Sobre el respeto (1)

¿ Alianza de civilizaciones o de civilizados ?

¿ Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera que sea –
que no respeta la libertad de conciencia?

¿ Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera que sea –
que establece diferencias humillantes entre el hombre y la mujer?

¿Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera que sea-
que condena a la lapidación a cualquier mujer adúltera?

¿Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera  que sea-
que lleva a sus practicantes a torturarse y mutilarse?

¿Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera que sea –
cuyos líderes condenan a muerte a un escritor por hablar de su profeta?

¿Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera que sea –
cuyos seguidores en nombre de su dios matan y mueren?

¿Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera que sea –
cuyos defensores arrancan confesiones bajo tortura?

¿Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera que sea –
cuyos paladines bombardean, invaden y roban riquezas y vidas?

¿Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera que sea –
que mutila órganos sexuales femeninos o masculinos?

¿Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera que sea –
cuyos representantes condenan en las relaciones sexuales
el uso de protección para evitar el SIDA?

¿Tenemos que ser respetuosos con una religión – cualquiera que sea –
cuyos ministros bendicen las cruzadas?

¿Tenemos que ser respetuosos con todas esas religiones?

…Si hay algo respetable…
no son esos dioses ni esas religiones – cualesquiera que sean –
…si hay algo respetable…
son las personas.
Pero ¿ por qué  las ideas, religiosas, políticas, económicas, filosóficas…?
¿Cómo vamos a respetar ideas – cualesquiera que sean –
que no son respetuosas con las personas?

Yo, desde luego, ni las respeto ni quiero respetarlas.

 

José Luis Simón Cámara.

San Juan, 15 de febrero de 2006

——–

(1)   A propósito de algunos artículos e intervenciones que han aparecido estos días en los medios de comunicación hablados o escritos, demasiado comprensivos, pusilánimes o timoratos, no todos afortunadamente.