 3ª vuelta adelanto a la que iba 2ª… y veo que no lleva buena cara, así que a controlar el ritmo y mantener posición… Chuli me pasa como una bala, y me pongo a su lado (aunque yo no he bajado el ritmo), pero va a 4:18 y yo no tengo necesidad, que en el km 32 el pubis me dio un aviso de que hoy no me dejaba llegar (dejé de hacerle caso) y empiezo a pensar “esta llegas bien por este grupo tan maravilloso que se esta dejando la garganta en cada vuelta”… llegada en 3:13:50 muyyyy contenta, y segunda de la general, que hace que luego vayamos a la entrega de premios y me venga super cargada…

Y luego a visitar el monumento a las victima de la Segunda guerra Mundial, a los deportados… casi todo lo que tienen tiene que ver con alguna guerra

Al día siguiente turismo a la Bodega Cricova, con cata de vino, 120 km de bodega con vinos de colecciones particulares (en esta bodega tienen la enoteca nacional) que no entiendo como se tiene vino de hace 200 años si no se puede beber…y nosotros que nos quedamos hasta el martes aprovechamos para ir al Parque Valea Morilor, que es chulísimo y para correr genial.

Agradecer a los que siempre estáis, Pepe mi entrenador, que no me manda a esparragar y con una paciencia infinita me sigue llevando por el buen camino… Noe que hace que, aunque las tuercas estén oxidadas sigan funcionando… Jaime muchas gracias por hacerme un hueco en tu apretado horario y arreglarme el maltrecho pie… mi madre por supuesto que siempre siempre me apoya… Al maravilloso grupo de A To Trapo: Juanma, Jesús, Martina, Jorge, Ernesto, José Pablo, Jorge que me mandaron mensajes de ánimo… a mi amiga Aless de la que aprendo siempre mucho… a Arancha, Ana, Demo, Juanjo, Maribel, Liana, Damián, José Luis, etc… bueno a todos/as los que hacéis que esto sea muyyyyy fácil GRACIAS…

Perdón por el ladrillo…

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Pili Fem 3:13:49 28 2

XIX Pujada al Montcabrer (23-Septiembre-2018)

Hacía muchísimo tiempo que no subía al Montcabrer y cuando vi anunciada la ya superclásica Pujada al Montcabrer la fiché enseguida, porque además nunca había subido desde Alcoi. Cuando se anunció la fecha del evento me lo pensé dos veces antes de apuntarme, ya que me parecía demasiado cerca del verano y el calor lo llevo muy mal. Al final me envalentoné y el día 23 de septiembre me planté junto a Juanma, Jesús Santana, Ulises, Gosa y Jesús en Alcoi dispuesto a sudar la gota gorda junto a otros 490 valientes.

El recorrido no lo voy a describir mucho porque ya es de sobra conocido en el grupo. En mi caso intenté empezar ligero para evitar, en vano, el tapón en el barranc del Cint y alancé el segundo avituallamiento en el Coll d’en Sabata con buenas sensaciones y disfrutando del paisaje. A esas horas el sol empezaba a picar ya seriamente con lo que la subida hasta arriba prometía. Tras una tregua engañosa hasta el tercer avituallamiento la cosa empezó a ponerse para arriba y en algo más de hora y media estaba en la cima, no sin sufrimiento hasta el tramo final, donde un poco de tapón me sirvió de excusa para reponerme un poco y llegar bien arriba.

La bajada, muy chula en los primeros kilómetros tras el pico, la pude hacer ligera y adelantar unas cuantas posiciones, sobre todo al final, donde encontré a bastante gente que llegaba andando. Finalmente y habiendo perdido 3-4 litros de sudor llegué a meta, donde me repuse a base de bien en el excelente avituallamiento de meta comentando la jugada con Ulises, que ya había llegado. Mención especial al grifo de cerveza artesana Spigha.

Sin duda, para repetir.

