Copenhagen Marathon 40th Edition (19-Mayo-2019)

Corro o no corro – esa es la cuestión

Copenhague – allí estaba…. y llenas de ganas de conocer la capital de los Vikingos, Pili, Conchi y Martina nos apuntamos al viaje para el 40 aniversario del Maratón de Copenhague. Con el plan de Pili, Martina empezó su entrenamiento de rigor como diosa manda. Conchi no iba a correr el maratón, pero estaba dispuesta a animarnos y acompañarnos en el recorrido.

Estos eran los planes, pero como siempre, los planes son susceptibles de cambios. Y así fue…

Martina se lesionó 6 semanas antes, con muy pocas perspectivas de poder correr. Aun así, la esperanza es lo último que se pierde, y por tanto retomaba unos entrenamientos ligeros para ver hasta dónde el pie le permitía llegar. Conchi por su parte pensó que ya que iba a estar allí, iba a correr un poco. La única que no tenía ninguna duda, era (¿quién iba a ser?) Pili.

Así llegamos a Copenhague. Los días previos a la carrera, debían de estar dedicados a recargar baterías, y a hacer un poco de turismo tranquilo…. Pues bueno, lo transformamos en 2 media maratones caminando por Copenhague para recoger el dorsal y descubrir esta maravillosa ciudad llena de monumentos preciosos y miles de ciclistas que van a toda velocidad.

Y llegó el día de la carrera – con un sol espléndido desde primera hora. Había mucha gente y un ambiente muy festivo por parte de los corredores y organizadores. Y nosotras, con la animación de Pili – ¡vamos, que sí que podéis llegar sin problema! – nos pusimos en el cajón de salida. Pensando por una parte que ya veríamos, pero por otra parte muy optimistas, salimos con el pelotón de corredores. Cada una iba a hacer “su” carrera, según las sensaciones y lo que permitiera el cuerpo.

El recorrido nos llevó por toda la ciudad, el centro histórico, monumentos, parques, grandes avenidas, canales y zonas verdes. Parte del circuito lo repetimos al principio y al final. La carrera estaba bien organizada con avituallamientos frecuentes y abundantes, así como mangueras para refrescarse (qué sí que se agradecían).

La animación por parte de todos fue extraordinaria: bandas de música, coros, brasileñas y cheergirls bailando, pero ante todo el público que estaba de fiesta y nos animaba por nuestros nombres – go Conchi, you can do it Martina!

Con las ganas, la determinación, y la energía que llegó de amigos, LO CONSEGUIMOS. Conchi y yo llegamos a meta, pletóricas, sorprendidas y orgullosas de haber logrado terminar el segundo y décimo maratón, respectivamente. Subidón de emociones cuando cruzamos la meta en la que nos espera Pili y nos hicieron la foto.

Mencionar que la organización fue generosa con sus obsequios para los participantes: mochila impermeable, camiseta chula, medalla bonita, fotos gratis, y bañito en las piscinas para el que quisiera darse un chapuzón o simplemente poner sus pies a refrescar en el agua del mar del norte.

Una vez terminada la carrera, solo quedaba la parte más placentera: que así fue; pero entre castillos, parques, rutas recomendadas, museos, restaurantes y visita a Suecia, acabamos haciendo otras 2 medias maratones…. ¡Pero cuánto nos gustó todo lo que descubrimos de este país! Una de las cosas que más nos llamó la atención fue que la gente sale a disfrutar de cada uno de los ratos preciosos de sol para relajarse en las tumbonas repartidas en toda la ciudad, y recargar energía.

Copenhague con o sin maratón merece la pena – es una ciudad muy humana para todas las edades con un patrimonio histórico y cultural impresionante. Nosotras desde luego disfrutamos mucho de este viaje.

Gracias a Pili porque nos hace ver que todo se puede conseguir si uno se lo propone. Y para contestar la pregunta del título: Corro o no corro – al final siempre corremos 😊.

