“España en el corazón”[1]

En su ataque a España desde la época imperial se ha unido al mundo anglosajón y protestante el llamado eje bolivariano en los últimos años y ahora también el nuevo presidente mejicano. Hace ya muchísimos años, Fray Bartolomé de las Casas, contemporáneo de los desmanes, los denunció. Y más recientemente, también Pablo Neruda, a mediados del siglo XX, volvió sobre las sombras y las luces de aquella España y de ésta en su  “Canto General”.
Recordemos algunos de sus versos.

“Era el crepúsculo de la iguana.
Desde la arcoirisada crestería
su lengua como un dardo
se hundía en la verdura”
…………………………
Vienen por las islas.

“Los hijos de la arcilla vieron rota
su sonrisa, golpeada
su frágil estatura de venados,
y aún en la muerte no entendían.
Fueron amarrados y heridos,
fueron quemados y abrasados,
fueron mordidos y enterrados.
Y cuando el tiempo dio su vuelta de vals
bailando en las palmeras,
el salón verde estaba vacío.
 
Sólo quedaban huesos
rígidamente colocados
en forma de cruz, para mayor
gloria de Dios y de los hombres.”
……………………
Los poetas celestes

“Qué hicisteis vosotros gidistas,
intelectualistas, rilkistas,
misterizantes, falsos brujos
existenciales, amapolas
surrealistas encendidas
en una tumba, europeizados
cadáveres de la moda,
pálidas lombrices del queso
capitalista, qué hicisteis
ante el reinado de la angustia..?

No hicisteis nada sino la fuga:
vendisteis hacinado detritus,
buscasteis cabellos celestes,
plantas cobardes, uñas rotas,
“Belleza pura”, “sortilegio”,
obra de pobres asustados
para evadir los ojos, para
enmarañar las delicadas
pupilas, para subsistir
con el plato de restos sucios
que os arrojaron los señores,
sin ver la piedra en agonía,
sin defender, sin conquistar,
más ciegos que las coronas
del cementerio, cuando cae
la lluvia sobre las inmóviles
flores podridas de las tumbas.”
……………………………

Pero también son del mismo Neruda y del mismo “Canto General” estas otras palabras:

“El amor
El firme amor, España, me diste con tus dones.
Vino a mí la ternura que esperaba
y me acompaña la que lleva el beso
más profundo a mi boca.
No pudieron
apartarla de mí las tempestades
ni las distancias agregaron tierra
al espacio de amor que conquistamos.”
 
Y dice en su testamento:
 
“Dejo mis viejos libros, recogidos
en rincones del mundo, venerados
en su tipografía majestuosa,
a los nuevos poetas de América….
Que amen como yo amé mi Manrique, mi Góngora,
mi Garcilaso, mi Quevedo:
Fueron
Titánicos guardianes, armaduras de platino y nevada transparencia,
que me enseñaron el rigor… “

Todo esto también lo escribió Neruda, todo esto también lo llevó esa España a la que exigen perdón a aquellos pueblos.
¿Habrá que pedir perdón también por eso?

Dejemos de ser ridículos.

Dejen López Obrador y todos los interesados propaladores de la leyenda negra de verter tanto estiércol sobre nuestro pasado, incomparable con cualquier otra forma de colonización a lo largo de la historia.
Habría que empezar en cualquier caso un poco más atrás.
¿Tendrá que pedir Grecia perdón por las conquistas de Alejandro?
¿ Italia por el dominio de Roma sobre todos los pueblos mediterráneos?
¿Francia por las invasiones napoleónicas?
¡Qué decir de la Bélgica de Leopoldo en África!
¿Y de la Holanda de los Boers?
¿Y de Alemania ante su pasado prusiano y nazi?
Pero aún podríamos remontarnos más con los persas, asirios, babilonios que se machacaron sucesivamente amputándose y exterminándose unos a otros.
¿Qué decir de aquellos incas y aztecas precolombinos con sus sacrificios humanos?

