Por coincidir el acto de presentación de mi segundo libro, Juebreverías, con la Sandía Night de este año no puede asistir a la misma.

Sin embargo, quise conectar ambos importantes eventos donando un ejemplar para que fuera sorteado entre los asistentes. Sin conocer quien sería el afortunado -quizás mejor decir el condenado- transcribí esta dedicatoria en sus primeras páginas:

Después supe que el receptor fue Eduardo Quílez junior. Si lo hubiera sabido con antelación, habría dejado constancia en la dedicatoria de que su abuelo Ernesto y yo fuimos compañeros de trabajo, allá por los años setenta del siglo pasado (no nos vayamos más atrás, que ya está bien). Es por tanto una gran satisfacción que su nieto tenga un ejemplar de mi publicación.

Estas Juebreverías son una recopilación de nanorrelatos, historias de no más de treinta palabras en cuya creación entretengo mi vida de jubilado. Entre los 276 podéis encontrar algunos como estos:

FUSIÓN A NEGRO
Sigo observando mi trocito de cielo, más pequeño a cada palada de tierra.

RELEVO
Sin beso de buenas noches, el cabo Rebollo se negaba a entregar la guardia.

Además, se intercalan 15 fotografías de amaneceres, seleccionadas de entre las que los trotadores mañaneros apreciamos cada martes, viernes o domingos del año. Como esta:

Si alguno está interesado en conseguirlo, solo tiene que contactarme o bien a Jesús, nuestro presidente, con el que mantengo contacto frecuente.
Saludos y ¡Hasta el infinito y más allá!

Felete