Otra vez por aquí, pero esta vez nada de “medias”, tocaba dar un paso más, y que mejor sitio que en la capital, Maratón Madrid 2014.
El viernes pusimos rumbo a Madrid para comenzar este nuevo reto, donde nos esperaría Jordi, el cual se estrenaría en estos lares de las carreras y la familia García Rato a excepción de Nacho (sí, yo también lo pensaba, algo raro). El sábado cuando se incorporó Vicente, mi apoyo en carrera, con quién completaríamos el equipo o eso pensaba yo, ya que a media tarde y cuando nadie se lo esperaba, hizo su aparición sorpresa Nacho, que venía para acompañar a Manolo en la carrera (no podía faltar).
Y por fin llegó el gran día. Antes de las 8 ya estábamos camino del metro donde coincidimos con numerosos corredores, síntoma del gran ambiente que nos esperaría en Cibeles. A partir de este momento el día se aceleró, nada más salir del metro saludos al resto del equipo Victor, Sergio y Fernando, foto oficial A To Trapo y para la salida, paso nada sencillo, debido al grandísimo número de participantes. Casi sin darme cuenta estábamos metidos en los respectivos cajones de salida sin apenas calentar, bastaron unos breves estiramientos y las micro carreras que teníamos que hacer para no perdernos entre el gentío. Ahora sí llegaba la hora de la verdad, y apareciócomo dice Vicente el “síndrome del niño de la Champions League” (definición perfecta para identificar los nervios previos), unos saltitos y comenzamos!
Los primeros kilómetros por la Castellana fueron la primera toma de contacto con lo que sería esta maratón, las “cuestas”, 7 km de ligera pendiente que unido a tanta gente fueron un poco más lentos, incluso llegamos a perder a Borja y Jordi entre la serpiente multicolor. Los kilómetros iban cayendo mientras cogíamos el ritmo disfrutando de la carrera, pero sería en el kilómetro 18 donde sentí verdaderamente lo que es correr en Madrid cuando giramos por la Gran Vía hacia arriba dirección a Sol, donde la gente estaba agolpada en la calle jaleando a todos aquellos que pasábamos por ahí, incluso en la calle Mayor recordaba aquellas etapas del Tour de Francia, donde la gente se apartaba del recorrido al paso de los ciclistas, una sensación indescriptible, y mientras tanto nos esperaba el cartel de los 21 km, ya habíamos hecho la mitad del camino.
Sin embargo todo el camino no serían rosas, puesto que en algún momento aparecerían las espinas (en un maratón hay que sufrir, o eso me habían contado), a mí me llego en el tramo de la Casa de Campo, al igual que a Víctor que lo vimos andando con un tirón en el gemelo (sí muy bonita pero sus cuestas no lo son tanto) que me hizo apretar los dientes, pero con las palabras de Vicente conseguí reponerme y tirar hacia adelante para encarar la recta final, los treinta y tantos, en la que creo que puse el piloto automático puesto que no pensaba en nada, ni en parar, ni en apretar, ni en si tenía dolor, si estaba cansado, nada, simplemente corría hasta que volvimos a ver a la diosa Cibeles la que tantos buenos recuerdos me trae por mi afición madridista, en ese momento supe que la meta no se me escaparía aunque Madrid aún nos tenía guardado dos cuestas más en Goya y Velázquez, en la que muchos corredores tuvieron que seguir andando, pero nosotros ya estábamos viendo el final, giramos por Príncipe de Vergara donde al fondo nos esperaba el Parque del Retiro (la meta), aquí el recorrido lo delimitaban las personas que se habían acercado a animar y a dar su apoyo a la carrera, unos metros más y lo habría conseguido. En este lapso de tiempo, el día volvió a su ritmo normal y me permitió recordar como empezó todo esto del maratón, los meses de entrenamiento que Borja me estuvo preparando, y la ilusión que había depositado en conseguirlo… Entramos al retiro ya se veía la meta, lo había conseguido; acabar una Maratón! y por si fuera poco Madrid (y sus cuestas).

Cruzamos la meta, nos colocaron la medalla y nos dieron la pírrica (por decir algo) bolsa del corredor, donde intercambiamos impresiones con Sergio que había llegado casi al mismo tiempo y a la búsqueda de nuestro apoyo (Esther, Bea, la delegación de JM! en Madrid) y de Borja que ya habría llegado. Cuando nos encontramos con ellos, nos dijeron que Manolo había pinchado que su dorsal no avanzaba, en ese momento pensé que no podía ser verdad, conocía la fuerza mental de Manolo, efectivamente no había pinchazo era un fallo en el dorsal o en la app con la que seguíamos la carrera, Manolo estaba bien y cruzó la meta sin problemas. No puedo terminar esta crónica sin resaltar el tiempazo que hizo Fernando con sus 3:08h en Madrid, vaya bestia, enhorabuena!
Objetivo cumplido!, ya soy un maratoniano más en A To Trapo.
Ahora toca recuperar y pensar una nueva aventura. Nos vemos en la próxima!!!
PD. Agradecer a nuestra reportera Bea su esfuerzo en recorrerse Madrid para poder sacarnos unas fotos. A Vicente por hacer la carrera más sencilla. Y como no, a mi amigo y míster Borja, sin él, esto hubiese sido imposible.
Jesús Cerdán.
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También puedes leer la crónica de Borja en “memorias garcia rato”.
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Enlaces sobre esta prueba
Nombre |
Categoría |
Tiempo |
Puesto General |
Puesto Categoría |
Fernando |
G-M |
3:09:10 |
627 |
51 |
Borja |
C-M |
3:26:53 |
2401 |
404 |
Vicente G. |
C-M |
3:43:29 |
3860 |
752 |
Jesús C. |
C-M |
3:43:29 |
3861 |
753 |
Sergio Gª |
E-M |
3:44:33 |
3943 |
952 |
Víctor |
C-M |
3:55:33 |
5320 |
1010 |
Manolo Gª |
J-M |
4:23:22 |
8646 |
47 |
Naxete |
– |
4:23:22 |
– |
– |
Commedia |
– |
5:05:38 |
10887 |
– |
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