Ubi sunt los sindicatos?

Ni que Font de Mora fuera Marlon Brando.

No me refiero, claro, a la belleza física de la que no somos dueños sino a la cara como espejo del alma.

Todo Occidente en defensa del caricaturista danés por sus dibujos sobre Mahoma y ahora, en el reino de Taifas valenciano, no se permite darle la vuelta a la foto del conseller.

Reivindicamos el derecho a poder pintar a cualquiera con bombas en el sombrero y no se puede tolerar un papel clavado al revés en las paredes de un centro de enseñanza donde entre otras cosas, como la tolerancia, se enseña a relativizarlo todo.

Es más grave una cara al revés  pegada en la pared que el menosprecio a miles de enseñantes estos años dictando leyes sacadas de la manga como si de un ilusionista se tratara.

Vergüenza debería sentir el querellado de saber que por su gracia castigan sin empleo ni sueldo al director de un centro que dedica a su servicio muchas más horas de las pagadas.

¿Y los centros escolares, dónde están?

¿Cómo no los han empapelado enteros con la foto al revés?

¿Cómo no he visto a los padres protestando en la calle porque sus hijos no van a los centros?

¿Dónde está el apoyo a un compañero sancionado por el ejercicio de la libertad en su centro?

¿Dónde están los sindicatos?

Que no  digan que van a interponer recursos.

Que no digan que van a movilizar.

Que no digan que no creían…

No vale que como la iglesia, saque  500 años después del fuego del infierno a Galileo.

Ocupados como están  en otros temas, como el reparto de prebendas, quizá no lo  han sopesado .

No valen explicaciones.

Esto no debía haber pasado.

 

José Luis Simón Cámara

San Juan, 17 de febrero de 2010