San Fermín Marathon – Pamplona (28-Junio-2014)

Como dice la canción “… A Pamplona hemos de ir con una media y un calcetín …”, en esta ocasión nos hemos reunido más de 3000 personas con 2 calcetines, y muchos con 2 medias, pero compresoras…

Mi amiga Idoia me dijo de correr esta maratón, yo no estaba muy por la labor, que este año ya iban a ser 5 y con eso para mi más que de sobra, pero mi madre me dijo que porque no corría, que ella no conocía el norte, así que bueno aprovechando que tenía unos días de vacaciones que gastar, vamos a pasar el fin de semana para el norte, como alguno le llamó “maratón de Mordor” (aunque para mí mucho Mordor no fue), supongo que será por el perfil…

Organizando viaje en tren (si se puede, hay que ser respetuoso con el medio ambiente) y así aprovechando el camino con parada en Madrid para ver el Rey León (espectacular para quien no lo haya visto) llegamos a Pamplona el viernes, la carrera es el sábado y en la ciudad hay mucho ambiente de fiesta (semana pre San Fermín) pero ninguno de maratón, es que ni un cartel…

Pamplona es una ciudad pequeña pero preciosa (siempre que no vayas en San Fermín) tienen un casco antiguo cuidado y bonito, unas murallas y ciudadela muy bien conservados y una cantidad de parques estupendos para correr, tienen editado hasta un folleto que se llama Running Pamplona :), y las personas son muy amables, y los pintxos exquisitos jajaja.

Para los llegados de fuera (me dijo más de una persona extrañada ¡¡desde Alicante vienes a correr!!!) habían habilitado la posibilidad de recoger el dorsal en la Plaza de Toros de 10 a 14, pero hasta las 10:30 no se pudo entrar, así que aprovechando para ver a amigos de esto del running de Alicante como Paco Esplá (uno de los causantes que yo volviera a correr) y Doris, recogida del dorsal sin problemas (bueno lo único, que me dijo Idoia si a otro loco de los maratones que se había quedado sin dorsal a ver si le podían hacer el cambio, pues se inscribió a la media, y nada de nada, que estaba muy claro que no se podía… en otros aspectos no cumplieron tanto el Reglamento).

Poco más había en la Plaza de toros, a parte de recoger el pañuelico que habían hecho para la ocasión, y que en mi opinión no muy acertado detalle mandaron un mail para si lo querías comprar por 9 euros, ya que era la San Fermín maratón (al final el nombre se quedo sólo en la entrada y la fecha supongo) lo podían haber regalado, pero bueno…

Como dos semanas antes de la carrera algo me he hecho en el costillar, Noé intenta hacer lo posible por mejorarlo, pero esta vez su magia no funciona, no respiro bien y me duele/molesta sobre todo acostada por lo que llevo un par de semanas durmiendo poco y mal… para colmo de males el sábado me levanto mal, con un dolor de cabeza monumental y mal de cuerpo, tras comer un plato de pasta me encuentro mucho peor, y tengo fiebre, así que a la farmacia a ver si con una aspirina se me pasa, como será que hasta mi madre me dice en el hotel “no vayas” (ella que siempre esta venga corre, sabe como lo pasé en mi operación y posterior lesión)… pero bueno esta carrera es de dar mucha vuelta así que si me encuentro que no voy me retiro y ya está (además tengo en la cabeza la “recomendación” de Leticia, que le voy a hacer caso si veo que voy muy mal me retiro, lo prometo).

Bueno a la carrera (que luego Fernando me dice que me enrollo mucho)… estamos en el hotel Maisonave muy cerquita de la salida (aunque en Pamplona todo está cerca), no sé que camiseta ponerme, porque hace un día desapacible, viento, y como es nocturna supongo que cada vez será más fresco, por lo que me pongo una camiseta que tengo para entrenar y el pañuelo (y menos mal, porque todos mis males venían de la garganta)… y para la salida en la Plaza del Castillo.