¿Hemos de pedir perdón eternamente, indefinidamente, como exige el inmisericorde dios de la Biblia que responsabiliza del pecado de los padres a sus hijos y a toda su descendencia? Ahí tenemos  el llamado “pecado original” de Adán y Eva del que todos sus descendientes deban ser purificados por el bautismo.
Claro que sí. Todos somos culpables. Tenemos que arrodillarnos y pedir perdón por todos nuestros pecados y errores, por los de nuestros antepasados y por los de nuestros descendientes.
Todos estos complejos de culpa, perdón, arrepentimiento, me recuerdan aquella visión que tuvo Simone Weil, luchadora por la libertad y  huida de la Francia invadida por los nazis, cuando llegó a Portugal y en un pueblo costero presenció el paso de una procesión en Semana Santa y escuchó los tristes cánticos de arrepentimiento pidiendo perdón al creador. Fue en aquel momento cuando tuvo la sensación y la certeza de que la religión católica era una religión de esclavos.

“Historia, magistra vitae” (La historia, maestra de la vida), decían los romanos.
Aprendamos de la historia, pero no la utilicemos como arma arrojadiza contra quienes no tienen ninguna responsabilidad sobre el pasado para seguir hiriéndonos inútilmente.
Haría mucho mejor López Obrador ocupándose de alimentar y proteger a esos millones de indígenas mejicanos que en mayor número que ningún pueblo indígena de ninguna otra metrópoli ha sobrevivido al exterminio.
Véase si no el escaso número de pieles rojas que ha sobrevivido a las “tolerantes” colonizaciones anglosajonas y protestantes en la América del Norte.
Y levantemos de una vez la cabeza, asumiendo errores, pero tenemos bastantes con los nuestros. No hace falta que nadie nos recuerde los de nuestros antepasados. Y no los saque nadie a relucir para tapar sus vergüenzas, como estamos bastante acostumbrados últimamente en latitudes próximas y lejanas.

España hace ya tiempo que se ha sacudido los yugos. No necesitamos que nadie ni en Europa ni en ninguna otra parte del mundo nos dé certificados de civilización al país que antes que ningún otro creó ciudades, hospitales y universidades en todas las tierras a las que llegó.

San Juan, 29 de marzo de 2019.
José Luis Simón Cámara.

[1] Poemario de Pablo Neruda escrito el año 1937.

III Arrapapedres Trail – Beniali (24-Marzo-2019)

Era la segunda vez que participaba en esta carrera que transcurre por la Vall de Gallinera, una carrera muy bonita y recomendable. El año pasado muy buena temperatura y algo de lluvia, este año mucho calor.

Salí como el año pasado, a tope los primeros kilómetros, pero con una pequeña diferencia de entrenamiento (el año pasado venía de hacer UTMB y este último año ha sido casi de parón). Reventé en el km 8, y seguí como pude a ver si en pocos kilómetros volvían las fuerzas, pero no volvieron hasta el kilómetro 18. Ahí volví a poder correr y a esforzarme por coger ritmo de carrera hasta meta. Al final media hora más que el año pasado.

Carrera muy accidentada para David Grau y Enri (aunque 3ª de su categoría), y mejor para Marc que hizo muy buen tiempo. También corrieron Ángel y Juanma.

Esta carrera va dedicada a “Cuchi”, como se podía leer en mi dorsal.

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Marc SENIOR MASC 3:36:34 92
Enri SENIOR FEM 3:44:49 109
Pirri VETERANO 3:49:02 119 44
David Gil VETERANO 3:54:59 135 50
David Grau VETERANO 3:55:03 136 51
Juanma MASTER-M 4:20:35 193 23

III Medio Maratón Dama de Guardamar (17-Marzo-2019)

Madrugón dominguero con mi amigo Ernesto desde Mutxamel. Buen desayuno para afrontar bien el día y partir hacia Guardamar sobre las 8h de la mañana, para llegar con tiempo e ir cogiendo ambiente.

