VI EDP Murcia Maratón (27-Enero-2019)

Pasico a pasico, breve crónica de la maratón de Murcia 2019

Estoy hecho de material de desecho, esa es la conclusión a que he llegado recientemente, de chatarra oxidada.

Cuando nací no se estilaba lo del reciclaje así que mis venas y arterias, los músculos que me mueven y la osamenta que me mantiene erguido no puede provenir más que de un vertedero ilegal de las afueras.

Con esta crónica no quiero dar pena, sólo certificar algo, el hecho de que hasta el que mi cabeza se mantenga sobre mis hombros se debe a que hay un pescuezo que la sujeta en su sitio.

Fotos cortesía de D. Alberto Costilla (el Sombrilla)

Mi último paso reciente por el taller me descubrió mi enésima  anomalía, resulta que tengo, dicho en román paladino,  algo así como una canalización demasiado estrecha para los nervios que transmiten la corriente eléctrica que me activa, en concreto he pasado mes y pico de parón atlético por dolores en mi brazo y hombro izquierdos además de la espalda, amén de que la mano se me echaba la siesta cuando le venía en gana, todo ello junto me impedía correr. Lo que digo, otra lesión para mi curriculum.

Tiempo antes de lo acaecido y relatado en los párrafos anteriores decidí apuntarme a  la maratón de Murcia. Ya la corrí en su primera edición y me gustó, así que ¿por qué no rodar 42 kms. y disfrutar de paso de un fin de semana con mi mujer? (tiene ganado el cielo conmigo). Hasta aquí todo correcto hasta que con esta inscripción ha vuelto a quedarme claro el por qué no me gusta hacer planes a medio plazo.

Fotos cortesía de D. Alberto Costilla (el Sombrilla)

Una vez decidido a correr y con unas piernas con menos kilómetros que las de un amputado me dispuse a mantener el plan y ¡acho, pijo!, un pat-telico de canne y un platico michirones y…a tirar millas.

Todo pintaba bien, normal, como otras muchas veces. Feria del corredor muy justita que se compensó con una camiseta chulísima. Al día siguiente todo marchaba según lo previsto, yo estaba recuperado de mis nervios (físicos, los mentales a esta altura ya me dicen poco) y de la forma más tonta, no podía ser de otro modo, al vestirme, como digo, ¡zas! me quedo más enganchado que la Amy Winehouse (es que también tengo una protusión discal, cosas mías, no me falta de nada), lo que digo, una piltrafa de tío.

Allí me hallaba yo a las 7.00 AM maldiciendo mi suerte agachado junto a la cama, mientras las palabras de mi mujer me intentaban confortar. En cuclillas como un niño jugando a las canicas, estudiando la jugada temeroso de cualquier movimiento vertebral mirando al vacío cuando de repente como si me hubieran hecho una carambola me sonó el teléfono móvil con una notificación de facebook. Una grandísima jugadora, la campeona del mundo de canicas a tres bandas, la que nunca falla me había mandado un mensaje de ánimo.

Con este impulso tenía que ponerme en pie aunque sólo fuera por la inercia del soplo de energía, o al menos intentarlo.

Pues eso, me incorporo lentamente, me termino de aviar con más miedo que destreza y ya en la calle me propongo calentar muy despacio, largo, suave, con tiempo y afortunadamente pude notar cómo si no torsionaba y pensaba cada movimiento de la espina antes de llevarlo a cabo, todo podía acabar bien.

La salida se dio puntual, con media maratón y 10 k. simultáneamente. La de Murcia es una de esas pequeñas maratones que puedes disfrutar si te lo propones, un estilo a Zaragoza o Castellón por ejemplo ya que no hay masificación, los organizadores le ponen empeño y lo hacen con mucho cariño. El circuito es en dos vueltas y el único punto despreciable es el paso en cuesta por los kms. 9-11 que por desgracia se repite en los kms. 30-32, es decir que al tío del mazo le dio tiempo de sobra para repartir mandobles a placer, ¡menuda escabechina!

Yo me decidí a salir con el práctico de las 3.30 h. y ver qué tal me encontraba. Todo fue muy bien hasta el km. 30 más o menos donde por obligación más que por elección decido bajar el ritmo y terminar rodando.

La meta en la plaza de la catedral es todo un acierto.

En definitiva, una maratón interesante para disfrutar y además cerca de casa.

