… o como organizar una buena carrera por cuatro duros.

Algo está cambiando en las carreras de montaña, lo venimos comentando los que somos asiduos a estas pruebas. Que se están popularizando es algo que es fácil de comprobar: hay pruebas para elegir cada fin de semana, de todas las distancias, con licencia y sin licencia, con inscripciones caras y baratas. Miras el calendario y ya te entra el agobio, ¿a cual me apunto?, y no te digo nada si abres el Facebook ¡maldito invento! -voy a comprar acciones ahora que va a salir a bolsa-. Todo son propuestas y si no hay carreras se inventan, pero es que además si te despistas un poco te quedas sin plaza. [batallita] Uno se acuerda, hace ya unos años, cuando acudíamos cuatro gatos y estaban sólo las de la liga, Montcabrer, la maratón de Gata y el circuito de la Foia [fin de batallita].

No veo mal que se popularicen, nunca han sido para élites, yo soy testigo de eso 😉 , pero veo un efecto contradictorio y otro que quizás, a medio plazo, vaya en contra de estas pruebas.

Respecto al primero me pregunto, ¿cómo es posible que con tanta oferta de pruebas encuentres precios de inscripción desorbitados?. Con pruebas de distancias similares, bolsa de corredor del mismo estilo, cronometraje, chip, avituallamientos, señalización, etc., la inscripción puede variar de los 10 € a los 25-28 € para las cortas (20 km) y de 25 € a 40 € para las largas (40 km, los trails y los ultratrails los dejaremos para otro momento). Como nunca he participado en la organización de una prueba me es difícil hacer valoraciones, pero pensemos en algunos posibles motivos: ¿existencia o falta de patrocinio sea público (ayuntamientos principalmente) o privado (marcas comerciales, empresas locales)?, ¿la organización debe pagar algún canon?, ¿sirven estas pruebas para financiar alguna causa deportiva o de otro cariz?. Creo que sería bueno que esto se normalizase y los precios de inscripción se ajustasen al mínimo sin recortar, -no hubiera querido utilizar esta palabra-, la calidad y elementos obligatorios que exige el reglamento de carreras de montaña respecto a seguridad, avituallamientos, señalización, etc.

También me pregunto si es bueno que nos encontremos con inscripciones de 400-500 corredores para una carrera de montaña. Primero por el impacto ambiental que suponen el paso de mil zapatillas por sendas estrechas, después por los atascos que se producen en ocasiones. Además supongo que la organización deberá tener en cuenta que no es lo mismo un avituallamiento para 200 que para 400 corredores, que los temas de seguridad habrá que ajustarlos en consecuencia, las probabilidades son las probabilidades y si con 200 tienes dos esguinces, cinco caídas, 10 retirados por lesiones, etc.,  para 400 tienes que calcular las asistencias proporcionales.

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El debate está abierto, lo dejo ahí.

Vamos con la carrera de hoy.

Séptima edición de esta prueba, asentada en el calendario, buena organización, buen recorrido, versión para marchadores, con 22 km y 1.250 m de desnivel positivo acumulado. Nos gustó desde la primera edición y le hemos sido fieles año tras año.

Casas del Señor casi siempre nos recibe con fresco, es lo que toca a primeros de febrero, pero este año más por coincidir con la ola de frío. Uno o dos grados sobre cero y un vientecillo que nos hace salir del coche con los guantes y el buff calado hasta los ojos. Un equipo Ñ numeroso pero con ausencias notables. Llegamos dispersos pero nos vamos agrupando en la zona de dorsales, mientras Juanmi y Edu montan la pancarta en un lugar bien visible, que no se diga. Muchas caras conocidas, caras de frío. Siempre hay unos momentos para charlar un rato, tomar un café, hacernos unas fotos.

Cambio de vestuario, en este caso no hay duda, bien abrigaditos. En la zona de calentamiento veo a la gente más activa y el speaker habitual nos prepara para la salida. Calculo unos 400 corredores, muchas bajas me parecen sobre los 475-500 inscritos. Salimos puntuales, por suerte hace solecito, pero enseguida nos metemos por la umbría y hay sendas que conservan un poco de nieve en los márgenes. Tras el primer atasco, llega la primera de las bajadas y la carrera se estira. El recorrido es el mismo de los últimos años, tres subidas, la primera nos llega en el km tres y medio.  Bajada rápida por la pista de hormigón y descenso continuo, sendas, bosques, una parte muy divertida del recorrido. Tras el avituallamiento del km 8 empieza la subida más dura del recorrido, buenas pendientes, fila larga como hormigas, a cuatro patas en la parte final, donde el “cornudo” de este año nos premia con unas gominolas. Un rato de cresteo técnico y descenso hasta el avituallamiento del 12. Allí se inicia un bucle que nunca me ha gustado porque se me hace largo y porque la tercera de las subidas termina pasando factura a las piernas. El sol se tapa y hace casi más frío que al principio. El bucle se cierra en el km 18,5 en el mismo avituallamiento y aquí ya sabemos que todo es descenso hasta la meta. Todo pista, más viento, cielo cubierto, parece que incluso vaya a llover pero lo que veo es algún copito. Llegada a meta. La barra que montan en la plaza está superanimada, las parrillas a tope, en una esquina veo a Antoñito “emporronao”. Tras un obligatorio cambio de ropa, nos reagrupamos en la plaza y mientras compartimos unas bebidas y algo de comer, comentamos la carrera con los amigos y hacemos propuestas sobre la siguiente. No tenemos remedio. Empieza a nevar con fuerza y el frío, ayudado por el viento, se te mete en los huesos. Se tercia una retirada.

Felicidades a la organización, edición tras edición demuestra que se puede organizar una buena carrera por cuatro duros (de inscripción).

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[Puedes descargar este track en formato GPX y KMZ] Este es el recorrido y el perfil registrado con un Garmin Forerunner 210. Las marcas aparecen cada tres kilómetros. Para ver el mapa a pantalla completa, haz clic en la lupa roja del margen izquierdo. El perfil está dibujado con el programa Perfils. Haz clic sobre la imagen para ampliarlo. View at Picasa

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