Llegada sobre las 8:45h. aproximadamente. Recogemos dorsales y bolsa del corredor,y nos reunimos con el grupo para hacer las fotos de rigor y saludar a todos.

Poco a poco va subiendo la temperatura (que es la preocupacion que teníamos) dado que se preveían temperaturas por encima de los 26°.

10:00h comienza la carrera con muy buen ambiente, acompañado de un gran castillo de fuegos artificiales.

Bonito recorrido por zona urbana, playa y dunas por todo Guardamar, amenizado por música que hacia más amena la carrera.

Paso por meta en el Km 10 con un buen ritmo y fuerzas, con el calor ya apretando.

Bajamos un poco el ritmo durante 3 km dado que Ernesto iba un poco limitado.

Decidimos que tirara yo solo subiendo el ritmo ya que me encontraba con buenas sensaciones.

A partir del Km 18 el calor hace mella (29°) y nos empezamos a resentir un poco.

Afronto el último kilómetro con mucho orgullo y satisfacción despues de 9 años sin correr una media.

Primera y no última media maratón con este grupo y con muy buenas sensaciones.

Un saludo

Francisco Martinez Corbalan (Tiki)

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Pili VETERANAS D 1:32:42 93 2
Jorge L. VETERANOS B 1:35:08 122 25
Juan P. VETERANOS B 1:35:10 123 26
Tiki VETERANOS A 1:54:00 443 71
Martina VETERANAS E 1:54:41 454 2
Mark VETERANOS D 1:57:11 497 58
Armando VETERANOS G 1:59:43 531 5
Ernesto VETERANOS C 2:09:01 626 126
José Ginés VETERANOS D 2:09:02 627 75

Transgrancanaria 2019 (22-Febrero-2019)

Historia de tres maratones

Hay experiencias que por mucho que te las cuenten, por mucha atención que pongas nunca eres capaz de entender. El narrar algo que has vivido intensamente no es como sentirlo en tus carnes por mucho empeño que pongas en la explicación, es como tratar de describir qué sientes al recibir una descarga eléctrica o la sensación de ahogo cuando te falta el aire, es como ver nacer a tu hijo o ver morir, ver como alguien muere no puede explicarse, son cosas que has de vivirlas en tu propio pellejo para saber lo que son, no se pueden contar.

Hace un año estuve en Gran Canaria disfrutando como espectador de la Transgrancanaria HG, 125 km de puro trailrunning con 7500 m de desnivel positivo. Entonces pude ver como alguien a quien admiro y considero amigo hizo la carrera con bastantes dificultades y el estado en que terminó, aun estando como está curtido en grandísimas batallas me hizo suponer que la Transgrancanaria no era cosa fácil.

Preámbulo

En junio pasado y justo después de nuestra aventura en tierras anglo-escocesas, con las piernas aún calientes a alguien de los allí presentes se le ocurrió plantear el siguiente reto que no resultó ser otro que el que hiciera Josemi hace un año y que a mí me dejara exhausto con sólo escuchar su narración.

Pues bien, una vez diseñado el plan ya no había marcha atrás y sólo nos quedaba organizar el viaje y preparar piernas y cabeza para algo que hasta entonces era nuevo para los tres, a saber: mi primo José Miguel, mi compadre Lisardo y el redactor del presente. Ahora sólo quedaba empezar a rellenar el cuaderno de bitácora y tratar de escribirlo hasta la última página huyendo a toda costa de tormentas y derivas.

Trazando estábamos ya las primeras coordenadas de la ruta cuando nos percatamos de que sin duda otro par de piernas sería de gran ayuda y muy bien venido y efectivamente, Miriam vino a sumarse al grupo con idea de correr la maratón, otra distancia de la Trans.

