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XXVIII Mitja Marató Internacional “Vila de Santa Pola 2017” (22-Enero-2017)
Como soy bien mandado, he hecho caso a Juan Enrique, que me encargó la crónica de la carrera por estrenarme con A To Trapo en la XXVIII Mitja de Santa Pola. Perdonadme si no hablo demasiado del resto de corredores del grupo, pero como no conocía a casi ninguno de los asistentes no sé cómo les fue…
Tras pasar la noche del sábado levantándome cada dos por tres por culpa de seguir los consejos sobre la importancia de la hidratación el día anterior a una carrera…acudo a las 8:00h al punto de encuentro para unirme al coche de Martina y Conchi. De camino comentamos las últimas actualizaciones de Aemet con respecto a la previsión, que han ido cambiando las últimas horas para acabar en 55% de probabilidad de precipitación y rachas de viento importantes.
Voy a Santa Pola a correr mi 3ª media con la idea de intentar bajar de 1h 45’. Gracias a Pepe y Jesús voy por primera vez con la gente de a To Trapo, que me reciben calurosamente en el bar de la Plaza del Castillo, donde poco después presencio el famoso saludo al sol, esta vez orquestado por Juan Enrique.
Sin lluvia y con el sol saliendo empezamos puntuales en la masificada salida. Me cuesta un par de km coger el ritmo 4’50’’ que me había propuesto por la cantidad de gente que hay, pero a partir de aquí, acompañado por el ambiente, el buen tiempo y las batucadas y grupos de música, voy tirando con cierta facilidad hasta la zona de la playa donde damos la vuelta.
Tras pasar el repecho y el avituallamiento del km 11 sigo con buenas sensaciones e incluso me planteo apretar un poco, pero finalmente decido seguir al ritmo objetivo. Mientras tanto me cruzo con 2 o 3 a to trapos, uno que viene de frente como un tren por el otro carril que me choca la mano (diría que Fernando).
A partir del 17 empiezo a flaquear y me felicito por no haber apretado más antes, aunque a pesar de todo consigo aguantarme en ritmos de 5’05” a duras penas hasta meta y llego con 1h43”. ¡Acabo el día feliz por la experiencia, la gente conocida y el tiempo conseguido!
Marc
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Enlaces sobre esta prueba
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Tomás | SENIOR MASC | 1:24:46 | 300 | 109 |
Juan Enrique | VETERANOS B | 1:28:42 | 509 | 110 |
Fer “Pelu” | VETERANOS D | 1:29:39 | 609 | 26 |
Alberto | VETERANOS A | 1:30:39 | 675 | 171 |
Juan P. | VETERANOS B | 1:35:04 | 1066 | 235 |
Jorge L. | VETERANOS A | 1:42:33 | 1760 | 412 |
Marc | VETERANOS A | 1:43:21 | 2253 | 525 |
Jesús S. | VETERANOS B | 1:44:53 | 2119 | 478 |
José Luis O. | VETERANOS C | 1:44:05 | 2288 | 298 |
J.Ant. Mejías | VETERANOS B | 1:44:53 | 2392 | 523 |
Antonio S. | VETERANOS A | 1:49:48 | 2668 | 601 |
Majo | VETERANAS C | 1:51:54 | 3271 | 22 |
José Ginés | VETERANOS D | 1:56:49 | 3826 | 282 |
Mark | VETERANOS D | 1:56:24 | 3828 | 283 |
Ernesto | VETERANOS C | 1:56:31 | 3843 | 530 |
Liquete | VETERANAS A | 1:56:04 | 3865 | 82 |
Martina | VETERANAS D | 1:56:51 | 3964 | 16 |
José Pablo | VETERANOS C | 1:59:47 | 4211 | 569 |
Jaime C. | VETERANOS B | 2:07:11 | 4991 | 966 |
Conchi | VETERANAS D | 2:07:48 | 5071 | 32 |
Pablo B. | VETERANOS A | 2:20:47 | 5693 | 1034 |
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Cena de cumpleaños. 13 de enero de 2017
No es sorprendente que el informal grupo atlético Atotrapo, caracterizado por el afecto, la delicadeza y la camaradería como lazos principales de relación, más que por otros administrativos o jerárquicos que ni existen, homenajee a sus miembros cuando se llega a un decenio. Un acuerdo tácito lo ha limitado a esa periodicidad, de lo contrario estaríamos casi todas las semanas de celebraciones. Yo, que estoy en ese trance y no hubiera tenido que sorprenderme, no intuí ni por asomo que eso podía ocurrir el día 13 de Enero.
