Sierra Nevada (2-Julio-2020)

Ocurre que, a veces, aquello que no planeamos demasiado, luego al final resulta que es lo que mejor sale o simplemente sale bien. No lo sé, lo cierto, es que en esta ocasión así fue. Me refiero a la salida, como llamarla: “quitapenas”, “matagusanillo”, ”estoesloquehayqueselevaahacer”, que hicimos el autodenominado “escuadrón tortuga” o lo que es lo mismo: José Pablo Carbonell, Jaime “cangrejo” Castells y yo mismo, el pasado fin de semana del 2 y 3 de julio al Parque Natural de Sierra Nevada, para correr una ruta que los amigos David Gil, Esteban and company, hicieron el año anterior.

Ni que decir tiene la emoción que sentí cuando con una semana de antelación, de ahí lo de la improvisación, el amigo Jaime me planteó hacer esta ruta a la que enseguida se sumó José Pablo. Tras meses de parón, demasiados y muy duros, iba a salir a la montaña de nuevo. Emoción y terror, porque, este proceso de recuperación en el que estoy, está siendo largo y no termino de arrancar. La ruta iba a ser de unos 30 kilómetros y 2.000 de desnivel positivo, algo que, en situaciones normales sería un entrenamiento duro de cara a una gran carrera. Pero como digo, todo está siendo tan raro este año, en general y en lo personal, que a punto estuve de retirarme de la aventura. No quería que mis dos compañeros, fuertes como el vinagre que ya no son tortuga, sino gacelas, tuvieran que cargar con el mi lastre, porque ahora es lo que soy.

Pero no, por encima de todo, pudieron las ganas de volver, de sentir el viento y el Sol en la cara. Las de recordar sensaciones vividas, las de decir aquí estoy de nuevo. Eso y que Jaime y José Pablo, en todo momento, estuvieron pendientes de mi cuando me quedaba atrás y me hicieron sentir, de nuevo, como en casa.

Pues al lío. El viaje iba a ser corto: salida el viernes en dirección al refugio de Postero Alto, a 1.900 metros de altitud, dentro del parque natural de Sierra Nevada, pero entrando por Guadix, pasando por Jerez del Marquesado y cogiendo una pista, a la salida del pueblo, no apta para vehículos normales en varios de sus 9 kilómetros hasta llegar al refugio. Carrera el sábado, como ya he dicho, de unos 30k, en, aproximadamente, unas 8-9 horas.

Para los que quieran ir y alojarse en el refugio la reserva para dormir hay que hacerla sí o sí en esta situación de nueva normalidad y también si se quiere cenar, comer o desayunar. Todo en el refugio está muy bien organizado, con protocolos de seguridad fiables. La reserva a través de la página del refugio: refugioposteroalto.es. Recomiendo hacer uso de las instalaciones, no recordaba lo bien que se come en los refugios, sin grandes alardes y el ambiente que se respira en los comedores: grupos de montañeros, algún runnner como nosotros, rodeados de recuerdos de ascensiones a picos de la zona en condiciones difíciles.

Llegamos a media tarde, tras dos horas y media de viaje, con charla y cabezada incluida y ya nada más llegar se siente uno como aislado del mundanal ruido. La tarde comenzaba a declinar y una vez que el Sol se puso, llegó el fresco de la montaña, los olores y los ruidos. Lo que he dicho, como en casa o como en nuestra segunda casa.

Al día siguiente y tras un buen desayuno, comenzamos la ruta que sale desde el refugio en dirección a la loma de En medio que va hacia el Peñón de Jérez, pero que nosotros íbamos a alargar, dando un rodeo. La salida ya en ascensión y el camino bien definido en zigzag. Por delante de nosotros los montañeros que estaban el refugio a los que pronto dejamos atrás. El rodeo que dimos es el que nos llevó al Puerto de Trevélez. Llama la atención  la cantidad de agua que lleva en esta época del año la sierra, con arroyos y canales de deshielo. No en vano aún quedan neveros en esta zona.

Desde el puerto, un bonito descenso que nos llevó a una zona de pasto, con hierba fresca, mojada por el agua que baja en forma de arroyo desde bien arriba. Un rebaño de vacas en medio de la senda por la que teníamos que pasar, nos hizo dar algún pequeño rodeo para evitarlas. Voy retomando sensaciones olvidadas, desentumeciendo el cuerpo y dejando atrás dolores musculares del comienzo. El ritmo bueno, ese que te permite pararte a escuchar el viento a saborear lo que estás viendo, hacer fotos, cambiar impresiones. Calma, hemos venido a disfrutar y lo hacemos los tres.

Jaime se para a hablar con los pastores de las vacas, que nos preguntan si somos militares. José Pablo con el GPS del móvil, atento a que no nos salgamos de la ruta. Pero sí, nos salimos y bastante, pero dio lo mismo.