Conchi y Martina

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Pili W 50-54 3:27:20 1252 5
Martina W 55-59 4:38:44 8018 69
Conchi W 55-59 6:03:41 10715 150

UTMB 2018 (31-Agosto-2018)

De la cuneta al Ultra Trail del Mont Blanc

El 7 de enero 2015, y después de tocar fondo varias veces y poner en serio riesgo mi vida, decido entrar en Proyecto Hombre. Es aquí donde me dicen que debo focalizar mi ansiedad en algo que me llene, y empiezo a hacer algo de deporte (siempre me gustó correr detrás de mis palomos). Por fin, como si hubiera vuelto a nacer, después de nueve meses, salgo de proyecto con la firme intención de no volver a caer.

Mi hermano y mi padre me cuentan lo que, por aquellos entonces, está haciendo mi amigo Gosa. Dicen que corre por la montaña. Correr y montaña, correr y montaña… resuena en mi mente como un mantra, y uno de los días que salgo con mi padre por el Cabeçó d’Or encontramos un grupo que iba corriendo por las sendas. No me lo pensé dos veces y cuando bajé a Mutxamel llamé a Gosa y le dije que quería salir a correr con él. Me dijo que claro y me presentó, junto con el Muffy, al mejor grupo de gente que en esos momentos podía conocer, la gente de A To Trapo.

Pronto empecé a participar en carreras y sin darme cuenta ya estaba corriendo la Perimetral de Benissa. Empecé a conocer a todos los corredores del grupo Ñ y casi todos tenían un sueño común: Ultra Trail del Mont Blanc. Y como los sueños son contagiosos…

El proceso para llegar a UTMB es largo y tan duro como la carrera, pero ahí han estado siempre Sergio, Ángel, David Gil, Josemi, Esteban, Elías, Pablo, Jaime, Roberto, Carlos, Jesús Jurado, Jesús Jr, Jota, Lisardo, David García, Ramonet, Antoñito, Juanma … en definitiva todo el grupo Ñ, que con su experiencia y buenos consejos han conseguido que llegara a cumplir este sueño. Pero… ya está bien de introducciones y vayamos a lo importante, vayamos a la Ultra Trail del Mont Blanc.

El día 28 de septiembre me presento, con toda la ilusión, en Chamomix. Me acompaña mi más fiel seguidor, mi padre. También nos acompañará nuestro amigo Oyvin Feenyerodd (el noruego). Tengo muchas dudas porque 15 días antes de la prueba me salió una lesión en el tendón rotuliano.

En la recogida de dorsales el ambiente es increíble, las miradas de los corredores lo dicen todo. Se respira Trail Runinng por todos los rincones de la ciudad. Todos con un mismo deseo, empezar a correr y hacer realidad sus sueños. En estos momentos mi mayor preocupación es el frío. Todos con los que contacto me dicen que las previsiones no son malas, pero yo no me fío.

Con una hora de antelación me presento en la línea de salida. Con los nervios a flor de piel espero que den el pistoletazo de inicio. La música, los gritos, los aplausos de la gente. Es una de las cosas más emocionantes que he vivido en mi vida, y por mi cabeza pasan todos esos malos momentos vividos y, con cada zancada que yo avanzo, ellos van quedando atrás, y cada vez más atrás.

No voy a contaros como es el recorrido de la carrera, crónicas hay muchas que lo hacen. Os contaré la gente que conocí. Los primeros 50 Kilómetros los pasé junto a Sergio, un catalán con el que estuve hablando hasta que decidió retirarse. También coincidí algunos kilómetros con Toni, al que conocí en Rialp Matxicots, y con el que quedé para vernos en la Ronda dels Cims del año 2019. Un grupo de sevillanos estuvieron entreteniéndome también durante muchos kilómetros, una pena no recordar sus nombres. Así iban pasando los kilómetros, entre risas e historias de Trail.

Compartí kilómetros, y poca conversación, cosas del idioma, con un japonés. El en inglés y yo en valencià. A estas alturas de carrera y ya de cara a la segunda noche la cosa empieza a ponerse fea. Los dolores de rodilla comienzan a ser serios y paso gran parte de la noche solo. A veces también es necesaria la soledad y quedarse uno con sus pensamientos.