Primero porque aún faltaban unos días para el 21.
Segundo porque la trama urdida por Jesús y desarrollada por mi mujer había sido muy bien planeada.
¿Cuál era el montaje?
Inma había recibido la solicitud por parte de la concejala de Cultura del Ayuntamiento de San Juan de colaborar con un grupo de chicas jubiladas para orientarlas en sus lecturas literarias. A mí eso no me sorprendía lo más mínimo porque el año pasado yo también había dirigido la lectura a un grupo de personas. Además, este año, de la mano del concejal de Servicios Sociales y de nuestro colega Rafa Olivares, que dirige con guante de seda la Cruz Roja local, estoy dando clase de español a inmigrantes. Todo lo cual me llevaba a pensar que la dirección de las lecturas literarias por parte de Inma era algo de lo más normal, y por ser el primer día, yo mismo, sin que ella me lo dijera me ofrecí a acompañarla.
Es más, yo que acostumbro ser puntual y considero la puntualidad como una forma de respeto hacia los demás, le urgía, entretenida como estaba en pintarse los labios, para que no llegara tarde, sin barruntar ni de lejos que era a mí a quien esperabais.
Solo me di cuenta del montaje cuando comencé a ver vuestras caras distribuidas en forma de herradura en la fachada del hogar del pensionista.
¡Hombre, no hubiera sido muy adecuado celebrar los 70 años en una guardería, pero justamente en el hogar del pensionista! Parecía que fuera de coña. Por si acaso se me olvidaba la edad que llevo encima.
Ya en la calle empezaron los abrazos y los besos, uno a uno, una tras otra, percibiendo olores y perfumes familiares tan distintos al sudor, no menos amable, de las carreras. Fuimos entrando en tropel al recinto donde nos fuimos sentando y comenzaron las viandas, las copas, los brindis, los recuerdos. Tantos años dan para muchas historias. Y allí las fuimos echando sobre la mesa para regocijo de los comensales.
Como la noche en que iba yo caminando por la calle de San Fernando y de la puerta abierta de un coche que pasaba salió un brazo que, asiéndome con energía, me introdujo en el vehículo. En el asiento de atrás me vi escoltado por un antiguo amigo de la época de estudiantes en Murcia, ahora ya policía, y por una chica despampanante, digamos que de vida alegre. Envuelto en aquel torbellino me encontré de visita por todos los burdeles de la Albufereta, donde éramos recibidos con los brazos abiertos, con todos los honores, las mejores chicas y el champán chorreando por los rincones de los reservados. Todo esto sin pagar un duro. Yo no salía de mi asombro. Hasta que el alcohol y las estrellas se juntaron en el cielo de la madrugada.
O aquella otra ocasión en que la policía nacional disolvía una concentración de protesta, la primera, contra la subida de tasas estudiantiles frente a la Delegación de Educación, en la calle Maisonnave de Alicante. Yo salí corriendo, como todos, y me dirigí Paseo Gadea abajo hasta entrar aún con la respiración agitada al Dallas Junior, pub de encuentro entre la gente joven y más o menos pija de la época. Me acodé en la barra y pedí un gin tonic. Seguramente reconocido por la voz se giró hacia mí el joven de mi izquierda y exclamó: –¡Chico, José Luis, ¡cuánto tiempo! No estarás tú con esos comunistas que están corriendo delante de la policía. Porque tú has sido siempre muy ingenuo. Mira, de estos no te puedes fiar. Hace unos días, estando en comisaría, estábamos interrogando a uno de estos rojos que llaman Tarzán porque es muy fuerte. Y ¿sabes lo que hizo? Se lanzó de cabeza contra el radiador y la sangre le chorreaba por la cara de la brecha que se hizo en la frente. ¿Sabes para qué? Para luego acusar a la policía de malos tratos. Mientras bebía el gin tonic intentando calmarme escuchaba su discurso y recordaba lo que Tarzán, al que conocía muy bien, me había contado de su paso por comisaría. Cómo tuvo que lanzarse contra el radiador para evitar que el torturador especialista, venido desde Madrid, le rompiera el hígado con los puños envueltos en una toalla mojada para no dejar huella.