Preparación

Nunca antes había yo corrido una carrera tan larga y un desnivel acumulado de tantos metros era para mí sin duda un grandísimo reto. Al principio las dudas empezaron a asaltarme y ante las cifras a manejar llegué a la decisión de intentar no obsesionarme con los entrenamientos ya que como bien supuse en una prueba tan larga es más importante entrenar el músculo gris que el rojo y aparte de varios rodajes de más de 30 km, un par de salidas nocturnas y algún que otro entrenamiento con desnivel decidí que poco más podía hacer salvo cambiar la percepción del espacio-tiempo y que el día de la prueba sería la cabeza la que debía mandar.

Inicio

Llegamos a Gran Canaria el miércoles 20 de febrero. A esas horas la 360, la modalidad de 250 km ya había salido, Esteban ya estaba moviendo sus huesos por la isla. Sin palabras.

Esa misma noche ya en Las Palmas decidimos dar un último rodaje por la playa de las Canteras los cuatro solos, disfrutando de un momento íntimo, inhalando la brisa del Atlántico y terminando con un baño reponedor en el inmenso océano. Fue como un instante mágico, liberador, depurativo, un acto provocativo de sacar pecho, de pisar firme, de imprimir nuestras huellas sin miedo en la blanca arena de la playa que nos vería partir horas después.

La carrera

La maratón se celebró el viernes con el amanecer y para la salida hubimos de desplazarnos al Garañón, un paraje precioso en medio de la isla, de senda vegetación y altísimos pinos canarios, se trata de un campamento de recreo con unas instalaciones básicas e infraestructura adecuada para dar soporte a un evento deportivo.

La maratón decidía este año quiénes serían los primeros seleccionados para el próximo campeonato del mundo de Trail-running lo cual la hacía especialmente atractiva. Una carrera rápida y cruelmente engañosa ya que se trata de una prueba con mucho más desnivel negativo que positivo, hecho que en este terreno sólo es bueno si estás muy fuerte y has entrenado sobre escombros y tachuelas.

Miriam salió sonriente, se le veía contenta y ligera, nos desplazamos a verla a varios lugares del recorrido y puntual aparecía desde detrás de aquella piedra o de ese árbol. A pesar de hacer calor supo dosificarse y libró el compromiso con muy buen resultado. Considerando que se trataba de su primera maratón de montaña he de decir que aprobó con altísima nota, rozando el diez.

Una vez recuperada nuestra representación femenina, hecho que le costó poco, volvimos a Las Palmas con la mente puesta ya en las 23.00 h. en que llegaría nuestro turno.

Ya en el apartamento José Miguel optó por echar una larga siesta mientras que ni Lisardo ni yo fuimos capaces. Entonces fue cuando por primera vez las dudas empezaron a atacarme, no solo fui incapaz de dormir un solo minuto, sino que la indecisión me empezó a atosigar, comencé a temer lo peor, el no ser capaz de acabar algo que ya estaba a punto de terminar. Afortunadamente Maricarmen, mi mujer, estaba como siempre a mi lado y su ánimo me recompuso. Mi carrera ya había empezado.

El momento

23.00 h. en la playa de las Canteras. Este momento ya lo había vivido hace un año, pero como dije antes, como espectador y no es igual que te lo cuenten a que seas tú el que se esfuerce por poner la mente en orden, el que trate de no pensar y sobre todo intente convencerse de que no se ha equivocado.

La salida se dio puntual y pronto la arena amiga volvió a acariciar nuestras suelas, una hilera inacabable de luces blancas y rojas parpadeantes se dirigía a la negrura del campo a través y en las primeras rampas era como asistir a un festival de luciérnagas que amistosamente hicieran cola para avanzar de forma ordenada, en fila, cadenciosas, a ritmo.

A partir de este momento me di cuenta de que ya no había marcha atrás ni otro camino que el de las sendas, piedras y barrancos que como finos capilares cubren la isla en toda su extensión. Los primeros kilómetros sirvieron para que Lisardo fiel a su estilo pusiera la reductora y adoptase un ritmo homogéneo y constante mientras que José Miguel y yo anduvimos dudando hasta que la fuerza del primero y la realidad me llevaran a dejarme caer para recomponerme. Así mi primo se marchó con cierta facilidad y en alguna parte detrás de mí estaba el tercero. Los avituallamientos comenzaron a aparecer puntuales y bien abastecidos, las poblaciones siempre te regalaban con la presencia de espectadores animosos incluso a altas horas de la noche. Los cortes se iban librando holgadamente. Arucas, Teror, primera maratón, Fontanales.

