Un mes ya y pico.

La verdad es que son ya muchos días de reclusión. Aunque, claro, eso depende también de quién lo diga. Porque poco más de 30 días ¿qué son para un condenado a cadena perpetua? Se echaría a reír del castigo. Y bien mirado, un tiempo como éste, sin prisas, sin aceleración, te permite valorar con más detenimiento todo lo que te rodea en tu casa. Si tienes casa, porque hay alguna gente, para ellos bastante, que ni siquiera tiene dónde estar recluida. A ver si va a resultar un privilegio poder estar recluido. Y en casa, por pequeña que sea, siempre hay algunas dependencias. Para comer, para dormir, para asearse, a veces para leer o ver la tele.

Ésas por lo menos. En algunos casos muchas más. Empecemos por la primera, sin duda la más importante. La cocina. De ella vivimos. En ella cocinamos lo que nos comemos, poco o mucho. Sin ese poco o mucho no podríamos vivir. Qué diversidad de objetos. Perolas, sartenes, cacerolas, ollas, fogón eléctrico o de gas o incluso de leña. La cantidad de cubiertos, cucharas, cuchillos, tenedores, cascanueces, tijeras, la tabla para cortar el chorizo o la cecina o los tomates, los utensilios de limpieza, estropajos, paños para las manos, detergentes, los armarios, la despensa con los espaguetis, el arroz, los garbanzos, las habichuelas, el frigorífico lleno o a medias de quesos, yogures, mayonesas. ¡diablos! La lista es interminable. Por cierto, se me olvidaba el pan. Ya sé que faltan aún muchas cosas, pero el pan no se puede olvidar. Aún recuerdo, y mi infancia no fue de las más desdichadas, cuando sólo nos ponían para merendar pan con aceite. El Pan no puede faltar nunca en ninguna casa. Al menos hasta hace poco. Bueno, estábamos en la cocina. Tenemos delante la cuchara. Y pensamos un momento en su utilidad. ¿Cómo podríamos tomarnos una sopa sin ella? ¿Y el cuchillo? ¿Íbamos a morderle al salchichón con los dientes? ¡Qué elegancia en ese corte limpio del queso, en esa loncha transparente del jamón! Y cuidado con no rozar el dedo. Yo creo que ha llegado el momento de dedicar un rato a esos instrumentos que cada día nos proporcionan una sinfonía gastronómica. Y no hemos salido del cajón de los cubiertos. Vamos a la mesa. La tenemos rodeada de sillas. Donde nos sentamos. Si no fueran firmes podríamos dar con el trasero en el suelo. Y ¿cómo apoyar la espalda sin respaldo? Ya estamos sentados delante de la mesa donde colocamos los alimentos. Bien distribuidos. Para poder ir cogiéndolos, cada uno en su momento. Porque cada cual es un mundo. Hay a quien le gusta antes de llevarse el vermut a los labios, morder una almendra, un berberecho, un mejillón, o bien un traguito de manzanilla de Sanlúcar bien fresquita con una aceituna de Andújar o una cervecita con anchoa y boquerón, el matrimonio que dicen por Murcia, o un vino de Jumilla, porque es el que tenemos más a mano, pero hay donde elegir, la Mancha, la Rioja, la Rivera, qué sé yo, de vinos andamos bien surtidos aunque los franceses piensen que como los suyos…. Y aún no hemos empezado a comer propiamente. Estamos levantando la copa, mirando los juegos de color al trasluz, esa pátina que se ve al otro lado del vidrio y ya casi experimentamos el sabor que todavía no ha llegado a nuestras papilas gustativas. ¡Qué conjunción de sensaciones, visuales, olfativas, gustativas, el contacto de la mano con el vaso y el sonido de los cubitos de hielo que se funden y golpetean unos contra otros y contra el vidrio haciendo saltar gotitas que nos salpican la cara y, a veces, nos manchan la camisa! Ya humean los platos en la mesa y se va percibiendo, mientras apuramos las entradas, el próximo sabor. Un simple plato de lentejas. Y nuestra mente comienza en silencio, sin que nadie lo explicite, a hacer un recorrido por su historia, desde la más antigua, allá lejísimos, cuando Esaú vendió a Jacob sus derechos de primogenitura por un plato de estas legumbres, hasta los refranes escuchados desde niños, cuando no nos gustaban, “si las quieres las tomas y si no las dejas” o la historia de que tenían mucho hierro, quizá sea verdad, para crecer fuertes y correr más que nuestros amigos. Ya se les puede hincar el diente. Pero tenemos delante todos los cubiertos. No se corta el pan con la cuchara ni se toman las lentejas con el tenedor. Cuántas cosas a tener en cuenta. Y todo eso mientras vamos conversando y escuchamos las noticias de la tele y miramos la lluvia o el viento a través de la ventana o escuchamos el revoloteo de los gorriones picoteando por las ramas de los árboles. Un poco de pan, por favor, échame más agua, abuelito, se me ha acabado el vino, ya estoy poniendo la carne o el pescado, a ver si se va a enfriar. En fin. No sé cómo nos aburrimos.