Y es aquí, en la soledad de la noche, donde uno valora lo que está haciendo y todo el camino recorrido para llegar hasta aquí. Estoy convencido que voy a llegar y mientras lo pienso surge la mejor anécdota de la carrera. Delante de mí oigo a tres corredores que van hablando en valencià. Me voy acercando a ellos y empiezo a escuchar la conversación. Están burlándose de uno de ellos: ¡¡¡Xe tu de Mutxamel i no has eixit en el periòdic!!! ¡¡¡Mare meua que mutxameler!!! seguían burlándose de él. Yo que llego por detrás saludo con un ¡¡¡Bona nit!!! que no deja lugar a dudas que hablo la misma lengua que ellos. Me saludan, preguntan cómo voy, y cuando me preguntan de donde soy contesto: ¡¡¡Jo de Mutxamel i si que e eixit al periòdic!!! La expresión de su rostro no la olvidaré nunca…. ¡¡¡Collons!!! ¡¡¡Pos si que es!!! ¡¡¡Jajajaja!!! Al final ellos no consiguieron llegar a meta.

Amanece y ya voy de cara a meta. He pasado mucho frío, cansancio, sueño (para mí lo peor), dolores varios (sobre todo el de la rodilla), pero como siempre todo se olvida cuando cruzas la linea de meta.

Allí está mi padre y el noruego. He coincidido con ellos en algún avituallamiento, pero donde verdaderamente quería verlos era aquí, en meta. Ver la cara de orgullo de mi padre vale todos los sufrimientos vividos. La emoción aflora por todos lados. En meta también está esperándome Pablo que había finalizado antes la CCC.

De la carrera sería difícil elegir con que me quedo, paisajes, ambiente, recorrido, voluntarios… pero si tuviera que quedarme con algo me quedaría con el calor de la gente al paso por los pueblos y el compañerismo en carrera.

¡¡¡Sueño cumplido!!! Nadie, antes de ese 7 de enero de 2015 que cambió mi vida, hubiese apostado que llegaría a conseguir algo como esto. ¡¡¡Ahora soy feliz!!! ¡¡¡He ido de la cuneta a rozar el cielo!!! ¡¡¡El cielo azul del Mont Blanc!!!

Cristian Aracil

Rat race “The Wall” Carlisle-Newcastle (16-Junio-2018)

Desde hace tiempo venimos realizando una salida turístico-deportiva anual para participar en un algún reto propuesto y organizado por el amigo Julián.

Este año decidimos acudir a la mítica carrera de 69 millas “Rat race-The Wall”, que transcurre siguiendo el Muro de Adriano, situado al norte de Inglaterra, entre el golfo de Solway y la desembocadura del río Tyne. Al sur Inglaterra y al norte Escocia, 118 kilómetros de longitud con más de 300 torres, 17 castillos y 80 fortines, alcanzaba una altura de 3 a 4 metros y una anchura de 2 a 3 metros construido en el siglo II como fortificación fronteriza del Imperio romano.

Actualmente ya solo quedan tramos y vestigios de tan impresionante edificación al ser desmontada gran parte de ella piedra a piedra por las diversas generaciones que han habitado estas verdes tierras, utilizándolas para delimitar prados y edificar casas y granjas cercanas, hasta que en el año 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La hazaña prevista a realizar en esta ocasión estaba destinada para un grupo formado por tres componentes hermanando así a dos equipos: “A To Trapo”, con Lisardo y Julián y al primo conquense de éste, un tipo excelente, José Miguel de “El trote Gorrinero” fusionándose en “Three in one running team” para esta ocasión, confeccionándose una equipación exclusiva para los tres, diseñada por Julián para tal evento, mostrando los logos de los dos equipos uno en cada manga de la camiseta, luciendo también nombre y eslogan, además de camiseta de paseo y sudadera.

El día 15 de junio y después de recoger  el dorsal y pasar el control del material obligatorio exigido por la organización, visitamos  la ciudad de Carlisle que al día siguiente muy temprano iba a vernos partir. Se respiraba ambiente de prólogo de una carrera importante, con corredores inquietos y expectantes por emprender un recorrido de 111 kilómetros de ida sin retorno, desde el Oeste hasta el Este en Newcastle UponTyne.