Ahí veo a Idoia, a Rapa Nui, a Javi, a Iñaki, y busco a Paco que me ha dicho que va a salir a 5 y voy a salir con él, veo rodando a una chica que le digo a mi madre “ésta es la que va a ganar”, fina fina… Nos dan una pulsera de luz, que a mí me viene gigante pero que hay que ponérsela para estar señalizados (hay zonas en las que fuimos un poco a oscuras) y tras el cántico de San Fermín a correr…. Salimos y ya de salida pierdo a Paco, un chico me pega un empujón que me sienta bastante mal, más que nada porque me pega el empujón solo para ponerse delante cuando lo paso 100 metros después, bueno veo a Paco delante y voy a por él, que si iba a salir a 5’ yo voy muy lenta, cuando lo cojo me cuenta por donde vamos pasando avenida del ejército que el hizo allí la mili, y km 1, 4:36 canta, muy rápido creo, bajamos un poco, pero el baja más y yo sigo a ritmo de 4:40/45, que todo el mundo dice que el circuito es muy duro, sobre todo la segunda media… pero en ese momento paso a la chica que yo pensaba que iba a ganar, ya frenaré yo supongo… nos sacan hacia un polígono industrial, donde adelanto a Ricky Abad (va de pamplonica total), para luego retornar por un camino precioso al lado del río Arga, antes subiendo y bajando uno de los puentes súper bonitos (y un poco rompe piernas) que se pasa por el circuito… de respiración voy fatal porque no puedo respirar cómoda ya que si lo hago me duele mucho la espalda, así que música un poco alta que no me oiga yo a mí misma dar bocanadas :(.

Km 11 y ahí esta uno de los puntos críticos de la carrera, nos juntan con los de la media maratón, y toca adelantar a personas que llevan un ritmo inferior al nuestro, encima yo que iba sola pero con referencia de un grupo de delante claro pierdo toda referencia… en otras carreras ponen una bici para los 3 primeros aquí toca hacer zigzag (había zonas bastante estrechas, tengo un recuerdo en forma de arañazo en mi cara) e ir pidiendo paso, menos mal que la gente sabe que es esto y la gran mayoría se va a apartando… Vamos siguiendo el río Arga, pasando puentes subiendo cuestecillas (bueno hay una de unos 800 metros que hay que hacer con tranquilidad), y ya estamos en el km 21 (la media no la ví marcada) 1:37:00 y a parte de lo de las costillas y la respiración no me encuentro mal, así que venga a ver que sale en la segunda parte… nos hacen pasar por plazas, una zona en obras (gracias al chico que decía cuidado con el salto), zonas con bolardos, vamos una experiencia.

Km 28 más o menos pasamos por la zona de la Noria que ponen para San Fermín, así que la Plaza del Castillo debe estar cerca, es el km 30 y donde nos separan de los de la media, en la plaza público animando de lo lindo (lo mejor de la carrera los voluntarios y el público), aunque hace fresco y ha empezado a llover hace un ratico, ahí están animando…

Y tras la separación de la media y volver a salir a las afueras de Pamplona, soledad total, delante algunos corredores a los que voy adelantando, aunque mi idea era quedarme con alguno de ellos, el venir de atrás hace que vaya más rápido, en alguna zona despiste por no saber por donde es, pasamos unos túneles donde me acuerdo de Iñaki se debe de haber tenido que agachar si o si, porque te das casi con la cabeza y él es muy alto… y llega la zona más bonita de la carrera para mi, es de noche, llueve fuerte y atravesamos la Ciudadela, una luz violeta hace que me parezca que entramos en el castillo de un cuento de hadas, con los cañones a los costados,

en la ciudadela no hay nadie y salimos por una zona iluminada ténuemente, salimos rodeamos su muralla por el carril bici (donde hay personas que van de fiesta y estas sí que no se apartan 🙁 ) y ya enfilamos para la Plaza del castillo, km 40 recuerdo para Angelín que volverá en breve a ponerse dorsal maratoniano, y solo quedan 2 km por el centro histórico de Pamplona, calle nueva y aquí otro de los aspectos que no se cumplieron en vez de bajar por la Estafeta bajamos por Chapitela, para pasar por la Plaza del castillo, por Carlos III, pasar por la curva de telefónica con las vallas que salen en los encierros y eso sí entrar en la Plaza de Toros…

