Crónica Peñalara

La verdad es que fue toda una alegría que a mi querido tortuga Jota le diesen un dorsal con todas las carreras cerradas desde hacía meses. Hablando de su Aneto-Posets le comenté la opción de preguntar a la organización del Gran Trail Peñalara si tendrían un dorsal debajo de alguna carpeta y después de un tiempo en la lista de espera…BINGO, el Escuadrón Tortuga (menos JP) se embarcaba en otra aventura. Y más viendo el panorama que se avecinaba, salir hacia Madrid el mismo viernes de la carrera y meterse entre pecho y espalda 105k con 5100+. Si le sumamos una semana cargada de trabajo, un dedo del pie roto y una infección respiratoria (que ahora sé que es un poco de neumonía) la previsión era poco optimista. Pero allí que nos fuimos pertrechados para una nueva ultra.

Llegamos con ilusión a la recogida del dorsal en el Polideportivo de Navacerrada y posiblemente fue la recogida más desangelada a la que me he presentado. Imagino que el cotarro jugoso y mullidito se montaría en Madrid, pero en Navacerrada, lugar de la carrera, ni feria del corredor, ni chabola del corredor ni siquiera una caja del corredor, ambiente de carrera rosco pirolo… Dorsal, pulsera, etiquetas para la bolsa de vida, camiseta y fin.

La llegada a casa hay que comentarla porque parecía la choza del hijo de Rodolfo Sancho… Al lado de la piscina a medio vaciar había un serrucho, una pala y una fosa abierta… Nada que temer 🙂 El hijo de la dueña de la chocita donde íbamos a pernoctar era un poco raruno, pero descubrimos a la llegada del Trail que lo que le molaba era ponerse morado a agua de fuego y otros licores y danzar como los Cherokees, ¿verdad, Jota? Bueno, de casta le venía al galgo, porque al padre lo despedimos camino de la salida e iba con una castaña que ríete tú de una barra libre de Massiel.

Descansamos algo antes de preparar la mochila y la bolsa de vida, hasta que Jota se dio cuenta de que le faltaba la manta térmica, que tuvo que bajar a comprar en Collado Villalba, y menos mal, porque vinieron muchos árbitros de Madrid a revisar todas y cada una de las mochilas. Manta, frontales, baterías y bastones. Algo de cena a base de bocadillos, fruta, agua y algo más de descanso. Todo Ok y para el corralito bajamos andando después de dejar la bolsa de vida un poco más lejos. Vamos descontando minutos y suena una canción “Recuerda de dónde vienes” decía una estrofa recordando los madrugones y días de entrenamiento, mientras vemos el montón de bestias con los frontales encendidos que se apostan en los primeros lugares. Nos abrazamos y nos decimos: “VÁMONOS A META”. Y a las 23:30 nos sueltan como pollos sin cabeza dirección a la Maliciosa, 1064+ en los primeros 9k. Muy llevaderos por pista forestal y senda. Daban 4:30 para hacer 17k hasta Canto Cochino, y descubrimos por qué. Bajando se tardaba más que subiendo. Era literalmente imposible correr unos metros. Salvo en unos tramos que se “limpiaba” un poco la senda, el resto era pedregal mortal. Llegamos algo justitos, pero ya hubo una primera fuñigación del personal y se los llevaron en el bus de la organización. Salimos animados camino de la Pedriza, que se hizo bastante larga (en opinión de varios corredores con los que íbamos) y tras la bajada, otra subida larga hasta el siguiente avituallamiento en San Blas, que no llegaba nuuuunca y que por cierto bastante escasos esos dos primeros. Y sube que te sube a por el Puerto de la Morcuera. Allí ya se nos iba a hacer de día seguro. Llevábamos un poco el tiempo pegado al culo, 45 minutos de margen que iba haciendo mella en el grupo total.

