Cuando pensamos en hacer un viaje con la familia, decidimos Cuba, y pensé, ¿por qué no lo hacemos coincidir con la maratón?, puto vicio.

Preparamos el viaje, Rosa, Diego, Marga y un servidor, nos fuimos 11 días y el último correría la maratón.

Esta maratón es muy peculiar, ya que le das dos vueltas al mismo recorrido, la Habana vieja, con un desnivel de unos 500m+.

Después de pasarnos 10 días comiendo y bebiendo en Cayo Guillermo y la Habana Vieja llego el día de la Maratón.

Empezamos a las 7:00, como alquilamos un apartamento a 3km de la salida, yo me fui solo a la salida y luego vería a mi familia, ya que la carrera pasaba por el apartamento.

Salimos de la plaza del Capitolio, sobre 400 participantes tomamos la salida, buen tiempo pero mucha humedad.

A unos 5 km pasamos por el malecón, un paseo muy bonito pero con el asfalto y la acera muy roto, no podías correr bien, después de llegar al final y hacer unos sube y baja por las calles, pasamos por el monumento a los estudiantes de medicina y la Plaza de la Revolución y llegamos otra vez al punto de partida.

La segunda parte fue diferente, nos cayó una tormenta muy chula, pasando por el malecón las olas chocaban y saltaban por encima de ti, ahí estaba mi familia, como siempre, animándome.

La segunda vuelta lo mismo que la primera hasta que llegué a meta, donde estaba Rosa, como siempre y el speaker diciendo, Trail de Primavera Confrides, jajajajaja cosas de Rosa.

Durante nuestra estancia en La Habana Vieja hice amistad con un director de hotel, Jose Ortiz, un tío genial que nos echó una mano cuando lo necesitábamos, hicimos la segunda parte de la maratón juntos, es de esas amistades que ya se quedan para siempre.

Los avituallamientos, bien, agua y un zumo o algo así, con bolsa de plástico

Al final 3h 50 minutos.

Muy buena experiencia y unas vacaciones irrepetibles.

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