Santa Faz 2017 (27-Abril-2017)

Esta mañana como manda la tradición, pero un poco más pronto de lo habitual, hemos ido a hacer el pequeño homenaje de A TO TRAPO a la Santa Faz.

Allí nos hemos encontrado con personas entrañables y muy queridas… se ha echado de menos al grupo de incondicionales… pero lo hemos pasado bien en grata compañía y con amena charla…

No sé cuantos años llevamos yendo a Santa Faz, pero este año la plaza estaba llena de gente, y me encanta que lo que antes hacíamos “4 locos” ahora sea una costumbre para otros grupos de corredores…

El año que viene más y mejor…

168 años y sumando los 3 RETOÑOS

Ahí seguimos los 3, cumpliendo años de tres en tres, como cada 12 de febrero.
Roberto tal como un recién “nacío”, pelón y “encendío”.
Juanma, eterno infantil que no cambia nunca de categoría y
Jesús con los nervios como si de su primer Maratón se tratara.

Espíritus jóvenes somos,
dichosos al teneros y por ello
una vez más este múltiple cumpleaños el trío celebramos
bebiendo y tortilleando en alegre compañía.

Este año tocaron 168, así que llamémosle el del bizcocho.
Repetiremos jugada y llamada,
esperando cumplir el próximo año 171,
pudiendo llamarle el TRES en UNO.

Hasta entonces,
Recibir un abrazo pulpero de este TRIO bizcochero.

Roberto, Juanma y Jesús (168)

Acojonable 60, acojonable sorpresa (10-Febrero-2017)

Y es que el MENÚ perfectamente cocinao y planeado por los druidas trotadores y soñadores de ATOTRAPO, permaneció en sacristía hasta el día señalao por la organización del banquete (10 de Febrero, viernes noche), menudo SORPRESÓN recibí con motivo de mi pase al grupo de los SENADORES (grupo este formado por los trotadores al cumplir 60 años), como cordero displicente acudí de la mano de Ángeles al lugar del grato sacrificio, yo con mi regalo en mano para entregárselo a mi vecino José (fue el gancho elegido para la ocasión), cuando el verdadero regalo sorpresa estaba en manos de mucha gente (60 o cercanos a esa cantidad) y era para mí, ese gran regalo no era otro que la presencia y abrazo pulpero de mis compañeros de ATOTRAPO dándome la bienvenida ante la incipiente entrada en los 60 (mi fecha de nacimiento fué el 12 de Febrero de 1957); en esta vida siempre suelo dar sin esperar nada a cambio, pero veo que la vida te retorna lo dado multiplicado por dos, pues lo allí vivido, contado y mamado supera lo que aquí pudiese plasmar.

Así se desarrolló el evento (ignorado por mí hasta entonces):