Y llegamos a la Morcuera (km40 8:27h) en un amanecer espectacular saliendo del bosque, una imagen increíble. Tuvimos que tirar del Shot mágico despertador/activador que llevamos de emergencia (taurina, cafeína, ácido Málico, Fenilalanina… Algo de lentejas y petazetas) para no dormirnos encima de un tronco. Llevábamos 1 hora de margen con el tiempo de corte, pero no era plan de dormirse en los laureles. Allí nos recibieron los voluntarios entre ánimos y aplausos. Todo hay que decirlo, un 10 toda la gente que estuvo en las asistencias. La bajada a Rascafría fue una auténtica delicia, 15k entre bosques, cotos de setas, muchos seteros cazando a las mismas y montón de vacas por todos los lados. Disfrutamos muchísimo esa bajada por lo bueno del terreno y las vistas que acompañaban. Tras salir del parque que rodea Rascafría llegamos a la bolsa de vida. 10h38 km55. Ampliamos un poco el margen del tiempo de corte y nos cambiamos de ropa y cargamos lo necesario, aunque el avituallamiento era el más pobre de todos. Apenas membrillo, serrano, caldo… Agua. Nos comentó nuestro compañero Javier de Madrid que donde estaba la manduca buena era en La Granja, así es que pusimos rumbo al Puerto de Reventón 869+ en 9k… Pintaba bien la subida por un bosque que nos ofrecía una sombra más que necesaria, pero nada más lejos de la realidad. En terminar el bosque nos metieron en “villa curva”, una pista forestal que no hacía que girar y girar y girar de forma monótona como un scalextric de tierra. Detrás de una curva, otra más, y así hasta el Reventón 13h km 64k, y por fin un vaso de Coca-Cola frío, una maravilla. Entre pedruscos, jijis y jajas nos damos cuenta que vamos a llegar a La Granja perdiendo el margen que habíamos ganado. Así es que apretamos el culo con un madrileño que respondía al nombre de Javier y tiramos para abajo para poder ganar un poco de tiempo para la subida a Peñalara 1277+ en 10k.

Comemos un POCO de pasta y bebemos (Jota se escapa a zumbarse una Cerveza Sin, lo siento Pez, si yo me tomo una CON, aún estoy allí tirado como una rata) para cargar de energía la parte que más respeto nos daba. Con 14h31′ en las piernas venía la temida subida a Peñalara a 2428 metros de altitud. Y la verdad es que fue la parte más espectacular de la carrera. Bosque, ríos para refrescarnos, sendas espectaculares, sombrita milagrosa y nos pusimos en modo cazadores y dimos cuenta incluso de los que habían salido de La Granja cuando nosotros llegábamos, unos 40 corredores al zurrón. Luego arriba cuando crees que has llegado al pico y vas de piedra en piedra rollo Salenques, pero con piedras más verdes, pues resuelta que es el Pico Claveles. Nos cruzamos de nuevo con el legionario que hace la carrera con la bandera de su tercio, un tío majo, pero Jota y yo acabamos con él, simbólicamente, eh????. Y bueno, avistamos Peñalara 17:40h km83 y desde allí vemos la Bola del Mundo, que se antojaba lejísimos. Allí la organización había apostado a sus fotógrafos y el resultado, de nuevo, mejor incluso que en CCC de Montblanc.

Paramos un poco, en la bajada Jota se encuentra un poco indispuesto, como les pasó a muchos. Creo yo que la altura y la super mezcla de geles, barritas, refrescos, al final pasa factura. Bajamos con las piernas ya cargaditas, pero con 1 hora de margen positivo del tiempo de corte al avituallamiento del Puerto de los Cotos 19:00h km89. Bañito de réflex, un poco de pan que lo único que me entraba ya y ponemos dirección a la Bola del Mundo. Yo salgo un poco antes pues empiezo a enfriarme y comienzo a subir sin Jota, que me alcanza a menos de 1km de la cima de la Bola 20:44h km94. Ya empieza a refrescar porque el sol se esconde y de nuevo el frontal a la almendra. Quizás la parte más desagradecida de toda la carrera. Si había piedras en la bajada de la Maliciosa, aquí se superaron. 6k de el pedregal mas interminable del planeta nos daban la bienvenida a la nueva noche. Con más pena que gloria, conseguimos salir de Stoneland y llegamos a una pista que nos dirige a Navacerrada y a la meta por fin. Entramos de nuevo juntos, mi querido Jota y yo. Sigo pensando que si no llega a venir lo mismo los pequeños extras que llevaba de la semana, habría sido muy difícil haber terminado, así es que gracias infinitas amigo mío. Una más y a por la siguiente juntos.

A modo de clasificación etc. de 400 inscritos y 344 que tomamos la salida, retirados/cortados 140. Nosotros llegamos el 168/9, cosa que no es para sacar pecho, pero que sabe a gloria absoluta y más en compañía. Nos vemos en otra, Cangrejos y cangrejas.