Pasado este valle y tras una curva en la montaña, nos encontramos con el Mulhacén en su cara posterior, la contraria a Sierra Nevada y hacia allí vamos. Pasamos la verja de una finca, como ya digo, algo perdidos y continuamos hasta que el camino nos obliga a pasar al otro lado del arroyo que íbamos siguiendo y a empezar a subir. El Sol calienta ya y la subida se hace un poco más dura. Tenemos claro que hay que subir hasta el final pero no tenemos claro que vayamos a enlazar con el camino que hicieron el año anterior nuestros compañeros.

Por fin llegamos arriba, dejando atrás circos glaciares y pequeños ibones, hasta que nos encontramos en la otra cara de la sierra, la que da a las pistas de esquí. Aquí ya se distinguen mejor las siluetas del Pico Veleta y el Mulhacén e incluso se puede ver el Observatorio de Sierra Nevada y Granada al fondo. Desde aquí hacia la derecha, volviendo a la ruta inicial, por fin, por un terreno poco gratificante con demasiada pizarra suelta, que la verdad se hace algo largo. Ya queda menos para el Picón de Jérez, al que llegamos sobre las 15 horas. Estamos a más de 3.000 metros de altura, ya llevamos casi todo el desnivel hecho. Hemos dado una buena vuelta. Una especie de dolmen marca el pico. Hace fresco. En estas alturas sientes lo frágil que eres ante un cambio brusco de temperatura o de condiciones climáticas.

Iniciamos el último descenso, muy vertical, vamos buscando el barranco del río Alhorí, tenemos que coger agua y llegamos al nacimiento del río, que brota de las piedras. El agua fresca es un regalo. Se os acercan varias cabras salvajes a las que les gustan los anacardos de José Pablo que les da Jaime. Unos metros más abajo, el río ya baja fuerte, con rápidos y pequeñas cascadas. Pasamos un manto de césped verde empapado, con algún que otro resbalón. Nos vamos a la derecha, subiendo hasta un cerro, con dudas pero en esta ocasión, José Pablo tenía razón y esa era la ruta a seguir. Enlazamos con la subida que habíamos hecho por la mañana pero esta vez de bajada, trialera y larga, ya con el Refugio al fondo, al que llegamos como habíamos salido, entre risas, charla y ahora sí sólo satisfacción, nada de miedos.

De ahí a casa, tras haber conocido una zona realmente interesante de Sierra Nevada y haber compartido con mis compañeros un día genial, algo por lo que les doy sinceramente las gracias.

Seguimos para adelante, contra viento y marea, coronavirus y enfermedades, en el camino.

Un abrazo a todos.

Jota

XIII El Valle Trail – La Alberca, Murcia (7-Marzo-2020)

El Valle Trail. 50 Km + 2.850+

El 7 de Marzo se celebró en la localidad de La  Alberca, la XIII edición del Valle Trail. Son tres pruebas deportivas las que componen dicha edición: El Valle Trail 50k, El Valle Trail 30k, y El Valle Trail 15k.

Una carrera que merece la pena, en un entorno único. Gran parte del territorio de la Cordillera Sur se encuentra englobado dentro del Parque Regional de El Valle y Carrascoy, espacio natural protegido que constituye además el pulmón verde de la comarca. Tanto su riqueza paisajística y calidad medioambiental, como el antiguo patrimonio arqueológico, histórico y cultural que atesora este rincón de la Huerta Murciana, le han valido su potenciación como importante reclamo lúdico y turístico de la zona. Excursiones, deportes de montaña, visitas guiadas, rutas monumentales, son algunas de sus muchas posibilidades. Una gran desconocida para mi que me sorprendió gratamente. Tan solo a una hora y cuarto de nuestra casa.

La noche antes llegaba a La Alberca, provincia de Murcia, como decía el Gran Paco Rabal, aunque en este caso era Bullas…, recogía el dorsal (un 45, número perfecto…) en la alcaldía del pueblo y una bolsa del corredor generosa con prendas de HG.

El despertador sonó a las 7:00 AM, el traje de luces y el equipo preparado la noche de antes me esperaba. Me vestí rápidamente, como si ya me faltase tiempo, recogí mis cosas y partí hacia el pueblo. Tuve suerte y pude aparcar cerca de la salida. Busque un bar, como alma que lleva el diablo, necesitaba mi dosis de cafeína antes de la gran cita, también tomé una tostada con tomate y sal, conservador, sin arriesgar el estómago.

Ya preparado con todos los atuendos me acerqué al arco de salida, el speaker gritaba y animaba a los corredores, no hacía frío pero la brisa allí parado molestaba un poco.

