Maratón Kosice

El 99 Maratón de Kosice, o the peace marathon
Alguno se preguntará donde esta Kosice, porque yo tampoco tenía ni idea, y es en Eslovaquía, cerca de la frontera con Ucrania, menos mal que el mapa lo mire después de inscribirme.
El maratón de Kosice, es el segundo maratón más antiguo del mundo tras Boston, y el más antiguo de Europa, este año se hacía la 99, o 98, edición, y digo o 98 porque aunque en los carteles ponía 99, la 100 se celebra en el 2024, así que las fechas bailan, según me explicaron en la feria del corredor es porque un año no se hizo el maratón pero si la prueba, que significa eso? Ni idea, pero en el fondo da igual. También se llama el Maratón de la Paz, porque incluso en la II Guerra Mundial se siguió celebrando, supongo que algún año de la guerra no se llegó a celebrar y de ahí el baile de números, aunque salían muy pocos corredores y por supuesto todos locales, al igual que en el año 2020 con la pandemia así dieron oportunidad a que apareciera el nombre de eslovacos en el monolito de honor. Pero también según dicen se llama así porque se deja volar una/o varias palomas en la ceremonia que se celebra el viernes, donde unas personas en grupo portan una antorcha corriendo hasta llegar a una plaza donde hay un pebetero y el monolito al maratoniano.
Tras el encendido de la llama, el alcalde junto a los atletas venidos (o mejor dicho contratados) de Etiopía y Kenia leen un manifiesto por la carrera que se celebrar el domingo. En el monolito se pueden leer los nombres de los ganadores y ganadoras (mujeres desde el año 1980) de cada año, y en el que se puede ver en el año 1961 el nombre del mítico Abebe Bikila.
Kosice no es una ciudad muy grande, bueno el centro porque es la segunda ciudad de Eslovaquia, tiene un par de calles centrales y un parque, donde tanto el viernes como el sábado junto con Marisa y Chuli trotando por la mañana coincidimos con el grupo de unos 20 corredores/as de Etiopía y Kenia bajo una lluvia que tampoco animaba a muchos más a estar por el parque. Ellos rodando y como vimos en Etiopia una cosa que siempre hacen son ejercicios de técnica, cosa que nosotros poco o nada hacemos.
La feria del corredor es pequeña pero apañada, recogida de los dorsales rápida y bien organizada (maratón, media, maratón para patines y una carrera de la familia, que se hace el sábado por la tarde, con muchísima participación), en total según decían éramos unos 8500 inscritos… con la presentación de los atletas que vimos antes en el parque, a los cuales les regalan una bufanda con su nombre, buen detalle.
Domingo la carrera empieza un poco tarde, a las 9, y hacía la salida nos vamos Chuli, Marisa y yo, como el alojamiento está cerca salimos ya preparados, y parece que las lluvias han dejado paso a un día buenísimo para correr (gracias sol), fotos y cada uno a su sitio, que mi idea era salir tranquila y llegar tranquila, o sea objetivo llegar que desde mayo los entrenos están siendo un poco extraños. Se sale del final (o el principio) de la avenida principal donde esta una fuente de colores muy chula, y todos los monumentos interesantes, y también por donde pasa el tranvía y es de empedrado, así que todos en fila india por el carril bici, no vaya a ser que nos torzamos el tobillo. Vemos la llama y nos dirigimos hacía un parque, que pasa cerca de un lago. Los avituallamientos son largos y solo a un lado, pero muy completos, y la verdad es que por ahora la organización de lujo, con muchos voluntarios. El circuito, aunque tampoco tiene mucho que destacar, sí que hay bastante gente animando, sobre todo el grupo con el que voy que siempre es el más animado del circuito.
Es un circuito de dos vueltas por el centro y sobre todo los alrededores, y la primera vuelta con tranquilidad lo pase en 1:48, con la intención de hacer un poco más rápida la segunda vuelta, pero en el km 24/25 aparecen los corredores de la media, y son los lentos, así que toca hacer zigzag para adelantar, empiezan los problemas en los avituallamientos y ya que la gente se para, la gente va en grupo y hay que ir subiendo por bordillos o irse al otro carril, y en el km 30 o así un chico me pega un empujón, y digo pues nada disfruta de la carrera y ya está. Y eso hice, hasta llegar al km 40 o así donde volvemos al centro y empieza a llover y fuerte, por lo que vamos hacía meta donde nos cuelgan la medalla, que una cara es del maratón y la otra de la media.
66 maratones terminadas, lástima esta segunda vuelta y entrada en meta todos juntos que deslucen bastante lo que es el maratón, pero un buen viaje con un grupo maravilloso, gracias por todo, y gracias a los que siempre están. Próxima parada ciudad italiana.

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