  • Transporte a pie hasta el lugar guiado por Ángeles.
  • Recibimiento por el grupo de senadores, los cuales me cuadran y ponen de rodillas para ser coronado (corona de olivo, ofrecida en bandeja por mi doble para la ocasión: “Roberto”, el cual fiel a mi habitual atuendo de trail, portaba albornoz, pinza y demás) por el más veterano del grupo “Manolo“, mientras Josele leía el cántico preparado para la ocasión “gran ocasión “.
  • Abrazo personalizado a cado uno de los presentes, los cuales eran muchos, de muy diversas edades, alturas, pieles, olores, procedencias, y es que eso es lo que hace realmente grande este alegre grupo trotador y soñador ATOTRAPO, la suma de sus riquezas individuales lo hacen ser cada vez más grande si cabe.
  • Tomamos asiento y dimos comienzo al alegre picoteo, cena que no dejo indiferente a nadie, entre brindis y platos disfrutamos de momentos vividos, de encontrarnos, de anécdotas,… etc….algunas unidades del grupo se sumaron a media cena.
  • Durante la cena se fueron proyectando fotos de tantos y tantos momentos, ahí es donde realmente vemos y notamos que los años pasan y nos pasan factura, aunque en nuestro caso dado que muchos usamos ya gafas, sin las mismas ni nos percatamos y nos solemos ver casi siempre fenomenales, y la verdad sea dicha es que tenemos un joven envejecer.
  • se proyectó también un VIDEO, felicitándome por los 60 años los compañeros que no pudieron estar presentes en este SORPRESÓN, algunas escenas fuero muy emotivas y aun cuando estoy escribiendo estas líneas se me pone la piel de gallina.
  • El maestro de ceremonias para la ocasión “Felete “con la complicidad de Juanma & Ernesto, fue marcando los pasos protocolarios y el displicente Josele fue leyendo cada vez que era requerido, dando paso después de los postres a una anécdota varias veces narrada en nuestras salidas matutinas pero en esta ocasión la engalanó y recitó para todos los allí presentes: Carrera de las antorchas de San Antón, Jaén 1992 .
  • CINCO presentes me entregaron, el primero: a mi llegada “LA ACOJONABLE SORPRESA DE LOS 60“, el segundo: durante la velada “INVITACION A LA CENA“, el tercero: “UNA PRENDA TÉCNICA para NO PASAR FRÍO“ (pues de todos es bien sabido que en una Ultra celebrada en Los Monegros allá por el 2001 me retiré en el Kilómetro 103 por el frío), el cuarto: “un pack para pasar un finde a elegir entre 1280 hoteles” y el quinto: un PEN DRIVE a modo de pinza (ver foto) donde se recoge el magnífico documental en torno a mi producido por el equipo técnico de ATOTRAPO (Potera, Juanma, Bauti,… ), ahí es NA = MUCHAS GRACIAS.
  • Salimos a la puerta del local para hacernos la foto grupal, algunas unidades tuvieron que marchar, la gran mayoría permanecíamos juntos y agrupados, aunque hacía un poco de fresquete, éramos tantos que arrejuntaos hasta sudábamos.
  • Poco a poco comenzó la dispersión, acabando un buen numero en un Pub cercano el cual cerraron (Ana, Abel, Juan Enrique, Jorge,…).

Me retiré a casa una vez me despedí de las unidades del Pub sobre las 1:30 horas y una vez en la misma pinché el PENDRIVE en mi ordenador y ahí es donde pude apreciar mejor el gran grupo creado en torno a unas zapatillas de deporte “ATOTRAPO” , que allá por el 1987 se iniciaron a trotar para preparar y tratar de acabar la carrera del PRYCA, siendo la misma el inicio de un interminable número de pruebas atléticas de todo tipo, que jamás se rinde, ni conoce la palabra imposible y que a modo de estrella de mar se regenera día a día sin tener fin, de ahí que a modo de lema rece en alguna que otra prenda nuestra “ hasta el infinito y más allá “,…………………….,

Un retazo de los inicios bien puede verse en este enlace:

https://www.atotrapo.com/quienes-somos/

Asimismo una versión más actualizada, la podéis encontrar en la crónica del XXV Aniversario de ATOTRAPO, donde se muestra casi a modo de árbol genealógico como fueron llegando los alegres trotadores al grupo ATOTRAPO:

https://www.atotrapo.com/2013/01/28/gala-xxv-aniversario-de-a-to-trapo-25-enero-2013/

Gracias amigos, por teneros y tenernos, por compartir, trotar, ser confidentes a veces, consejeros otras, abrazarnos y aceptarnos.

Un gran abrazo pulpero y que siga la fiesta y todos cumplamos muchos más.

Jesús

Vídeo del evento

Cena de cumpleaños. 13 de enero de 2017

No es sorprendente que el informal grupo atlético Atotrapo, caracterizado por el afecto, la delicadeza y la camaradería como lazos principales de relación, más que por otros administrativos o jerárquicos que ni existen, homenajee a sus miembros cuando se llega a un decenio. Un acuerdo tácito lo ha limitado a esa periodicidad, de lo contrario estaríamos casi todas las semanas de celebraciones. Yo, que estoy en ese trance y no hubiera tenido que sorprenderme, no intuí ni por asomo que eso podía ocurrir el día 13 de Enero.

