Ultra Trail Vuelta al Término de Yecla (25-Febrero-2017)

Y llegó mi primera ultra. Como siguiendo un orden lógico de acontecimientos. Así, sin forzar, porque desde que hace aproximadamente dos años aterricé entre este grupo de trotadores, no he parado de hacer cosas que en mi vida hubiera pensado hacer, casi sin darme cuenta. No hace ni un año que corrí mi primera media maratón de montaña en Cuenca, luego vino la primera maratón en Confrides y la segunda en la Sagra y más carreras de mayor o menor tirada o desnivel y ahora me encuentro aquí corriendo una ultra de 59K y 5.078m de desnivel acumulado. Como un adicto a alguna sustancia he pasado de dar unas caladas a un porro a meterme en vena directamente las carreras y puedo decir que me costaría mucho desengancharme de este mundo, pero ¿Quién tiene ganas de hacerlo? Yo no, desde luego.

Vaya por delante antes de entrar en faena, el agradecimiento que quiero darle a mi compañero y amigo Julián Moya. En el transcurso de la carrera me prometí que si llegaba a meta le dedicaría esta crónica, porque si hoy estoy aquí ha sido por él. De su mano llegué a A To Trapo en un momento vital muy necesario. Por tanto es justo que, aunque sea en estas líneas le muestre mi gratitud, sobretodo en este momento en el que está en boxes curándose de una lesión. Al igual que en una carrera avanzamos hacia adelante, centrados sólo en alcanzar un objetivo, llegar a un avituallamiento, culminar una subida y no miramos atrás, no vemos al que viene peor porque ha tenido un problema durante la carrera, así vamos por la vida, avanzando, es algo lógico y normal. Pero de vez en cuando es necesario pararse y preguntar: ¿por dónde irá este o ese otro? Y es justo y necesario que me acuerde de Julián. ¡Va por ti compañero, ánimo, sé que pronto tendré el placer de correr contigo! Bueno, detrás de ti, para ser justos.

Y… al lio:

5 AM: suena el despertador, aunque a decir verdad llevo media hora despierto, los nervios, supongo. Ya con todo preparado me encamino hacia el Aula de la Naturaleza de la Sierra de Salinas, lugar de salida y llegada de la prueba. En el trayecto y de noche me pierdo un poco con el coche pero enseguida encuentro la carretera y llego sobre las 7. Recojo el dorsal con muy buen ambiente y música “cañera” a tope.

Poco a poco me voy quitando el sueño del cuerpo y entrando en calor, porque la mañana es fresca. Las primeras luces van despuntando y se va viendo el valle con una densa niebla a media altura pero despejado en las alturas, señal de que el día promete soleado y con calor.

Ya con todo lo necesario a cuestas me voy acercando a la línea de salida. Me hago la foto en solitario junto al podium, para dejar constancia de que A To Trapo ha estado aquí, pero, qué va!! si nos conoce todo el mundo!!. Un tal David de Crevillente me da recuerdos para el Presi y otro corredor me pregunta si he venido solo. Pues sí le digo y añado: “es que mis compañeros ven una de más de 100k y allí que se apuntan, esto les parece poco”. Risas.

Bueno, llegó el momento, el speaker da comienzo a la cuenta atrás. Pistoletazo de salida y allá voy, con todas las dudas del mundo en la cabeza pero dispuesto a darlo todo, con los ánimos y consejos de Benjamín Vidal, mi entrenador: “Aplica las tres C: Calma al principio, Cabeza durante la carrera, con Cojones al final”.

La carrera discurre por una pista ancha, entre almendros ya en flor, en plan tobogán, con subiditas y bajadas suaves. Pronto me quedo casi el último y miro el crono. Pero si voy a 6 minutos y me quedo el último!! Dios mío, pero donde me he metido!!. Me engancho a unos chicos y una chica, de Cartagena y de San Javier. Durante varios kilómetros vamos juntos, comentando ellos, yo no, las pruebas donde han participado: que si el Iron man de Tenerife, que si la Ultra de Mont Blanc y cuando me llega el turno a mí, les digo que es mi primer ultra. Jajaja, segundos de silencio. En fin, es lo que hay.