Marc

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Ulises VETERANO 2:13:06 103 31
Marc SENIOR 2:25:51 164 84
Jesús S. VETERANO 2:42:38 277 94
Juanma MASTER 2:49:30 305 22
Jesús J. SUPERMASTER 3:10:54 396 3
Gosa VETERANO 3:12:04 400 126

I Trail d’Orxeta (16-Septiembre-2018)

Gracias a un sorteo vía Facebook by KultRace, me tocó una inscripción para el Trail de Orxeta. La buena noticia es que venía mi casi inseparable pareja de hecho, Jota, que estaba ultimando su Ultrapirineu, palabras mayores. También se sumaba Juanma y un amigo rockero del asfalto, Javi. Nos reunimos para subir desde Carrefour y ya en Orxeta nos encontramos con Juanma. Un calentamiento perezoso por mi parte y directos a la línea de salida.

El perfil se antojaba rápido, 15k con 600+, lo que se traducía en una subida a la Serra de Orxeta, y algunos de toboganes más adelante.

Nos deseamos suerte y dan la salida puntual. Aunque venía algo mohíno, antes de salir del pueblo me escapo un poco y en 2k empiezo a subir. Allí curiosamente encontramos el primer avituallamiento… Subiendo me encuentro muy bien y tiro para arriba adelantando a algunos corredores, hasta llegar a la cima y saludar al Puig y a Benidorm, bonitas vistas antes de lanzarse a la bajada, que me tomo con más tranquilidad. Intento contactar con Jota y Juanma, y diviso sus camisetas algo más arriba. También encontramos una buena vista del Pantano de Amadorio mientras descendemos. Ya abajo llegamos al avituallamiento (km.9) y como hacía calor decido tomármelo con calma y beber y comer algo, aunque el próximo punto se encontraba en el km.11, un poco extraño la localización de los avituallamientos, creo yo.

Pues ya saliendo, bordeas casi todo el pantano y te cruzas con algunos andarines que habían empezado la prueba senderista. Nos lanzamos ánimos mutuamente y pasas una serie de túneles y toboganes hasta llegar de nuevo al pueblo, ya con más calor. Allí espera Bigmike, el gran speaker de Kult que nos da la bienvenida siempre de forma genial. Para los que gustarán, la jornada seguía con una paella gigante y disfrute de la localidad.

Perdón por el ladrillo…

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Jaime Veterano 1:42:35 65 26
Jota Master 1:53:25 109 8
Juanma Master 1:56:17 121 11

IV Tollos Trail (1-Septiembre-2018)

Para allá que nos fuimos (Ulises, Juanma y yo), a Tollos, al parecer el pueblo más pequeño de Alicante que ronda los 40 habitantes de forma permanente y en verano y fiestas se multiplica o triplica; accedimos por Cocentaina, cruzando Millena y Gorga.

A la entrada del pueblo veo a mi amigo Antonio Frau dirigiendo el tráfico ¡sorpresa!, pues llevaba sin verlo unos 15 años (conocido de mi actividad laboral, Antonio lleva casi toda su vida en Elda, ciudad zapatera ). Aparcamos y nos dirigimos a la piscina del pueblo, que por cierto recuerdo que allá por los años 80 ya estaba funcionando, siendo unos de los pocos pueblos de la montaña que disponían.

El amigo Ulises (algunos me preguntan si es mi sobrino) no para de saludar pues es una persona que se hace de querer, gente del Aper, Trail Villena, …

Dos modalidades, como viene siendo normal ahora, trail largo (25 kms) y trail corto (14 kms), este último es el que quería hacer Juanma, pero ya le dije, yo si me desplazo es para el largo,… Salimos a las 8:30 de la mañana con un sol radiante el cual no dejó de acompañarnos, la verdad es que a mí me pone,…. Seríamos unos 100 los corredores del trail largo, el cual se inició con una fuerte pendiente hacia el pueblo para, tras una lazada, volver al mismo y lanzarnos camino del barranco de Malafi y alrededores, un continuo sube y baja tipo dientes de sierra de carpintero con remate final casi a la entrada al pueblo, cuando ya casi lo tocábamos, nos desviaron nuevamente hacia la izquierda para circunvalar y posteriormente entrar a meta situada en las piscinas, allí que me lance casi de cabeza, pasando primero por las duchas, allí están esperándome Ulises y Juanma, lavaditos y peinados.

Poco a poco vamos cogiendo forma y acumulando kilómetros también.

Hasta otra Tollos!.

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Ulises MASC 3:19:14 79 73
Juanma MASC 4:07:46 91 83
Jesús J. MASC 4:25:17 96 87

Un albergue en el camino.