Con auténtica puntualidad inglesa, el día 16 se dio la salida desde el precioso castillo de Carlisle a las 6:00 am, en una desapacible mañana lluviosa que no por ello deslució el acto ni nos redujo el ánimo ni las ganas de emprender tan larga andadura que tanto tiempo atrás veníamos preparando. Demasiados kilómetros en nuestras piernas los últimos meses como para rendirse en ese momento tan ilusionante por las inclemencias climatológicas.

La carrera transcurrió en un principio por las anchas avenidas que dan salida a la ciudad, para luego trotar por carreteras secundarias entre frondosos bosques que son utilizados como parques con senderos deportivos y carriles bici. Al poco, aldeas entre campiñas unidas por caminos asfaltados, carreteras entre pueblos donde son su calle principal. Enormes mansiones quedaban a ambos lados de la ruta allá en lo alto de las lomas, la campiña verde, húmeda y fría nos observaba indiferente. Atravesamos  prados cercados entre ganados que abonaban generosamente los caminos hasta el punto que en algunos tramos generábamos un chapoteo bajo nuestros pies que se fundía con el del barro persistente, animales bien alimentados, sin duda. Verjas, muros de piedra caliza, puertas de madera que separaban terrenos, en fin, un continuo vaivén, un constante sube y baja que por ameno nos hacía olvidar sufrimientos y kilómetros transcurridos y soñar con los venideros, saltábamos linderos y paredes de piedra campo a través: Lanercost, Walltown Quarry, Crawfield,  para llegar por fin al punto más elevado y casi céntrico de la ruta, Hexam donde se puede apreciar claramente los cortes en la roca debido a la explotación de sus canteras, dejando desmontes en el terreno de extracción de las piedras con las cuales sin duda, se construyó tan gran obra de ingeniería para la época.

Así avanzábamos con lluvia, casi permanente compañera de viaje, que de vez en cuando despejaba y dejaba salir algún rayo de sol que brillaba y no calentaba y  que al instante volvía a desaparecer entre las nubes y de nuevo, la lluvia y el tiempo desapacible. De esta forma no acertábamos con qué prendas dejarnos sobre el pellejo.

Afortunadamente para mí, soy hombre de poco enfermar y no suelo tener problemas digestivos salvo la excepción de aquel día hace tiempo que por error me tomé un gel de esos que hacen en los laboratorios y yo que soy más de fruta y buenas viandas, aquel potingue vino a revolverme hasta los cimientos. Pues bien, esa mañana sin motivo que lo avalase me puse en marcha con molestias gástricas tenía mis intestinos más ligeros que las piernas, estaba como el día: descompuesto, aunque me iba controlando para prevenir y para que eso no fuera a más no comí nada que me pudiera producir incontinencia sólida. Evité geles, barritas energéticas,  frutas frescas y bebidas azucaradas, no tomé más que frutos secos y frutas deshidratadas que yo portaba en la mochila. Lo cual me mantuvo entre dos aguas (literalmente).

Julián también lo pasó mal en el primer tercio de la carrera al acentuársele la sobrecarga muscular que sufre hace meses en su vasto interno amén de los problemas crónicos que arrastra en su rodilla derecha. El dolor era mucho pero la voluntad era mayor y así fue superando sin quejarse el suplicio que suponía cada paso que daba hasta que poco a poco le fue desapareciendo la dolencia y le permitió por ello, disfrutar en mayor medida del resto del recorrido.

Después del kilómetro 50 más o menos, mi cuerpo iba en la reserva al no haberle aportado alimentos contundentes y por culpa sin duda de una inadecuada hidratación. Yo no iba, me arrastraba, no dejaba de correr pero sentía que no avanzaba, no tenía fuerzas, solo deseaba caminar pero no podía permitirme andar y menos parar, los compañeros que llevaba eran rehenes de mi torpeza y  no quería decepcionarles, aunque no podía luchaba conmigo mismo, me esforzaba por seguir sin perder el ritmo y no podía permitir que nos adelantaran otros corredores a quienes ya habíamos, con mucho esfuerzo, pasado kilómetros atrás.