Salimos de la sierra de Salinas para cruzar la carretera que lleva desde Pinoso a Yecla, por un falso llano hacia el valle de enfrente con la sierra del Carche al fondo. Llegamos al Km. 11 a la pedanía de Raspay donde está el primer avituallamiento. Estoy ya enchufado, me paro poco tiempo y sigo yo solo, pero al poco engancho al “maestro” Juan de Dios. Conversamos un rato, como no podía ser de otra manera, de las anécdotas vividas con el Presi en no sé qué carera en la que se perdieron juntos. También me dice que son de la misma quinta. Tranquilo Presi que ya le dije que tú solo tienes 60, él tiene 62, pero muy bien llevados porque cuando empieza la primera subida del día en un momento me va dejando atrás. Madre mía!! Que pasada de ritmo que me cogió el hombre!!

En fin, a subir con tranquilidad hasta llegar al segundo avituallamiento, tras una bajada divertida, entre desbroces de monte. Desde aquí varios kilómetros de bajada técnica y en algunos tramos muy técnica, de esas que no me gustan nada. Llega un momento que ya no sé hasta donde se puede bajar más, pero tiene un sentido, coger en el Km. 22 la primera gran suida del día, ascendiendo casi en vertical durante 2´5 k al pico del Carche, una subida por la misma cresta de la montaña, la verdad, fuerte. Aquí empiezo a tener mis primeros problemas estomacales. Me doy cuenta porque no me entra nada en el cuerpo a pesar de encontrarme algo vacío. La subida se me atraganta al final. Pasamos por el refugio y por el pozo de nieve, que la verdad, ni veo de lo justo que voy. Valoro continuar hasta el próximo avituallamiento en el km. 25 y ver como lo llevo. En el avituallamiento me obligo a comer unos dátiles, pero los problemas continúan. Aquí ya hay gente que está abandonando, al final creo que fueron alrededor de 20 personas las que se marcharon a casa antes de hora.

Con la perspectiva de la bajada que viene a continuación, decido continuar hasta el avituallamiento sólido del Km. 42,5. El camino transcurre entre bajadas técnicas pero muy guapas entre barrancos y pistas forestales anchas. Me voy animando y cogiendo fuerzas. Adelanto a algunos corredores, bueno no voy del todo mal. En el km. 35 y tras acabar las bajadas técnicas hay otro avituallamiento. Me informan de que voy bien de tiempo lo que me termina de animar. Más corredores que se han quedado aquí. Continúo, ya he pasado dos de las cuatro subidas de la carrera.

La pista por la que voy empieza a picar poco a poco hacia arriba para convertirse en senda y pasar por el tercer alto del día, la Sierra de las Pansas. Son las 3 de la tarde y hace bastante calor. La subida fuerte, tiene su recompensa al otro lado, ya que la bajada es fantástica, una pista ancha que me lleva entre almendros en flor a ambos lados. Un verdadero espectáculo. A 3 km. de la pedanía de Raspay, de nuevo se pasa por aquí, vuelvo a sentirme mal, hasta el punto de que aun bajando me tengo que para en repetidas ocasiones y en una de ellas a esconderme detrás de unos arbustos con resultado negativo, falsa alarma.

Llego a Raspay bien de tiempo. Avituallamiento sólido. A pesar de no querer saber nada de comida, el maestro Juan de Dios, al que me encuentro allí, me aconseja que coma dulce de membrillo que me arreglará el estómago y que no desfallezca. Bueno, pues si él lo dice, así que me como un plato de macarrones y me atiborro a dulce de membrillo. Entre eso y un antinflamatorio parece que la vida se ve de otra manera. Esto y unos minutos en el excusado me terminan de reponer, jajaja. Estoy ya a 15k de meta y empiezo a ver las cosas de otra forma.

