La media

Después de un largo tiempo alejada de las carreras y con no muchos kilómetros acumulados, decido probarme en esta carrera, que promete una cierta dureza, eso sí, a diferencia del resto del grupo, me conformo con la de distancia corta, marcada también por un terreno entretenido y como no, por la humedad característica de la zona. He de decir que en este caso iba con cierta ventaja, ya que al ser de la zona, tenía claro que el calor iba a acompañarnos toda la noche.

Nada más llegar a Genovés, veo caras conocidas que hacía tiempo que no me encontraba, y que me hacen recordar momentos compartidos años atrás, así como también a los amigos de A to Trapo, que hoy muy a mi pesar, sólo compartiré con alguno de ellos momentos previos a la carrera.

Se prevé una carrera entretenida, digna de ser recordada, y aunque no todos saben lo que les espera, se nota en el ambiente un cierto grado de incertidumbre.

Empieza la aventura, y con más ganas que nunca por mi parte, vamos avanzando juntos los pocos intrépidos de las dos modalidades que se han lanzado a disfrutar de esta primera edición, y que hasta el kilómetro 14 compartiremos.

No hay tiempo para el aburrimiento, pasamos por barrancos, subidas corredoras, otras que no lo son tanto, bajadas imposibles, en fin, un continuo rompepiernas que nos dejará huella en los últimos kilómetros de la carrera.

Hasta el kilómetro 14, que es donde nos separamos las dos modalidades, pude disfrutar en algunos momentos de la compañía de Verena y Alberto, y a partir de éste, la soledad sería mi compañera hasta la meta.

Sabía lo que me esperaba unos metros más adelante, la temida subida del Aventaor, así que ya mentalizada, la afronté con ganas y disfruté de las vistas que esa noche la luna nos regaló. Y cuál fue mi sorpresa al llegar al punto más alto después del Aventaor, me comunican unos chicos de la organización que voy en segunda posición, no me lo podía creer, una no está acostumbrada a estos puestos, era tanta la emoción, que decidí que tocaba sufrir un poco más para intentar mantener la posición, esto no se vive todos los días.

Al final el esfuerzo tuvo recompensa, y aunque no lo pude compartir con el resto del grupo, lo viví intensamente. De lo que estoy convencida es que me dieron la fuerza necesaria para conseguirlo, porque aunque no compartimos el final de una carrera como es habitual, los llevé en mis pensamientos en todo momento.

Sin duda una carrera para repetir, y si pudiera ser la larga, mucho mejor.

Anna

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La entera

Si miras el tiempo de vez en cuando verás que en el interior de Valencia hay un pueblo llamado Xàtiva que tiene una temperatura más elevada de lo normal. A los de allí los llaman “socarrats” por otra historia, pero ya os digo yo que es por el calor que allí se pasa.

Decidimos formar un equipo para correr esta carrera, Juanma, Gosa, Pirri y yo. De hecho ellos decidieron y me convencieron para unirme, siempre he sido un chico fácil.

Un mes antes de la maratón nos desplazamos a esas tierras para realizar un reconocimiento del terreno de la mano de los locales Alberto Enova y Anna, y acompañados por Verena. Hicimos más o menos el recorrido de la media, también de noche. Este entrenamiento no se me olvidará, ya que aprendí una importante lección… ¡Llevar siempre un frontal de repuesto!, el mío se me estropeó y me tocó hacer unos 20 km apoyándome de las luces que desprendían los frontales de mis compañeros… no os lo recomiendo.

El día de la carrera llegamos a Genovés, recogemos dorsales, colocamos la pancarta, nos ponemos nuestras mejores galas y nos encontramos con Elías que al igual que Anna va a hacer la media.

Empezamos a un buen ritmo ya que nuestro capitán, Juanma, conocedor del terreno no quería que nos quedáramos retrasados en los típicos primeros atascos. Verena, Anna, Alberto y Elías, que no tenían que cumplir la disciplina del grupo se escapan rápidamente.

No es una carrera de grandes picos, pero si un rompepiernas con subidas y bajadas con mucha piedra, como siempre por estas tierras. Subimos y bajamos de los 200 m a los 400 m unas 7 veces en toda la carrera, destacando “la colina de la hamburguesa” y L’Aventador. Alguna zona peligrosa, con apoyo de cuerdas, pero nada que no hayamos hecho antes. De la dureza de la prueba habla el alto número de abandonos, un 36%.

A mitad de carrera Gosa y Pirri pagan el vivo ritmo marcado al principio, pero saben, como siempre, pasar los malos momentos y aguantar como titanes. Mientras Juanma y yo vamos tirando del grupo y no dejando que se duerman en los avituallamientos, por momentos seguro que nos odiaron. Yo también pasé mi momento de bajón por llevar demasiado tiempo la barriga mojada… pero una visita a lugares oscuros de la montaña, me dejaron como nuevo.

Finalmente llegamos a meta en 9h 10min con tres grandes sorpresas ¡Verena primera chica en la entera!, ¡Anna segunda chica en la media!, ¡Juanma primero en su categoría! y ¡Ganadores por equipos de cuatro componentes!. Seguramente la carrera más laureada en mucho tiempo. Lo contento que se va a poner el presi.

Una bonita carrera, cerca de casa, que tuvimos la suerte de realizar acompañados de una superluna que me permitió en algún momento apagar el frontal, correr y disfrutar bajo su luz.

Agradecer a Juanma que marcó el ritmo del grupo en todo momento y a Gosa y Pirri por haber sabido sufrir para mantener al equipo unido.

David G.

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