Recuerdo los ánimos que me daba José Miguel, como si por falta de ponerle ganas fuera, y de los silencios sobre ese particular de Julián que este más discretamente disimulaba con otro tipo de conversación a sabiendas de conocerme mejor y sabía que si no iba más deprisa es porque algo me pasaba. Así recorrí casi una veintena de kilómetros hasta que llegando a un copioso avituallamiento kilómetros antes de Newburn y ya sintiéndome reconfortado, cargué mi estómago con diferentes variedades de alimentos sólidos reponiendo fuerzas. Paré, comí y descansé muy brevemente, inmediatamente me di cuenta de que era otro ya, cuando apenas llevábamos escasos cinco minutos para mí era suficiente, les dije “yo me voy,  ya me pillareis”, en mí interior tenía que resarcirme con ellos tratando de recuperar todo el tiempo posible del que les había hecho perder por mi lentitud. Pues me encontraba bien, con fuerzas y con ganas, “ellos ya me alcanzarán cuando quieran”, pensaba yo.

En ese momento faltaba más o menos lo equivalente a un maratón. El recorrido descendía muy ligeramente después de haber quedado ya bastante atrás la mitad de la carrera que tenía multitud de repechos hacia arriba. Me sentía ágil y fuerte, no notaba dolor alguno, no estaba fatigado y marcaba un ritmo vivo acercándome a otros corredores que no tardaba en dejar atrás sin emplear demasiado esfuerzo. Transcurridas poco más de dos millas fui alcanzado por los dos primos que notaron claramente la reactivación tan espectacular que había experimentado y que a mí mismo me había sorprendido y así continúe con ese cambio hasta el final permitiéndonos recortar tiempo en esta última parte mejorando la media total del recorrido.

El tramo final nos encontró haciendo la carrera en positivo, corrimos la segunda parte más rápida que la precedente y comenzamos a adelantar en un goteo constante a corredores que lo estaban pasando realmente mal. Antes de empezar la jornada, como equipo que éramos acordamos que el plan sería administrarnos el esfuerzo e intentar terminar juntos y a pesar de las adversidades el plan surtió efecto. El castigo de los kilómetros, las cuestas interminables, el barro y el chapoteo, las piedras, el viento, la lluvia y el frío no lograron hacernos mella y nuestra única limitación fuimos nosotros mismos. Nos sentíamos felices, grandes, sabedores ya de que somos capaces de atravesar una isla y casi poder sobrevolarla.

Caía la noche en la costa este de la isla y las farolas nos guiaban ya en la cercanía de Newcastle que nos esperaba bostezando, como ese amante que paciente espera la vuelta de su pareja después de un largo día de trabajo. En este último tramo corrimos senderos entre variada vegetación exuberante de árboles con frutos, arbustos y flores, entre casas en torno a riachuelos y seguimos finalmente el curso del Tyne majestuoso que nos acompañaba acelerando su ritmo pues me pareció que le costaba seguir nuestro paso. Al fondo,  el luminoso puente colgante del milenio, símbolo representativo de esta bonita ciudad, donde nos esperaba por fin la meta.

Íbamos corriendo como levitando sobre el suelo, con la mente puesta en el objetivo como misión cumplida, eso nos daba alas para mantener un ritmo que quizás nunca antes llegamos a alcanzar y mantener más que aquí. No había dolor, no había frío, no sentíamos ya  los cuerpos mojados por la lluvia. No parecíamos cansados, solo veíamos la posibilidad de ir adelantado uno tras otro a los dispersos compañeros de ruta que nos precedían y encontrábamos por el camino con un progresar cansado y lento, con pasos titubeantes, en cambio nosotros nos acercábamos pisando fuerte. Cruzamos por fin el Tyne desfilando el puente como si este fuera una alfombra roja de una pasarela, abrimos orgullosos nuestra bandera como pavos reales desplegando su bello plumaje henchidos de emoción y allí entramos los tres españoles juntos después de 16 horas y 4 minutos en meta rememorando la historia aquel romano Adriano que nació en la capital bética, que fuera hombre de otro tiempo y que para bien o para mal fue el artífice principal de una obra arquitectónica tan impresionante hace ya casi 20 siglos.

