Circuito de la Marina Alta 2017

Lo primero es pedir perdón por la tardanza de esta crónica que se me había olvidado y con la llegada del verano el trabajo se incrementa y no encuentras tiempo.

Vamos a lo realmente importante. Como sabéis llevo varios años realizando este circuito y es muy completo para mantenimiento.

Actualmente el circuito consta de 12 pruebas que suelen empezar en febrero y acabar en junio. Si contamos son cinco meses, pero realmente son tres pues hay semanas que se interrumpe el circuito. Así nos salimos de la rutina habitual de entrenamiento y si no puedes asistir alguna de las pruebas no pasa nada con hacer cuatro o cinco ya amortizas lo que has pagado por las 12 pruebas.

Las distancias suelen ser de 10km y los recorridos son variables, unos con más cuestas que otros. Destacaremos la carrera del Poble Nou de Benitachell, este año es la primera vez que la hago, por la cantidad de cuestas y además porque son muy exigentes. Este año solo he podido realizar la mitad del circuito: Xabia, Denia, El Poble Nou de Benitachell, Teulada, Jesús Pobre y Benisa. Así que no he hecho una gran temporada como el año pasado, pero ahí estamos trabajando para la próxima.

Os animo a participar, se vive un gran ambiente, unos 1800 participantes además de las incorporaciones individuales de cada carrera.

Eso es todo, no se olviden, sean felices, sigan corriendo porque correr es placer.

Gran Trail Aneto-Posets 2017 (21-Julio-2017)

Un pirineo extremo, un recorrido infinito.

Bienvenidos al rey del Pirineo. Altivo, con sus glaciares resistiendo al calentamiento global y sus verdes prados, y sus pinos, y su agua rebosando por cualquier rincón incluso en un año de sequía.

Pues allí nos fuimos dos cuñados bienavenidos, Jose Francisco Gosalbez Iborra (Gosa) y Jesús Santana Ródenas (Jesús jr), con nuestras incondicionales familias a enfrentarnos a un nuevo reto. A un reto formidable, que nos pondría a prueba durante más de 33 horas (con dos noches interminables incluidas). Pero vayamos por partes…

Antes de correr…

Después de haber entrenado este año lo que honradamente hemos podido (siempre menos de lo que nos gustaría), nos embarcamos rumbo a nuestra primera ultra trail pirenaica: 110 km y 6500 m de desnivel positivo. Instalamos nuestro cuartel general en la Casa la Viña de Chía a 15 km de Benasque (más o menos 15 minutos en coche).

Ya tenemos el dorsal y hemos pasado un exhaustivo control de material obligatorio. Hemos firmado un documento declarando que no haremos ningún cambio en la mochila después de la revisión. Nos han puesto un localizador GPS que permitirá seguirnos y saber en todo momento por donde vamos.  Damos nuestro primer paseo por la villa medieval de Benasque, que sería un Chamonix en nuestro país, aunque menos glamuroso y más familiar.

La salida.

Después de un día en el que no parecía pasar el tiempo, entramos en el corralito un poco antes de las 12.00 de la noche. Somos de los primeros en entrar, ya estamos ansiosos por salir. Poco a poco van llegando el resto de los 300 y pico compañeros de aventura. Suena la música, se desgañita el spiker, nos brillan los ojitos, estamos muy ilusionados. El pueblo entero está en la calle, mezclado con nuestras familias y nos arropa. Se apagan todas las luces, encendemos los frontales y salimos por la calle principal repleta de público, aplausos y ánimos… La salida del Gran Trail ha sido uno de los momentos más emocionantes en mi vida de corredor.

La primera noche.

Después de tan emocionante salida y casi con lágrimas en los ojos, la oscuridad de la noche nos devuelve de golpe a la realidad, Ay madre, ¿dónde nos hemos metido?