Hoy aun tengo que escribir acoplado en la silla, las vértebras van poco a poco a su sitio y la cabeza sigue en su lugar, que no es poco. ¡Qué os voy a contar!, todos tenemos algo a estas alturas:  algún cartílago erosionado, contracturas, roturas, desgastes. No quiero dar pena repito, más bien al contrario, sólo quiero dar ánimos y que el material de desecho no os pare, que las articulaciones oxidadas no os chirríen y si lo hacen no les hagáis caso. A mí hasta ahora me va funcionando.

Mientras la cabeza os acompañe, el resto le seguirá.

PD. Gracias Pili por la carambola.

Julián

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Julián M50M 3:48:50 179 15

XXX Media Maraton Internacional “VILLA DE SANTA POLA” (20-Enero-2019)

La ilusión por correr no se pierde.

Han pasado varios años desde la última carrera en Santa Pola y continúa despertando interés.

El número de participantes ha disminuido casi hasta la mitad y esto hace que la carrera no sea agobiante, como ocurría antaño.

Comenzamos con la sesión de fotos, con el albornoz que felizmente hemos estrenados, con diseño de un equipo de alto nivel, es atractivo vistoso y calentito.

La carrera comienza con puntualidad no hace viento, nublado y temperatura agradable. La ruta ya la conocemos , besos y abrazos y a correr.

Después de 2 km, la carrera se alarga y no tienes que ir adelantando. En compañía de Martina y tras larga conversación vamos tranquilamente disfrutando del ambiente.

Como pensábamos, nuestro presi aprovechó la llegada a la zona de playa para realizar su baño institucional.

Cada uno de los participantes de nuestro grupo van cogiendo su trote, con tiempo distintos como veremos en la clasificación.

Terminamos todos bien, sin lluvia, y ganas de volver.

El albornoz un éxito, para no enfriarte de regreso a casa.

Hasta la próxima, un abrazo.

Manolo

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Alberto C. MAST 40 M 1:33:15 540 129
Jorge L. MAST 40 M 1:35:17 658 157
Juan Enrique MAST 45 M 1:42:23 1224 195
Ramonet MAST 50 M 1:47:27 1569 105
Mark MAST 50 M 1:47:43 1661 110
Tomás M. MAST 40 M 1:47:45 1667 383
Juan P. MAST 40 M 1:50:00 1778 407
José Pablo MAST 40 M 2:01:11 2684 399
Armando MAST 65 M 2:03:12 2770 17
Martina MAST 55 F 2:03:53 2784 11
Manuel Gª MAST 70 M 2:03:54 2785 8
Jesús J. MAST 60 M 2:05:37 2892 62

Almèdia Trail – Callosa d’en Sarrià (13-Enero-2019)

Quinta prueba del Circuit Trail de la Marina y para Callosa d’en Sarrià nos fuimos Juanma, Cristian, Cuchi y un servidor ¡ya tenía ganas de coincidir en alguna carrera con Juanma!

Primera edición del Trail de la Almèida y casi llego tarde, me equivoqué en la hora de salida porque se salía a las 8:30h y si no es por Juanma, me presento a las 9h en la salida.

Hizo muy buen día, a pesar de la ola de frío, muy buen ambiente y mucha gente conocida. Recogimos el dorsal, un café y a la línea de salida. Salimos con el sol ya calentando por las calles de Callosa para bajar por una rampa asfaltada, donde me encuentro a Cuchi y a Miriam Talens, dos rivales muy igualadas, tanto que el primer puesto se decidió en el último kilómetro

El pelotón se iba estirando hasta que llegamos a la primera subida, muy bonita entre pinos y trialeras. Adelanto a Cristian, que iba muy tranquilo. Aquí me encuentro a mis amigos Vicent y Paco, bajamos al lecho del río para volver a subir y llegar al primer avituallamiento, seguimos por una bajada y cruzamos la carretera por debajo, de nuevo el río donde me harto de correr, pero me encontraba bien gracias a mi amigo Esteban que me ha educado para no parar de correr. Voy corriendo todo el río, hasta que llegamos al segundo avituallamiento y empezamos una subida muy bonita y agradable por senda, pista y pinos hasta que llegamos al tercer avituallamiento, y yo sin parar de correr, no me lo creía ni yo.