Primero porque aún faltaban unos días para el 21.

Segundo porque la trama urdida por Jesús y desarrollada por mi mujer había sido muy bien planeada.

¿Cuál era el montaje?

dsc_5570Inma había recibido la solicitud por parte de la concejala de Cultura del Ayuntamiento de San Juan de colaborar con un grupo de chicas jubiladas para orientarlas en sus lecturas literarias. A mí eso no me sorprendía lo más mínimo porque el año pasado yo también había dirigido la lectura a un grupo de personas. Además, este año, de la mano del concejal de Servicios Sociales y de nuestro colega Rafa Olivares, que dirige con guante de seda la Cruz Roja local, estoy dando clase de español a inmigrantes. Todo lo cual me llevaba a pensar que la dirección de las lecturas literarias por parte de Inma era algo de lo más normal, y por ser el primer día, yo mismo, sin que ella me lo dijera me ofrecí a acompañarla.

Es más, yo que acostumbro ser puntual y considero la puntualidad como una forma de respeto hacia los demás, le urgía, entretenida como estaba en pintarse los labios, para que no llegara tarde, sin barruntar ni de lejos que era a mí a quien esperabais.

Solo me di cuenta del montaje cuando comencé a ver vuestras caras distribuidas en forma de herradura en la fachada del hogar del pensionista.

¡Hombre, no hubiera sido muy adecuado celebrar los 70 años en una guardería, pero justamente en el hogar del pensionista! Parecía que fuera de coña. Por si acaso se me olvidaba la edad que llevo encima.

Ya en la calle empezaron los abrazos y los besos, uno a uno, una tras otra, percibiendo olores y perfumes familiares tan distintos al sudor, no menos amable, de las carreras. Fuimos entrando en tropel al recinto donde nos fuimos sentando y comenzaron las viandas, las copas, los brindis, los recuerdos. Tantos años dan para muchas historias. Y allí las fuimos echando sobre la mesa para regocijo de los comensales.

dsc_5587Como la noche en que iba yo caminando por la calle de San Fernando y de la puerta abierta de un coche que pasaba salió un brazo que, asiéndome con energía, me introdujo en el vehículo. En el asiento de atrás me vi escoltado por un antiguo amigo de la época de estudiantes en Murcia, ahora ya policía, y por una chica despampanante, digamos que de vida alegre. Envuelto en aquel torbellino me encontré de visita por todos los burdeles de la Albufereta, donde éramos recibidos con los brazos abiertos, con todos los honores, las mejores chicas y el champán chorreando por los rincones de los reservados. Todo esto sin pagar un duro. Yo no salía de mi asombro. Hasta que el alcohol y las estrellas se juntaron en el cielo de la madrugada.

O aquella otra ocasión en que la policía nacional disolvía una concentración de protesta, la primera, contra la subida de tasas estudiantiles frente a la Delegación de Educación, en la calle Maisonnave de Alicante. Yo salí corriendo, como todos, y me dirigí Paseo Gadea abajo hasta entrar aún con la respiración agitada al Dallas Junior, pub de encuentro entre la gente joven y más o menos pija de la época. Me acodé en la barra y pedí un gin tonic. Seguramente reconocido por la voz se giró hacia mí el joven de mi izquierda y exclamó: –¡Chico, José Luis, ¡cuánto tiempo! No estarás tú con esos comunistas que están corriendo delante de la policía. Porque tú has sido siempre muy ingenuo. Mira, de estos no te puedes fiar. Hace unos días, estando en comisaría, estábamos interrogando a uno de estos rojos que llaman Tarzán porque es muy fuerte. Y ¿sabes lo que hizo? Se lanzó de cabeza contra el radiador y la sangre le chorreaba por la cara de la brecha que se hizo en la frente. ¿Sabes para qué? Para luego acusar a la policía de malos tratos. Mientras bebía el gin tonic intentando calmarme escuchaba su discurso y recordaba lo que Tarzán, al que conocía muy bien, me había contado de su paso por comisaría. Cómo tuvo que lanzarse contra el radiador para evitar que el torturador especialista, venido desde Madrid, le rompiera el hígado con los puños envueltos en una toalla mojada para no dejar huella.

