Desde el más allá. 7.

VII

Siempre que los dioses se reúnen en Asamblea van a decidir algo sobre el destino de los hombres. Eso lo sabe Enkidu. Eso ha cambiado bien poco en la historia de la humanidad. Dioses o poderosos son para el hombre lo mismo. Y aquellos de los humanos atentos a sus reuniones, asambleas y decisiones saben que su suerte se juega en esos lugares. Muchos hacen oídos sordos porque saben por la experiencia de sus antepasados que esas decisiones tomadas en las alturas nunca suelen ser beneficiosas para la gente de la llanura. Por eso Enkidu, mosqueado, se pregunta por qué los dioses se reúnen en Consejo.

 TABLILLA VII

“El día amaneció y el divino Enkidu dijo al divino Gilgamesh: Hermano mío, ¡qué sueño he tenido esta noche! Anu, Enlil, Ea y el Sol del cielo celebraban consejo y Anu decía a Enlil: Al igual que han matado al Toro Celeste, han matado también a Khumbaba, que guardaba la Montaña cubierta de Cedros. Y Anu declaraba. Uno de los dos debe morir. Pero Enlil le respondió: El divino Enkidu debe morir, Gilgamesh que no muera. Entonces el Sol del cielo replicó al valiente Enlil: ¿No fue acaso por orden mía que ellos mataron al Toro Celeste y a Khumbaba? ¿Y quieres que el divino Enkidu, inocente, muera? Pero Enlil se enfadó con el Sol del cielo: Hablas así porque, como si fueses uno de sus amigos, cada día tú ibas con ellos. El divino Enkidu estaba acostado, enfermo, ante el divino Gilgamesh y sus lágrimas corrían copiosamente. Hermano mío, le dijo, eres mi hermano querido, ¿por qué ellos me llevan lejos de mi hermano? A buen seguro voy a caer en poder de la muerte, sin que pueda ver con mis ojos ya más a mi querido hermano. Después de maldecir al cazador, que no me dejó ser semejante a mis antiguos amigos (los animales), su corazón lo llevó también a maldecir a Shámkhat, la hieródula; ven, Shámkhat, te voy a decir tu destino. Quiero maldecirte con una gran maldición: Que jamás construyas un hogar dichoso, que nunca ames a los jóvenes llenos de vida, que la hez de la cerveza manche tu hermoso seno, que los jueces te arruinen, que el cruce de los caminos sea tu morada, que las espinas despellejen tus pies, que el borracho y el ebrio te den bofetadas, que no haya albañil que repare el techo de tu casa, que en tu casa no haya nunca un banquete, que la enfermedad (¿sífilis?) que alberga tu regazo desnudo sea tu presente, porque a mí, el puro, me habías seducido en mi estepa. Cuando Shamash oyó las palabras de su boca, de lo alto del cielo una voz lo interpeló: Enkidu ¿por qué maldices a Sh´mkhat, mi hieródula? Es ella quien te hacía comer manjares propios de la divinidad, es ella quien te hacía beber bebidas dignas de la realeza, es ella quien te vistió con vestidos magníficos, es ella quien te procuró por compañero al perfecto Gilgamesh. ¿No es ahora para ti Gilgamesh un amigo, un verdadero hermano? Él te hará reposar sobre un gran lecho, los príncipes del país vendrán a besarte tus pies, hará llorar y lamentar por ti a la gente de Uruk y hará que el pueblo, antes gozoso, guarde duelo. Y él mismo, vestido con la piel de un león, errará por la estepa. Cuando Enkidu oyó las palabras del valiente Shamash, reflexionó y se apaciguó la ira de su corazón y se calmó su cólera. Enkidu se volvió a Sh´mkhat y le dijo: Ven, Shámkhat, te voy a fijar otro destino. Que mi boca que te ha maldecido, ahora, al revés, te bendiga, que los nobles y los príncipes se conviertan en tus amantes.