San Juan, 18 de abril de 2020.
José Luis Simón Cámara.

V Ultra Coronavirus – Media Maratón de Alicante (19-Abril-2020)

Y ya vamos por la quinta. Curioso como una experiencia atípica, extraordinaria e increíblemente excepcional se puede convertir en algo rutinario, normal e incluso gustoso. Tratando de aglutinar cuantos más sentimientos conjuntos, lo cierto es que se empieza a escuchar cierta sensación de agorafobia o miedo a que “esto” acabe.

Me resulta difícil creer en el temor a salir a la calle (aguardo con ansia esa sensación de libertad). Pero bien seguro que nuevas realidades sociales vendrán y nos tendremos que adaptar cual camaleón en busca de su color apropiado.

Sólo nos queda aprehender (con H) de lo aprendido. Siempre pensé que lo primero implica una mayor profundidad que el mero hecho de Adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia (vid. Definición RAE). Y, por circunstancias de la vida, cada vez creo que esa H da un toque de calidad.

Hoy nos hemos unido a la Media Maratón de Alicante. Más de 700 participantes (en la original se alcanzaron los 1000 inscritos, ¡casi!). Todos en casa, cada uno con sus circunstancias, medios, planes y motivaciones.

El caso, como dice mi madre, es salir.

Domingo 19 de abril. A To Trapo aúna a más de 100 personas y este evento que empezó como algo simbólico se convierte en un aplauso semanal generador de buen rollismo.

David gestiona el evento como ejemplar líder de la manada. Juan Carlos, Pili, Mark, Jesuses y cía, Torregrosa, “Anas” varias, Víctor, Bea, Marías, Tomás, Felete, Juan Enrique, Carlos y Teo, Nacho y Nicolás (con apenas 1 año ya lleva más medias maratones que cualquiera de nosotros), Manolo (papá), Pura (sigues con nosotros); y muchos más nos damos cita en este día que vuelve a amanecer.

3, 2, 1 y…

  • Salida – 9:00.
  • Meta – Cuando se llegue (siempre antes de comer).
  • Avituallamiento final: 11:30.

Cientos de historias. Más de 1.000€ recaudados en las anteriores ediciones y pendiente de contabilizar esta última (vivimos en tiempos de Covid, los resultados se hacen esperar).

Un día más, un día más y un día menos.

Pronto saldremos; pronto nos veremos; llegará el momento de los besos y abrazos; y ese día, será sólo el empiece de una nueva vida.

Una vida distinta, pero llena (espero) de nuevas alegrías. Cuestas, rocas que subir, picos a los que llegar y, sobre todo, experiencias que compartir. Que no decaiga el ánimo, nos quedan millones de km por compartir y, como bien sabemos, tenemos todo el tiempo del mundo.

Embriagado de endorfinas, puedo decirlo: te quiero, vida.

