Esta vez voy a empezar esta croniquilla con los agradecimientos… a José Luis Mareca, que con todo el tino del mundo me ha ido mandado los entrenamientos, preocupándose de todo, y ha conseguido que llegue a donde nunca pensé llegar…

Gracias a Noé, que se ha preocupado por mi cadera, y ha conseguido a base de tesón que llegará lo mejor posible, y tanto fue que la cadera no dio mucho la lata

Gracias a Ales que me regalo la camiseta talismán ;), y me estuvo explicando el circuito y las cosillas del maratón además de que se creía ella mas la marca que yo jaja

Gracias a mi madre que siempre está ahí… y da igual lo que haga siempre está ahí…

Y gracias a toda la gente que se preocupa y me aprecia porque estas cosas se hacen mucho más fáciles con vosotros…

Bueno maratón de Rotterdam… como un día no favorable se convierte en muy favorable…

El día de antes, vamos a la feria del corredor recojo el dorsal y primera risa, el señor que me da el dorsal me pregunta “es tu manager (mi madre)”… esto de tener la cara afilada antes del maratón da pinta de buena o qué? ;)… la feria es pequeña, por lo menos si hablamos de un maratón grande… pero bueno lo suficiente para comprarme algo (ayyy el consumismo) y de ahí a dar una vuelta por Rotterdam…

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Por la noche he quedado a cenar con un grupo increíble, nos conocemos por Internet, pero cuando nos vemos es como si nos conociéramos de toda la vida… Juan, Ana, Guzmán, Pablo, Antonio, Susana y Alberto… la cena no fue muy buena, bueno los gnochis estaban buenos pero eran un poco escasos… encima el sitio está muyy lejos y llego un poco cansadilla. El desastre del restaurante viene porque tardan infinito en servir, y eso que la carta era de 4 platos, así que se hace tardísimo, por lo que al llegar al hotel (y menos mal que Juan nos llevó de vuelta, muchas gracias) directamente al sobre sin masaje de descarga ni nada…

Día del maratón, y empieza lo malo… me levanto fatal, me duele la cadera horrores, y tengo las piernas como 2 troncos, me ducho y no sé va la sensación de pesadez… vamos a desayunar (estoy en el Hilton enfrente de la salida y el desayuno está genial, y todo en general, el detalle de poner un acuarios, un plátano y unos caramelos de dextrosa en la habitación es de reconocer) y la barriga me esta diciendo que hoy no es el día… tanto es, que le digo a mi madre “me apetece 0 correr” y ella que me conoce infinito al verme me dice pues no salgas… pero uff ir hasta Rotterdam y bajar solo a ver la carrera no va conmigo, así que bueno me visto con camiseta de manga corta y tirantes y me pongo los manguitos con el objetivo de bajármelos (arriba se quedaron que vaya fresquito que pasé)… y ale a la calle, y empieza el cúmulo de despropósitos…

El día de antes quedé con Antonio, que corría la de 5 km, que le dejaba la mochila a mi madre, así que como ella es muy dada a perderse, la acompaño hasta donde tiene que estar… hay que dar toda la vuelta (mi hotel esta justo en la salida de mi cajón), pero bueno queda tiempo… la dejo allí, me quito el chandal y para la salida, y sorpresa no se puede pasar… montón de gente intentado llegar a la puerta que esta cerrada, y veo a la gente que salta la valla de 2 metros, yo ni de casualidad así que a buscar otra puerta… llego hasta la de los relevos y le explico al chico lo que pasa (faltan 3 minutos para la salida) y me dice “venga pasa porque me das pena” así en castellano… total entro y me voy para atrás hasta que ya no quedan relevos (uff si lo llego a saber me quedo allí, la gente con mochila y todo, pero en ese momento no pienso), tengo que ir al aseo, y como hay uno entro y justo en ese momento disparo de salida, ale date prisa y no le pegues a nadie con la puerta… pero aun así salí justo cuando estaban saliendo los últimos de ese cajón…

Mi idea era intentar el 3.25, había entrenado bien, estaba mejor que nunca, pero mi cadera iba a mandar el ritmo, primer km 4.49 y voy bien hace viento (tanto que se me volaban los casquitos así que me pongo el buff en la cabeza para sujetarlos), y aquí viene el quid de la carrera se me desata la zapatilla (me puede pasar algo mas?) en la vida se me ha desatado la zapatilla, pero esta es casi nueva y se ve que los cordones son cortos, bueno me pongo a un lado me los ato y cuando me incorporo, un chico guapísimo se me pone al lado… yo para mi: a donde irá este con pinta de modelo… y el modelazo empieza a decirme C’mon, y yo pensando pero que quiere, y él C’mon, y bueno pues c’mon… yo veo que voy muy rápida todo por debajo de 4.30 y ese no es el ritmo que quería seguir pero el cada vez que yo frenaba un poco el frenaba y me hacía gestos de vamos… así que vamos, todo por no hacer el feo jaja

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Las calles están bastante animadas, además como va escrito el nombre en el dorsal te animan por tu nombre y eso hace que vueles… los km van pasando aunque el aire a veces se nota bastante… no soy de ponerme a rebufo de nadie, porque si la cosa es ir dando relevos a ver a quien le voy a quitar el aire yo… la ciudad no es bonita, y lo de que el circuito es llano ejem ejem, llano es la playa de San Juan, esto es subida tendida, bajada tendida, que no rompe el ritmo (el viento si), pero no es llana… Km 5 22.47 bueno voy bien, así que le pregunto al modelazo de serie de playa, ¿que quieres hacer? y me dice 3.15, ¿y tu? Yo pues lo mismo que tu jaja… así vamos hablando y en el km 10 44.40 le digo oye que a este ritmo bajamos de 3.08, y el dice pues muy bien, en ese momento la cadera me da un aviso, pero bueno es cuestión de acortar zancada y concentrarme en otra cosa y van pasando los km… pero el km 17 lo marcamos en 4.14 y digo esto si que no… así que le digo bye el se queda un poco extrañado, pero sigue adelante yo mantengo el ritmo, y llego hasta la media 1.33.11, pa matarme, pero bueno a lo hecho pecho no?