Como Enkidu está echado, con su cuerpo debilitado, puede confiar a su amigo todo lo que le preocupaba: escucha, amigo mío, el sueño que he visto esta noche: los cielos rugían, la tierra resonaba. Había alguien allí de cara tenebrosa, sus manos eran zarpas de león, sus uñas garras de águila, cogiéndome por la punta de mis cabellos, me violentaba. Yo intentaba golpearle, pero él revoloteaba como se salta a la cuerda (la comba); luego me golpeó como un búfalo pesado, me pisoteaba. ¡Sálvame, amigo mío, grité, pero tú no me salvabas, tenías tanto miedo que ni te movías para ayudarme. Me tocó y me transformó en pichón, mis brazos, como los de un pájaro, se cubrieron de plumas; me arrastró a la casa de las Tinieblas, a la casa donde se entra pero no se sale, a la casa cuyos habitantes están desprovistos de luz, donde el polvo es su vianda y el barro su pan. Mi amigo, se decía Gilgamesh, ha visto un sueño desfavorable; desde el día en que lo vio, ha perdido sus fuerzas. Entretanto Enkidu permanecía postrado; un primer día, un segundo día sin que pudiera abandonar su lecho. La enfermedad de Enkidu empeoraba. Un décimo día, la enfermedad se agravaba aún más; al undécimo y duodécimo la enfermedad lo acababa. Enkidu entonces se incorporó con esfuerzo de su lecho y gritando dijo: Me salvó Gilgamesh en la lucha, ¿por qué mi amigo me abandona ahora? Tú y yo que triunfamos juntos ¿por qué ahora me abandonas? La enfermedad se agravó y sus carnes se debilitaron. Enkidu, entonces, expiró en su lecho. Gilgamesh se puso a gritar, rasgó sus vestidos; a causa de sus gritos despertó a sus camaradas.”

TABLILLA VIII

“Por la mañana, a las primeras luces del alba, Gilgamesh dijo: Enkidu, amigo mío, que te lloren los caminos hasta el Bosque de los Cedros, que no callen ni de día ni de noche, que lloren los bosques, que te llore el puro Eúfrates. Escuchadme, jóvenes y ancianos de Uruk, soy yo quien llora por Enkidu, mi amigo, estallo en amargas lágrimas, como una plañidera.. Un maligno demonio ha surgido para arrancarte de mí. ¿Qué sueño se ha apoderado de ti para que hayas perdido el conocimiento y no me oigas? Pero él no levantó la cabeza, cuando tocó su corazón, éste ya no latía. Entonces, Gilgamesh, cubrió el rostro de su amigo como el de una joven esposa y, como un águila, comenzó a dar vueltas alrededor de él, o como una leona cuyos cachorros están atrapados en un foso; iba y venía sin cesar, de un lado a otro; se arrancaba mechones de su cabello y los esparcía, desgarraba sus hermosos vestidos y los arrojaba como una abominación.”

— Dime, amigo, ¿qué ha cambiado en Gilgamesh que, antes de conocer a Enkidu, avasallaba a los jóvenes de su pueblo, manteniéndolos siempre en pie de guerra y humillaba a las mujeres, ejerciendo sobre ellas el derecho de pernada?

— El cambio operado en él es sorprendente. El descubrimiento de la amistad en un igual lo ha humanizado. De sus crueles costumbres para con los habitantes de Uruk ha pasado a sentir la muerte de un amigo. Tras largos viajes y aventuras con su amigo, Enkidu es castigado por los dioses y muere. La primera reacción de Gilgamesh es de desesperación por la pérdida del amigo. Pero enseguida le asalta el miedo a la muerte. Si Enkidu, su igual, su compañero, ha muerto, también él puede morir. Es entonces cuando, ya solo, inicia un viaje que nadie ha hecho nunca por valles y montañas, lleno de obstáculos, en busca de Utnapistin, personaje inmortal porque sobrevivió al Diluvio.

San Juan, julio de 2020.
José Luis Simón Cámara.

Historia de un Corredor Popular de A To Trapo.

Todo empezó con motivo de la Constitución española de 1978. En el mes de diciembre de ese gran año, se celebró la Primera Carrera Popular en Alicante. En esa época yo alternaba la práctica del tenis con las carreras, entrenando con los que entonces eran mis compañeros de trabajo.

Unos años después, en 1985 y con motivo de mi traslado a vivir en San Juan Pueblo, en la Urbanización “”El Troset”, conocí a un tal Jesús Jurado que tenía como vecino. Empezamos a salir a correr juntos. Diría que esas primeras salidas pueden considerarse los inicios de A To Trapo.

Uno de las primeras carreras en las que empezamos a correr juntos y en las que participamos durante unos cuantos años fueron los conocidos como “Cross del Pryca”. El 1er. Cross Popular Pryca San Juan se celebró el 27 octubre 1985. Todavía hoy Jesús sigue comprando en el Pryca.

En esas fechas era muy extraño ver correr a la gente por la calle, y de vez en cuando, nos cruzábamos con dos corredores vecinos. Se trataba de dos corredores del Club Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, Rafael Olivares y Vicente Soriano. Sorprendentemente, por entonces, a Jesús le costó bastante llegar a contactar con ellos. Pero, finalmente, al cabo de cierto tiempo el embrión de A To Trapo pasó a ser de cuatro miembros. Con esta unión, nace el Club de corredores de fondo de la Comarca del Alacantí. En el siguiente enlace Josele nos cuenta “Quienes Somos”.

