VI Gran fons Penyes Albes, Montitxelvo 2023

Que mejor forma de conocer un pueblo, una comarca, que trotar por ella¡! Pues eso es lo que hemos hecho en el día de hoy, desplazarnos a la Vall de Albaida, concretamente a Montixelvo, que donde queda, que ver y demás ¿? Pues pincha aquí y ve descubriendo: https://www.montitxelvo.es/es/movil-pagina/pueblo. En cuanto a la carrera ¿? De 10, con participación de las fuerzas vivas del poble, desde la panadera a la banda de música, con encuentros inesperados pero muy gratos: los Williams, Merche, Rafa… David, etc. Y tantos que les pongo cara pero no nombres, el recorrido ¿?, unos 18,5 km con unos 850 +, trotando en las bajadas y caminando en las subidas como viene siendo habitual en mí, vistas extraordinarias que alcanzaban al mar, tener en cuenta que Gandía queda a unos 19 km; todo un detalle el tener todos los kilómetros señalizados, bien, leche, bien ¡!. Llegue a Meta en menos de 3 horas y allí estaban los compañeros Juanma y Olivia, contentos al igual que yo, celebramos el final de carrera con un buen avituallamiento donde no falto la calabaza al horno amen de bebidas, fruta, cocas… y todo por 10 € de inscripción, así que, anotar para el próximo año¡!

Salud y montaña #atotrapo.

Jesús

 

Resultados A TO TRAPO:

Pos. Tiempo Dorsal Participante Pos./Cat. Categoria
13 02:14:42 292 SPROD, OLIVIA 5 SEN-F
188 02:39:52 235 Aparicio García, Juan Manuel 11 MASTER-M
201 02:47:02 237 Jurado Carmona, Jesus 15 MASTER-M

 
Enlace clasificaciones: https://www.mychip.es/resultado/vi-gran-fons-penyes-albes-montitxelvo-2023-6

XVIII Trail Serra d’Oltà, Calp (11-Diciembre-2022)

Todo empezó en una clase de Crossfit, donde le dije a Miriam que quería hacer un Trail, ya que ella está acostumbrada a hacerlo y que mejor que con ella y me dijo “nada, eso está hecho, el próximo trail el de Calpe”, así que nos apuntamos sin pensarlo, me apunté sin haber hecho un trail desde que tenía 19 años y mis primeros 21 km.

El reto me apetecía muchísimo medirme saber cómo estabas a ver si iba a poder aguantar y allí que fui sin pensarlo, recuerdo en la noche antes de la carrera con una sensación increíble preparándome toda la ropa porque madrugamos mucho preparándome zapatillas en las botellas de agua chaleco que no se me olvidase nada, le di 20 vueltas a la mesa para ver qué tenía todo lo que necesitaba, y esa sensación de volver a prepararme todo hacía como bueno, pues desde que competía no la había tenido y fue muy muy muy bonita, recuerdo que no hizo falta ni que sonase el despertador. Yo ya estaba despierta porque pues al final tienes esa adrenalina y tienes ganas de llegar tienes ganas de empezar.

Cuando llegamos era de noche y estaba la gente organizando terminando de montar recogiendo nuestras dorsales. Tomamos un cafetito y esperamos en el coche porque estaba lloviendo. Hacía una humedad brutal, pero teníamos unas ganas tremendas de empezar. Estuvimos en la salida un ratito haciendo las fotos de postureo trailero y como no, las fotos en el fotocol.

La hora de la salida llegaba y la emoción la adrenalina empezaba aumentar cuando dieron el pistoletazo de salida. Yo me pegué a Mirian, para coger su ritmo y ahí fui todo el tiempo con ella en el primer avituallamiento Marusi con Juanma y con ANTONIO que le saludé estuvimos un ratito trotando juntos y subiendo la montaña también estuvimos juntos y bueno pues conforme íbamos subiendo el frío iba aumentando pero para mí es una experiencia brutal la sensaciones, las vistas, fue una experiencia que repetiré al año que viene sin dudarlo, pero me quedo con la bajada y los dos km antes de la llegada a meta fue una emoción tan tan tan bonita que tenía una congoja por así decirlo en la garganta, una lágrima que me caía de felicidad de ver que lo estaba terminando de ver qué el tiempo que había iba a hacer, era mucho menos de lo que yo me pensaba para ser mi primer trail 21 km, en tres horas y 41 minutos acabé mi primer trail de lo que estoy súper feliz súper orgullosa y es el primero de muchos, me quedo con la sensaciones de entrada a meta!! una sensación brutal con una emoción que se podía ver en mis ojos y eso es inexplicable. Luciré la camiseta de A To Trapo, un club que me ha cogido de una manera fantástica y brutal y la llevaré por todos los trail que pueda hacer 💪🏼😘❤️