Primera zona peligrosa del circuito, la vuelta por el Erasmusbrug y en ese momento en mi ipod empieza a sonar Fireworks de Kate Perry, canción de Aless jaja, así que pienso que si ella subió a buen ritmo yo un minuto más por km pero subo jaja… y sin darme cuenta ya estoy bajando… ahí cazo a una chica que va mas o menos al mismo ritmo, le paso y le digo que se venga, y ella en vez de venir me adelanta, yo a mi ritmo la vuelvo a pasar, y ella otra vez (porque hacen estas cosas las chicas ufff),  al final tiro yo para delante

Por el km 27 estaba el hotel, y es ahí donde en este decido hacer el checking, si iba mal lo dejaba, pero como voy bien, pues venga para delante… en el 28 hay una bajada y subida y en esa subida adelanto al guapo, le digo que se venga, pero el me dice no sé que de que voy muy bien pero no me sigue… así que hacía delante, me cruzo con la cabeza de carrera, madre como van, ánimo a Nacho Cáceres (hago los cálculos y si no pincha hará la mínima, que al final hizo) … y llega la zona que todo el mundo dice que es la mala, la entrada en el parque, km 31 o así… y justo en ese momento en el ipod (no estaban puestas así porque iba mas rápida de lo que pensaba) la otra canción de Aless (highway unicornio) esto debe decir algo así que a pasar de lo que me han dicho y a tirar para delante (a la postre del 30 al 35 fueron los más rápidos). En el avituallamiento del 32.5 me había aparecido otra liebre, un señor que no pudo coger la esponja, se la cogí yo, y luego el me daba del red bull que no cogí porque no me gusta jaja… así que el me fue tirando e íbamos hablando hasta que de repente se queda detrás (luego ya en la llegada lo veo y lo escucho hablando en castellano, y le digo y porque hablábamos en ingles y me dice tu sabrás jaja…se tuvo que parar porque le daban tirones).

Y llega el otro punto de la carrera, km 34 quedan 8 km y hago cuentas y aunque baje el ritmo a 5 voy a bajar de 3.10… ni en mis mejores sueños (hacía 5 semanas esa era la marca que quería, pues es la que piden en New York, pero con la cadera tal y como iba totalmente descartado), así que aunque con fuerzas decido no tirar… es más en un momento que suena una de las canciones preferidas de mis sobrinas me acelero adelanto a dos chicos y de repente digo no no no y freno, que los chicos debieron pensar que estaba idiota… pero la verdad es que voy genial, no acelero pero no bajo el ritmo… voy a 4.30 muy cómoda, así que hasta el 40, y luego acelero un poco, pero poco (4.20 del 41 al 42), entro en la recta de llegada, busco a mi madre y de verdad que entro pletórica si me dicen que voy a bajar de 3.10 no me lo creo, pero ver en el crono el 3.06 era impensable para mi… no corro por marcas, solo por disfrutar de lo que hay alrededor de la carreras, pero esta marca si la disfruto, con todo ha salido bien…

Por la noche me dice Antonio que he sido 4 de mi categoría, uff que esta es una de las importantes, así que genial, la marca, el puesto y todo lo que ha rodeado al viaje (me he puesto ciega a queso, incluso para celebrarlo me tome una Heineken (que mala por favor jaja)… y a crepes 😉

Bueno siento el ladrillo, pero esta carrera ha sido especial, porque todo lo que presagiaba de malo al final salió de bueno… lo dicho muchas gracias todos.

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Bueno, «más vale tarde que que nunca». Ahora que está tan de moda pedir perdón, me vais a disculpar que publique hoy la crónica de una carrera de Marzo, pero la culpa —se pide perdón, pero la culpa siempre la tiene otro— la tuvo una sinusitis que me dejó baldado después de la carrera y, entre pitos y flautas, no tuve tiempo de decir ni «mu».

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En fin, ¿recordáis que os conté que en Madrid no hay forma de encontrar una Media sin cuestas? Bueno, pues cuando vas a Segovia es ya el acabose. El perfil de la carrera es muy sencillo: con el impulso del cañonazo de la Academia de Artillería —una pieza de artillería de 75 mm—, y sobrecogidos por el vuelo rasante de un helicóptero, se sale en tropel durante el primer Km, para luego empezar a subir un par de Kms —al ritmo de las canciones de los chicos de la Academia— y bajar a tumba abierta hasta el río —estamos en la parte más baja del recorrido (Km 7)—; desde aquí, será todo una gran cuesta —con algún pequeño descanso— hasta el Km 16; a partir de este punto y hasta la meta, se trata de «dejarse llevar» —más que nada, porque ya no te quedan fuerzas para más—.

Este año, a diferencia de anteriores, hizo un día fantástico, con un sol radiante, y una temperatura tirando a calurosa. La jornada fue propicia, y toda Segovia estuvo en las calles animando de una forma espectacular. El recorrido es muy duro, pero el ambiente es sencillamente espectacular. Y espectacular es también el cochinillo que comieron muchos corredores al terminar y al que —snif, snif— tuve que renunciar para atender a las obligaciones propias de mi sexo. Pero no importa, porque Segovia es un lugar para volver… siempre.

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