La llegada pues como que parece que no se la esperaban, yo con mucha alegría por ver a Marta de la familia Unzu (que ya me extrañaba a mi no verla 🙂 ) y me dicen si me puedo poner para atrás para hacer la foto de llegada, así que bueno para atrás… que si pueden hacerme una entrevista, etc… Llegada en 3:14:09 que me deja un muy buen sabor de boca, porque no estoy para hacer ni 3:20 y hago esto, yo ya no entiendo nada de mi cuerpo… la bolsa del corredor muy buena con productos de la tierra, y nos cuelgan la medalla…

Vuelta a la plaza de toros para la entrega de premios y la alegría de saber que Iñaki (del foro de los maratonianos) ha ganado el maratón… En la plaza de toros no hay casi nadie, y al cabo de mucho tiempo empieza el caos de la entrega de premios, no se sabe ni cuando los dan ni como los dan… van llamando como les da, de uno en uno hay que subir a un escenario enrome y en una esquinita te dan una medalla, esquinita que ni siquiera era posible ver desde donde estaba el público pues había una fila de fotógrafos :(), de color oro eso sí, y ale ya esta (en el Reglamento ponía que había trofeos, supongo que se quedaron en el mismo sitio que la cena que de los que conozco nadie vio donde era 🙁 )… de verdad que no corro por los premios, pero que tras correr un maratón con una organización a lo grande (la fiesta era un súper escenario con DJ que luego me entere que era el Pulpo, o sea que se lo traen de Madrid)

que te den una medalla deja mucho que desear, bueno más bien creo que no saben o no han valorado lo que es un maratón, por cierto que si lo que querían era hacer una fiesta para todos, como me dijeron, la supuesta fiesta (pues no había nadie) terminaba a la 1, o sea justo el tiempo que daban para terminar, los últimos tienen el mismo derecho que los primeros (cuando salí ya habían hasta retirado las mesas del avituallamiento y quedaban personas por llegar 🙁 )… muy bien para una carrera de 10 km, no para un maratón.

Las personas que me preguntaron al día siguiente que me habían dado de premio y les decía que una medalla alucinaban, máxime cuando al día siguiente en la carrera del encierro había unos trofeos preciosos, representando a San Fermín, me han dicho que van a tomar nota para el año que viene (para mi el “mal” ya esta hecho).

Así que circuito bonito, y aunque a mí no me pareció duro, parece que sí lo era, el público y los voluntarios de nota… el resto pues me quedo con el fin de semana donde vi a mucha gente a la que aprecio como Idoia, o Paco, como a mi amiga Ana que me dio una alegría enorme verla tan feliz…

Y esta vez no me extiendo con los agradecimientos, millón de gracias a todos vosotros, mi familia, mis amigos (Viky que buena charla por la noche 🙂 ), mi grupo de A To Trapo (Juanma que siempre esta ahí), los maratonianos por el mundo, los compis de trabajo… pero sí en especial a José Luis porque el chip me cambió cuando leí su mensajillo (vaya fe que tiene en mí y eso que lo llevo de cabeza), a Noé porque en plenas fiestas me hizo hueco para ver si me arreglaba la espalda, y esta vez quiero mencionar a tres personas que siempre olvido y mira que son importantes, Pitu, Carlos y Toni (de Nike Store) que me “avisan” si hay algo para correr, que yo no tengo patrocinadores de ningún tipo, y las zapas cuestan un Potosí y gracias a ellos me entero de las súper ofertas, y voy alargando la vida útil de mi rodilla…