Ana

Clasificaciones 21 km

Participante SUB/CAT Tiempo Pos. P/SUB
Ana Veterana 03:40:45 30 13
Juanma Master 60-m 03:42:10 155 8
Antonio Master 60-m 03:42:11 156 9

 

Clasificaciones 14 km

Participante SUB/CAT Tiempo Pos. P/SUB
Jesús Master 60-m 02:20:00

 

XXII Pujada al Montcabrer – Alcoi (2-Octubre-2022)

Edición número 22 de esta tradicional “Pujada al Montcabrer” y a la que venimos acudiendo la gente de A to trapo desde sus inicios. Una de las pruebas del calendario de carreras de montaña más antiguas de la provincia y que el Centro Excursionisa de Alcoi organiza con cariño cada año.

Los tres mosqueteros volvemos a coincidir después de mucho tiempo, esta vez acompañados de Olivia, nuevo fichaje del club, y que va a hacer la carrera de 10 km.

Día magnífico, como siempre, algo menos de 300 corredores entre las dos pruebas. Salida desde las mismas piscinas así que cuesta arriba desde el comienzo. A Olivia y a Antoñito los perdemos de vista enseguida. Jesús y yo iremos de menos a … lo que salga. El no encontrarnos el atasco a la entrada del Barranc del Cinc ya nos da idea. “Prisa mata”, va diciendo Jesús a los que nos van pasando. Así quien se atreve. Casetas de Vilaplana, primer avituallamiento, y llegamos al desvío para Coll de Sabata, segundo avituallamiento. No hay vasos, como ya se va imponiendo en estas pruebas. Tienes que llevar un bidón o el vasito plegable.

Segundo tramo de la carrera, hasta el Mas de la Foia Ampla. Esta parte es la que siempre disfruto más y que se me hace distraida y corta. Tras el avituallamiento, enseguida la subida directa hasta la cumbre. Foto en el geodésico y para abajo. Penyes Monteses es el último obstáculo antes de abordar el descenso. La parte más complicada de la carrera, con precauciones que no es cuestión de perder el pie. Así que nos da tiempo a disfrutar del paisaje. El monte se va rehaciendo del incendio de hace unos años y los pinos jóvenes van cubriendo la ladera por la que vamos bajando hasta el Coll de Sabata. En Font de Serelles paramos para el chapuzón de Jesús. Debe estar fresquita aunque el sol ya aprieta pues es más de mediodía.

La última parte, ya desde el año pasado, se desvía para evitar las urbanizaciones y el asfalto, la senda va más pegada a la ladera de la montaña, pero charrando nos salimos de la ruta y perdemos las cintas para alegría de los que nos siguen. Nos toca volver a subir bancales hasta reencontrarnos con el camino. Bueno, no pasa nada. Enseguida llegamos a la Font del Xorrador y a la salida de las casetas nos está esperando Olivia para hacer los últimos metros con nosotros. Antoñito lleva ya en meta un rato.

Olivia ha quedado segunda de su prueba así que nos quedamos a la entrega de trofeos. ¡Buen estreno!¡Felicidades!

10 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Olivia Abs Fem 1:05:43 19 2

20 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Antonio SMast Masc 2:50:22 140 8
Jesús J. SMast Masc 3:25:29 196 11
Juanma SMast Masc 3:25:30 197 12

Torn dera Val d’Aran – VDA 162 KM – Viella (9-julio-2021)

Después de mi paso por UTMB y Ehunmilak, ya casi había descartado volver a participar en una carrera de 100 millas. La dedicación que supone preparar este tipo de pruebas hace que resulte muy complicado conciliar la vida familiar y laboral con las horas de entrenamiento que tienes que emplear si quieres llegar con garantías para acabar una carrera de esta índole. Pero otra vez volví a picar el anzuelo, auspiciado por los ánimos de unos para que me inscribiera y el buen grupo de amigos trotadores que integraban la expedición, que hizo decidirme a volver a probar de nuevo en esta distancia.