Así que enfilo el último tramo, sé que tengo varios kilómetros más o menos suaves hasta llegar de nuevo a la sierra de Salinas, porque estoy haciendo en este tramo el recorrido inicial pero a la inversa. Voy adelantando a algún corredor. Conversamos lo justo, a estas alturas ya las fuerzas van justas. Nos damos ánimos y continuamos, cada uno a lo suyo, que ya es suficiente.

Estoy ya a unos 9 km. de meta y cuando ya lo daba todo por hecho, se presenta la cuarta dificultad de la prueba: la peña del águila, una subida de nuevo casi vertical con algún tramo en los que me toca trepar con las manos. Y a sólo 7 km. de meta!!. Es que lo ponen complicado. Hay momento en los que escucho al speaker en meta, el viento debe de traerme el sonido, pero la subida continúa. Por fin llego arriba, paso por el punto geodésico y empieza la bajada, primero por una senda, luego por una pista ancha. Último avituallamiento, giro a la derecha y ¿de nuevo subida? Pero es que esto no se acaba? La verdad sea dicha, me vengo un poco abajo. Saco fuerzas de donde no las hay y sigo. A unos 200m. Vuelvo a ver al “Maestro”. Paso por el cartel de 3km. a meta, me vengo arriba, esto está hecho. Me invade una sensación increíble, parece que todo el cansancio se retira por arte de magia. Tanto me he venido arriba que no me doy cuenta que he entrado en una bajada muy técnica, casi en vertical.

2km. para meta, sigo bajando a un ritmo, para mí, fuerte, me acuerdo de los compañeros del grupo Ñ, para ellos esta bajada sería una delicia, para mí, dura. Al final se me suben los gemelos. ¡Maldita sea! ¡Que me quedan 800m.! Relajo un instante y sigo. Salgo al llano, giro a la izquierda y veo ya la meta. Aún queda genta aplaudiendo, animando. Son las 18´40h. Hay corredores en meta, entre ellos Juan de Dios, que me anima: “Vamos Jose, ya estás”. Sonrisa de felicidad y ánimos de todos los que allí están. Entro en meta casi flotando, porque no me lo creo, he conseguido acabar mi primera ultra. Con 20 minutos antes del cierre pero me da lo mismo. Eso es lo de menos, ya vendrán mejores… o no, lo que toca ahora es disfrutar del momento y pesar que hace mes y medio lo veía negro cuando me torcí el tobillo y ahora aquí estoy.

Muchas gracias a todos los que me habéis ayudado en este camino. Gracias por esperarme en las bajadas (y en las subidas, pero esto menos, jeje) cuando salimos a entrenar: Ángel, Gosa, Cristhian, David. Por darme buenos consejos, por hacerme sentir uno más del grupo.

Hoy, como me dijo Ramón en un mensaje, me he consagrado y ahora… hasta el infinito y más allá. Próximo objetivo: Marató i Mitja de Castellón. Hasta pronto!!

Jota

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Jota M50-MAS 10:44:15 102 14

VII Ruta de las Fortalezas – Cartagena (1-Abril-2017)

Otra vez aquí, otra vez liado, me apunté de rebote con mi cuñao y m’a dejao tirao, jajajaja me ha salido un pareado, no, en serio, me apunté y había que correrla, sobre todo después del empuje del jefe Jesús en el Facebook.

Volvía a la ruta de las fortalezas después de 4 años y me volvió a encantar, no es de las carreras que más me motivan, porque es muy corredora, pero le estoy cogiendo el gustillo a correr.

Empezamos a las 8 de la mañana, después del izado de bandera de España y del himno español, lo organizan los militares de Cartagena y, por cierto, muy bien organizada, casi mil militares velaron por nuestra tranquilidad y nuestra seguridad.