Gracias a todos, un lujo saber que hay gente que apoya esta locura… ya son 29, el próximo el 30, lo que no se si será en Francia o será antes 🙂

Enlace al álbum con todas las fotos

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Pili FEM 3:14:09 57 1

Por la Sierra de Menejador y el camí dels geladors (29-Junio-2014)

Este domingo queríamos hacer un entreno por la sierra de Menejador y pasar un rato agradable y a la vez disfrutar de la montaña. Quedamos a las seis de la mañana en el cementerio de Alcoi y allí nos congregamos un buen grupo de corredores, doce para ser exactos lo cual hacía más interesante y divertida esta ruta. Nada más salir Antonio puso la directa y enfiló hacia el santuario de la Font Rotja, menos mal que le echamos el lazo y regresó con el grupo.

Tras cruzar la vía verde empezamos la subida con más desnivel por la umbría de la sierra hasta la ermita de San Antonio.

Tras cambiar de vertiente divisamos Ibi y las sierras dels Plans, Carrasqueta, del Cuartel y del Madroñal.

Nos detuvimos tras una curva para hacer una foto que ya tiene solera y que nuestro fotógrafo oficial Juanma nos inmortaliza cada vez que pasamos por allí.

IMG_6050El tiempo nos acompañaba ya que estaba nublado y soplaba una agradable brisa que hacía agradable la trotada.

Tras pasar por Pla de Ginebrar, ya en la cresta, encaramos por pista dejando el desvío hacia la cumbre a la derecha y descender por el barranco de Simarro hasta divisar el Mas del Canyo y su nevero bien restaurado con la bóveda cerrada. Continuamos por la ruta del Geladors pasando por la cava Simarro cubierta de hiedra y tras ella llegamos a la cava de la Noguera donde pasamos por la fuente sin agua por la escasez de lluvia y tras un pequeño ascenso llegamos a la pista que lleva a la cima. Pasamos por la cava Coloma ya descendiendo hasta el Mas de Tetuán y metidos en el carrascal de la Font Rotja un valioso bosque de carrascas, arces y fresnos y que en el otoño adquiere los tres colores por los árboles de hoja caduca y que merece la pena verlo.

IMG_6067Hicimos una parada en el mirador antes de coger la senda del barranc de l’infern donde el bosque casi no deja entrar el sol y llegamos a la font del rossinyol donde tampoco pudimos refrescarnos.

Tras cruzar la carretera que lleva al santuario, improvisamos por un camino particular y tras una bonita excursión monte a través donde alguno se llevo algún arañazo con la aliaga y la coscoja, enlazamos con la senda del elefante que el año pasado nos enseñaron nuestros compañeros de Alcoi, una preciosa bajada donde uno se deja llevar, vi pasar a Josemi cual rebeco por el monte y desaparecer en segundos.

Alcanzamos la carretera y tras dos kilómetros llegamos a los coches. En total algo más de cuatro horas para hacer 27 km.

Para acabar la jornada tomamos un refrigerio en el poli de Alcoi donde charlamos sobre los próximos retos a realizar.

Un saludo

Ramón

[Puedes descargar este track en formato GPX y KMZ]

Este es el recorrido y el perfil registrado con un Garmin Forerunner 210. Las marcas aparecen cada 5 kilómetros.

El perfil está dibujado con el programa Perfils. Haz clic sobre la imagen para ampliarlo.

Irak

¿Hemos olvidado cuando hablamos de Irak que nos referimos a la antigua Mesopotamia, origen de nuestra civilización, donde se desarrollan, como cuenta el poema de Gilgamesh, las primeras venturas y desventuras de los hombres escritas en tablillas de arcilla, y, años después la Biblia, que sitúa allí el Edén o paraíso terrenal donde vivieron hasta su expulsión por Yavé, Adán y Eva? Ciudades tan hermosas como Nínive, junto al Tigris, donde el dios de Israel envió al profeta Jonás, tragado por una ballena al negarse a censurar los pecados de la población por miedo a sus represalias, o como Babilonia, la de los jardines colgantes, junto al Éufrates, la ciudad que enamoró al joven emperador Alejandro, o Bagdad, la de las mil y una noches.