Empezamos una subida bastante dura y técnica hasta llegar a un collado con bastantes piedras de punta y empezamos a bajar por una senda muy agradable y corredora hasta llegar al último avituallamiento y la última subida a la Almeida, algo técnica. Aquí me encuentro a mi amigo Toni Cama y su mujer Reme, no se quien está más fuerte de los dos, continuamos por la cresta hasta llegar a la última bajada, bastante técnica.

Ya se veía el pueblo abajo así que me suelto y bajo disfrutando entre ánimos de la gente y drones grabando y cuando llego abajo, los gemelos dicen que ya está bien, que pare, no les hago caso y me vuelven a avisar, hasta que tengo que parar 15 segundos por que se me encogían hasta los dedos de los pies, continúo por las calles del pueblo hasta la meta, a por el bocadillo de embutido y la cerveza.

Enhorabuena Cuchi, segunda mujer a un pelo de la grande Miriam Talens.

Vaya día más bueno que hemos pasado, mucha gente conocida y muy buen ambiente, a veces nos apuntamos a carreras raras que no conocemos a nadie y nos olvidamos un poco de estas carreras donde hablas con unos y con otros, ambiente de pueblo, un pueblo que se ha volcado con la carrera.

Muchos voluntarios, la carrera totalmente controlada, cada 10 metros tenías una baliza y si no la veías, no te preocupabas porque sabías que en el cruce había un voluntario, todos muy profesionales, los avituallamientos muy bien puestos y con muchas cosas, cronometraje muy bueno, con mychip no fallas.

El circuito del Trail de la Marina tiene muy buena pinta, el año que viene no fallo.

Esta carrera se la dedico a Esteban, empezamos a correr en 1,2,3 … jajajajajajaja

Muchas gracias al club CROCACALLOSA y al grupo de la GT

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Josemi MASTER-M 2:28:18 34 4
Christian VETERANO 2:39:36 53 16
Juanma MASTER-M 3:22:41 158 28

Retazos. 28. ¿Tanatos o Eros?

Chispazo.

Me avisan de la muerte de la mujer de un antiguo compañero de trabajo. Nunca había tenido mucho trato con él, menos aún con ella, pero siempre habíamos mantenido una relación cordial, discreta, respetuosa. Acudo solo al tanatorio para presentarle mis condolencias. Como tantas veces ya, una visita más al tanatorio. Pero no imaginaba, ni por asomo, el desenlace de aquella rutina. Poco después, sentado en uno de los amplios sofás distribuidos a lo largo del gran salón alargado frente a las salas mortuorias, la vi, me vio y no hicieron falta palabras, fue suficiente la mirada. Impulsado por un resorte primitivo me incorporé lenta y decididamente siguiendo sus pasos. Sin recatarnos lo más mínimo, sin pudor estúpido, precisamente allí, donde la muerte está más presente que en ningún otro lugar, dirigidos por una fuerza irresistible nos encaminamos hacia los servicios y, ya dentro, en el pequeño vestíbulo que da acceso a las puertas de señoras y caballeros, comenzamos a desplumarnos, me refiero a la expresión de Calixto en la Celestina cuando Melibea le recrimina que le meta mano tan bruscamente: ”el que quiere comerse el ave, quita primero las plumas”, y fuimos dejando sembrada la ropa por el suelo hasta llegar casi desnudos al primero de los aseos con que tropezamos, no estábamos para mirar el símbolo del sexo. Cualquiera nos servía en todo caso a uno de los dos o a los dos porque fue tal la fusión que no sé qué máquina o herramienta hubiera sido capaz de separar el acoplamiento. Ni la búsqueda del espacio más acogedor en el estrecho e incómodo recinto enfriaba la fiebre que nos consumía. Sobre la taza, contra la pared, en el suelo, los cambios de posición no menguaban el orgásmico encontronazo prolongándolo ya un tiempo que llegué a considerar excesivo para estos efluvios eróticos.

Acabado el arrobamiento nos miramos a los ojos, hasta entonces no podían verse de tan cerca, y con la incredulidad de quienes han tenido tanta intimidad sin haberse visto ni haber cruzado jamás una palabra, salimos de nuestro cobijo y fuimos recogiendo la ropa desparramada por el vestíbulo de los aseos y, sin cruzar una palabra, nos fuimos ayudando a ponernos la ropa arrugada y casi sin desabotonar, más bien arrancada a girones en el paroxismo de la excitación.