Curiosamente, el policía de las dos historias era el mismo. También es verdad que a veces aprovechamos estas relaciones para encubrir nuestras actividades, en aquella época consideradas subversivas. Más de una vez, embadurnamos con barro la matrícula del coche para no ser localizados mientras echábamos panfletos de denuncia contra la dictadura, y después, ya de madrugada, acabábamos por aquellos tugurios como coartada.
Durante varios veranos estuve yendo a Suiza para practicar francés y me buscaba la vida trabajando en distintos oficios: moviendo bloques de cemento en una fábrica de materiales de construcción o en un campo de golf arrancando malas hierbas o en una bodega de vino junto al lago Leman y también de pintor de brocha gorda. Allí conocí a Ramli, un chico marroquí. Cuando se trasladó a España necesitaba legalizar su situación y me pidió ayuda. Yo acudí al único policía, que ya había ascendido a inspector, en el que creía poder confiar.
Me dijo que acudiera con el árabe y me pondría en contacto con un colega que llevaba los temas de inmigrantes. Pasados unos días vinimos a la capital desde la Vega Baja, donde Ramli vivía. Tuve la prudencia de decirle que me esperara en un bar a unas manzanas de la comisaría. Cuando llegué allí mi antiguo compañero de pensión me dijo que lo acompañara a un bar donde estaba el policía de inmigración. Me lo presentó y fue directamente al grano. Yo le dije de lo que se trataba y me respondió hecho una furia:
— “Dime dónde está para detenerlo. Es un ilegal”.
— No ha venido conmigo, le dije. Se mueve por la Vega Baja y lo veo esporádicamente. Ni siquiera sé dónde vive.
Desde aquel momento decidí no volver a pedirle ningún tipo de ayuda nunca más a mi antiguo, quizá ya no, amigo de la época de estudiantes en Murcia.
Corrían los años 70 y aún estaba vivo el dictador. Desgranando estas y otras historias fue pasando la velada. Después de algunas palabras comenzó la sesión de fotos. Una para todos y todos para uno. Pasada la media noche nos fuimos despidiendo, como siempre, entre besos y abrazos.
Independientemente de los regalos que me habéis hecho, especialmente el libro, una preciosidad, con fotos y alguno de mis artículos, el monigote de cerámica con pinta sumeria y el olivo que supongo es deseo de inmortalidad, lo que más me ha alegrado es ser la causa de esta reunión, haber podido disfrutar de vuestra presencia, de vuestra conversación, de vuestro contacto sobre mi rodilla a la hora de las fotos, de vuestra singularidad. La mayor alegría es gozar de vuestro aprecio, de vuestro cariño, de vuestra valoración. Saber que leéis con gusto mis escritos es la mayor recompensa y a la vez estímulo para continuar haciéndolo y abrigar la esperanza de poder seguir ocupando vuestro precioso tiempo. Eso es para mí un orgullo. Que dediquéis a mis escritos parte de vuestro tiempo.
Que os sirvan, como siempre ha sido la literatura, para aprender algo nuevo, para mirar de otra manera la realidad, para entretener y hacer más llevadera la, a veces, pesada carga de la vida.
Muchas gracias a todos por vuestra amistad.
Un abrazo.
San Juan, 17 de enero de 2017.
José Luis Simón Cámara.
XII Mitja Marató Serra d’Oltà – Calp (11-Diciembre-2016)
Estrenándome con el grupo de “a to trapo” en el trail de la Serra d’Oltà en su XII edición, junto a Carlos y Juanma, compañeros también de atotrapo, empezaba así el mes de Diciembre. Un trail que como había oído en tantas ocasiones, no defraudó por el gran ambiente de voluntarios y gente del pueblo animando en todo momento, avituallamientos con fruta, comida y bebida cada 5 kms, un precioso recorrido por sendas de pinos y frondosos árboles y esa subida a la sierra de Oltà con una vista espectacular al mar y a nuestro Penyón de Ifach.