El nudo en el estómago no es una frase hecha delante de tantos kilómetros, collados, subidas y bajadas… Pero no hay mucho tiempo de pensar ya que tenemos que pasar el primer corte en la Renclusa a 20km y no podemos despistarnos o adiós aventura. La verdad es que salimos más rápido de lo que había calculado, muy concentrados y con las fuerzas intactas. Corremos en todos los sitios en los que se puede y pasamos por los Baños de Benasque en poco más de una hora. Aquí vemos a nuestra familia animándonos por última vez hasta mañana por la tarde que volvamos a pasar por Benasque.  Aquí empieza la lluvia que nos acompañará 5 o 6 horas para darle épica a la carrera. Qué poco apetece mojarse al principio de la noche sabiendo que esto nos hará pasar frío según ganemos altura. Pasamos el corte en el refugio de la Renclusa con desahogo (más de una hora antes del cierre). Un caldito calentito (Aneto, por supuesto), cambio de ropa y después de una bajadita a la zona de Aigüalluts comienza la temida subida al Collado de Salenques. Es larga y pendiente, por un caos de bloques graníticos que dificultan la progresión. Pienso en cómo habrán pasado los primeros casi volando, sin apenas tocar el suelo y la verdad, me cago en mi suerte tratando de no resbalarme con las rocas mojadas por la lluvia. Afortunadamente el granito es áspero como un demonio y la suela se agarra bastante bien.  Amanece en el Collado de Salenques con las nieves del Aneto a la espalda, imposible contar tanta belleza con palabras. Tendrás que ir para verlo tú mismo.

La vuelta al Aneto.

Hace frío. No hay tiempo para la poesía, ni para hacer fotos. Sacamos los guantes, bebemos un poco y tiritando devolvemos una palabra amable a los voluntarios que están controlando este punto de paso. Dos horas antes del corte, y encima se ha hecho de día. Enfilamos una bajada técnica con más bloques de granito y hacia el siguiente collado. Lo superamos por fin y empezamos a transitar por una zona de ibones. Estamos en la alta montaña, por encima de los 2.700 metros y estos lagos son una maravilla. ¡Qué grande es esto y que pequeños nosotros! Paramos algo en el refugio de Llauset y disfrutamos un poco del margen de tiempo que llevamos de adelanto sobre los cortes. De aquí al Collado de Vallibierna una nueva subida empinada. Luego bordeamos dos nuevos ibones que son espejos relucientes. La bajada al refugio de Coronas es pedregosa e incómoda, pero todo se acaba. En este avituallamiento, como en casi todos, varios corredores se retiran reventados y se justifican entre sí los motivos de su retirada. Lesiones, llagas, diarreas… La mitad de los 330 corredores que tomamos ayer la salida se retirarán en algún punto del recorrido.

En Coronas empieza la subida a la Tuca de Estibafreda 2.800 m, que es una novedad en la edición de este año y que nunca se había hecho. Bosque, prados y la luna. La parte final de lo que llaman Sierra Negra recuerda a estar en la Luna o a subir un volcán en los Andes. Es un pedregal inmenso de roca oscura y rojiza con una pendiente considerable. Coronamos y al otro lado del valle se levanta el macizo del Aneto, puesto ahí para que nosotros disfrutemos de su vista. Descendemos el cordal y de aquí a Benasque hay casi 2.000 m de desnivel negativo que acaban por hacerse pesados.  Muy pesados. Casi llegando al río Ésera nos adelantan los primeros corredores de la vuelta al Aneto. Son dos que van charrando entre ellos como si tal cosa…, llegaron juntos a meta después de hacer todo el recorrido juntos.

Hace calor. Llevamos más de 14 horas de carrera y se nos atraganta un poco la llegada al pueblo. En cuanto pisamos sus calles la gente se vuelca en animarnos como si estuviésemos llegando a meta y fuésemos los ganadores. Nos llevan en volandas hasta el polideportivo, allí nuestra familia nos recibe como héroes y nos preguntan 1000 veces que necesitamos, que queremos comer, cómo estamos… Cogemos la bolsa de vida, nos duchamos y cambiamos de ropa.

