Un domingo que a veces utilizamos para quedar bien con las amistades. He ido a correr esta carrera por la amistad que me une con el Alcalde de este pueblo y ya hace tiempo me comprometí a ir a su carrera !!!! como sí de una estrella se tratase !!!!.
Lo que menos me gusta de antemano es ir solo, me he acostumbrado a compartir el previo y claro es muy diferente, no puedes descargar esas ganas de hablar que te hace el previo a la carrera, pero como esto es España y yo hablo español ¿qué problema tengo?, dicho y hecho. Nada más llegar a la urbanización donde se corre la prueba me encuentro con un familiar de Rafal y claro nos ponemos a calentar, estirar, contarnos un poco nuestras vidas y saludar a otros corredores con los que hemos coincidido en otras carreras, y se nos hace la hora de posicionarnos para empezar la prueba.
Son dos vueltas a un recorrido de 5000 m todo por una urbanización de chalets, con un sube y baja de categoría. El inicio de la carrera lo determina el petardo gordo de la traca que da el inicio de la prueba. Los primeros 5000 m los pasé en 19 min y la verdad no tengo yo aún el cuerpo para estos ritmos. La segunda parte me la tomo un poco en !!no voy a sufrir por que no lo necesito !! … y acabo la prueba en 40 min, mejor de lo que yo pensaba.
Bueno una carrera más, un entrenamiento fuerte … pero creo que antepondré otra prueba en esta fecha para no volverla a repetir.
Ahora a preparar la Foia que de esa prueba me han hablado muy bien
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Si juntamos una de las ciudades mas bonitas de Estados Unidos con el hecho de que cuente con uno de los 5 Majors Marathons, ya tenemos todos los ingredientes para organizar un viaje a tierras yankis donde poder constatar los grandes contrastes entre el culto al deporte por parte de unos y el culto a la grasuza por parte de otros.
Llegábamos el jueves a la Windy City para ir aclimatándonos a base de cerveza y pizza y el viernes a las 7.00 ya estaba rodando mis últimos km previos a la carrera; empezaba la fiesta con cientos de personas corriendo, saludándonos, hablando como si todos nos conociéramos y contemplando el impresionante montaje de la carrera, (superior incluso al del Iron Man de Frankfurt) mientras a escasos 1000 metros nos vigilaba el que probablemente sea el skyline mas bonito que haya visto nunca.
El sábado tocaba recoger el dorsal y alli que nos fuimos, tras un American Breakfast contundente y unos 4 km andando (para que usar un transfer si andando se está muy bien …). La feria muy grande tipo París, pero sobretodo muy participativa tanto para corredores como acompañantes y con una organización de reparto de dorsales que habría enamorado a Henry Ford.
Amanece el domingo con un frío interesante (2Cº y -2Cº de sensación térmica) y las calles de Chicago se convierten en una marea de corredores y acompañantes. Yo, bastante tranquilo, pues iba con muy bajo volumen de entrenamiento (Mark lo puede constatar), sin recuperar del todo la tendinitis y con la cadera contusionada por una caída en bici, así que el objetivo mas que claro: Bajar de 3:30, sabiendo que el dorsal y la gente me podrían ayudara llegar incluso a los 3:25
Himno USA a capela y pelos como escarpias, para continuar con el pistoletazo a ritmo de Springsteen (me estoy emocionando de recordarlo …) y en 50 segundos pasaba el arco. Recorremos todo el centro abarrotado de espectadores y empiezo con mi sesión de relaciones ya que era mi primer Marathon en solitario desde el principio y yo tengo necesidad de hablar/cantar mientras corro, así que empecé con una americana que corría su 6º Marathon durante un rato, hasta que me junté con unos mejicanos y un español que iban a 3:20 y les acompañé hasta que decidí levantar el pie ya que ese no era mi objetivo.
Km 15 aprox y ya me notaba cansado, pero el siguiente punto mental estaba en el 20 donde Dama me estaría esperando, y efectivamente, bandera de España en mano cual Niña de La Curva allí estaba para insuflarme un poco de energía, así que besito a la suporter y chute de adrenalina hasta el km 27 donde decido ponerme algo de música porque por esos lares la gente no tenía ganas de conversación y ya salíamos del downtown, así que empiezo con “El Imperio Contrataca” de Los Nikis (muy apropiada para el momento), para pasar a “My Way” de Frank Sinatra donde ya no pude aguantar las ganas de acompañar a capela al gran Franky.
La música y la gente me estaban llevando y ni siquiera miraba el reloj (Un precioso Garmin de 5 € adquirido en los chinos 2 días antes que incluso tiene luz O_O ). Solo veía los relojes en alguna milla y sabía que la media la había pasado en 1:37, por lo que sino petaba, los 3:25 e incluso algún minuto menos estaba hecho, pero la verdad es que me daba bastante igual ya que estaba disfrutando y cantando como si fuera uno de mis entrenos matutinos por la orilla del mar.