Allí estaba yo con Rosa, mi incondicional animadora y la que me motiva en cada carrera, tomamos café y al cajón de salida.

Como he dicho antes, muy corredora y muy bonita, subes a todas las fortalezas de Cartagena desde donde se defendía a la ciudad de Cartagena, 53km para correr y disfrutar de todo, cinco subidas para ver cómo se defendía Cartagena, hasta pasamos por el centro de Cartagena.

Los avituallamientos bien, menos el primero, que estaba en el km 6 y yo creo que tenía que estar en la primera fortaleza.

Al llegar teníamos una carpa, pero estaba ocupada por los familiares y niños, los corredores no tenían sillas.

Al final 5:49 mejor de lo que me esperaba, le estoy pillando el gustillo a correr, jajajaja

Mi agradecimiento a todos los militares.

Ha sido un placer encontrarme con Esther Sánchez y Juan de Dios. En Confrides nos veremos.

La que siempre está al pie del cañón, aunque haya que levantarse a las 4 de la mañana para animar es la incombustible Rosa, es carrera se la dedico a ella.

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Josemi VET A – M 5:49:34 132 69

II Clariano Trail (12-Febrero-2017)

Mi estreno en la Montaña

El pasado 12 de febrero tuve el placer de realizar la Carrera de Montaña organizada por LURBEL.

El destino era Ontinyent y el río Clariano. La distancia algo más de 27 km. Desconozco otras coordenadas de altitud o de desnivel.

La historia es la siguiente; llevo un tiempo entrenando por la serranía ilicitana y disfrutando de los Humedales por el Pantano. El contacto con la naturaleza, el correr por cierto desnivel, ver parajes naturales y disfrutar de su fauna y flora es algo que me está enganchando bastante y me ayuda a desconectar de la rutina laboral. El asfalto nunca ha sido lo mío para trotar al haber salido de varias lesiones por el fuerte impacto. Prefiero correr por pistas, tragar arena y ver de vez en cuando algún que otro conejo atravesarse por mi camino.

Mi compañero y amigo, Jesús Santana, miembro del Grupo A TO TRAPO me convenció un par de veces para irme con él a correr por el CABEÇÓ d´OR. Jamás había corrido por una montaña tan grande… aún recuerdo las subidas y bajadas, como me prestó una Camel para beber agua y me invitó a almorzar sus famosos higos secos. ¡Qué tiempos aquellos!!!

No paraba de animarme y de motivarme, y con la excusa o inventiva que me veía fuerte me apuntó a la Carrera del Clariano. Y allí fui: madrugón, recogerlo en su Mutxamel y rumbo a lo desconocido … al menos por mi parte.

Nada más llegar y recoger el dorsal, topé con algunos de sus amigos de la PEÑA A TO TRAPO…. mi primera impresión fue: estos tíos están un poco zumbados. Conocí a su presidente, JESÚS, un hombre que se me presentó en un batín azul, que me dijo que era su cumpleaños y el de otros dos miembros del grupo (JUANMA Y ROBERTO).  Parecía un tipo majo y muy muy fuerte.

Primera pregunta sin respuesta: Pepe, ¿dónde te has metido? Esta gente te va a reventar…empezaron a desfilar ante mí decenas de personas, casi todas fibrosas, más finos que un espárrago y todos con su vestimenta apropiada para el caso. Que si el camel, cortavientos, zapatillas de montaña, manguitos compresores, geles, pastillas y más saraos. Y el pardillo del “Elchero” ahí estaba, rodeado de apasionados y enfermos de la montaña… ¿sería yo uno de ellos?

Nada más llegar recuerdo los miedos del momento, que si un helicóptero por aquí, que si la mascota del LURBEL por allá.  Aquí, ¿a qué hemos venido? ¿A correr?