Estaría bien que la carrera se hubiese acabado aquí, pero aún queda la vuelta al Posets…

La vuelta al Posets, la segunda noche.

Salimos camino al Molino de Cerler por un umbroso bosque con hayas por el que nos cruzamos con cientos de corredores de la Maratón de las Tucas. Nos animamos mutuamente, aunque ellos nos suben la autoestima llamándonos héroes, titanes… Es una experiencia curiosa. Bajamos a Anciles y a Eriste, últimos puntos donde nuestra familia nos espera para animarnos. Aquí comienza un ascenso de 1.800 m positivos en los que nos caerá la noche encima. Armados de valor subimos al refugio Ángel Orús. El paisaje es maravilloso, remontamos un caudaloso río de montaña rodeado de cascadas y saltos de agua. Alguno de ellos muy alto y espectacular. Del refugio en adelante otra vez noche, frío y soledad. Nos agrupamos unos kilómetros con tres compañeros y la conversación ameniza un poco el tramo. De repente, empieza a soplar bastante viento y hasta escuchamos oleaje cuando bordeamos un ibón que no vemos pero sí oímos. La subida al Collado de la Forqueta es directa y explosiva, pero hace tanto frío que no podemos pararnos a esperar a nuestros compañeros y de nuevo estamos mano a mano el Gosa y yo. Una luz nos guía al collado, allí los voluntarios de protegen del frío abrigados hasta los ojos. Nos dan ánimos que se agradecen bastante y un caldo o un café caliente que también se agradece.

El descenso de la Forqueta o collado de Eriste es terrorífico. Gran pendiente, piedras sueltas y en medio de la oscuridad se adivinan unos barrancos fenomenales. Mal sitio para tener vértigo. Pero, por suerte (o no) también se acaba y viene un tramo interminable y aburridísimo hasta el refugio de Biadós. Aquí empieza mi sufrimiento particular, me entra un sueño tremendo y tengo que luchar todo el tiempo para no dormirme. Se alivia algo corriendo o hablando, pero los cuerpos y las cabezas ya no están ni para correr ni para hablar mucho. Descansamos un rato en el refugio de Biadós conversando con los voluntarios, amables y atentos. En todo el tiempo que llevamos de carrera nunca les hemos visto ni una mala cara, ni nos ha faltado una palabra de ánimo. Si al final conseguimos llegar a meta, ellos y ellas tendrán mucho que ver.

Aquí se nos une un corredor de Valencia, que lo está pasando mal como yo por el sueño y entre los dos trataremos de mantenernos despiertos. Quizá debería de haber dormido 10 o 20 minutos en Biadós, pero no estoy seguro de que me hubiese despertado para seguir la carrera. Así las cosas, nueva subida dura e interminable al Collado de Estós. Las estacas con reflectante para señalizar son lo único que vemos en la negra noche. Nos indican por donde sigue la subida, en ocasiones parece que tengamos que subir al mismo cielo y a veces parecen estrellas desparramadas por la montaña. Me cuesta subir y seguirles el ritmo, en algún momento al quedarme solo pienso que si me desvío de la senda me caeré al barranco. Sólo deseo que se haga de día, pero para eso aún queda.

La llegada

Coronado el collado de Estós, nueva bajada, primero técnica y luego interminable por prados y aguazales. Todo el tiempo tengo la sensación de ir por terreno conocido, profundamente guardado en mi memoria, en muchos tramos es cierto y hace años que estuve por aquí, pero en otros tramos es la primera vez que paso y la sensación es la misma. Dejavú? Amanece y llegamos al Refugio de Estós. Es el último punto de control antes de meta, ahora ya se ve la luz (literalmente). Jose intenta llamar a la familia para avisarles que vamos a llegar 3 horas antes de lo previsto y que tengan tiempo de salir de Chía y esperarnos en Benasque.