Pasé el km 36 y el 37 no llegaba, hasta que supuse que tenía que haberlo pasado porque ya hacía tiempo del anterior, pero no … Era el km 39 el que llegaba: Y yo con estos Pelos!!!!
Miré mi Garmin y calculé que bajaba de 3:20 pero seguía sin importarme porque ya estaba disfrutando de mi próxima llegada…; Pero antes tocaba en el km 40 y el destino quiso que sonara “Love is in the air” que con los recuerdos evocadores me lanzó hasta la pancarta de 800 m To Go donde me di cuenta que podía bajar de 3:15 y batir mi mejor marca, por lo que ahora si me tocó apretar, pero no sin dejarme envolver por el calor de la gente animando y las vistas del skyline tras la línea de llegada y efectivamente … 3:14:22, y a un ritmo constante pues la segunda media la clavé en 1:37, aunque lo mas cojonudo fue hacerlo sin mirar los tiempos durante la carrera.
Mucha emoción, estiramientos, cervecita de rigor y a la ducha que el viaje continúa.
Al final un viaje que merece muy mucho la pena, tanto por la carrera como por la ciudad, limpia, elegante y bonita, y que se ha convertido en mi primer Marathon fuera de Europa de la que tuve que salir para conseguir mi propio número Pi.
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Después de nuestro regreso del Mont Blanc. Yo por lo menos no tenía muchas ganas de seguir corriendo, notaba la fatiga en mi cuerpo después de tantos meses y horas de entrenamiento y todavía con molestias en el tobillo que me esguincé en la prueba.
La verdad es que no hace falta demasiado para hacerme cambiar de opinión y un correo de Juanma animándome a participar en esta prueba no tardó mucho tiempo en convencerme.
La carrera de montaña de Benejama tiene el honor de haber participado en la que fue la primera edición de la Copa de Carreras de Montaña de la Comunidad Valenciana hoy llamada “Liga” por motivos federativos, por aquel entonces el número de corredores era bastante reducido y la inscripción gratuita “qué tiempos aquellos…”.
En la edición de este año además la han hecho coincidir con una pequeña feria de muestras donde podías degustar al finalizar dando un agradable paseo de dulces, vinos, embutidos, cocas, típicos de la zona.
El domingo empezaba a las 5:30 de la mañana para nosotros ya que también iba a ser el debut de Sofía en una carrera de montaña, hay que motivarles desde pequeñitos. Darle de comer, preparar la ropita, en fin que os voy a contar, primera carrera y el coche lleno de trastos, casi no nos caben las bolsas de correr.
A las 7 de la mañana partimos hacia Benejama la familia al completo, Juanma, Ksenia, Sofía y yo. Una vez allí, con el fresquito de la mañana a por los dorsales y saludo a los amigos, el incombustible Paco Navarro y su tropa al pie del cañón como siempre, la música A To Trapo y a Sofía parece que le gusta el ambiente ya que no para de reírse.
Nos ponemos los hábitos y … ¿? ¡qué cosa más rara un montón de gente calentando antes de la carrera, ¿para qué servirá eso?, nosotros como siempre calentamos a partir del km 30!
Con puntualidad castrense a las 9 con traca incluida empezamos nuestra andadura atravesando las calles de Benejama y encaminándonos a las afueras donde tomamos una pista asfaltada que nos va llevando hacia nuestras anheladas montañas, para mí 5 interminables kilómetros. Llegados a este punto llenamos el bidón y comenzamos la primera de las subidas, corta y suave para tomar un agradable descenso por un barranquito donde la tierra mullida y la humedad lo hicieron muy agradable, fuimos alternando tramos de pista con algún pequeño sendero, subiendo, llaneando y subiendo, atravesando espesos bosques de pinos. Toda la Sierra de Benejama se encuentra tapizada de un extenso y verde pinar. Tras una corta bajada nos reciben en un avituallamiento una colla de dulzaina y tabalet con “La manta al coll …”, recargamos las pilas y comenzamos la última de las subidas por una pequeña vaguada hasta un collado que nos sube hasta la torre vigía y desde ahí ya divisamos Benejama nuestra meta final. De nuevo vuelta al camino asfaltado y trotando, trotando volvemos a las calles de este Poblete ya repletas de gente con el trenecito recorriendo las calles y los puestos de productos artesanales.
El avituallamiento de meta muy bueno, coca, embutido, frutos secos, fruta y todo tipo de bebidas, cervezas, cola, agua, zumos. La bolsa del corredor como siempre y eso sí un vale para una degustación en la feria de muestras de una tapa y una bebida.
Carrera totalmente recomendable, muy bien organizada, gente muy amable, avituallamientos correctos, el de meta muy bien, recorrido bonito, nada técnico, muy de correr. Especialmente recomendable para todo el que quiera iniciarse en las carreras de montaña y sobretodo para nuestros gatopardos.