A las 8:00 AM arrancaba la carrera, nada más salir del pueblo, encarábamos las primeras rampas, aunque no es una carrera con largas pendientes abruptas, más bien son suaves, con mucha cantidad de éstas a lo largo de todo el recorrido.

Poco a poco, nos internamos en los bosques de pinos, espacio que me recordaba en gran parte a los espacios que podemos encontrar en Sierra Espuña, en realidad la distancia entre ellas es muy pequeña, por tanto, supongo que al compartir latitud y climatología, ayuda a esta similitud.

Los avituallamientos, bastante escasos, se alternaban durante el recorrido, plátanos, gajos de naranja, gominolas y onzas de chocolate, es lo único que la organización dispuso para los corredores. Me quejé a los voluntarios que una carrera de 50 km no se puede realizar con esa escasez. Yo fui tirando desde el km 0 de mi reserva alimentaria e iba suplementado con lo que me encontraba en estos avituallamientos.

La carrera se estiró, no hubo aglomeraciones, puesto que el número de corredores que nos dimos cita, era pequeño. Mantuve un ritmo constante y tranquilo durante toda la carrera, esta vez, no era un objetivo primordial y por tanto me lo tomé de otra forma.

Me mantuve todo el rato con el mismo grupo de corredores, unas veces adelantaba yo y otras veces ellos. Es por ello, que sabía que en ningún momento había caído el rendimiento y podía seguir tirando con el mismo ritmo con el que había empezado la carrera.

Entre en meta a las 14:45 aproximádamente, está vez, como otras muchas, con una sonrisa de oreja a oreja.

“Es más fácil caminar colina abajo que hacia arriba, pero las mejores vistas se ven desde lo alto.” Arnold Bennett

Elías.

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Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Elías M35M 6:51:08 31 21

VI Marató de la Calderona – Serra (8-Marzo-2020)

Desde que hace un par de años se anulase la mítica K25 de la Calderona, la Marató de la Calderona (VI edición en 2020) ha ido quedando como carrera de referencia por estas tierras junto con la Cursa per muntanya d’Olocau.

La sierra Calderona es la montaña más cercana al área metropolitana de Valencia. Desde 2002 se declaró Parque Natural con intención de protegerla de la invasión urbanística que estaba sufriendo, así como de la alta afluencia de gente a sus áreas recreativas y senderos. Se trata de una zona bastante extensa, con cumbres bajas (alrededor de 900 msnm las más altas) pero infinitos km de senderos y pistas que discurren entre zonas agrícolas de secano, bosques de matorral bajo, barrancos y macizos de rodeno, lo que la convierten en una zona muy divertida para correr y hacer senderismo.

El maratón discurre por los términos de Serra (salida y meta), Estivella y Segart y se compone básicamente de una primera mitad bastante rápida (salvando la primera subida al castillo de Serra y l’Alt del Pi) que discurre por pistas y sendas más o menos rápidas exceptuando algún tramo más descompuesto y una segunda parte bastante más dura y técnica, con ascensiones al Garbí y la Penya Roja por sendas con mucha piedra.

Con el Cov-19 ya sonando, pero sin el pánico desatado los días posteriores, el día 8 nos juntamos en la salida a las 7.00 Jaime Castells, David Gil y yo mismo (previo cambio de varias decisiones los últimos 20 minutos… bastones, cinturón portabastones, cortavientos…). David y yo nos habíamos apuntado en la modalidad por parejas con intención de hacerla juntos. Comentando un poco la jugada, nos propusimos intentar ir los tres juntos y luego ya ir decidiendo durante la carrera.

Minuto de silencio por el fallecimiento de (Kike Monforte, corredor de Trail conocido en Castellón que falleció el día anterior en una carrera) y arranca la prueba. David se marca una salida como un pepino yendo poco menos que en grupo de cabeza (por lo que me cuenta Jaime eso se llama hacer un Arrapapedres) …yo lo sigo a cierta distancia y a duras penas durante la subida al castillo y a l’Alt del Pi, que es de las más fuertes y largas de la carrera (unos 450 m de d+). Nos reunimos en la última parte de la subida y vemos que Jaime se debe haber quedado un poco más atrás. En cumbre comenzamos a bajar fuerte con intención de no parar de trotar hasta Segart (km 19 aprox) pero sin machacarnos demasiado, conscientes de que la segunda parte va a ser dura. Vamos bien, hace un día ideal para correr y tenemos vistas geniales al mar.