Jaume

POR SIERRAS DEL NOROESTE MURCIANO

Indignado en el calendario de carreras de trail buscaba alguna carrera para después del verano y que no tuviese que desplazarse muy lejos así que encontré por la zona de Murcia La Vara trail que tenía varias modalidades y me decidí por la Ultra Scorpio de 75 km con 5000+. Al no haber competido en todo el verano me dediqué a entrenar con tiempo así que semanalmente acudía a Campello a hacer el circuito de las puntas de Gosalvez más todo lo que rodaba por Sierra Grossa saqué el volumen y desnivel mínimo para afrontar esta prueba.

El dia 14 de octubre a las dos y media de la madrugada salgo para dirigirme a Caravaca de la Cruz de donde salía la carrera y después de aparcar me dirijo al camino del huerto que era la zona de salida. Tras recoger el dorsal coincido con dos chicos del club El Altet Martin y Abelardo con los cuales había coincidido un mes antes en el Puig Campana y les hice fotos en la cumbre.

Entramos en el corralito y a falta de cinco minutos para comenzar me doy cuenta de que somos en total unos treinta más o menos lo cual me sorprende pues nunca me había pasado. A las cinco se da la salida así que me pongo a cola con los del Altet y nada más salir del pueblo comenzamos la primera subida bastante pronunciada que se me hace larga y se comenta que este año es nueva tras crestear con ligera subida comenzamos a descender hasta el paraje de las piñas donde reponemos agua que es lo único que dan y tras acabar la bajada empezamos la ascensión fuerte al pico del buitre de 1480 metros de altitud donde está el repetidor y empieza a amanecer, las vistas son impresionantes todo un manto verde cubre las sierras que vamos a coronar y tras una bajada llego al km 20, los Alderetes y mi sorpresa es que no hay bocadillos ni barritas para reponer tan solo fruta, menos mal que llevo algo porque tengo el estómago vacío y necesito sólido.

Las sierras que recorremos son de un valor medioambiental con una fauna y flora muy variada donde encontramos pino negro, piñonero, carrasca, sabina… lo cual hace que disfrutes del paisaje.

Llego al km 30 el “Merendero el Nevazo” y me junto con Maria a la cual le doy un antiinflamatorio y con un chico sudamericano que iba con rampas en los cuádriceps al que le dimos una pastilla de sal. El chico del avituallamiento me da su bocadillo lo cual agradezco pues necesito comer.

El cielo está encapotado y amenaza lluvia, pero la temperatura es idónea sobre los 20 grados entonces empieza a chispear lo cual es un alivio y al no apretar no veo necesario ponerme el chubasquero. Este tramo es más corredero hasta llegar al Corral de la hoya antes del km 40 que allí veo sentadas a cuatro personas sin atender a los corredores y la fruta sin partir siquiera, les comento que podían facilitar las cosas a los corredores y me dicen que no han recibido instrucciones de lo que deben hacer lo cual me deja atónito y salgo sin mediar palabra llegando a la conclusión de que algunos puntos de recarga de la prueba son escasos y mal atendidos.

Nos dirigimos a la Sierra del Pajarero rondando continuamente por encima de los mil metros de altitud siempre por bosque y se une a Maria y a mi otro chico Jesus que conoce bien la zona. Tras pasar por el Cortijo del Pajarero donde está la bolsa de vida que ni la toco nos adentramos en la Sierra del Gavilán para acometer la subida con más desnivel que tenemos, es una pared y me lo tomo con tranquilidad pues hay que reservar fuerzas de cara al final. Es un sendero PR nos cruzamoa con algunos corredores de la maratón y tras coronar la cota más alta comenzamos a descender por un barranco precioso, pero a la vez interminable donde pasa factura a las rodillas.

Nos quedan veinte km y llegamos a La casa del Vicario el sexto avituallamiento donde nos comunican que la organización ha metido algo más de desnivel y dos o tres km de más lo cual nos altera los tiempos de llegada a meta, puesto que la tarde se echa encima y Jesus se ha dejado el frontal en la bolsa de vida. Nos ponemos las pilas para intentar llegar antes de que anochezca así que llegamos al Paraje Pino del Llano donde cargamos los bidones y como algo de membrillo que me asienta el estómago. A partir de ahí todo es bajada hasta meta salvo una tachuela. A falta de cuatro km llegamos a la Cadena de la Barquilla, pero continuamos sin detenernos pues llevamos líquido de sobra. Al fondo se divisa Caravaca y se oye la música así que prácticamente sin luz entramos los tres en el pueblo directos a meta exultantes pues hemos conseguido bajar de las quince horas cosa que parecía imposible.