¿Quién sembró junto a las semillas de las que germinó el trigo y la cebada, las del odio al contrario en cualquiera de sus variantes, lingüísticas, raciales, religiosas, para que muchos siglos después aquellos fértiles ríos sigan viendo sus aguas enrojecidas por la sangre?

Que la solución de sus problemas actuales pase por la creación de una entente política laica en un país tan radicalizado por las religiones la hace poco menos que imposible. La brutalidad, hace ya 5.000 años, de Gilgamesh con su pueblo, que provocó la creación por los dioses de un rival, Enkidu, que le parara los pies, se queda pequeña con la que se gastan los actuales contendientes. Atentados suicidas indiscriminados con la esperanza del premio en el más allá, matanzas masivas de jóvenes, ancianos y niños, cadáveres amputados por las cunetas. No sabemos aún si tanta sangre servirá para acrecentar las bolsas de oro negro que se acumulan en el subsuelo de esa tierra donde nuestros antepasados aprendieron a cocer ladrillos para construir murallas y donde cocieron también el trigo para hacer el pan, alimento elaborado que nos diferencia de los animales; esa tierra donde aprendieron, quizá fue el azar, a fermentar la cebada y elaborar la cerveza que, bebida en abundancia, desató la lengua del salvaje Enkidu, ya algo humanizado por el contacto con la hieródula que le mostró sus encantos en la ribera del río, donde acudió a beber agua con la manada de animales.

Quizá estas gentes de ahora, fanatizadas por los distintos dioses y profetas ¡Dios nos libre de ellos!, necesiten de muchas hieródulas para domesticar sus instintos asesinos, y en lugar de celebrar ramadanes convenga instalar en el desierto tabernas, donde muchas nuevas Siduris, les inviten a beber al menos 7 jarras de cerveza y saborear los pequeños placeres de esta vida, nada sabemos de la otra, y les hagan olvidar sus pretensiones de cazar infieles, como Saulo en la otra orilla del teísmo. ¿Por qué se empeñan algunos en que hacen falta los dioses y además, solo los suyos? ¿Acaso no estamos bien nosotros solos, acompañados de quienes queramos, visibles, palpables, audibles? ¿Necesitamos inventarnos a alguien con las características que se nos ocurren? ¿Y ese alguien además nos dice lo que tenemos que decir, hacer, no decir y no hacer? Una de las pocas cosas inteligentes que he oído últimamente decir a un jefe de una de las muchas iglesias que proliferan por el mundo es “¿Quién soy yo para juzgar a nadie?” Pues eso. Yo me iría encantado a Mesopotamia, con la esperanza de encontrarme en la ribera del Tigris o del Éufrates a una de aquellas amables hieródulas, si es que aún existen, si es que alguna vez han existido, pero la sola imaginación de que bajo el burka apareciese, en lugar de aquel regalo, un guerrero de Mahoma en cualquiera de sus versiones, me horroriza hasta el punto de consolarme con la contemplación de la tablilla del diluvio que puedo observar serenamente en una sala del Museo Británico sin estar expuesto a más sobresaltos que el aviso de la hora de cierre del museo. ¿Quién diría a Darwin que la evolución puede también ser a la inversa? ¿Que la humanidad puede hacer progresos y también regresar a las épocas más oscuras de su historia, a épocas anteriores a las cavernas? En cualquier caso, creo que los dioses han ayudado bien poco a que la historia se desarrolle hacia adelante, porque todos los dioses piden sacrificios humanos. Quizá la solución esté en sacrificarlos a ellos que a lo largo de la historia han dado tantas muestras de ser odiosamente inhumanos. O tampoco.

José Luis Simón Cámara.
San Juan, 25 de junio de 2014