Llegamos al Garbí y hacemos una bajada rápida hasta Beselga, desde donde empezamos la tercera subida seria (en realidad es un rompepiernas de subidas y bajadas constantes) y volvemos a bajar hasta el avituallamiento del km 32, donde nos lo tomamos con calma porque avisan de que en 8 km no habrá avituallamientos. Aquí empezaos a flaquear un pelín y bajamos el ritmo que habíamos llevado la primera parte, ya se ve venir que el final va a picar. Vemos a un corredor con la rodilla rota que no puede seguir y está esperando a que acudan a por él, hay ya un par de chavales avisando y ayudándole, así que preguntamos y continuamos a la nuestra…prácticamente andando ya hasta que comienza la subida-calvario a l’Alt del Pi. Ya arriba vemos que nos quedan 25 minutos para las 6 horas (tiempo objetivo que nos habíamos puesto), lo que pasa que la bajada hasta Serra es un infierno de piedras de canto en el que hay que tener mucho cuidado. Conseguimos llegar al pueblo con 5:50 y me dicen que más o menos 1,5 km a meta por las calles… apretando con lo poco que nos queda nos marcamos un 5:56 (bastante decente creo yo) y completamos los 42 km juntos. Jaime llega un poco más tarde, seguido de un tío disfrazado de berenjena morada que homenajeaba a las mujeres en su Día…gran fotón de meta el que le hacen a Jaime!

Mi tercera maratón de montaña a la saca. ¡Carrera dura pero divertida y especialmente disfrutada junto al que me inició en hacer estas locuras!

Joan

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Joan 42K-Pareja M 5:56:37 98 9
David G. 42K-Pareja M 5:56:38 99 10
Jaime 42K-Veter M 6:45:56 181 80

V Trail “Cabeçó d´Or” – Busot (8-Marzo-2020)

El pasado 8 de marzo corrimos el Trail del Cabeçó. Con A To Trapo mi primera experiencia, un gran ambiente y muy buena gente que yo ya conocía y gran mañana trotadora en el nostre Cabeçó. Después de una gran organización todo es más llevadero, uno a su edad hizo lo que pudo, pero mi meta era bajar de ¡¡¡las 3 horas!!! Y mira por donde 2:56… aunque fuese de los últimos… Pero entró, entró… Como se dice en un partido de tenis.

Otra cosa son los Víctor, Potera y compañía… Qué gusto da verlos correr… Pero qué le vamos a hacer. Nacimos algo pronto, quizás… (para esto) (antes habríamos encontrado sendas antiguas) ¡pero lo que es verdad es que cada uno por separado puede sentirse orgulloso de uno mismo! ¡¡¡Qué grande y bonito es este deporte!!!

Mención especial a mi amigo Jose Ant. Méndez, compañero de batallas, que en la orilla se lanzó cual portero de fútbol a por una liebre que pasaba por allí, no la cogió, pero visitó las enfermeras de la ambulancia… Eso sí… Todos al terminar nos tomamos una cerveza fresca pensando en la siguiente carrera…

¡¡¡Enhorabuena a todos y sobre todo a la organización!!!

¡¡¡Hasta el infinito y más allá!!!

Miguel Lizon

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Enrique S. Sen B 1:40:16 9 5
Víctor SenB 2:02:25 68 24
Robert P. Vet 2:18:35 141 59
Ernesto Vet 2:33:45 199 84
J.A.Méndez Mast 2:53:50 232 21
Miguel L. Mast 2:58:03 235 24

Vertical Trail La Sarga 2020 – Villaverde de Guadalimar (22 y 23-Febrero-2020)

Villaverde de Guadalimar es un pueblecito de la sierra del Segura, lindando con la provincia de Jaén. Villaverde es un pueblecito precioso, verde y generoso en aguas, tiene mucho encanto.

Hace un mes decidí que ya era hora de matar fantasmas y que era mi obligación el tirarme al ruedo de una vez, supuse además que si lo hacía debía ser con un test cuya dureza no excediera de los límites, pero sí que me dejara claro si todo estaba en su sitio.

Pues bien, os diré que en Villaverde del Guadalimar organizan un festival de fin de semana, con el cariño que pone la gente buena (y la buena gente), se nota que obsequian al corredor con todo lo que tienen y sin duda es mucho más de lo que esperaba. En un fin de semana organizan una ruta de senderismo preciosa, un kilómetro vertical, un “Speed Trail”, media maratón y maratón, ¿quién da más?

Como fuere que, como digo, decidí valorar mi estado físico no me decidí a las distancias largas pero creí que sería suficiente además que divertido probar qué es un kilómetro vertical y de paso si sobrevivía, un Trail al día siguiente, de los rapiditos.

El tiempo acompañó, Maricarmen, como siempre me acompañó gustosa, conocí gente y lugares que no olvidaré, como sorpresa me encontré por allí con Abel, todo un regalo y disfruté como un chiquillo. Sin duda, una experiencia inolvidable.

Julián

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Km vertical

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Julián MASC 1:10:38 62 53

 

Speed Trail

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Julián MASC 1:17:08 23 12