Y, ya sin mirarnos a la cara, salimos por la puerta común como dos desconocidos. Lo que realmente éramos. Todo había sido un paréntesis. ¿Quién me iba a decir que ese signo de puntuación pudiera llegar a ser tan intenso y agramatical?

La gente que pululaba por las distintas salas seguía sentada o moviéndose y los muertos seguían muertos y quietos en sus respectivos ataúdes. Volví a sentarme en el mismo sofá del que me había levantado un rato antes y vi llegar a otros compañeros que se acercaron a saludarlo. Él, hasta entonces bastante sereno, apenas pudo reprimir unas lágrimas al evocar los momentos aún recientes en que le leía una novela a su mujer, ya incapaz de hacerlo por sí misma, casi en el lecho de muerte. Con un apretón de manos y palabras de ánimo salí del lugar sin volver a verla.

San Juan, 6 de Enero de 2019.
José Luis Simón Cámara.

Galería de personajes (anónimos). 28.

Resignación.

Como casi todos los días, alimento la rutina matinal de salir de casa, muchos de ellos después de la primera salida corriendo a la playa, a tomar café en el bar. Nunca saben igual el café de casa y el del bar. Hoy he cambiado de bar. Junto al gran olivo. En la barra, mientras ojeo el periódico y me tomo lentamente el café, tan lentamente que el último de los tres sorbos, se trata de un ristretto, ya está frío, escucho las conversaciones cruzadas de otros clientes, los saludos de llegada o despedida, las felicitaciones de año nuevo, aún estamos en sus primeros días.

A mi lado se sienta una chica de unos 40 años, delgada, risueña, deja entrever al sonreír unos dientes irregulares, con huecos y marcas de vida difícil en la cara.

¿A quién le resulta fácil en este mundo?

Que se lo digan si no al dueño del bar. Aún no lo he visto sonreír desde que lo conozco. Siempre el gesto serio, los ojos, no apagados pero sí cansados, tras los cristales de las gafas con montura negra. Barba de tres o cuatro días sin afeitar. Parecen a juego montura de gafas, barba y pantalones. Todo negro.

Poco después llega un chico de mediana edad. Se coloca de pie entre ella y yo. Bien abrigado y con barba. Parecen conocerse y comienzan a hablar.

— Hoy es el sorteo de Reyes. ¿Llevas algún número?, pregunta él.

— No, ni uno. Ya me costó bastante comprar un número para el de Navidad. Repelando de un sitio y de otro. ¿Y tú?

— Sí, yo llevo uno. Pero solo uno. No te vayas a pensar. Que ya me ha tocado la lotería con la compra de los Reyes en casa. No paramos de gastos.

— ¡A mí me lo vas a decir! ¿Te han pagado la extra de Navidad?

— ¡Qué dices! Bastante es que tengo una semana de vacaciones.

— ¿Ah sí? ¿Estás ahora de vacaciones?

— No, cogí una semana antes de Navidad y en Navidades he tenido otra.

— ¿Cuántas vacaciones tienes?

— Aparte de estas de ahora, luego tengo dos semanas en verano. Hay que repartirlas si no se hace muy duro el trabajo.

— ¡Chico!, yo creía que tenías paga extraordinaria.

— No, no. De eso nada. Y gracias. Es lo que hay. Y que dure.

— ¡Eso, eso, y que dure!

Pasaba las hojas del periódico sin enterarme apenas de los titulares, interesado como estaba, sin manifestarlo, en la conversación deshilvanada de mis vecinos, aunque no conseguía saber de qué trabajo hablaban ninguno de los dos. Alguna vaga alusión a reparto de algo en furgonetas creí captar. Hablaban de Amazon, de otras tiendas on line, de estos días especialmente intensos con las rebajas y los turnos que se distribuían entre compañeros.

La chica se marchó y allí siguió el chico mirando los anuncios de la televisión y buscándose el monedero para pagar el café con leche. Si no contento con su situación sí parecía resignado. Al menos no la maldecía, como otros. En ningún momento he captado la más mínima muestra de rechazo, de resistencia, de rebeldía. No es muy alentadora una juventud resignada. Cerré el periódico y salí del bar con cierto sabor amargo en la boca.

San Juan, 6 de Enero de 2019.
José Luis Simón Cámara.