La prueba elegida era la Torn dera Val d’Aran (VDA) con 162 km y 10.500 m de desnivel positivo y que da la vuelta a todo Valle de Arán, siendo ésta una de las 4 carreras que forman parte de la primera edición del Ultra Trail de Val dAran, evento que esta “bendecido” con el sello de UTMB. En la carrera de 100 millas es donde estábamos inscritos Elías, Carlos, Josemi, Cristian, Pablo Molina y un servidor. Si finalizabas la carrera dentro de las 48 horas que daba la organización, te ganabas el pase directo a poder estar al año siguiente en la línea de salida del UTMB, sin necesidad de sorteo, cosa que era un aliciente para muchos corredores.

La localidad de Vielha es el punto de partida y meta de esta VDA. La prueba arranca a las 18h, así que tras comer pronto e intentar descansar un rato nos dirigimos hacia la línea de salida. Allí nos encontramos con buenos amigos que también van a participar, Marcos Baeza, Curro Arabi y la grata sorpresa de saludar a Hortensia que estaba por la zona. Entre abrazos, ánimos y la emoción del momento unos 1.000 corredores salimos en tropel atravesando las calles de esta bonita localidad.

El calor aprieta todavía a estas horas y hay que tomárselo con mucha calma ya que en los primeros 50 km tenemos más de 4000m de desnivel positivo. Empezamos a subir por una pista tendida que se va estrechando hasta que se forman los primeros tapones y hace que tengamos que esperar varios minutos para progresar. Tras pasar el primer avituallamiento en el km 11 nos dirigimos por una empinada ladera hacia la cima del Pic de Montpius (2276m). La vista al llegar arriba es un espectáculo, ya que está atardeciendo y podemos contemplar todo el macizo montañoso de La Maladeta con el pico Aneto y su glaciar. Coincido en este tramo con Curro y dos de sus amigos de Gata. Durante un buen rato conversamos sobre el bonito proyecto “Kms Solidaris” que está llevando a cabo para recaudar fondos para la investigación de la enfermedad rara denominada Pompe.

La noche empieza a caer y comenzamos un vertiginoso descenso que pone a prueba nuestros cuádriceps y que nos lleva al avituallamiento de Artiga de Lin (km31), donde recuperamos fuerzas a base de bocadillos y fruta fresca. Nos espera una dura subida de 5km con 1000 m positivos hasta llegar al Tuc de Cabirols (2468m). El cielo es estrellado y la agradable temperatura hacen más amena la subida. La noche pasa rápido y llego casi amaneciendo al avituallamiento de Bossòst en donde aprovecho para tomar algo caliente. Me encuentro bien y con fuerzas después de haber terminado el tan temido primer tercio de la carrera, así que salgo decidido hacia la pequeña localidad de Canejan. Con las primeras luces del día se puede disfrutar en la subida de un precioso bosque repleto de abetos y hayas en torno al curso del rio Garona.

Llego al avituallamiento con ligeras molestias en el estómago que hace que tenga que visitar con urgencia el baño. No le doy importancia ya que tengo ganas de comer y beber y eso es buena señal. Continuo hacia el recóndito y precioso pueblo de Sant Joan de Toran, km 70 de carrera y situado a más de 1000 m de altitud, que ofrece unas magníficas vistas del valle de Toran. Nada más llegar al avituallamiento me llevo la grata sorpresa al ver aparecer a Pablo Molina, que viene como un tiro detrás de mí. Nos espera más de un km vertical de subida y empieza a apretar el calor de nuevo, así que me cambio de ropa y me enfundo la camiseta de tirantes de A to trapo y como si me hubiese puesto la capa de Superman subo volando hacia Port de Urets, a 2500 m de altitud y una de las cotas más altas del recorrido. En la subida Pablo se queda un poco y vuelvo a coincidir con Curro quien me comenta que uno de sus amigos ha abandonado por problemas estomacales, lo cual me llama la atención ya que no es el primer corredor que se retira por este problema.