Resultados:

Borja – 280 vueltas al campo. 42,3km (aprox). Maratón en confinamiento conseguido. 3 horas 41 mins. Nunca pensé que “esto” podría hacerlo, y menos me imaginé que pudiéramos aguantar.

El resto: insisto, imposible detallar el esfuerzo de cada uno. Es duro, vivimos tiempos complicados, pero entre todos hacemos que no se necesite mucho más que “estos” placeres.

P.D. Especial mención a Pura y todas aquellas personas aquejadas -aquí o allá- por ese “bicho” llamado cáncer. Ésta, va por vosotr@s.

Domingo 19 de abril.

Participantes A To Trapo (dicen que fuimos el 15% de la carrera!):

1. David Gil Pelluch
2. Francisco Martinez Corbalan
3. Isa Bernabeu Galvañ
4. JUAN CARLOS DE CABO BLASCO
5. Mark Knaggs
6. ANA MARTINEZ RUIZ
7. Pilar Mahamud Isidro
8. Rafa Olivares
9. Inma Navarro Garcia
10. Miguel lizon
11. Tomás Méndez Carrasco
12. José Antonio Méndez Carrasco
13. Miguel Lizon
14. Kike Segura
15. Juan Enrique Garrigós Gómez
16. Jose Francisco Gosalbez Ivorra
17. Guillermo Forner
18. Enri Rodríguez Payá
19. José Pablo Carbonell Castello
20. Gloria Soriano Tomás
21. José Castelló
22. Santiago Bernabéu PA
23. Noelia Amat Reina
24. Ana Nevado Berenguer
25. María Matas Millas
26. Manuel Herreros Lopez
27. Roberto ferrandiz gomis
28. Maripaz Alcaraz Baeza
29. José Antonio Torregrosa Teruel
30. José miguel
31. Jesus Jurado ATT
32. Ignacio garcia rato
33. Francisco Martinez Corbalan
34. ISABEL SELLES CRESPO
35. INAYAT HUSSAIN BAGUM
36. ISABEL SELLES CRESPO
37. Martina Schneider
38. Aránzazu García Espinosa
39. Cristina Carretero Amorós
40. Mari Carmen Iñesta Palomares
41. Pepa Sánchez Gómez
42. Jorge López Pérez
43. Angel Parra
44. Mayte Hdez Gomis
45. Francisco Aroca Ruiz
46. Johnny Utah
47. Jorge Juan Guijarro Rabasco
48. Mapi Seva Ferrandiz
49. Rubén Orts Ferrer
50. Roberto Pascual
51. Ana María Barquero
52. Inés Torregrosa Navarro
53. Clara Torregrosa Navarro
54. ERNESTO MIGUEL MARTINEZ IVORRA
55. Víctor Núñez
56. Raquel Bernabeu Ruiz
57. Vicente Villa Tomas
58. Jorge Juan Guijarro Rabasco
59. María Sempere Javaloyes
60. José Pérez Dorado
61. SERGIO GARCIA FERRER
62. Manu Alonso
63. DORADO
64. Miriam Cepa
65. Borja Runner
66. Manolo el decano
67. Jorge Moll
68. Alexis Rubert casado
69. José Antonio Mejias Garcia
70. Jesús Santana Ródenas
71. Beatriz Vildósola
72. Tania Hussain Sellés
73. Miguel Angel Sanchez Maroto
74. Jesús Santana Ródenas
75. Tania Hussain Sellés
76. Víctor Durá
77. Carlos Ramos
78. Teo

El grafitero.