Aquella noche no podía ya perder el tiempo. Era la primera noche en un albergue en el corazón de la ciudad. Entre el río y la plaza del Baldón, cerca del mercado y de la iglesia de Santiago Matamoros, nunca mejor dicho, porque tiene a sus pies las cabezas cortadas de dos o tres sarracenos y la espada levantada para seguir con su tarea. Comenzábamos allí un tramo del camino, ya hecho hacía muchos años, aunque siempre cambiante, como el cauce de un río por el que el agua que pasa es siempre distinta. Cometimos un error propio de principiantes e impropio de veteranos, pero siempre se yerra en algo. Después de entregadas las credenciales y documentación, pagamos lo estipulado, dejamos las mochilas en las literas de la 2ª planta y antes de salir nos dijeron que a las 10 de la noche cerraban la puerta. Ya no tenía solución. No íbamos a buscar otro refugio. La verdad es que la dinámica propia del camino casi te obliga a retirarte a esa hora o incluso antes, pero es la imposición lo que no nos gusta. Dimos un paseo por el largo puente que atraviesa el río inmenso y después recorrimos unos bares de tapas por las calles de San Pedro y de Lauro, donde se concentra el tapeo. De regreso al albergue y ordenados los enseres sólo él bajó a la cocina donde minutos antes algunos peregrinos tomaban un bocado. Ahora ya solo quedaban las hospitaleras, también cenando. En el largo balcón de la cocina había un oriental sentado. Cogió una silla de la cocina y la sacó al otro extremo del balcón donde se puso a leer. Cuando las chicas acabaron de cenar recogieron la mesa y colocaron los cubiertos en los armarios. Dos de ellas se marcharon y una tercera, la que nos había recibido al llegar, se entretuvo moviendo cosas de un lado para otro. Cuando acabó lo que hiciera se acercó al umbral de la puerta de acceso al balcón y comenzó a hablar con él obligándole a levantar la vista del libro que estaba leyendo.

–Con que sois del Sur y profesores jubilados…
–Pues sí, allí vivimos aunque de distintas procedencias.
–Yo tengo que incorporarme al Instituto el lunes próximo.
–Ah! También eres profesora…
–Sí, de Ciencias Naturales, aunque este es mi último curso. Y no te puedes imaginar las ganas que tengo de jubilarme.
–Claro que me lo imagino. Yo ya llevo varios años jubilado.
–Este último curso, ¡me han dado un año….!, y menos mal que era un grupo reducido, pero sin ningún interés….

Después de una larga conversación, más bien monólogo, sin razón aparente que, en el fondo, ocultaba un indisimulable deseo erótico, porque para qué todas aquellas consideraciones, todos aquellos comentarios, todas aquellas quejas, si apenas acababan de conocerse y después de muy pocas horas o quizá minutos, iban a dejar de verse, cuando ya parecía marcharse, tras varios amagos de irse aproximando físicamente él le sugirió la posibilidad de sentarse, incluso hizo ademán de levantarse para acercarle una silla que había al fondo del balcón y acababa de dejar libre el chino que desde allí sentado miraba las estrellas y el perfil iluminado de una torre de las muchas que se levantan en esta ciudad. Él, cansado del discurso, se sumergió en la lectura del libro que tenía entre manos y ella se despidió educadamente. Según otros cronistas le cogió la mano y la trajo hacia sí bruscamente. En otra época podría haberse permitido dejar pasar la ocasión, aún disponía de mucho tiempo por delante, pero ahora ya no podía perder ni un minuto de su vida. Era cuestión de intentarlo. Si funcionaba, bien. Y si no, también. Pero lo último era dejar pasar cualquier oportunidad que se presentara. Y valiera la pena, claro. Aquella mujer no era Greta Garbo, desde luego. Tampoco él era Paul Newman. Bien proporcionada, atractiva, discreta. Quizá le faltara decisión. Era lo que a él le sobraba animado por el recuerdo de cómo en parecidas circunstancias fue Menha, aquella egipcia cairota de pelo ensortijado, quien cogiéndole la mano con la que se despedía de ella lo introdujo en su habitación hasta donde la había acompañado y pasó la noche en las concavidades cerúleas del Nilo enredado en los rizos de ébano de aquella Venus negra.

(Del diario apócrifo del camino de Santiago)

San Juan, 10 de septiembre de 2018.
José Luis Simón Cámara.