Hacia el año 2000, el Club A to Trapo se constituyó con Jesús como Presidente y yo como Secretario-Tesorero. Llegó a tener unos estatutos que nunca se publicaron y una base de datos en el que registrábamos toda la información de los corredores, para así facilitar las inscripciones y la celebración de sus cumpleaños.

En estos enlaces, nuestro cronista oficial, resume la filosofía del grupo y de nuestros entrenamientos.

Tras estos inicios, y durante cuarenta años (1978-2018), he participado en Carreras Populares, Medias Maratones y Maratones, y en paralelo, no sé en qué momento, empecé las carreras de montaña. En cada carrera siempre me he marcado un objetivo, bien sea de marca, de terminar la carrera o de ganar a Jesús. Siempre sin mirar atrás.

A continuación, trataré de resumir los acontecimientos que han marcado mi carrera como corredor de fondo:

  • II Media Maratón Alicante 1982 (16 Marzo 1982) Mi primera media maratón, 21 Km.700 M, 499 corredores, salida y llegada del Club Atlético Montemar con dirección a la Cantera, Playa de San Juan hacia San Juan Pueblo, Monasterio de Santa Faz, Complejo Vistahermosa y meta en Padre Esplá.
  • Circuito 20Km Adidas Valencia: 1988 – 1992 Circuito a nivel nacional con distintas sedes, una de ellas en Valencia.
  • XI Maratón Internacional de Benidorm: 1993, mi primer maratón, con una marca de 3h:37’57”, este es el que al llegar al estadio vi a Jesús y esperé hasta los últimos metros para adelantarle, su marca 3h:38’12”. Seguro que coincidí con Rafa Olivares, único corredor que ha participado en las XXV ediciones.
    https://www.atotrapo.com/2007/11/25/xxv-maraton-y-medio-maraton-de-benidorm-25-noviembre-2007/
  • Media Maratón de Santa Pola: 1995 – 2016, primera carrera del año, cita obligada a la que no podía faltar.
    En 1996, en Santa Pola mi hijo David Gil celebró su primera Media Maratón.
  • 15ª Maratón Popular de Valencia: 1995, primera y única carrera “compensada”, con salidas por grupos, mi mejor marca 3H.31’09”.
  • Maratón Popular de Madrid: 1996, duro recorrido por las calles de Madrid, mi marca 3:36’12”. En esta carrera, salí del hotel cojeando sin intención de correr, pero al llegar al punto de encuentro, y sentirme mejor, decidí participar, terminé la maratón.
  • Volta a la Foia de Castalla: 1996-20xx, carrera de 27 km, último domingo de octubre, durante muchos años para los corredores de A To Trapo, sirvió de excusa para una comida en familia, gazpachos en el Polideportivo.
    En 2013 coincidió con el nacimiento de mi primer nieto, Joel Gil. Las últimas carreras participé como senderista.

  • Maratón de Florencia: 1996, visita turística a Florencia en familia con Jesús, Juanma y Ñasco.
    Juanma a partir de esta fecha se inicia como corredor y se integra en el grupo A To Trapo. Ñasco se perdió en el primer Km.
  • 100 Kilómetros en 24 horas: 1998, organizada por ”Corricolari” en su primera edición, no era competitiva, se trataba de llegar a la meta antes de 24 horas.
  • Maratón Alpino Alpujarreño Mulhacén: 1998, mi primera gran etapa de montaña, salí de Trevélez a 1650 m. de altitud hasta coronar el pico Mulhacen a 3482 m y completar los 42 km. del maratón. Tiempo empleado 7h:02’06”.
  • Marató de Muntanya les Valls de la Marina Alta: 1999 – 2003, las 5 primeras ediciones, organizadas por el “Centre Espeológic de Gata”, el recorrido variaba cada año, en la quinta edición llegué el cuarto en la categoría de “Majors”. Especial Finalista dels 5 Maratons.
  • Media Maratón de Friburgo: 2009, fue un viaje extraordinario organizado por Martina y familia, la carrera era una buena excusa para hacer turismo.
  • Media Maratón Villa de Puente Genil: 2010 – 2015. Con motivo de la Media Maratón tuvimos la ocasión de visitar la Villa Romana de Puente Genil y conocer las hazañas de Jesús en su Juventud de la mano de sus compañeros de correrías, Diego y Francis. Para una descripción detallada del viaje tenemos el siguiente enlace:
    https://www.atotrapo.com/2010/02/02/xx-media-maraton-villa-de-puente-genil-cordoba-31-enero-2010/
  • Media Maratón de Edimburgo: 2018, mi última media maratón hasta la fecha.