La magia

Amanecía para mí en una zona de verdes praderas, húmedas por el relente y de una frescura agradable cuando alcancé por fin el lugar más alucinante que me podía imaginar, la bajada a la Presa de los Pérez. Ya me lo advirtió Josemi hace un año, pero claro, repito que no es igual vivirlo que te lo cuenten.

El descenso a la Presa de los Pérez es un zig-zag trepidante para disfrutar, el agua resbala por las paredes y las rocas cubiertas de musgo te hacen preguntarte dónde estás. El sol empezaba a esas horas a romper en el horizonte y el rocío de la densa vegetación reflejaba miles de lucecitas destellantes. En ese momento me paré, hinché los pulmones y recordé las palabras de mi amigo “J” que días antes me dijo: “disfruta de la carrera, si sientes que tienes necesidad de parar por parar, hazlo y disfruta del momento”, a esas alturas aún me faltaba más de la mitad, pero sentí más que en ningún momento que podía terminar.

Artenara, maratón y media

Artenara es el pueblo más alto de la isla, una población muy bonita y a la que prometí volver hace un año para tomarme un “leche-leche” como dicen por aquí y como siempre, cuando prometo algo intento cumplirlo.

A la entrada del pueblo estaban Margarita, Miriam y Maricarmen esperando. José Miguel hacía un rato que había pasado por allí y como no podía ser de otra manera nos tomamos el cafelito prometido. La verdad es que me vino muy bien, aunque mucho mejor fue encontrarme con nuestras acompañantes que se curraron una buena intendencia.

El viaje a la Luna

Después del paso por Tejeda la siguiente subida era la que llevaba al roque Nublo, un descomunal monolito rocoso en el medio de una llanura de piedra que te hace sentir como un explorador en la luna, como un viajero del espacio. El roque Nublo es el mayor monumento natural de la isla, un regalo que te hacen en la Transgrancanaria, es como si te abrieran la puerta de su capilla más sagrada, de su rincón más secreto, del lugar más íntimo de su casa. Una vez llegas a los pies del roque sólo puedes mirar hacia arriba y sobrecogerte por la inmensidad, por la bravura de la naturaleza que formó estás islas tanto tiempo atrás. Es impresionante.

El Garañón, última maratón

Otra vez aquí, pero esta vez lo que Miriam hiciera horas atrás nos alcanzó ya con las fuerzas al límite, ¡ojalá hubiera estado ella allí!, al fin y al cabo, ya se conocía el terreno y me habría llevado de la mano, fuerzas le habían quedado de sobra.

En el Garañón decidí cambiarme de ropa y obligarme a comer un puñado de macarrones. Yo no soy de comer mucho en carrera, no me entra nada, rellenar la bolsa y a por la última maratón.

Fue al rato de iniciar este último tramo y coincidiendo con un descenso agresivo cuando empecé a sentir que algo no iba bien en el primer dedo de mi pie izquierdo y a partir de aquí un calvario me torturó sin compasión. Es muy duro correr más de 35kms. por montaña con un pie que te castiga dolorosamente a cada paso. La noche se me vino encima y al llegar a Tunte decidí parar un rato para resetear la mente. El momento que tanto temía había llegado, mi cabeza tenía que ser capaz de ganar al dolor así que faltando unos 30 km me pude convencer de que tenía que seguir.

Descenso, dolor, bajada, dolor, salto, dolor, Ayagaures.

Ayagaures

El corte en Ayagaures era la 1.00 h. y llegué sobre las 00.10 h., allí sin atreverme a descalzarme decidí esperar a Lisardo que supuse no debería andar muy lejos y así permanecí hasta las 00.45 h. donde finalmente pensé que no podía demorarme más puesto que sin darme cuenta estaba flirteando con una línea roja.