Minutos después todo había terminado, ya en el anexo recinto  moderno de acero y cristal junto al Baltic Centre for Contemporary Art nos íbamos congregando guareciéndonos de la fresca, después de darnos una confortable ducha y restablecernos del esfuerzo con comida caliente, sentados en torno a una mesa a la vez que describíamos nuestras sensaciones, veíamos como iban llegando más y más corredores con los que en algunos casos  habíamos coincidido en parte del recorrido adelantándoles en varias ocasiones y en otras tantas adelantándonos ellos a nosotros. En especial vimos llegar a uno que con mucha alegría para él y con admiración para nosotros, se acercó y nos dio un abrazo de agradecimiento que le devolvimos con mucho gusto ya que fuimos participes en gran medida de su triunfo al haberle ayudado socorriéndolo en sus heridas muchos kilómetros atrás, cuando sentado en la cuneta, sangraba por las llagas que tenía en la planta de los pies que no le permitían caminar.

Allí permanecíamos sin prisa, como si el tiempo ya no importara y a las pocas horas, entre remembranzas,  nos sorprendió el nuevo amanecer lindando las tres de la madrugada. Fue entonces cuando entre brindis y risas comenzó a fraguarse al hilo de los órdagos el próximo reto…¡quién sabe, tal vez terminemos cruzando otra isla, aunque esta vez en territorio español!, pero esto es otra historia…¡esperemos que los alisios nos acompañen.

Quiero agradecer a Julián y a José Miguel el empeño que han tenido en realizar la totalidad de la prueba juntos, pero que sin mí hubiesen terminado haciendo un tiempo mejor pudiendo acabar entre los cien primeros.

Gracias Julián por organizar este viaje que me ha permitido conocer y recorrer un lugar que jamás hubiese imaginado.

Lisardo

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Media maratón

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Julián Male 16:04:38 168 144
Lisardo Male 16:04:38 169 145
José Miguel Male 16:04:38 170 146

Bournemouth Marathon (6-Octubre-2018)

Soy vuestro amigo Trapero Mark y nací hace 53 años en una ciudad costera del sur de Inglaterra llamada Bournemouth. Hace medio año cuando vi que me estaba acercando a mis 100 medias-maratones, también vi que siempre hago las mismas por la provincia. Qué mejor para arreglar esto que ir a mi ciudad natal.

Llevo 38 años aquí en España y he vuelto varias veces a Bournemouth, pero nunca para correr, de hecho nunca he corrido ni un kilómetro en mi país. Iba a ser un viaje familiar y empezamos a organizarlo, pero luego mis hijos de 29 y 20, me dijeron que no podrían ir. Entonces mis grandes amigos Jorge López y Juan Enrique Garrigós se apuntaron conmigo para acompañarme en este gran momento de mi vida.

Conozco a Fernando Pérez desde que llegué a España con 15 años y quería realmente que viniera él también pero no podía por la peluquería. Decidimos pasarle por encima y le regalamos el viaje para su cumpleaños, fue una encerrona.

Este viaje para mí ha sido muy grande y no puedo expresar con detalle todos los sentimientos y recuerdos que he vivido de mi infancia. Siempre estaré agradecido a mis tres amigos por acompañarme en este, para mí, sentimental viaje. Gracias AMIGOS.

Bueno, vamos con la carrera. Juan Enrique, Fernando y yo decidimos hacer la media maratón y Jorge la maratón entera (¡qué grande!). El sábado fuimos a recoger el dorsal, no había mucha gente porque los ingleses lo reciben por correo y pensamos que era una carrera pequeña pero el domingo nos sorprendimos al ver cuatro mil personas para la media. Creo que en Inglaterra las carreras son mucho más populares que aquí. En España siempre me suelo quedar por la mitad de la gente apuntada, en Inglaterra quedé el 992 de 4000, nunca he tenido tantas personas detrás de mí.

Puntualidad británica con la salida. A Fernando y Juan Enrique les tocaba en el cajón de  delante de mí, pero no estaban por una emergencia de Fernando y salieron dos o tres minutos después de la salida, me cogieron en el kilómetro tres y a remontar haciendo sus tiempos habituales de GATOPARDOS.

Para mí la carrera era especial, no quería ir con nadie y sin música, sólo para disfrutar del paisaje y mis recuerdos de pequeño. He visto parques y playas que llevo 38 años sin ver y encima he corrido por ellas, reconozco que durante la carrera he llorado mucho de alegría y añoranza.