Después de recuperarme de la fractura de tobillo que me produje en Gata en una carrera como senderista, me propuse salir tranquilo y tratar de ir en grupo, solo tardé 500 metros en perderme del grupo y hacer toda la carrera en solitario, acabé con una hernia inguinal.

Paris 2011, acordé con Martina que ella haría su primera maratón y yo la última, Martina la terminó, yo no pude participar, mi dorsal lo lució Saula. Tengo pendiente mi última maratón, todavía hay tiempo.

El correr para mí ha sido como un Master que ha durado cuarenta años, me ha producido bienestar personal, fortalecimiento del carácter, planteamiento de objetivos, superación personal, y como no, “amigos” todos los domingos en el punto de encuentro.

Os recomiendo este video: “Hablando de correr. La Psicología del corredor”
https://www.youtube.com/watch?v=kFAUGBqUavU

Mutxamel a 3 de agosto de 2020
Pepe Gil

P.D. Resumen de las carreras, todas fueron importantes:

Maratones: Valencia, Madrid, Benidorm, Florencia, Toral de los Vados.

Medias Maratones: Alicante, Benidorm, Santa Pola, San Juan, Aspe, Pinoso, Torrevieja, Orihuela, Valencia, Albacete, Elche, Murcia, Cieza, Almansa, Petrer, Monforte del Cid, Lorca, Elda, Friburgo , Edimburgo, Villa de Puente Genil, ….

Carreras Populares: Volta a la Foia de Castalla, 100 Km. En 24 Horas Corricolari, 20 Km. Adidas Valencia, Subida al Santuario Sta. Maria Magdalena, Cross de Albatera – Subida al Cabezo Negro, Cross del Amanecer, San Silvestre Crevillentina, Pujada a la Font Roja, Subida Refugio Ibi, la Font de la Figuera, Carrera Hondon-Aspe, Circuito Carreras Populares de la Marina Alta, ….

Carreras de Montaña: Marató Marina Alta, Maratón Alpino Alpujarreño-Mulhacen, Alfondeguilla, Copa Carreras de montaña C.V., Marcha Aragón Sur, Al-Mudayna, Pujada Montcabrer, Sierra del Coto, Sierra del Frare, Serra d’Oltá, Costa Blanca Trail, El Cami dels Bandolers, Carrera per Muntanya Tavernes de la Valldigna, Carrera de motaña de Castalla, Trail Aigues, …..

Desde el más allá. 6.

VI

TABLILLA V

“Ambos se quedaron inmóviles en el lindero del bosque, contemplaron maravillados la altura de los cedros. Por donde Khumbaba suele pasear existe un sendero. Se ve a lo lejos la montaña de los cedros que despliegan su lujuriosa frondosidad; deliciosa es su sombra, todo está lleno de perfumes; los matorrales allí se entrelazan. Prontamente tomaron sus espadas de duro hierro, untado con veneno. Atacaron con puñales y espadas, uno tras otro. Enkidu dijo: la fuerza de Khumbaba es muy peligrosa. Uno solo no puede afrontarlo, pero dos sí que pueden; si son extraños dispersan sus fuerzas, si amigos las unen. Amigo mío, si capturas a un pájaro, ¿dónde irán sus pajarillos? Dominémoslo y golpeémoslo de nuevo y luego podrás abatir a sus servidores.

Khumbaba, buscando salvar su vida, se dirigió a Gilgamesh: Perdóname la vida, seré tu servidor y te entregaré tantos árboles como me pidas.

Enkidu dijo a Gilgamesh: Amigo mío, a Khumbaba acábalo, mátalo, tritúralo, destrúyelo antes de que Enlil, el jefe de los dioses, pueda oír su llamada y se encolerice contra nosotros.

Cuando Gilgamesh vio en alto al dios Sol del cielo le pidió ayuda. El dios Sol atendió la plegaria del divino Gilgamesh y se levantaron poderosos huracanes contra Khumbaba: la borrasca, la ventisca, el ciclón, hasta ocho vientos se levantaron contra él y le golpearon los ojos. Entonces se rindió y dijo: Déjame marchar, divino Gilgamesh, sé mi señor y yo seré tu esclavo. Cortaré los cedros que yo he hecho grandes en la montaña y con ellos construiré casas para ti.