Este año subieron el kilometraje y su correspondiente desnivel con respecto al pasado, además en un comunicado de última hora anunciaron otra pequeña ampliación todo ello manteniendo los cortes de la anterior edición así que fueron casi 130 km Este hecho sin duda ahogó la zancada de mi amigo, le paró los pies que avanzaban firmes hasta que lo retiraron tras 100 km en sus piernas, no porque se rindiera sino porque le pillaron a traición. En todo caso, mi espera en Ayagaures nunca tuvo sentido, Lisardo sencillamente ya no estaba y yo no lo supe hasta horas después. A partir de aquí fui pillado de tiempo.

El cementerio

El Barranco de Ayagaures es conocido por “El Cementerio” sin duda porque los corredores a su paso parecemos zombies salidos de las tumbas, la gente se arrastra más que correr y millones de piedras sueltas parecen tener vida propia. Lápidas redondeadas por el tiempo. Piedra, dolor, piedra, dolor, piedra, dolor, me quería morir, descansar en paz en mi sepulcro, reposar en aquel cementerio maldito.

Maspalomas

Iba yo con el teléfono móvil en silencio por miedo a que me llamaran y con miedo a llamar, veía que el tiempo corría y que andaba tan justo que no podía perder ni un segundo siendo que me propuse llamar a mi mujer sólo cuando divisase la estatua de Colón que se halla a escaso kilómetro de meta y así lo hice. Mi esposa aguardaba en meta, me había llamado varias veces y estaba muy preocupada, aunque enseguida me regaló su alegría sabedora de que algo de lo que ella también formaba parte afortunadamente tocaba a su fin. El único trago amargo para mí fue el ver a mi fiel acompañante en tantas ocasiones esperándome bajo la escultura del navegante. Lejos de hundirse, decidió aguardar para acompañarme en mis últimos metros en un acto de generosidad.

El final

Allí estaban José Miguel, que había terminado unas horas antes, Miriam con las piernas nerviosas y Margarita y Maricarmen, todos esperando por mí. No hay más que decir. Gracias.

Balance

  1. Si algo he aprendido con esta experiencia es que siempre somos capaces de más de lo que creemos, que sólo necesitamos preparación y que si te rodeas de buena gente nada puede salir mal.
  2. La gente que va a la Transgrancanaria sabe a lo que va y sólo el terminar es un enorme logro. El hecho de que en una carrera un tercio de los corredores son retirados o se retiran habla sobradamente de su dureza
  3. Miriam hizo una carrera impecable y es capaz de más.
  4. José Miguel tiene un futuro amplísimo por delante y fuerza suficiente.
  5. Lisardo no terminó porque no le dejaron no porque no hubiera podido.
  6. Se puede vivir sin uñas en los pies.

Julián

 

dorsal nombre prueba puesto puesto categoría club
2302 Miriam Maratón 139 16 El Trote Gorrinero
414 José Miguel HG-128 302 117 El Trote Gorrinero
602 Julián HG-128 516 66 A To Trapo
599 Lisardo HG-128 DNF DNF A To Trapo

Basque Ultra Trail Series. Bilbao-Gasteiz (22-Febrero-2019)

Lo que iba a ser una velada en familia se convirtió, por distintos avatares de la vida (correr ultras y la crianza de dos niños con pañales no siempre es compatible), en un viaje en solitario a lo más profundo de los bosques vascos.

Con cierta complejidad logística superada gracias a mi familia vascuence, vuelvo a estar en la línea de salida de una de las carreras que componen la Basque Ultra Trail Series. Recuerdo lo vivido hace ya más de dos años en el camino de Pamplona a San Sebastián y me digo que si estoy aquí, es para disfrutar.