Pues…pistoletazo de salida. Y allí me encuentro, a la altura de la gran mayoría, trotando, estirando las piernas y valorando la situación que me venía encima. Que avituallamientos, que organización…estos de LURBEL saben montárselo. Me iba encontrando cómodo, el grupo de los de A TO TRAPO fueron desapareciendo en lontananza, Jesús Santana y yo íbamos al unísono. Él, mi sherpa particular, controlando los tiempos, las pulsaciones y las distancias, así como los puntos de avituallamiento. Una máquina el alicantino éste. También corríamos con su cuñado Jose (GOSA) que iba apareciendo y desapareciendo a lo largo del recorrido, pero siempre estaba ahí el tío…que cañero y constante. Subidas, bajadas, conocer a gente, xarrar con uno, con otros…el tiempo maravilloso, hubo nubes, algo de lluvia y también tuvimos como compañeros al radiante sol. En las paradas técnicas tomábamos algo de frutos secos, algo de fruta, alguna bebida isotónica y agua, mucha agua.

Todo iba a las mil maravillas hasta que tuve que parar en dos ocasiones por motivos gástricos, dejémoslo ahí. El motivo, fácil…la novatada de los geles. Me prometí no volver a tomarlos más o por lo menos a entrenarlos previamente.

El momento más dulce fue cuando llegué a meta, el tiempo, lo de menos …Pero con una sonrisa de oreja a oreja y con ganas de tomarme una cerveza bien fría. Gracias.

Prueba superada, agradecer a Jesús su perseverancia en mí y a la PEÑA A TO TRAPO por permitirme escribir esta pequeña reseña a modo de impresiones de un día marcado en el calendario. Próximo objetivo…la TRANSILICITANA…pero ese es otro cantar.

GRACIAS POR TODO

Pepe

26,7 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Christian VETERANO 3:09:14 58 24
Juanma MASTER-M 3:38:46 140 10
Jesús S. VETERANO 3:45:08 150 64
Pepe Ruiz ABSOLUTO 3:46:28 153
Jesús MASTER-M 4:01:03 185 18
Gosa VETERANO 4:06:33 191 76

 

14,4 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Jota MASTER-M 1:52:53 128 9

Sueños. 29.

–¿Has leído algo de Javier Cercas?

Le pregunto mientras vamos hacia la playa. No se trata de una pregunta impertinente porque con frecuencia hablamos de libros, de las últimas lecturas, sobre todo si por alguna razón nos han llamado la atención. En los últimos meses se había multiplicado la presencia de obras sobre la guerra o posguerra tanto en España como en Alemania. Meses atrás hicimos un viaje a Munich y una de nuestras asiduas compañeras matinales es alemana.

“A sangre y fuego” de Manuel Chaves Nogales, “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez, o “Palomas en la hierba” de Wolfgang Koeppen y “El lector” de Bernhard Schlink, son algunas de las obras leídas y comentadas en nuestras conversaciones cuando corremos y muestran como pocas la crueldad de que es capaz el ser humano. En la península Ibérica, con una España desgarrada por la guerra civil y en la culta Alemania, patria de insignes filósofos, pensadores y músicos, donde el horror alcanzó límites inimaginables. Y decía que la pregunta era pertinente porque pensábamos regalarle a Rafa por su cumpleaños la última novela de Javier Cercas, que es justamente un ejercicio de desmitificación de un tío suyo que en el imaginario familiar era considerado un héroe de la guerra civil. El autor lo coloca en el sitio que le corresponde, como debió de ocurrir a la mayoría que, con contadas y admirables excepciones, le tocó en suerte o en desgracia la pertenencia a uno u otro bando por razones geográficas o familiares más que por razones propiamente políticas. Sí que había leído otra obra del autor publicada años atrás, “Soldados de Salamina”, aunque alguien le había dicho que, por su dificultad, se trataba de una obra para especialistas, para expertos. Le digo que estoy en absoluto desacuerdo con esa apreciación, al tiempo que, llegando a la playa, nos acercamos a una casa invadida por el agua del mar y, a pesar de eso, habitada, porque aparece una señora como saliendo de la cocina, con agua hasta la cintura. Quizá pudo influir en el sueño la reciente visita a Guardamar del Segura, donde vi no solo casas devoradas por el imponente oleaje de hace unos días sino grandes trozos de la carretera también comidos de forma irregular. La señora avanzaba esforzándose entre el oleaje que le lamía hasta el pecho y levantando los brazos para proteger el plato con una tortilla de patatas que parecía llevar hasta el comedor, un poco más allá, donde su familia esperaba sentada en torno a una mesa que flotaba literalmente sobre el agua. Nosotros, casi ajenos a aquella circunstancia, como considerándola normal, discutíamos sobre la comprensión de la novela y la dificultad o no para entenderla. Un viejo tema de discusión en el ámbito de la cultura. ¿Hay que facilitar la comprensión de un texto dándolo mascado para la mayoría o es mejor intentar elevar el nivel cultural del pueblo con obras difíciles que exijan un esfuerzo?. ¿Acaso los refranes, quintaesencia del saber popular, no son una muestra ejemplar de la capacidad del pueblo llano para entender lo difícil? “Ande yo caliente y ríase la gente”, “Cuando las barbas de tu vecino…..”, “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, “Obras son amores y no buenas razones”, etc.. ¿No son acaso condensaciones culturales perfectamente entendidas, asumidas y usadas por el pueblo llano incluso carente de estudios?.