Pero el divino Gilgamesh asintió a las palabras de su compañero, cogió su hacha con la mano y desenvainó la espada de su cintura. Gilgamesh le golpeó en la cabeza. Al tercer golpe cayó. Se produjo una gran confusión y luego un silencio de muerte. Ellos cortaron la cabeza de Khumbaba. Así habían matado al poderoso guardián Khumbaba. El bosque se lamentó y los cedros gimieron. Gilgamesh cortó los árboles, Enkidu desenterró los troncos y le dijo: Amigo mío, hemos abatido un cedro gigante, cuya copa horadaba los cielos. Voy a hacer una puerta que sea transportada por el Eúfrates al templo del dios Enlil en Nippur.”

TABLILLA VI

Tras la muerte de Khumbaba, Gilgamesh debe purificarse de la contaminación sufrida en el Bosque de los cedros. Ya están los dos amigos de nuevo en Uruk.

“Gilgamesh lavó sus cabellos, limpió su cinta del pelo, después se soltó su cabellera sobre su espalda, arrojó sus vestidos sucios y se puso otro limpios y se envolvió con un manto. Cuando se cubrió con una tiara, la noble diosa Ishtar quedó fascinada por la belleza de Gilgamesh:

— Ven, Gilgamesh, sé tú mi amante, ofréceme como regalo tu fruto. Sé tú mi esposo y yo seré tu esposa. Te haré equipar un carro de lapislázuli y de oro. Entra en nuestra casa bajo la fragancia del cedro.

Cuando entres en nuestra casa, los sacerdotes purificadores te besarán los pies, se prosternarán ante ti reyes, nobles y príncipes y te aportarán como tributo los productos de la montaña y del país. Tus cabras parirán crías triples, tus ovejas mellizos.

Gilgamesh tomó la palabra: ¿Cuánto tendré que pagarte si me caso contigo? ¿Acaso perfumes y vestidos para tu cuerpo? ¿Debería mantenerte con manjares propios de la divinidad? No eres más que un brasero que se apaga con el hielo. ¿A quién de tus amantes le has permanecido siempre fiel? ¿Cuál es tu pájaro que ha escapado a tus lazos? Ven, te voy a recordar uno a uno a tus amantes, a aquellos que has poseído ardientemente. Y continúa una relación de amantes, seducidos y abandonados. Has amado a Allalu, pájaro multicolor, pero le has roto las alas. Has amado al boyero que te preparaba panes cocidos entre las cenizas, pero pronto lo golpeaste y lo transformaste en lobo.

Cuando Ishtar hubo oído estas palabras se enfureció y ascendió a los cielos; se presentó sollozando ante Anu, su padre y ante Antu, su madre: Padre mío, Gilgamesh me ha llenado de insultos, ha pronunciado contra mi injurias, murmuraciones e infamias. Anu, su padre, le dijo. ¡Cómo! Ya habrás provocado tú al rey Gilgamesh para que él haya pronunciado injurias contra ti. Ishtar le dijo: Padre mío, te lo ruego, crea al Toro Celeste para que mate a Gilgamesh e incendie su casa porque quiero vengarme de él. Cuando el Toro Celeste llegó al país de Uruk, comenzó a patear la hierba y el cañaveral, descendió al río y en siete grandes tragos lo desecó. Al primer resoplido del Toro Celeste se abrió una fosa en la que cayeron cien hombres de Uruk, doscientos, trescientos. Al tercer resoplido se abrió una fosa muy cerca de Enkidu y cayó allí dentro hasta la cintura, pero pudo saltar y coger al Toro por los cuernos. El Toro echó por delante babas y desde lo espeso de su cola arrojó excrementos. Enkidu dijo a Gilgamesh: Amigo mío, nosotros hemos salido airosos del Bosque de los Cedros, ¿cómo actuaremos ahora frente a este nuevo peligro? Amigo mío, dijo Gilgamesh, he observado a las bestias de la estepa, nuestras fuerzas serán suficientes para matar al Toro. Quiero arrebatarle su corazón para ofrecérselo a Shamash. Enkidu dijo: yo lo voy a hostigar, cogeré al Toro por el grueso de su cola y lo retendré fuertemente con mis dos manos; tú te situarás por delante de él y entre la cerviz, las astas y el crucero lo herirás de muerte con tu puñal. Entonces Gilgamesh, valeroso y fuerte, golpeó al Toro Celeste e hincó su puñal entre la cerviz, las astas y el crucero. Tras abatirlo le arrancaron el corazón y lo colocaron delante de Shamash. Ishtar, subida en la muralla de Uruk, moviéndose en la desesperación, prorrumpió en un lamento. ¡Ah, Gilgamesh me ha humillado matando al Toro Celeste. Cuando Enkidu oyó estas palabras de Ishtar arrancó una pata del Toro Celeste y se la arrojó a su cara. Entonces Ishtar congregó a las hieródulas, a las mozas del placer y a las prostitutas para hacer un lamento ante la pata del Toro. Gilgamesh entretanto convocó a los artesanos, admiraron el espesor de los cuernos del toro y se los llevó para colgarlos en la alcoba del jefe de su familia, su dios Lugalbanda. Luego purificaron sus manos en el Eúfrates, después, cogidos uno al otro se pusieron en camino y recorrieron en carro la gran calle de Uruk; la gente estaba reunida para verlos pasar. Gilgamesh dio una fiesta en su palacio. Después de la fiesta, Enkidu tuvo un sueño mientras dormía. Levantándose dijo a su amigo: Amigo mío ¿por qué los grandes dioses celebraban Consejo?”