Nos dirigimos hacia las minas de hierro de Urets, antigua zona minera olvidada por el paso del tiempo. Atravesamos varios túneles, con una gran panorámica sobre el lago Montoliu. El paisaje es de ensueño a la vez que inhóspito y te hace imaginar las extremas condiciones en las que trabajaban los mineros. Sin apenas agua en los bidones llego al avituallamiento de Pas Estret en el km 83. Curro y su amigo me animan a salir rápidamente con ellos, pero llevan un ritmo muy fuerte y decido quedarme a comer y descansar unos minutos más. La subida al collado de Montoliu se me atraganta un poco y posteriormente tomo una larguísima bajada que me conduce al santuario románico de Montgarri. Todo el entorno que envuelve al santuario es muy bonito y hay numerosas familias que aprovechan para refrescarse o darse un baño en el rio Noguera Pallaresa, cuyo cauce baja por delante del santuario. De Montgarri, tras un leve ascenso llegamos al ansiado avituallamiento de Pla de Beret en el km 102 y donde se encuentra ubicada la bolsa de vida. Allí me recibe Eva, la mujer de Pablo, que tan amable como siempre me ayuda con la recarga de bidones. A los pocos minutos llega Pablo y como la unión hace la fuerza decidimos proseguir juntos para hacer frente a los últimos 60 km que ya nos han advertido que son de una gran dureza, sobre todo a su paso por Colomers. Me empieza a preocupar mis problemas de estómago ya que cada avituallamiento supone una visita al wc.

Una vez atravesamos el altiplano, descendemos por una pista hacia el valle y llegamos a la localidad de Salardú. A la salida del pueblo nos llevamos una gran alegría al ver a David, Angel, Enri y Cuchi, que han venido a animarnos y nos dan unas buenísimas noticias, ya que han terminado con éxito la CDH (105 km) y también lo han hecho Jota, Jaime y Jose Pablo, con lo cual el grupo ha hecho pleno. Me quedo con las ganas de ver a Elías, que fue a buscarnos pueblo abajo. El y nuestro amigo Cristian han tenido la mala fortuna de abandonar por problemas físicos. Con los ánimos por las nubes Pablo y yo nos acercamos a las estribaciones del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. En ese momento recibimos con entusiasmo la llamada de Josemi, que va un poco por delante de nosotros, esperándonos al inicio de una subida para formar triplete y afrontar juntos la segunda noche y último tramo de la carrera.

Llegamos hasta el avituallamiento de los Baños de Tredòs, unos antiguos baños termales que ya utilizaban los romanos y que nos abren las puertas al parque nacional. Entramos al bar del balneario para tomar un buen café doble que espabile nuestros cuerpos y nos permita estar despiertos para el tramo técnico del circo de Colomers que, con sus más de 50 lagos, es el circo de lagos glaciares más grande de los Pirineos. Es una pena que pasemos por esta zona de noche y no podamos disfrutar del paisaje. A mitad de subida nos encontramos a varios corredores que se dan vuelta acompañados de un voluntario que nos advierte de la dureza de este tramo. Josemi, aquejado de fuertes molestias toma la dura decisión de no continuar. Consternados por esta situación, Pablo y yo avanzamos lentamente por el temido paredón y tras más de una hora de subida llegamos al Estanh Obago. Comenzamos un largo descenso, pero el sueño y cansancio nos invade, así que decidimos pegar una cabezada de 15 minutos bajo el refugio de una gran roca. Tras el breve descanso descendemos para llegar al avituallamiento de Colomers. Tengo los ojos muy irritados por el sudor y la falta de sueño, así que tras consultarlo con el médico me ponen un colirio que consigue aliviarlos. Salimos casi amaneciendo y después de una corta pero dura subida descendemos por un precioso bosque hasta la localidad de Arties en el que está el tercer avituallamiento con asistencia permitida. Allí nos espera Eva, quien de nuevo nos ayuda para afrontar los últimos 15 km a meta.

Son aproximadamente las 9:00h e iniciamos de nuevo la marcha. Tenemos por delante una exigente subida de 700 m de desnivel positivo. Nada más coger la senda ascendente una sensación de calor invade mi cuerpo y durante toda la subida voy parando, buscando algún punto de agua en donde poder refrescarme. Además, apenas puedo beber y comer ya que tengo el estómago cerrado. Pablo no para de darme ánimos y ayudarme, pero llego al último avituallamiento casi decidido a retirarme cuando apenas quedan 8 km para llegar a meta. Mi sensación es que me estoy deshidratando y acudo a la médica del puesto para que me valore. Tras inspeccionarme me indica para mi sorpresa que no tengo signos de deshidratación y me recomienda que descanse, reponga líquidos y coma algo, animándome a continuar si me recupero. Tras media hora de reposo y haciendo esfuerzos por ingerir líquidos y algo de fruta, tiro de coraje y decido salir. Solo queda el ultimo repecho y una larga bajada hasta Vielha.

