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Hace once meses Agustín me lanzó un órdago cuando un buen día tomando café en el Daniel, antes de una carrera del circuito, me dio el folleto de la dichosa “carrerita” de 100 km de Santa Cruz de Bezana. El creyó que se me olvidaría pero recogí el guante y comencé a darle vueltas al coco. Así pues, poco después de terminar los 101 km de Ronda decidí que participaría. El siguiente paso era convencer a José Antonio de que estaba preparado para hacerla si entrenaba bien. Le envié el plan de entrenos a seguir y le dejaba caer el tema cada vez que tenia ocasión. Poco a poco la idea fue tomando cuerpo y sin darnos cuenta estábamos metidos de lleno en ello. Mientras José iba sumando kilómetros en llano yo iba metiéndolos en montaña en rodajes y eventos machacones con mis amigos de A to Trapo. Y así, cada uno a su ritmo, llegamos a la recta final donde hicimos un rodaje sensacional de 56 km donde nos convencimos de que el objetivo estaba al alcance de la mano.
Tres semanas antes de la prueba caí víctima de una gastroenteritis brutal que me dejo parado una semana completa y para colmo de males me lesioné de la manera mas estúpida en el pie jodiéndome un tendón bastante importante en el apoyo del pie al correr (desinserción del tendón extensor del metatarsiano y bla bla bla). En esas tres semanas rodé un total de 5 horas … una miseria si lo comparamos con las 26 horas que me exigía el plan de entrenos. No llegaba de la mejor manera al día D pero no me iba a rajar claro!.
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