No es fácil vivir entre los aplausos de las 8 de la tarde y el odio destilado en esa pintada de “Rata contagiosa” sobre los cristales de tu coche. Dirigida a una persona que está arriesgando su vida para prevenir el contagio, para recuperar a los ya contagiados, para evitar que se propague la epidemia. Y a esa mujer, precisamente a ésa, que vive en su casa con su familia, con su pareja, con sus hijos, a los que, a pesar de todas las medidas, puede transmitir el virus de todos aquellos a los que está cuidando, de todos aquellos a los que está curando. Precisamente, a esa mujer que está soportando una lucha titánica entre su deber como madre, como esposa y su deber profesional. También en esa comunidad de vecinos ha habido afectados trasladados a los hospitales. ¡Claro que todos estaban preocupados por la propagación del virus en la urbanización! Estaba toda llena, como en muchos sitios, de carteles anuncio. “No se puede hacer uso de los espacios comunes”, “Prohibido bañarse en la piscina”, “Limitarse al uso de propiedad exclusiva” … No era su intención herir o insultar a esa persona, pero la preocupación por su hijo con insuficiencia respiratoria permanente, en un acceso de furia, en un exceso de aprensión, le llevó a coger el spray y demonizar a aquella vecina, a aquella doctora en medicina. Hasta que le llegó el turno. Muchos días grave. Cuando ya algo recuperado, pudo reconocerla detrás de la mascarilla terapéutica y de las gafas protectoras, envuelta en la bata y los guantes, y le dijeron que había sido ella la doctora ocupada de su difícil recuperación día tras día, no se atrevía a mirarla. No se atrevía a levantar los ojos en su presencia. La vergüenza lo reconcomía. Sentía asco de su cara reflejada en el espejo del baño cuando fue a lavarse los dientes y las manos, sentía desprecio por ese rostro, sentía repulsión por aquella mano, su mano, que días atrás había cogido un spray y roció de obscenidades el coche de su médico, de su salvadora, de aquella persona que día tras día lo había ido cuidando, lo había arrancado de las garras del virus. ¡Si pudiera volver el tiempo atrás! ¡Si pudiera rehacerse el pasado! ¡Si pudiera reescribirse lo escrito! No se atrevió a decirle nada. Se lo dijo a sí mismo. Se había creído libre de prejuicios que estaban condicionando su vida en estos tiempos de dificultades. La adversidad, pensaba, pone a prueba todo el sistema de valores sobre el que se asienta una sociedad. Y en situaciones extremas en las que la gente se juega la supervivencia somos capaces de la mayor crueldad. No hay más que mirar la hemeroteca. “Empresario detenido en Galicia por saquear un almacén, robar miles de mascarillas y material sanitario para venderlo en Portugal”. O las redes sociales con mensajes que insultan el trabajo de las Fuerzas de Seguridad del Estado y desean la muerte de miembros del Gobierno y de la clase política. La doctora, entregada como estaba a su trabajo, en este caso indudablemente vocacional, estaba por encima de todas esas miserias propias de seres tan cortos de miras que ni siquiera se reconocen y aprecian a sí mismo como a un prójimo reflejado en el espejo. La verdad es que ella no miraba, si no era necesario, ni edad ni color ni procedencia. Tenía delante una persona para mantenerla viva, para recuperarla. Ésa era su obsesión, ése era su objetivo. Afortunadamente estaba vacunada, no contra el virus, del que se protegía, del que salvaguardaba o recuperaba a los otros, sino de otro quizá peor, el virus del odio, aún más desconocido, aún más etéreo, aún más mortífero que todas las pandemias.

San Juan, 16 de abril de 2020.
José Luis Simón Cámara

IV Ultra Coronavirus (12-Abril-2020)

Cuarta semana de encierro. Y todos volvemos a nuestros respectivos cajones de salida.

Domingo 12 de abril. Mantenemos la quedada y aumentamos dureza del “entrenamiento largo de la semana”.

Casi 100 personas se reúnen en este evento que se está convirtiendo en rutina agradecida.