Días después, en el reconfortante y acogedor ambiente de un bar del pueblo, alrededor de una mesa, jamón, queso, manitas de cerdo y vino, le regalamos “El monarca de las sombras”.

San Juan, 5 de Abril de 2017.
José Luis Simón Cámara.

I Ultra Rato en autosuficiencia – Camí de Cavalls – Menorca (17,18,19-Marzo-2017)

Como ya es tradición desde hace unos años, los “García pa Rato” (así nos llaman algunos por nuestras incontrolables “ansias de más”) solemos aunar esfuerzos para “inventarnos” un reto deportivo con fines solidarios. Y en esa búsqueda de la esencia, a finales del año pasado (como siempre, aprovechando el tirón de los turrones) planteamos recorrer el GR 223, o lo que es lo mismo, el conocido Camí de Cavalls que rodea la isla de Menorca en su totalidad, y lo decidimos hacer “a nuestra bola”.

Además, como postre a la guinda de este pastel de arena (porque arena, ha habido y mucha), hemos tenido la oportunidad de ser acompañados por “los Montoya” quienes afrontaron la vuelta a la isla en BTT (duro no, ¡durísimo!); y como no, por Manolo, el incombustible padre del que hemos sacado las ansias de las que antes hablábamos.

Así fue la carrera:

Etapa 1: Ciutadella – Mahón – 100 km aprox

Con puntualidad alicantina, a las 6:00 Nacho y yo dimos el ficticio pistoletazo de salida desde la puerta del apartamento. Ahí estábamos otra vez, en busca de senderos, en busca del mar, en busca de nosotros mismos. Tuvimos la oportunidad de disfrutar de un bonito amanecer de camino a Cala Morell, donde encaramos la subida y bajada hacia las playas de Fornells atravesando, entre otras, las impresionantes calas Pregonda y Cavalleria.

El sol acechaba y el agua escaseaba, pero los pocos menorquines que nos encontramos por el camino (salvo Ciutadella y Maón, la isla está prácticamente desierta) se apiadaron de nosotros y llenaron nuestros gaznates de agua que sabía a gloria. Paso a paso, metro a metro, conseguimos bajar la temperatura del cuerpo con un fresco bañito cerca de la playa de Arenal d’en Castell, de los mejores momentos del día para recordarnos lo poco que (a veces) se necesita para disfrutar de lo que tenemos.

Montadito de jamón con tomate de mamá (un clásico, ¡siempre agradecidos!) y, no sin sufrir, llegamos al km 90 para enfundarnos el frontal y recorrer los últimos km bajo la tutela de una gran noche. Cervezas varias, anécdotas con “los Montoyas”, quienes también sufrieron lo suyo, cena que sienta bien y al sobre.