San Juan, julio de 2020.
José Luis Simón Cámara.

Desde el más allá. 5.

V

TABLILLA IV

“Al cabo de 20 dobles leguas, comieron un poco, al cabo de otras 30 dobles leguas se prepararon para la noche; así, en un día hicieron 50 dobles leguas. Todo este camino se había hecho a paso de gigante; lo que realmente eran. Recorrido habitual de un mes y medio para un humano, unos 540 kilómetros. Al tercer día alcanzaron la montaña. Gilgamesh subió a la cima y dijo: Montaña, envíame un sueño con un mensaje favorable. Enkidu preparó entonces el ritual, le hizo acostar en un círculo mágico y Gilgamesh, acurrucado, apoyaba el mentón sobre sus rodillas y el sueño que se derrama sobre los humanos cayó sobre él. A media noche se despertó bruscamente, se levantó y dijo a su amigo: Te voy a contar, amigo mío, el sueño que he tenido: avanzábamos por los barrancos de la montaña, cuando la montaña se desplomó encima de nosotros, pero pudimos huir como moscas de cañaveral. El que nació en la estepa le explicó el sueño. Amigo mío, tu sueño es favorable. Es un sueño excelente. La montaña que tú has visto es Khumbaba y quiere decir que lo cogeremos y lo mataremos.

Y así tuvo varios sueños. Con un búfalo, después en otro los cielos bramaban, la tierra retumbaba. Finalmente Gilgamesh dijo a Enkidu. Éste es un lugar lleno de cosas misteriosas, es un terreno resbaladizo. Uno solo no puede caminar, pero dos sí que pueden. Una cuerda de tres hilos es difícil de romper. Hemos franqueado todos los obstáculos. El final de nuestro viaje está ante nosotros; no retrocederemos antes de cortar los cedros. Amigo mío, ¿por qué vamos a rendirnos como unos cobardes? Tú, experto en combates, diestro en batallas, puesto que te has frotado con hierbas, no debes temer a la muerte. Amigo, cógeme la mano, marchemos juntos. Ambos llegaron a la linde de la verde montaña. Se quedaron allí, mudos e inmóviles.”

¿Quién me puede reprochar que me sirva de los sueños para recrear el presente, para reinventar el pasado, para enriquecer el futuro si ya en tiempos tan remotos y con menos licencias poéticas, apenas descubiertas, se atrevían, y con qué fortuna, a hacerlo? ¿Quién podría censurarle a Calderón “La vida es sueño”? Cómo me gustaría seguir creyendo que es por culpa del confinamiento por lo que seguimos sin poder vernos un tiempo más que, desgraciadamente, se va a prolongar ¿hasta cuándo?. Demasiado ya en cualquier caso. Con razón se ha recurrido a los sueños desde el principio de los tiempos, cuando los hombres querían conocer el destino o querían cambiarlo. Sobre todo cambiarlo porque era adverso y en el sueño tenemos la capacidad para, por encima del tiempo, volver a encontrarnos con personas amadas que la realidad nos ha arrebatado. ¿Quién nos va a impedir soñar con personas, lugares o situaciones queridas? ¿Quién puede controlar los sueños? El que está preso en la más negra mazmorra sueña con alas que lo elevan sobre las más altas murallas.

Me convertiré en pastor de sueños para cuidar el rebaño y guiarlo donde estén los mejores pastos y crezcan tan lustrosos que puedan rivalizar con la realidad, con esta realidad, a veces, tan triste.