Comienza el IV Ultra Coronavirus. Los nuevos inscritos se hacen notar y el brillante sol dominguero marca el inicio de un nuevo día. Día extraño, como los últimos, pero que no por ello tiene que dejar de ser aprovechado. Torregrosa canta el 3, 2, 1 y…

  • Salida – 8:15. 45 min de carrera.
  • Avituallamiento 1 – 9:00. 30 min de entrenamiento funcional.
  • Avituallamiento 2 – 9:30. 45 min de carrera.
  • Avituallamiento 3 – 10:15. 45 min de escaleras.
  • Avituallamiento 4 – 11:00. 30 min de carrera
  • Meta – 11:30

Seguimos con las vueltas en el campo (esta vez 155); medias maratones en garages que lo permite; farlek en pasillos; Gosa y su particular celebración del domingo de mona; niñ@s y mayores corriendo en armonía; ganas de consumir km; ganas de vivir.

Poco más se puede decir y, aunque suene repetitivo, un día más, un día más y un día menos.

Resultados:

Borja – 155 vueltas al campo, 30 min de entrenamiento funcional y 45 min de escaleras estáticas. 3 horas 30 mins. Entre 24 y 26 km.

El resto – otra vez, cada uno tiene su historia. Tantas como ilusiones tiene este país.

Domingo 12 de abril.

Borja

Participantes y dorsales:

1 José Castelló Jota
2 Roberto ferrandiz gomis Forever
3 Mari paz alcaraz baeza Maripau
4 Noelia Amat Noe
5 José A. Méndez AbbXodio
6 Alexis Rubert Alexis
7 Juan Enrique SIN MIEDO
8 Francisco Marinez Corbalan TIKI
9 Ernesto Martínez Er  Nesto
10 ANA MARTINEZ RUÍZ ANAHAPPY
11 David Gil David Gil
12 JOSE MIGUEL JOSEMI
13 Rafa Olivares Felete
14 Isa Bernabeu Isabeleta
15 GLORIA GLORY
16 Inma Inma
17 Batiste Juanito
18 Tomás Méndez  Tractor
19 Jose F. Gosalbez  Gosa
20 Santiago Bernabéu Casas Pa
21 Maria Momptemar
22 Aránzazu García Espinosa LA BELLEA
23 KIKE SEGURA  KIKORRO
24 NICO SEGURA  NICO
25 INFINITA HUEDO INFINITA
26 César  Montemarino
27 Miguel Lizon  Lizon
28 Ignacio Montoro Montoro
29 JUAN CARLOS DE CABO BLASCO A TO TRAPO
30 Jose Antonio MEJI
31 Jorge López  PATALIEBRE
32 Pili Yoda
33 Fernando Martinez Fer
34 José Antonio Torregrosa  TORREGROSA
35 Jorge Juan Guijarro Rabasco Jordi
36 Mark Knaggs  Grandpa
37 Nacho nikki&Nax
38 Mapi Seva Ferrandiz Mapi
39 Rubén Orts Ferrer Ruben
40 ANA GARRE  ANA GARRE
41 Israel Herrero Israel
42 Cristina Carretero Cristina
43 Juan Bautista Ivorra Bauti
44 Maribel Benito Marieta se queda en casa
45 Aitana Pastor Aitana se queda en casa
46 FrancesCalores Calores
47 José Dorado Dorado
48 María Sempere  Andarinadeterraza
49 María Matas  María
50 Manu Laura&Manolo
51 Angel Parra Pirri
52 Enri Rodríguez  Lamprea
53 Cristian Aracil Cristian
54 Jaume cangrejo Jaume JS
55 Ana Nevado ANIKA
56 Mayte Hdez Gomis Mayte
57 Jesús JURADO  Jesús ATT
58 Jorge Juan Guijarro Rabasco Jordi
59 José Pablo Carbonell José Pablo
60 JORGE REBOLLAR
61 Guilllermo Forner Willie
62 Mª Carmen Iñesta Palomares KmEnCasa-EntrenaEnFamilia
63 Antonio Francisco Mira Davó Idem
64 Toni Mira Iñesta Nos veremos pronto!!! ,)
65 Elías Elías
66 Elvira Gil Pla Elvi
67 MARI CARMEN IÑESTA Y FAMILIA IÑESTA
68 SERGIO GARCIA FERRER  SERGIO ATT
69 Roberto Pascual @roberpascual
70 Alexis Alexis
71 Conchi Conchi
72 Miriam Miri
73 Borja  Borja Runner
74 Manolo Manolo el Decano
75 Carlos R Kilian
76 Martina  Martina
77 Uwe El negrito
78 Monica i rafa Parella dultreros confinats
79 Víctor Durà Vícto
80 Beatriz Bechi
81 Jorge Moll Jorge
82 Saula Saula
83 Jorge Garcia JECE
84 Alvaro de Sousa SOUSA
85 Marc Ponsoda marc
90 Jesús Mapi

Paseo nocturno.

