Era un triatlón, pero yo hice un cuadratlón: nadar, correr, bicicicleta, correr, hacer auto-stop y correr, jajaja, os explico:

Llegué de la Quixote Legend y mi hijo me propuso hacer este triatlón cross en Guadalest, buf me venía muy justo, pero me llamaba la atención que fuera de montaña y cerca de nuestro pueblo, me metí a investigar, las distancias eran 1.100 m nadando en el pantano, circular, 18 km en bici de montaña con 450 m de desnivel y 7 km corriendo con 450 m de desnivel, lo vi muy interesante y como los hijos cada vez quieren hacer menos cosas con nosotros, no desaproveché la ocasión de hacerlo con él.

Llegó el día y allí que fuimos mi hijo, yo y la sufridora Rosa, para ayudarnos, apoyarnos y animarnos. Se dio la salida con una hora de retraso, empezamos bien, y con viento de lado que formaba olas en el pantano. Estábamos esperando para entrar al agua y como mi hijo llevaba el mono de tri de A TO TRAPO, se acercó uno a decirle que era familiar de Antoñito, se confirma que en todas las carreras hay alguien que conoce el club.

Empezamos dentro del agua, donde nos tuvieron 10 minutos esperando a la bocina, antes de empezar ya estaba cansado de aguantarme en el agua, por fin suena la bocina y salen todos como balas, entre ellos Diego (mi hijo) que lo pierdo enseguida, me quedo detrás del todo para nadar tranquilo y cojo el ritmo, vamos bien, aunque las pequeñas olitas no me dejaban respirar bien, llegamos a la otra parte del pantano y salimos unos 5 metros, para que nos detectara el chip, para volver al agua y hacer el camino de vuelta, llego al límite, salgo del agua, mareado y tambaleándome. Teníamos que subir una cuesta para hacer la transición de la bicicleta, ahí está Rosa para animar, yo era el antepenúltimo, cojo la bici y salgo a tope, y me encuentro al resto de la familia, que sorpresa, a mi cuñado Alejandro, el fotógrafo, ya lo conocéis, y a mi hermana y cuñado, eso me da ánimos, bajamos una pista asfaltada haciendo eses para coger otra pista de tierra muy corredora, voy muy bien, luego una subida muy fuerte de unos dos kilómetros, al final me encuentro a Diego, iba un poco tocado, increíble, sin entrenar nada y delante de mí.

Luego una bajada por senda muy técnica, a disfrutar, ahí adelanté a siete ciclistas, pero del traqueteo se me sale la cadena y al llegar abajo, intento pedalear y se me parte el desviador. Qué putada, a la mierda la carrera, con lo bien que iba, no estaba dispuesto a abandonar, así que le dejo la bici a una chica de Protección Civil y me voy corriendo a terminarla. Os imagináis, yo con las zapatillas de calas, con el casco y con los guantes corriendo por la pista de vuelta, me quedaban unos 10 km, le gente flipando, pero aún no se habían acabado las desgracias, faltando 3 km para la transición me equivoco de camino y salgo a la carretera general que va a Callosa de Ensarriá, a 5 km del pantano, me pongo a correr por la carretera y veo que no llego, mucho calor y con las zapas estas, me estaba haciendo polvo los tobillos, me derrumbo y me salen las lágrimas de lo mal que me había salido todo, pero quería acabarla, así que me pongo a hacer auto-stop y me paran unos extranjeros con un mapa, aquí ya había corrido por lo menos 12 km, les digo si me pueden llevar al pantano y me dicen que sí, subo en el coche y me acercan hasta 1 km de la transición en el pantano, aun llegaba a tiempo. Llego y los organizadores flipando, me cambio las zapas y a correr hasta el castillo de Guadalest, arriba del todo, empezamos por pista y luego senda muy pendiente, aquí tuve que sacar el espíritu de la Quixote, y cuando estoy agotado me encuentro a Javier, hijo de mi amigo, que estaba en la organización y que me dio ánimos para llegar a Benimantell donde cruzamos por el pueblo de camino a Guadalest, un trozo de carretera que se me hizo eterno y la subida al castillo, ahí me encuentro a Rosa, preocupada por mí, nadie sabía dónde estaba, pasamos por dentro de un museo y al final de unas escaleras de hierro estaba la meta, lo había conseguido, y detrás de mí llegaban tres más, estoy emocionado y contento.

La inscripción 42€ y despues 2€ por el chip, MUY CARO

La carrera mal señalizada

Empezó una hora tarde

Avituallamientos sólo con agua

En la meta; plátano, naranja y sandía, nada más

Ni una triste camiseta

Agradecimiento a la chica de Protección Civil que me llevo la bici a la zona de transición.

No entiendo, había un montón de la federación de triatlón, tardan una hora en dar la salida, mal señalizada, mal los avituallamientos, ni una camiseta, de eso no dicen nada y me ve uno de la organización llegando a la meta con la cremallera bajada del mono de tri y me dice que me la suba que es obligatorio, esto es increíble.

HAY CARRERAS QUE LO MAS IMPORTANTE ES EL PARTICIPANTE Y OTRAS QUE LO MAS IMPORTANTE ES LA PASTA, este triatlón es de la segunda categoría.

Nos vemos en la montaña

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