Ya en meta tomando unas cervezas cuál es mi sorpresa que me nombran como tercer clasificado de mi categoría lo cual me colma de alegría pues es mi primer podio. El recorrido me ha parecido espectacular es más esta carrera si se hiciese en la provincia de Alicante se rifaron los dorsales por los parajes por donde transcurre y por la dureza de la misma.

Ramonet

VUELTA AL ANETO JULIO 2023

Tras una temporada más gravelera que corredora tocaba volverse a poner las zapas después del km 0 de Tarifa y un buen lugar eran los Pirineos y una de sus carreras más conocidas (yo en la versión “corta” que ya estaba más que bien…)
Saliendo el viernes al amanecer llegaba a Benasque a la hora de comer donde me recibieron y acogieron espectacularmente bien David, Angel, Juanje y Enri que harían con Jota la versión larga (vaya barbaridad de carrera…)
Un paseito por Benasque por la tarde, cena, despedida de los que salían por la noche y a dormir prontito.
Por la mañana gran ambiente en la salida y bastante agrupaditos llegábamos hasta el principio de Salenques que me habían pintado mu negro, pero que como todo son cuestión de expectativas no me lo resultó tanto.
De ahí cresteando hasta el refugio de LLuis Corominas sí que me pareció en cambio un calvario por lo técnico del terreno y la torpeza del que lo transitaba… (sobre todo en las bajadas).
A cambio los paisajes del alto Pirineo con sus ibones, valles y riachuelos compensaban las penurias.
Una vez pasados los tramos más técnicos tocaba la subida a la Tuca de Estiba Freda la cual me resultó preciosa y que recomiendo a todo el mundo hacerla al menos una vez y más si cuando llegas a la cumbre te esperan los voluntarios con un porrón de cerveza fresquita que te da la vida para encarar los últimos 12 km casi de bajada.
A través un bosque impresionante volvíamos a Benasque donde tras 12 horas nos esperaba el mismo ambientazo de por la mañana, no quitándome de la cabeza la fuerza que debían tener los de la larga para después de esta “tortura” volver a pasar por Benasque y afrontar otro bucle aun más duro…
Cumplida la faena de una carrerita por montaña me volvía para casa a preparar la bici de nuevo sin dejar de  pensar en la próxima montañita sobre la que correr.

Gracias a mis compis de Benasque y enhorabuena!!!

MARATON DE COLONIA / DE, 1 Octubre 2023

Parece mentira, que después de 10 años sin correr una media, en 6 meses me he cascado 2. Las circunstancias mandan. Nunca había hecho un viaje de correr/turismo con atotrapo, y esta vez el destino y el tiempo me lo ha permitido, así que entrené con el grupo de los trotadores mañaneros y a disfrutar.

Fuimos 5 días, salimos viernes por la mañana y regresamos el martes por la noche. Fueron bastantes días para conocer bien la ciudad y hasta pasamos por Bonn, antigua capital de Alemania, que estaba a 30 min en tren.

El domingo, fue el día de las carreras. Cosa extraña de la organización, los corredores de la media, salíamos a las 9 h. Y los de la maratón a las 10.30 h. Otra cosa complicada, la salida al otro lado del río Rinh y la meta muy cerca de la catedral. Pero la bolsa del corredor la tienes que dejar tú en la consigna de meta.

Domingo, a las 7:45 h. salgo andando para la salida, 14 grados, 2 km y 30 min me separan. Fresquito bueno para correr, pero andando hasta allí me tengo que poner una sudadera y braga en el cuello. Por el camino me encuentro a miles de peregrinos hacia el mismo lugar. Dejo atrás la consigna y sus colas, la catedral, y el puente del ferrocarril, con los laterales habilitados para peatones y bicicletas, repleto de miles de candados y corredores andando, impacta. Al llegar a las 8:20 h. A la salida, la bienvenida es con la música a todo volumen, y no localizo a nadie del grupo, ellos también estaban en una cola. Y a las 8:45 h me dirijo al cajón amarillo, el tercero. Tampoco los encuentro en nuestro cajón, así que estiro un poco, caliento un poquito, y mentalmente me preparo para disfrutar de la ciudad.