A las 9am cohetes, pistoletazo de salida, y aún con los efectos de la comida de Navidad del día anterior, empezamos a trotar calentando motores, para poco a poco disfrutar de ese maravilloso recorrido tan bien organizado y señalizado. Se oyen sonidos de cencerros, gente animando la carrera y empieza la subida a la Oltà, con la sorpresa al llegar a la cumbre de voluntarios que nos esperan con mistela y polvorones. Carlos con su potencial y ya más animado se va distanciando haciendo un carrerón, Juanma constante en su ritmo queda un poquito más atrás y yo intercambiando palabras y risas con otros corredores sigo disfrutando de esa preciosa zona.
Al finalizar bocata de longaniza y cervecita para brindar por la carrera realizada y por el comienzo de la Navidad !!
FELIZ AÑO a todos y a seguir disfrutando de lo que más nos gusta con esta gran familia!!
Ana
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Enlaces sobre esta prueba
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Carlos R. | VETERANO | 2:33:16 | 89 | 25 |
Ana | ABSOLUTA | 2:39:12 | 110 | – |
Juanma | MASTER-M | 2:45:40 | 148 | 7 |
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UCAM Falcotrail HG 2016 (1-Diciembre-2016)
Esta carrera de 100 km y 5000 metros de desnivel positivo, con salida en el pueblo de Cehegín, discurre por las sierras murcianas próximas a esta localidad, después de las ascensiones a “La Peña Rubia”, “As de Copas” y “Alto del Canalón”, se separa del trazado original de la maratón para adentrarse en el “Coto Real” a través de un entramado de preciosas sendas y ramblas donde se disponía del primer punto de vida, en el km 24, donde se tenía la posibilidad de tomar comida caliente en un refugio de montaña. Tras reponer fuerzas, la carrera se dirigía, atravesando bodegas y viñedos, a una de las joyas naturales de la Región de Murcia, “Sierra de la Lavia”, iniciando la subida por la “Senda de los Cuchillos” y haciendo cumbre en el “Pico de la Lavia” donde se alcanzaba el punto más alto de la carrera y techo del municipio de Cehegín, a casi 1.300 m de altitud. En el km 68 teníamos un nuevo punto de vida, con la posibilidad de comer y descansar dentro de un refugio de montaña antes del ascenso al “Pico del Águila”, lugar donde la carrera volvería a enlazar con el recorrido de la maratón y donde comenzaba la parte más técnica y dura de la prueba, adentrándonos en el corazón de “La Sierra del Quípar” con las subidas del “Campanario”, “Collado Alto”, “Deposito del As de Copas” y “Cruz de Begastri”. Después de todo esto ya sólo nos quedaba disfrutar por las calles adoquinadas del Casco Antiguo del pueblo hasta cruzar la línea de META.
Afrontaba esta carrera (3 de diciembre) solo 21 días después de haber participado en el Desafío Lurbel Aitana, pero la necesidad de 5 puntos para poder participar en el sorteo de dorsales de la Ultra Trail del Mont Blanc, hacía que tuviera que terminar este nuevo reto.
Las previsiones meteorológicas no podían ser peores, lluvia y frío para toda la carrera, lo que hizo que los días anteriores a ésta, tuviéramos que plantearnos muy bien todo lo referente a la ropa, bolsas de vida, zapatillas….
Llegamos a Cehegín (mi padre y yo), y en la charla técnica ya nos advirtieron que llovería y bastante, lo que hizo que tomara la decisión final de salir con las zapatillas “La Sportiva” en vez de con las “Sacony Xodus”, ya que en terrenos húmedos me encuentro mucho más cómodo con las primeras.
En la charla técnica tuve la oportunidad de saludar a Jaime González “El espiquer”, y que me ayudó a conseguir unas fotos con Luis Alberto Hernando y Marta Maiora. También conocí al director de carrera, que comentó que habría gente de la organización, por diferentes tramos, haciendo la carrera junto con los corredores.