2017-01-13-23-26-41Curiosamente, el policía de las dos historias era el mismo. También es verdad que a veces aprovechamos estas relaciones para encubrir nuestras actividades, en aquella época consideradas subversivas. Más de una vez, embadurnamos con barro la matrícula del coche para no ser localizados mientras echábamos panfletos de denuncia contra la dictadura, y después, ya de madrugada, acabábamos por aquellos tugurios como coartada.

Durante varios veranos estuve yendo a Suiza para practicar francés y me buscaba la vida trabajando en distintos oficios: moviendo bloques de cemento en una fábrica de materiales de construcción o en un campo de golf arrancando malas hierbas o en una bodega de vino junto al lago Leman y también de pintor de brocha gorda. Allí conocí a Ramli, un chico marroquí. Cuando se trasladó a España necesitaba legalizar su situación y me pidió ayuda. Yo acudí al único policía, que ya había ascendido a inspector, en el que creía poder confiar.

Me dijo que acudiera con el árabe y me pondría en contacto con un colega que llevaba los temas de inmigrantes. Pasados unos días vinimos a la capital desde la Vega Baja, donde Ramli vivía. Tuve la prudencia de decirle que me esperara en un bar a unas manzanas de la comisaría. Cuando llegué allí mi antiguo compañero de pensión me dijo que lo acompañara a un bar donde estaba el policía de inmigración. Me lo presentó y fue directamente al grano. Yo le dije de lo que se trataba y me respondió hecho una furia:

— “Dime dónde está para detenerlo. Es un ilegal”.

— No ha venido conmigo, le dije. Se mueve por la Vega Baja y lo veo esporádicamente. Ni siquiera sé dónde vive.

Desde aquel momento decidí no volver a pedirle ningún tipo de ayuda nunca más a mi antiguo, quizá ya no, amigo de la época de estudiantes en Murcia.

Corrían los años 70 y aún estaba vivo el dictador. Desgranando estas y otras historias fue pasando la velada. Después de algunas palabras comenzó la sesión de fotos. Una para todos y todos para uno. Pasada la media noche nos fuimos despidiendo, como siempre, entre besos y abrazos.

dsc_5638Independientemente de los regalos que me habéis hecho, especialmente el libro, una preciosidad, con fotos y alguno de mis artículos, el monigote de cerámica con pinta sumeria y el olivo que supongo es deseo de inmortalidad, lo que más me ha alegrado es ser la causa de esta reunión, haber podido disfrutar de vuestra presencia, de vuestra conversación, de vuestro contacto sobre mi rodilla a la hora de las fotos, de vuestra singularidad. La mayor alegría es gozar de vuestro aprecio, de vuestro cariño, de vuestra valoración. Saber que leéis con gusto mis escritos es la mayor recompensa y a la vez estímulo para continuar haciéndolo y abrigar la esperanza de poder seguir ocupando vuestro precioso tiempo. Eso es para mí un orgullo. Que dediquéis a mis escritos parte de vuestro tiempo.

Que os sirvan, como siempre ha sido la literatura, para aprender algo nuevo, para mirar de otra manera la realidad, para entretener y hacer más llevadera la, a veces, pesada carga de la vida.

Muchas gracias a todos por vuestra amistad.

Un abrazo.

San Juan, 17 de enero de 2017.
José Luis Simón Cámara.