Dan el pistoletazo de salida a las 9 en punto, pero no nos movemos nada. Por delante teníamos 2 cajones más, y cuando traspaso la línea de salida, eran las 9:15 h. Creo que corrimos unos 22000 corredores la media, y unos 6000 la maratón. Con tanta gente, el principio es tranquilo, no se puede coger el ritmo deseado, así que paciencia, y al atravesar el puente se vislumbra la catedral vigilándonos de cerca. Sobre el km 3 me adelantan Claudia y Noelia, ¡qué alegría ver una cara conocida!. Me pego a ellas como una lapa, y las sigo. Hablando esos días de qué tiempos querían hacer para ver si iba con alguien, Claudia quería bajar de 2 horas, y si podía hacer 1:50 min. estaría encantada. Lo medité con la almohada, y decidí si la veía en carrera, que fuera mi liebre para ver si podía bajar de las 2 horas.

Nos alejamos del centro de la ciudad, pasamos por la universidad, al lado del cementerio antiguo, la gran mezquita ‘futurista’, lago con un géiser, el pirulí de la televisión, y llegamos al centro, y allí en las puertas de Hannetor y de la plaza de Rudolf, sobre el km 13 nos esperaban mi mujer Ana, Uwe y Julia. Saludo rápido, foto y entrega de las sudaderas y bragas. Durante toda la carrera, nos acompañaron grupos de música en directo, batucadas, cantantes, etc., buen avituallamiento organizado, y miles de personas animando, la ciudad vive mucho la carrera.

Hacía un rato que Noelia había bajado el ritmo, continuábamos los 2 bien de fuerzas, pero Claudia llevaba el ritmo justo para bajar de las 2 horas. Le pregunté si quería que fuera yo tirando del carro un poco, y me siguió hasta la meta. En el km 19 volvimos a ver al trío de suporters animándonos y jaleándonos. Los 2 últimos km en pleno centro de la ciudad, las calles estrechas, parecía que los animadores te llevaban volando. Así que pasamos por delante de la catedral, y nos encaminamos los últimos 100 metros por la alfombra roja, hasta la meta, con la satisfacción de haber hecho bien los deberes. La alegría de haber hecho 1:55 min y no habernos lesionado, es el premio deseado.

Fotos, cerveza, fruta, bebida isotónica, pan alemán, agua, etc. a la salida de meta, y luego la medalla. Volver al hotel, ducha, descanso y volver a la meta a ver entrar a los maratonianos, Pili y Juanma. Todo un éxito, los 7 que vinimos a correr, acabamos en condiciones de seguir con el turismo 2 días más. Martina y Noelia entraron juntas y acabaron muy contentas con su tiempo. Y Conchi llegó y ver a su hija esperándola en meta, le dio mucha alegría.

¡Qué más se puede pedir! Pensar en el siguiente destino.

FrancesCalores

90K CAMINO DE LA CRUZ DE MURCIA A CARAVACA

Después del descanso viene la calma. Esta ya no me la cuentan, 90 km y prueba terminada. Me siento muy feliz, ha sido dura o por lo menos así lo sentí yo… Muchas horas midiendo mi capacidad de fuerza mental, pues sola los kilómetros se hacen menos fáciles 😜. Mucho calor, máximas de 35º-36º, sin apenas sombra y un pie dándome guerra desde el km 50… pero pudieron más mis ganas que el dolor. Graciasss a todo este grupo humano con los que he compartido cervezas, risas y esta aventura. Me lo he pasado en grande… #123.604pasos🚶🏻‍♀️❤️ #pensandoenlasiguiente #madridsegovia o #101deRonda💪

Abrazos,
Aránzazu Garcia Espinosa. La Bellea

Enlace: 90K – 90k Camino de la Vera Cruz (90kcaminodelacruz.es)
Clasificacion:
90K
 – 06:00 h. | 91600 m.

P.GEN. DORSAL NOMBRE Y APELLIDOS CLUB P.SEX. P.CAT. CATEGORÍA META T.CHIP RITMO DIPLOMA

312

471

ARANZAZU GARCÍA ESPINOSA A TO TRAPO

38-M

3

M55F

17:00:30

17:00:30

11:08