Parece ser que me he quedado un momento dormido en la silla. Me espabilan mis compañeros, luego de hacerme una foto, y comenzamos la bajada por el valle de Estós con su río tributario del Ésera. Es uno de los valles más bonitos del Pirineo. Siguiendo el agua llegamos al Ésera y por él de nuevo a Benasque. A estas alturas cuesta correr, pero estamos impaciente y al menos trotamos. A la entrada nos cruzamos en un puente con los 1.000 participantes de la media maratón que acaban de salir justo ahora y que nos aplauden y abren paso entusiasmados. Qué subidón.

Bajamos por la calle principal medieval, empedrada y peatonal, se oye la megafonía de meta y nuestras familias salen a recibirnos. Entramos en meta con nuestros hijos acompañándonos y locos de contentos. Besos, abrazos y la gran sensación de haber vencido muchas dificultades y de formar un buen equipo.

Después de correr.

Mari Carmen y Jose, los dueños de la Casa la Viña de Chía nos han tratado fantásticamente y nos han hecho sentir como de la familia. (Si vuelvo a este valle sé dónde tengo que alojarme). Tuvimos la gran suerte de estar 5 días más de vacaciones en el Valle y de hacer algunas visitas y excursiones que os recomendamos. Las 3 cascadas de Cerler y la subida al Plan d’Agüalluts (de día).

Gracias Eva, Jesús, Carlos, Conchi, Conxi, Josep, Merce, Antonio, Paco, Jordi, Steven y a todos los que de alguna manera estuvisteis pendientes de nosotros.

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Gosa Veterano A 33:11:29 158 65
Jesús S Veterano A 33:11:29 159 66

V FORD-MOVILSA 10-5K Nocturnos de Mutxamel (25-Agosto-2017)

Viernes, 25 de agosto,19:00 de la tarde, 25 grados mínimo, abro el armario y me dispongo a vestirme con la camiseta de A To Trapo que hoy estreno. El calor y los excesos del verano me tientan a cambiar la camiseta de deporte por un vestido y tacón para ir al bar a tomar una cervecita fresquita. Pero recuerdo que a principios de julio acudí a mi primera Maratón de donación de Sangre y Médula (de carrera aún la tengo pendiente) donde fui afortunadamente premiada con la inscripción para la carrera nocturna de Mutxamel. Debo vestirme de sport, un premio nunca se rechaza.

Acudo a buscar a dos compañeros de trabajo, Alex Alejandra, que se han animado también a retomar el trote en esta carrera y juntos nos acercamos a recoger el dorsal. Por el camino veo a más “A To Trapo” que saludan. Algunos son conocidos, JaimeErnestoJoséGosa, su cuñado Jesús… pero a otros los veo por primera vez y me doy cuenta del gran valor que aporta la camiseta que visto “crear un ambiente familiar en un lugar no conocido”.

Recojo el dorsal y me acerco al punto de encuentro establecido para la foto oficial con la pancarta que sirve como buen recuerdo de la participación en la prueba. De ahí, los más disciplinados comienzan con el calentamiento preciso. Yo mientras tanto, doy unos paseillos y hago unos estiramientos flojos. Soy más de calentar en carrera. Pero de una u otra manera el tiempo pasa rápidamente y sin apenas enterarme se escucha la cuenta atrás y con las 9 llega el pistoletazo de salida.

Comienzo la carrera a ritmo lento junto con Alex y Alejandra, que lleva tiempo sin entrenar y decidimos ir con ella los 5 km. Por delante veo a Gosa con un amigo. Los lugareños les animan al pasar y nosotros 3 nos sentimos saludados por detrás. En el km 3 Pili anima con gran entrega.