Paso estos escritos a algunos de los que también disfrutaron de su amistad. Y mirad lo que uno de sus más próximos me envía:

“Aparte de mis dos Lillian y Concha Seco, que pasó un rato por casa para ver a Lillian, eres la primera persona con la que hablo, es un decir, de nuestra amiga Mercedes, cuya muerte me ha dejado descentrado, conmovido, desmadejado. A veces todavía pienso en ella como si nada hubiese sucedido y se me ocurre llamarla por si podemos vernos, aunque sea un momento, en el Blanco y Negro. Evito ir allí porque sin ella ya no tiene el mismo atractivo. Ya lo había perdido en los últimos tiempos de su enfermedad. Y siento que el confinamiento del virus nos robara las pocas veces que hubiéramos podido estar con ella en esos últimos meses. Cuánto añoro aquellas charlas con ella que siempre duraban menos de lo que yo hubiera querido. Su inquietud casi permanente le impedía estar quieta mucho tiempo y las solíamos terminar con un paseo por las cercanías. Y me duele su ausencia como pocas cosas me han dolido. Dios quiera que este dolor de ahora se convierta con el tiempo en el recuerdo nostálgico, pero dulce e incluso alegre, que una mujer tan hermosa como Mercedes merece. Haber coincidido con ella en la vida y haber disfrutado de su amistad ha sido una de las mejores cosas que le agradezco a la vida. Que tú hayas sido parte de esa coincidencia y de esa amistad también me hace sentir muy afortunado. Un abrazo de tu siempre amigo, Pepe.”

¿Para qué hablar de la ternura que muestran estas palabras de un amigo, cuando estamos quizá delante del primer poema de la historia donde sobre todo se hace un canto a la amistad?

Hay una frase en este escrito “Cuánto añoro aquellas charlas con ella que siempre duraban menos de lo que yo hubiera querido. Su inquietud casi permanente le impedía estar quieta mucho tiempo..” que me recuerda la que Ninsún le dirige a la diosa Shamash: “Por qué, habiéndome dado a Gilgamesh por hijo, lo dotaste de un corazón sin reposo?”

En las primeras líneas de esta historia que vuelvo a contar, ahora a petición y en recuerdo de nuestra amiga, hacía referencia a unas palabras suyas escuchadas a esas horas de la madrugada en que aún se confunden el sueño y la vigilia. Digo que vuelvo a contar porque hace ya tiempo que no es la primera vez. Después de haber quedado impresionado la primera vez que me llegó a las manos a través de mi compañera de alegrías y tristezas y de su grupo de trabajo en el Instituto de El Campello, la di a conocer a los alumnos del Instituto de San Juan y disfrutaba viendo cómo seguían mi relato con los ojos enfebrecidos. La he contado después en largas caminatas y carreras a compañeros, en muchos casos ajenos al mundo de la literatura, pero que también se han quedado enganchados. Los más recalcitrantes han sido unos compañeros de comidas, a los que aún no he conseguido contarla de viva voz. Pero estoy seguro de que ahora, y aunque solo sea por el cariñoso y triste recuerdo, la leerán, saborearán y disfrutarán como jamás lo habían hecho, lamentando, ahora sí, no haberla conocido antes completa.

San Juan, julio de 2020.
José Luis Simón Cámara.

Desde el más allá. 4.

IV

¡Amigo! Así acaba la tablilla segunda. Hermosa palabra. Necesitaban enfrentarse, rivalizar, pero enseguida se dieron cuenta de que era mucho más lo que los unía que lo que los separaba. ¡Cuántas veces nos ha pasado en la vida como a ellos! Después de muchos enfrentamientos hemos descubierto que nos sentíamos mucho más cerca de aquellos con los que discutíamos que de otros con los que no habíamos cruzado una palabra siquiera, que de otros con los que parecíamos coincidir en todo. Del revolcón al abrazo. Cuántas veces ocurre en la vida.

TABLILLA III

“Enkidu se sentía atormentado. Entonces Gilgamesh, volviendo su rostro, habló así a Enkidu: Amigo mío ¿por qué tus ojos están llenos de lágrimas? ¿Por qué tu corazón está lleno de tristeza y te sientes atormentado? Enkidu abrió su boca y habló así a Gilgamesh. Amigo mío, a causa de mis lamentos, los sollozos han oprimido mi garganta, mis brazos están débiles y mi fuerza aniquilada.”

— Oye, escúchame, ¿qué le ha ocurrido a Enkidu ahora que está civilizado, que come pan y bebe cerveza, que vive en la ciudad y tiene un amigo?

— No está muy claro porque, como sabes, algunas de las tablillas de arcilla están desaparecidas y otras incompletas o rotas, pero parece que la tristeza y abatimiento de Enkidu se debían a su nuevo tipo de vida, muy diferente al que había llevado en la estepa. Para evitar este estado Gilgamesh le sugiere la realización de un viaje y una gran aventura: ir a combatir a Khumbaba, el guardián del bosque de los cedros. No te cuento, por no aburrirte con datos intra y extraliterarios algunos pormenores pero todo esto que estamos leyendo pertenece a tablillas y columnas encontradas en distintos lugares de Mesopotamia como Nínive, Sippar, Khatusha, Uruk con versiones en distintas lenguas como la asiria, hitita, babilónica, acadia y que hoy se conservan en museos de Londres, Filadelfia de Pensilvania, Yale, etc.. y que han sido objeto de traducción y estudio por muchos investigadores fascinados por su riqueza humana y literaria.