00:00 de la noche del viernes 22 de febrero, Teatro Arriaga de Bilbao, dejo atrás a mi socio y cada vez más compañero de batallas – gracias Nacho por tu acompañamiento – y con mente meditativa, espero a que el típico baile Aurresku emita la señal de salida. 110 km y 6.000 m de desnivel positivo nos separan de Vitoria.

Sinceramente, empiezo mal. Parece que no encuentro sentido a lo que hago. No consigo deshacerme de los estreses y apegos cotidianos. A veces me cuesta explicar el por qué. Y, si ni siquiera yo lo sé, ¿cómo alguien pudiera entenderlo? Ante esto, no queda otra: corro, ando, sigo, y sobre todo, no paro. Empiezo a engullir kilómetros, la oscuridad me confunde, hasta que me auto repito: si estoy aquí, es para disfrutar.

Km 35, las horas van pasando y todo empieza a recobrar el sentido. Llegamos a Orozco con una noche más que estrellada, empieza la bonita subida al Gorbea, y ahora sí, me maldigo por todos esos pensamientos negativos que he tenido. Soy un privilegiado, lo sé, las piedras me lo dicen, la pisada lo confirma; y la luna llena está ahí para grabarlo todo.

Casi tocando el refugio que dará paso al Gorbea, la montaña me regala uno de esos momentos que marcan para siempre: el sol empieza a despertar los perfiles de la cordillera, atrás queda Bizkaia, por delante unos 60 km de Álava.

Y ya acariciando la cima del pico que separa ambas provincias, el astro luz baña totalmente nuestra visión. Ey, chipirón, todos los días sale el sol! y no puedo hacer más que gozar y sentir un cosquilleo en todo el cuerpo.

Coronamos Gorbea y pisamos provincia de Vitoria. Comida y cerveza rápida en Murgia – como dice mi madre, si el cuerpo te lo pide, no le digas no – y me encuentro con la sorpresa de la visita de Ainhoa y Aitor en Hueto Arriba. Abrazo, les insto a reservar sitio para cenar porque esto hay que celebrarlo y corro. Corro como nunca, no paro, me concentro en mí, en las sensaciones, en la ligereza.

Otra sorpresa, km 90, la familia Montoya ha venido a apoyarme. Todo esfuerzo tiene su recompensa, alegría inmensa que comparto con Fer durante algún kilómetro que otro de dura subida, y llego al último avituallamiento, km 100. Sólo queda bajar. 8 km en los que me siento mejor que nunca.

Los devoro, no quiero que acabe, Fer me grita enseñando que ahí delante tengo Vitoria. Sorprendentemente, no me duele nada, las articulaciones me permiten saltar, reír y poner las piernas donde yo quiero.

Y toco la ciudad, y no sé por qué, empiezo a llorar. Casi 15 años después de mi primera carrera y nunca lo había hecho. Pienso que pararé, pero no. 300 metros, huelo la meta; y la cara es un baño de lágrimas. Insisto, no sé por qué, pero me gusta. Me desahogo, pienso en mi familia, en mi hermano, que bien seguro compartiremos otro momento de este estilo, en tod@s, en mí.

Cruzo la meta y sigo, lloro desconsoladamente. Quizás el esfuerzo por tanto correr, quizás el haberme dado cuenta del sentido vital de esto que hacemos, quizás el sentirme en esta tierra (casi) como en mi casa, quizás la simpleza de la vida. El caso es que estoy más feliz que una perdiz.

Otra conseguida, aun queda mucho camino pero, tierra vasca, nos volveremos a ver las caras este verano.

Agradecimiento especial a Ainhoa, Aitor y a los Montoya; difícil describir la increíble sensación de tener una familia norteña. Y a Rodri por hacer las veces de mi madre, el pan casero me dio la vida!

Y bueno, dedicatoria a Marta, han pasado 3 años desde que te fuiste a no sé muy bien dónde; pero estoy seguro que has formado parte de los caminos recorridos.

Nos leemos en la próxima.

Agur!

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Borja Masc 17:44:57 56 53

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