Manolo: 20 km – 3 horas
Borja y Nacho: 100 km – 14 horas
Montoyas: 110 km – 14 horas

Etapa 2: Mahón – Cala Galdana – 65 km aprox

No sin esfuerzo, conseguimos salir de la cama y colocarnos las zapas. Sorprendentemente, podemos bajar escaleras “sin mayores complicaciones” y nos atrevemos a empezar la segunda etapa junto a nuestro fiel escudero: Manolo. Volvemos al camino que esta vez recorre parte de interior de la isla. Cruzamos el pueblo de Binibequer Vell (¡una pasada!) y tras 21 km, nuestro padre se queda disfrutando de un bañito en las calas de Binissafuller (siempre ha sido el más inteligente de todos).

Desde aquí, cada vez más poco a poco vamos atravesando pueblos, calas y playas. Pasamos Cala en Porter (nos gustó tanto que nos perdimos durante unos cuantos km…), cruzamos el desértico Son Bou, llegamos a Sant Tomás y, como no, toca bañito en un oasis de cala que encontramos en el camino. Esta no tiene nombre, pero, otra vez, devolvió el sentido a lo que hacemos, pudiendo disfrutar del agua cristalina y de la paz del momento.

Montadito de jamón (¡el último!) y encaramos los preciosos 10 km que separan Sant Tomás de Cala Galdana, ¡impresionantes!

Vuelta al apartamento, más cervezas, más anécdotas a costa de la dureza de hacer esta carrera en BTT (puede parecer que no pero el terreno es más exigente para los ciclistas) y otra vez al sobre, ¡que mañana ya acabamos!

Manolo: 21 km – 3 horas
Borja y Nacho: 65 km – 10 horas
Montoyas: 60 km – 8 horas

Etapa 3: Cala Galdana – Ciutadella – 33 km aprox

De nuevo en pie y si, ¡ésta ya cuesta más! Parecía la más fácil y probablemente se convirtió en la más difícil… Después de 100 millas recorridas nos duele todo el cuerpo, pero sin pensarlo, ¡vamos p’alante! Esta vez, Manolo nos acompaña la etapa entera y volvemos a disfrutar en familia de las aguas cristalinas y la paz que respira la isla.

El terreno se hace bastante insufrible (imposible chocarnos con más piedras) por lo que decidimos relajarnos con un pedazo de baño en mi rincón secreto de la isla y ahora sí, acompañado de una cerveza fría.

Poco a poco, a paso de ultra con la vista clavada en nuestra sombra, nos acercamos al final de la travesía. Y otra vez, no sin sufrir, llegamos a Ciutadella como nos gusta: uno al lado del otro y con una sonrisa de oreja a oreja. Al poco tiempo recibimos noticias del sector bici llegando también al fin de la travesía: ¡¡¡¡Somos finishers!!!!

Manolo, Borja y Nacho: 33 km – 6 horas
Montoyas: 50 km – 7 horas

Ha sido una aventura impresionante y difícilmente repetible. Como otras veces, eternamente agradecido/s de tener tantas oportunidades de disfrutar de todo lo que hacemos, pudiendo “parar el reloj” en algún momento para poner los pies en el suelo, recordar lo que realmente importa y lo poco que (a veces) necesitamos.

Gracias a todos los que habéis aportado en este Rato Reto tan especial, gracias, gracias y gracias.

Como siempre, nos seguimos viendo por los caminos con una sonrisa y las ganas de seguir.

Carpe Diem

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Modalidad Tiempo Km recorridos
Ignacio Carrera a pie 30 h 200 km
Borja Carrera a pie 30 h 200 km
Manolo Carrera a pie 12 h 74 km
Alejandro BTT 29 h 220 km
Fernando BTT 29 h 220 km