Me salió la carrera a 1’48’’ mi mejor tiempo en los últimos cinco años de muchas lesiones y dolencias, con tantos recuerdos no había ningún dolor.

Algo raro de la carrera era que la media maratón salía a las 8:00 y la maratón a las 10:00 con lo cual nosotros ya habíamos terminado antes de que Jorge hubiera empezado. Cuatro horas teníamos para ducharnos y descansar antes de ir a recoger a Jorge a la meta. El pobre solo todo el día, pero le hicimos mucha fiesta a su llegada.

Bueno esto se está alargando, solo hay una palabra para terminar:

VOLVEREMOS. Os quiero amigos.

Mark Knaggs Trapo.

Enlaces sobre esta prueba

Media maratón

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Juan Enrique Over45:Male 1:31:24 205
Fernando Over50:Male 1:34:28 301
Mark Over50:Male 1:48:23 994

 

Maratón

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Jorge Over40:Male 4:25:55 1185

Chisinau Marathon (30-Septiembre-2018)

Me ha dicho Jesús que escriba un resumen del maratón de Chisinau, aunque no creo que sea un maratón que vaya a ir nadie, pero voy a volver a retomar la costumbre de escribirlos para si alguien le apetece.

En Navidad del año pasado mi amigo Chuli me propuso ir a Chisinau, su grupo había votado y había salido este… por fechas va a ser que no, porque dos semanas antes corro Berlín, y este año quería correr dentro de mis posibilidades (o sea estar por mi marca entre 3:19 y 3:22), pero me puse a pensar… si no es por esto yo nunca voy a ir a Moldavia, así que es una oportunidad de conocer otro sitio… objetivo rodarla…

Curiosamente hablando con Juanma resulta que el sí conocía la ciudad, pues había ido hacía muchos años.

Es una ciudad que antes pertenecía a la URSS, que tiene la etiqueta de ser el país más pobre de Europa, con la renta per cápita más baja (unos 100€) … que una chica me dijo que incluso menos. Como centro de ciudad tiene una calle donde está el parlamento, el arco de triunfo y el ayuntamiento, así como la estatua de Esteban el grande. Una vez que sales de esta calle, las aceras en muchos sitios son inexistentes, o muy rotas, la calzada esta agrietada y en mal estado, con agujeros, edificios en ruinas, y en permanente construcción (por lo que me dijo esta chica, llevan toda la vida en obras y nunca avanzan nada) … y con mucho parque y árboles, así que tiene su cosa.

Esta carrera es de las que hace el grupo de Chuli, Marisa, Ana, Jorge, Rafa, Toli, Enzo, Carlos y Miriam… y en Jaén, Antonio me dice si se puede unir pues es de esas maratones raras que si no va con alguien no va a ir…

Llegamos viernes por la tarde, y nos recoge Igor que nos indica cual es la oficina de cambio mejor (en la salida del aeropuerto la que está a la derecha) y nos lleva al apartamento, donde un chico encantador, Sergeih, nos espera. Aunque estamos en el centro la calle parece bastante tétrica, pero como ya he dicho si sales de la avenida principal todo tiene pinta decadente. El sábado quedamos con el grupo, yo quedo a rodar un poquillo con Marisa y Chuli y nos acercamos a la zona de la salida donde esta la feria del corredor, muchísima gente pues hay carreras de niños y niñas… y la calle cortada al tráfico desde el sábado por la mañana… luego ya todo el grupo nos vamos a recoger el dorsal, recogida rápida y a visitar la feria del corredor, que extrañamente tiene los mismos precios de aquí (la pregunte e como puede para la gente de allí esos precios… la respuesta, la mayoría no pueden L)… y luego nos vamos a hacer una visita por la ciudad que Chuli nos ha preparado, visitando el mercado de las flores o bebiendo la cerveza Chisinau… para comer en un lugar de comida tradicional, seguimos de visita y al hotel a descansar para quedar a cenar en Andy’s pizza del que hay un montón por la ciudad…