Era ya madrugada. Pasear le gustaba a cualquier hora del día o de la noche. Quizá más aún cuando se sentía más dueño de las calles, cuando escuchaba en el silencio el ritmo de sus pasos. Algún borracho apoyado en la pared, alguna puta en las esquinas, el sonido lejano y azulado de una patrulla policial. Sin nadie que le diera el alto. Sin nadie que lo asaltara. Sí, había escuchado muchas historias truculentas del mundo de la noche, del mundo de la madrugada. Una riña en la puerta de una discoteca, un navajazo en la de un puticlub. Aún recordaba ese callejón estrecho entre la Rambla y la plaza de San Cristóbal, camino del Barrio de Santa Cruz, donde degollaron a un joven en el mismo sitio por el que él había pasado horas antes. También es cuestión de suerte. Envuelto en estos pensamientos se lo encontró echado sobre el capó de un coche, todo el cuerpo encima, la cabeza apoyada en la luna y los pies rozando el suelo. Inanimado. Lo llamó varias veces y no reaccionaba. Se acercó hasta tocarlo y agitarlo. Tampoco. Presionó con el índice y el pulgar en la carótida y sintió el latido de las pulsaciones. Miró alrededor. Nadie. No se lo pensó dos veces. Se quitó la gabardina, la arrugó y, poniéndola contra el cristal de la puerta del conductor, dio un fuerte codazo y lo rompió. Hacía muchos años que no asaltaba coches pero aún se acordaba de hacer un contacto con los cables bajo el volante. Puso el motor en marcha, cogió a aquel desconocido por debajo de las rodillas y el cuello y lo colocó delicadamente acostado en el asiento trasero. Sin ruidos ni claxon se dirigió al Hospital General y paró el coche en la zona de urgencias. Entró al vestíbulo y avisó a los enfermeros de que llevaba un herido inconsciente en los asientos de atrás. Lo colocaron en una camilla y lo metieron por los largos pasillos. Cuando salieron a preguntarle quién era y qué había pasado, ya no estaban allí ni el coche ni el conductor. No lejos del Hospital encontró un hueco en una calle poco transitada, sobre todo a esas horas, y aparcó el coche. Dos días después llamó la policía a su puerta. Habían encontrado sus huellas en muchos puntos de un coche robado con la ventanilla rota y restos de sangre en el asiento trasero. La sangre correspondía a un varón muerto en el Hospital dos días antes. Lo había conducido hasta allí un desconocido que desapareció. En las ropas y el cuello del cadáver se multiplicaban también las huellas del sospechoso. En la rueda de reconocimiento los enfermeros no tuvieron ninguna duda. Era el mismo que lo había llevado al Hospital dos noches antes. Tampoco le ayudaba su pasado rozando la frontera del delito. Nadie se creía su versión de los hechos. No tenía ningún testigo. Un largo año de comisaría, juzgados y cárcel sin esperanza hasta que descubrieron al homicida, un yonqui al que en una redada le encontraron la cartera con la documentación sustraída a su víctima. Reconstruyeron los hechos y aparecieron sus huellas en el punzón que le perforó el hígado. Estaba escondido encima de los armarios de la cocina, con la sangre seca.

No podía creerse aún la peripecia cuando salió de aquel laberinto de malentendidos. Caro precio para un paseo nocturno.

San Juan, 15 de abril de 2020.
José Luis Simón Cámara.