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[Puedes descargar este track en formato GPX y KMZ]
Este es el recorrido y el perfil registrado con un Garmin Forerunner 210. Las marcas aparecen cada cinco kilómetros. El perfil está dibujado con el programa Perfils. Haz clic sobre la imagen para ampliarlo. |
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Esta crónica se remonta a una noche de verano con una mesa con cervecitas, cuando Maripaz, el cuñao y un servidor hablábamos de las carreras, de la montaña, del club, de lo variado y lo complementario que somos los miembros de A to trapo,de la sandía, del presi etc. y como no de los nuevos retos. Maripaz habló de hacer Forna (Botamargues) y se acabó la conversación con un ¿VA o NO VA?. Nunca una frase tan corta evoca tanta fuerza.
Este recuerdo que comparto es el que tuve el sábado a las 5 de la mañana cuando sonó el despertador en la casa del pueblo de Forna que habíamos reservado el fin de semana, junto a la plaza. Desayuno según lo recomendado café, tostadas, kiwi y naranja, los tres preparados para el reto. Las fotos con la pancarta de nuestro club, que habíamos colgado la noche anterior bajo los ánimos de los organizadores y tras la tradicional cena de la pasta. Sin tiempo para pensar en los 63 km y en los 3.000 m de desnivel, nos colocamos en el punto de partida, que estaba ya abarrotada de los 450 aspirantes a héroes. No pudimos ver a nuestro compañero de equipo Fran ya que solo se apreciaban las luces de los frontales.
Salida a las 6 en punto y primeros minutos de trotada bajo la noche agradable. Buen ambiente y agradable tramo hasta la llegada a Villalonga, con un par de bajada lentas, donde nos deshacemos de los frontales que en los últimos kilómetros iban perdiendo su función ante el magnífico amanecer, con unas vistas maravillosas sobre el valle. Primer avituallamiento que aprovechamos los tres y nos agrupamos a varios corredores con los que nos adentramos en el tramo de vía verde e iniciamos el durísimo ascenso a la Safor, que contaros, duro y sin fin, mas de 10 km.
Un grupo nos vamos adelantando los unos a los otros, hasta llegar a la cima, a partir de ese momento una bajada dura con mucha dificultad y piedras, hasta llegar a avituallamiento en la Font dels Olbits donde se agolpan un grupo de corredores que abandonan. Los tres nos dedicamos a tomar varios sandwichs, frutas, galletas y mucha agua.
Aprovechamos para hacer una pedicura de emergencia que nos permite continuar. 26 km son ya los recorridos y 5h 15m minutos el tiempo necesitado. De ahí, con un calor que aprieta, pasamos por Lorxa, pista, camino y de ahí un tramo de pista, con una bajada complicada solo compensada por la vista que nos ofrece Benirrama, colgado de la montaña, bajo las “famosas antenas” a las cuales, tras el avituallamiento de Benirrama de líquido y algunos frutos secos, nos dirigimos por una subida exigente pero reconfortante por la sombra que ofrece.
Por cierto en Benirrama todavía se recuerda cuando un corredor de A to trapo decidió sentarse en el restaurante del pueblo y tomarse una cerveza con su pincho de tortilla. Sabéis quien ¿no? A partir de ese momento un tramo de 8 a 10 km nuevo sobre otros años, un itinerario que acariciaba el pueblo de Adsubia, pero cuando nos acercábamos, la carrera marcaba el camino contrario dando una vuelta sin fin. Por fin llegamos al avituallamiento de Adsubia, agua, mandarinas que nos trae nuestra amiga Mariló, galletas.
Las 17:30 h y 10 km por delante, tres subidas nos quedan, tras la primera Maripaz, tan preocupada ella por marido y cuñado, decide dejarnos y acometer el último tramo sola. Por fin visualizamos Forna, nuestro destino, nada nos va a parar, ni la sorpresa que nos deparaba la carrera, la subida al castillo. Escuchar las voces de Martina y Rober, que aparecieron tras los matorrales, con sus coronas de flores, sus besos y palabras de ánimo fueron el mejor premio.
Maripaz ya no era Maripaz, era la segunda en su categoría de veteranas. Admirable, valió la pena cumplir la promesa que le había hecho de acompañarla en este reto. En los últimos 7 km nos recortó 30 minutos. Recogió su bonito trofeo, lo compartió con todos nosotros y todos vosotros y todos disfrutamos de una noche con la sensación de haber hecho algo grande. De haber superado un gran reto, que seguro que nos ayudará a afrontar otros más.
La noche terminó con cervecitas, carreras, el club, lo duro de la carrera, la recogida de la pancarta de A to trapo, ya tenemos dos puntos para Montblanc, y alguien dice la frase mágica: ¿VA o NO VA? …
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También puedes leer la crónica de Fran con enlaces sobre la prueba y galerías de fotos