Junto a Pablo, comenzamos a subir con decisión por una senda que va en zigzag hasta por fin llegar a lo alto de una loma, pero mis problemas físicos continúan y la bajada a Vielha se convierte en un infierno, teniendo que parar en varias ocasiones para reponerme del calor y de los continuos espasmos en el estómago. Por fin se divisa Vielha, y en la parte de final de la bajada me llevo la sorpresa y alegría de ver a Josemi, que ha subido para traerme agua fresca. Más abajo están esperando Elías y Cristian. Me emociono al ver a todos, fundiéndome con ellos en un abrazo. Exaltados de alegría, Pablo y yo cruzamos la línea de meta tras más de 45 horas.

La nota negativa de la carrera ha sido la intoxicación masiva de corredores, al beber agua de contenedores contaminados por alguna bacteria, con más de 500 afectados tanto en la prueba de la CDH como de la VDA, siendo esta situación motivo de abandono de muchos corredores y otros, que como en mi caso las pasamos canutas para llegar a meta. Después de la carrera continuaron las penalidades durante varios días, con fiebre, diarreas continuas, deshidratación y con algunos corredores ingresados en el Hospital de Vielha. Un ”0” a la organización que ha hecho oídos sordos sobre este tema, sin asumir responsabilidades, tirando balones fuera y argumentado que el agua de la zona es de mineralización dura no apta para todos los sistemas digestivos. Es por este motivo que me llevo una sensación totalmente agridulce de mi paso por esta prueba que prometía ser un referente para los amantes de las carreras de montaña.

 

Nombre Categoría Tiempo Posición General
Pablo Molina Vet-M 45:08:59 356
Sergio Vet-M 45:24:01 369
Carlos Ramos Vet-M 46:53:34 431

Botamarges 2021

Estreno en una ultra para un servidor y para los otros dos compañeros del escuadrón tractor: Tomás Méndez y Juan Punzano. Como vamos a contar cada uno nuestra experiencia en esta crónica, me limito a explicar lo que sentí.

 
En primer lugar, mucho respeto a los 64km. Nunca había recorrido una distancia tan larga con 3.200m de desnivel positivo. El ambiente espectacular y los compañeros son el mejor soporte para superar los nervios iniciales en la salida desde Forna a las 6:15. Empezamos a acumular kilómetros, ligeras subidas y bajadas hasta Villalonga. Desayuno ligero pensando en que llevaba muchas reservas en la mochila y después de una Vía Verde a buen ritmo, empiezo a pagarlo al principio de la subida a La Safor. Por suerte, el avituallamiento estaba a mitad de subida y, tras alimentarme bien, recupero fuerzas y hago el resto de subida sin problemas. Bajada con precaución por una zona muy pedregosa y destrozada por las llamas hace algunos años y después me dejo llevar para soltar piernas por el camino hasta Benisili. Otra vez a comer bien y segunda subida importante al Castillo de Benisili, más corta que la anterior, pero más dura. Sobretodo, por el ritmo que marca el amigo Tomás que está como un toro y hace un carrerón. Sufriendo, pero siempre siguiendo el consejo que un día me dió el maestro Gosa “aunque sean pasos muy cortos y despacio, sin parar hasta arriba”. Luego el cresteo es bastante cómodo porque combinamos nubes y sol. Aunque al final no llovió, hizo algo de calor, pero no demasiado. Bajada desde la Foradà hasta Benisivà. Tampoco me dan mucho tiempo los compañeros porque aquí unificamos el escuadrón tractor con nuestros mentores Gosa y Jota.


A partir de aquí, empieza otra carrera para mí. Tras 8 horas y media, 43 km y más de 2000m hechos, parece que es cuando encuentro mis mejores sensaciones. Sólo un pequeño susto en la bajada a la Adsubia. Yo debo regular muy bien mis niveles de azúcar y me confié. Algo mareado, tras comer un par de gominolas, recupero rápido y, una vez en el pueblo, último avituallamiento. Los últimos 9 km los disfruto al máximo, subo con soltura, bajo conteniéndome para esperar al grupo, aún así, voy sólo por delante hasta llegar al castillo de Forna. Aprovecho para llamar a la familia, emoción a flor de piel pensando en quienes te apoyan siempre con estas locuras. Allí arriba, a 1km de meta, espero a los cuatro compañeros para reagruparnos y entrar juntos en meta. Pletórico, ya somos “Ultras”. Otra que no nos cuentan. ¡Gracias a todos!