Nos despertamos a eso de las 6, yo, Antonio más tarde, y habíamos quedado a las 8, ya que la salida esta a 2 km de donde estamos. Se viene Marisa con nosotros y la dejamos cargada de mochilas, pues la salida con tanta gente es un poco caos… juntan una carrera de 1,5 km, con la de 5, la de 10, la media y la entera… una chica nos dice a Chuli y a mí que nos pongamos en un sitio, así que salimos bastante delante, con mucha puntualidad, dan la salida desde frente el parlamento, junto al Arco de Triunfo… nos esperan 4 vueltas de 10 km, que son baja, sube, bajas, sube curva a la derecha, subes, bajas, subes mucho, bajas mucho, curva a la izquierda, subes, bajas, subes y una vuelta completada… circuito pues lo dicho, cuando vas por la avenida bien (aunque a partir de la 3ª vuelta la gente empieza a salir y no tienen otra cosa que pasear por en medio del circuito)… pasas por el Parlamento, la estatua de Esteban el Grande, y una Iglesia Ortodoxa que durante 3 vueltas dan misa (espero que fueran diferentes)…

Nada más salir escucho a Ana, ¡Vamos que os queda poco!, y llevamos 200 metros, esta frase me acompaña toda la carrera y me río…

Yo en el primer giro cuento que voy 3ª (Chuli me había dicho que daban premio a las 6 primeras), bajando me adelanta una chica como un tiro, así que 4 pero en el segundo giro veo que voy 7ª, aunque 3 van andando supongo que les han dado el dorsal del maratón aunque vayan a hacer los 5km (o los 10)… pero las de delante van muy delante… yo con mi pie y mi pubis estropeado tengo que regular. El pubis en el km 10 me empieza a doler, así que con tranquilidad (aunque voy más rápido que hacía dos semanas en Berlín)… en la segunda vuelta en la bajada veo que las tengo a unos 400/500 metros así que pienso ya no las pillo, pero la que va detrás va también a esa distancia así que no creo que me pille… pero antes de la media adelanto a la que me había pasado como un cohete… pues ya soy 3ª. Paso la media en1:37:51 un poco rápido para mi estado de forma, pero bueno voy bien … en todas las vueltas los gritos y ánimos del grupo ponen la piel de gallina y hacen que aceleremos el ritmo un poquillo… y en esta 3ª vuelta adelanto a la que iba 2ª… y veo que no lleva buena cara, así que a controlar el ritmo y mantener posición… Chuli me pasa como una bala, y me pongo a su lado (aunque yo no he bajado el ritmo), pero va a 4:18 y yo no tengo necesidad, que en el km 32 el pubis me dio un aviso de que hoy no me dejaba llegar (dejé de hacerle caso) y empiezo a pensar “esta llegas bien por este grupo tan maravilloso que se esta dejando la garganta en cada vuelta”… llegada en 3:13:50 muyyyy contenta, y segunda de la general, que hace que luego vayamos a la entrega de premios y me venga super cargada…

Y luego a visitar el monumento a las victima de la Segunda guerra Mundial, a los deportados… casi todo lo que tienen tiene que ver con alguna guerra

Al día siguiente turismo a la Bodega Cricova, con cata de vino, 120 km de bodega con vinos de colecciones particulares (en esta bodega tienen la enoteca nacional) que no entiendo como se tiene vino de hace 200 años si no se puede beber…y nosotros que nos quedamos hasta el martes aprovechamos para ir al Parque Valea Morilor, que es chulísimo y para correr genial.

Agradecer a los que siempre estáis, Pepe mi entrenador, que no me manda a esparragar y con una paciencia infinita me sigue llevando por el buen camino… Noe que hace que, aunque las tuercas estén oxidadas sigan funcionando… Jaime muchas gracias por hacerme un hueco en tu apretado horario y arreglarme el maltrecho pie… mi madre por supuesto que siempre siempre me apoya… Al maravilloso grupo de A To Trapo: Juanma, Jesús, Martina, Jorge, Ernesto, José Pablo, Jorge que me mandaron mensajes de ánimo… a mi amiga Aless de la que aprendo siempre mucho… a Arancha, Ana, Demo, Juanjo, Maribel, Liana, Damián, José Luis, etc… bueno a todos/as los que hacéis que esto sea muyyyyy fácil GRACIAS…

Perdón por el ladrillo…

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Pili Fem 3:13:49 28 2