El viaje y la lucha contra Khumbaba se interpreta como un conflicto entre agricultores de la llanura (Uruk) y pastores de la montaña. También están documentadas las expediciones que efectuaron sumerios, asirios, babilonios y acadios a las regiones montañosas occidentales en busca de madera y resina.

“Enlil ha destinado a Khumbaba para proteger el Bosque de los Cedros, para ser el terror de las gentes. Su bramido es el diluvio, su boca es fuego, su aliento es la muerte. Sobre sesenta dobles leguas oye todos los ruidos del bosque. ¿Quién puede, pues, adentrarse en su interior? Enkidu dijo a Gilgamesh: Amigo, es imposible que vayamos al encuentro de Khumbaba. Gilgamesh le respondió: Tú y yo iremos a abatirlo y cortaremos los cedros. Pero Enkidu le dijo: Amigo mío, yo sabía eso desde que en la montaña yo andaba vagabundeando con la manada. ¿Por qué quieres acometer tal empresa? Es un combate imposible. Gilgamesh le respondió:¿Quién, amigo mío, puede escalar el cielo? Sólo allí viven los dioses.

En cuanto a la humanidad, tiene los días contados. Todo lo que un hombre hace no es más que viento. Tú mismo, si tienes miedo de morir ¿en qué se ha convertido tu coraje? Voy a partir delante de ti. Si sucumbo, al menos me habré hecho un renombre. Gilgamesh, se dirá, contra el feroz Khumbaba entabló la lucha. Tú, nacido y criado en la estepa, tú a quien han atacado los leones, tú debes comprender todo esto. Diciendo estas cosas has afligido mi corazón. Sea lo que sea, he decidido ir a cortar los cedros, así haré un nombre eterno. Vayamos, amigo, quiero asignar el trabajo a la fragua para que, ante nuestros ojos, se forjen las armas.

El rey de Uruk plantea su proyecto a sus consejeros y ancianos. Éstos se levantaron y comunicaron su decisión a Gilgamesh: Tú eres todavía un niño, tu pasión te arrastra, tú no sabes de qué estás hablando. Si alguien se interna en el bosque queda paralizado. Entonces Gilgamesh lanzó una mirada burlona a su amigo y le dijo: Escucha, amigo mío, mi respuesta debería ser: Tengo miedo de él, voy a permanecer aquí. ¡No! Iré al bosque de los cedros! Se marcharon, pues, juntos a la fragua y les forjaron hachas, machetes, espadas, arco y carcaj, armas todas de gran tamaño.

Cuando se conoció la noticia, el pueblo se amontonó y manifestó su alegría por las calles de Uruk. Los ancianos lo bendecían y le daban consejos sobre el viaje.

No confíes únicamente en tu fuerza. Ten los ojos abiertos, estáte atento. Que Enkidu vaya delante de ti, pues ya conoce la ruta, ha recorrido el camino, conoce los accesos al bosque y todas las astucias de Khumbaba. Es experto en el combate. Que Enkidu proteja a su amigo, salve a su compañero, que transporte su cuerpo por encima de las trampas. Nosotros, Enkidu, en nuestra asamblea te confiamos al rey, cuando regreses, devuélvenoslo otra vez.

Gilgamesh entonces tomó la palabra y dijo: Ven, amigo mío, vayamos a visitar a la gran reina Ninsún, la sabia, mi madre, hará de nuestros pasos una marcha prudente. Cogiéndose de la mano el uno al otro fueron a visitarla y pedir su protección. Y dijo Ninsún, dirigiéndose a la diosa Shamash. ¿Por qué, habiéndome dado a Gilgamesh por hijo, lo dotaste de un corazón sin reposo? ¡Oh, Enkidu, te confío a Gilgamesh!”

Y así, con las advertencias del Consejo de ancianos y la blanda oposición de Enkidu, vencida por Gilgamesh con la ironía y amagos acusadores de cobardía, se encaminaron ambos, con la bendición de sus dioses protectores, hacia el bosque de los cedros donde se enfrentarían con Khumbaba. Siempre o casi, han sido los viajes un bálsamo para las inquietudes y monotonía cotidianas. Nunca se sabe lo que puede deparar un viaje. En cualquier momento puede surgir algo imprevisto. Otro aliciente más.

San Juan, julio de 2020
José Luis Simón Cámara.