La salida tuvo lugar a las 22:00 horas, en ese momento no llovía pero ya se presagiaba lo que podía pasar. Tomé la salida con Pepe y con Carles. Pepe es un señor de Finestrat, bastante religioso, y que 10 minutos antes de la salida me propuso rezar, quizás pensando en lo que se nos venía encima. Estuve poco tiempo con él, porque se quedó atrás antes del primer kilómetro. Carles es un chaval de Esterri d’Aneu. Es uno de los organizadores de la Ultra Trail Valls d’Aneu y con el estuve trotando unos 10 kilómetros en los que hicimos una buena amistad y ya quedamos en vernos en la próxima edición de la UTVA. Después supe que había tenido una caída y se retiró sobre el Kilómetro 34.
En los primeros kilómetros me encontraba fuerte. Había empezado a lloviznar y la niebla caía muy rápidamente, lo que hizo que en un par de cruces me desorientara un poco. Tomé la decisión de pegarme a algún grupo para no perderme y pasar el resto de noche con ellos. Casualidades de la vida, entre la niebla escuché la voz del director de carrera que había conocido por la mañana y decidí pegarme a ellos. Llevaban un buen ritmo, algunas veces tenía que parar a esperarlos, pero prefería esto a perderme. Así, pendiente de ellos, coronamos “La Lavia”, situada en mitad de carrera (50 Km). En la bajada los dejé atrás, poco a poco empezaba a amanecer y el temor a perderme fue disminuyendo. Seguía encontrándome muy fuerte. El frío cada vez era más intenso e iba calado hasta los huesos. Apreté un poco más para llegar cuanto antes al kilómetro 68 donde se encontraba nuestra segunda bolsa de vida. Fueron muchos los corredores que adelanté en este tramo.
Así en el kilómetro 68 en el refugio del Coto Real, me cambié toda la ropa, me hice un batido y tome la decisión de darlo todo hasta el final. Cuanto menos tiempo estuviera en carrera menos frío y menos me iba a mojar.
La lluvia siguió sin dar tregua. Cada vez llovía más y había momentos que el barro nos llegaba a la rodilla. Iba junto a un chico de Galicia. No parábamos de reír, porque decía que había ido a Murcia a correr en seco. ¡¡¡Madre mía, en seco!!! Llevábamos barro hasta en las pestañas. En una de las subidas decidió dejarme y tirar para adelante. ¡Yo todo el camino esperándolo y el tío me deja tirado! ¡¡¡Pues vale, ya te pillaré!!! y claro toda subida tiene una bajada. A mitad de bajada lo adelanté y le dije “ahí te quedas compañero, en meta nos vemos”. Aceleré y aceleré tanto como me permitió un terreno muy resbaladizo donde había que mantener la concentración a tope, porque cualquier despiste podía costarte un “porrazo” importante. Conforme iba adelantando a gente cada vez me animaba más. Ya daba igual cuesta arriba que cuesta abajo. Iba a tope y no pensaba parar hasta el final.
Ya subiendo la última cima (Cruz de Begastri) llovía de forma torrencial y la organización, con gran certeza a mi criterio, decidió ahorrarnos la última bajada, desviándonos y dando un rodeo por caminos y carretera para llegar a meta. A mí me marearon un poco, porque fui al primer corredor que desviaron y lo hicieron ya en la cima, con lo que tuve que deshacer parte del camino recorrido para enganchar con el punto de desvío, (todo sea por la seguridad). Así pues, calado hasta los huesos entraba en Cehegín, acordándome de Sergio y los dichosos 5 puntos para la UTMB.
Finalizada esta prueba damos por terminada la temporada 2016 y empezamos la 2017 con la ilusión de poder mejorar los resultados.
Daros las gracias a todos por este año increíble que he tenido. ¡¡¡Me habéis cambiado la vida!!! Muchas Gracias A TO TRAPO.
Cristian Aracil
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Enlaces sobre esta prueba
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Cristian | Vet M | 16:14:48 | 24 | 12 |
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Este es el recorrido publicado por la organización.
El perfil está dibujado con el programa Perfils. Haz clic sobre la imagen para ampliarlo.
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