Digamos que la TDS se plantea como la hermana técnica y salvaje de UTMB, con 145 km y 9100 metros de desnivel positivo.
Tras conseguir el dorsal y meditar internamente si quiero algo del grupo UTMB con su gentío e inherente mecanismo de marketing, decido afrontar este reto en equipo con Helena como supporter vital de la expedición. Pero que alegría!
2 años sin colgarme las chinchetas para estar en ninguna línea de salida, tiempo que he aprovechado para sentir la montaña con sinceridad, en soledad acompañada y con retos internos alejados de medallas y crónicas. Años de desarrollo personal (hasta he descubierto lo maravilloso de un Sí Quiero) y conocimiento vital y contínuo.
Y ahí estábamos en Courmayeur, un 24 de agosto a las 15 30 esperando mi turno de salida. Lo reconozco, la emoción del momento y la mano agarrada consiguieron empapar las mejillas de lágrimas de emoción.
Salgo volado y ciertamente presionado por la multitud corredora. En pocos km ya se escucha rugir a los glaciares que mantienen frío al Mont Blanc y empiezo a sentir el espíritu de las piedras de Los Alpes.
Llega la noche y con ella una lluvia intensa, ya estamos dentro! Corro, me lo pide el cuerpo y las piernas, ni quiero ni puedo parar. Primera etapa hasta St. Mourice hecha (km 51). Llamada de buenas noches y empieza lo más bonito de la carrera: 2000 metros de desnivel positivo en unos 11 km, algo así como 2 km verticales seguidos.
Subida hasta el cielo de la TDS con sensaciones inmejorables; ya se que me costará vislumbrar las estrellas por los cientos de frontales que acechan pero en cierto punto, es lo que he elegido. Todo marcha bien hasta que me encuentro con un tapón considerable de ansiosos corredores.
What’s up? Nos mantienen en vilo unos 45 minutos porque parece que hay un tramo técnico que requiere paciencia. Hasta que la organización anuncia lo ya conocido: carrera anulada por accidente, toca deshacer camino y bajar lo subido. El frío cala los huesos después de hora y media parados bajo el único abrigo de la luna; con caras de poema, ya sólo queremos llegar a casa.
Cierta agonía en la espera y la bajada amenizado con un amanecer de escándalo y vuelta a Chamonix en autobús.
Mi opinión sincera es la complejidad (y quizá sin sentido) de meter a 1500 personas en cualquier monte; ya sea una carrera asequible, compleja, francesa o española. Quizá podría criticar el mercantilismo de algo tan esencial como la montaña, pero al formar parte del pelotón, soy consciente de mi granito de arena aportado.
Ya en casa, sólo espero seguir aplicando lo aprendido para estar alineado con mis necesidades egosintónicas.
Mis máximos respetos a aquel corredor checo que como yo, sólo quiso llegar a Chamonix con una sonrisa. DEP.
Gracias vida, nos quedan muchos senderos que pisar y caminos que recorrer.
Borja
Agosto 2021
Web de la prueba: https://utmbmontblanc.com/es/page/22/22.html
Resultados de la prueba: https://utmbmontblanc.com/es/page/107/107.html