Pasito a pasito van cayendo los km y cerca del 4 escuchamos las sirenas que preceden al que será ganador de los 10 km. Nos apartamos a un lado y vemos su cadencia de paso al adelantarnos; un espectáculo digno de observar. Seguimos con nuestro ritmo y poco más tarde nos pasan el segundo, el tercero y el cuarto. Esto no nos desmotiva. Nuestro objetivo es terminar y los aplausos y gritos de la gente al pasar se encargan de ello.

Sobre los 35 minutos de carrera, Alejandra hace entrada con el quinto corredor de los 10 km y Alex y yo seguimos, suave, suavecito, avanzando los km que nos quedan. En esta marcha adelantamos a Gosa y su amigo que mantienen una charla amena y paso constante. Vemos a Pili, que sigue ahí, animando en la subida del km 6 (cómo me gustó escuchar “vamos palentina”).

Poco después un momento de calma. La mayoría de corredores iban por delante y nos quedamos en silencio escuchando las pisadas al choque con el asfalto en una tranquila noche de verano que nada hacía pensar que estábamos en pleno mes de agosto en Alicante.

Al poco volvimos a la civilización y al empezar el km 8 nos cruzamos con José y su hija Estrella (que participaba por primera vez en carrera). Ellos ya lo estaban acabando. Seguimos nuestro paso y tras un último esfuerzo vimos la recta final de la prueba.Con la canción de Human “The killers” y los brazos en alto hicimos la entrada en meta en una hora y 3 minutos aproximadamente.

Mucho antes que nosotros había llegado el resto de corredores.

Sabíamos que nuestro tiempo no era de pódium, ni mucho menos, pero si era un gran avance para retomar el estreno (siempre está la excusa para no empezarlo) y por ello nos sentíamos satisfechos. Aunque la satisfacción del día no quedó aquí.

Se me había informado que el premio por ser la afortunada en el sorteo de la Maratón de Sangre y Médula Ósea consistía además de la inscripción de la carrera en otro detalle. Yo pensé en un detallito entregado en petit comité mientras nos hidratábamos en el avituallamiento de la carrera con los aquarius, pero mi gran sorpresa llegó cuando, previo a la entrega de premios de la carrera, con micrófono en mano Rafa Olivares hizo el correspondiente agradecimiento por la colaboración en la organización y desarrollo de la Donación al Ayuntamiento de Mutxamel, y tras ello Ernesto me entregó una estupenda Cafetera Senseo que ya ha encontrado un lugar perfecto en la cocina de la casa del pueblo.

Por todas estas buenas sensaciones sólo puedo decir que estoy profundamente agradecida y os felicito por los eventos que lleváis a cabo y en el entusiasmo que ponéis en ellos. Este año la jornada de donación fue un éxito y estoy convencida que el próximo año la participación aumentará con creces.

Un recuerdo especial al Presi Jesús que no pudo estar presente físicamente pero si lo hizo a través de las nuevas tecnologías. Un saludo.

Piedad.

5 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Eva V. VET A FEM 0:32:04 252 47
MªJosé S. VET A FEM 0:32:05 253 48
Patricia P. VET A FEM 0:34:43 283 57
Enrique P. VET A MASC 0:34:45 286 79

 

10 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Abel VET A MASC 0:36:11 11 5
Muffy VET A MASC 0:38:58 28 16
Jorge L. VET A MASC 0:40:45 45 27
Tomás M. VET A MASC 0:44:29 91 44
Ernesto VET A MASC 0:44:37 93 46
Jesús S. VET A MASC 0:44:48 94 47
Naiara VET A FEM 0:45:13 99 2
Paco G. VET C MASC 0:47:16 128 4
Jaime VET A MASC 0:49:01 152 78
Tista VET B MASC 0:48:59 162 10
Anonio S. VET A MASC 0:51:12 187 90
Rafa O. VET C MASC 0:54:02 213 8
Estrella JUNIOR FEM 1:01:32 260 1
Jota VET B MASC 1:01:31 261 19
Piedad VET A FEM 1:03:00 265 24
Gosa VET A MASC 1:09:26 268 123