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Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Eduardo | Senior M | 5:49:41 | 432 | 257 |
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Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Eduardo | Senior M | 5:49:41 | 432 | 257 |
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Esta carrera ha sido un regalo, a todas luces. En una visita al médico me dijo que tenía que pasar por el taller y que debía parar de correr 3 meses, sí o sí. Así que pensé: yo no me hago un Kit Kat sin una carrera en condiciones. Me cogí el calendario de carreras 2013 y vi la que más me gustaba: Media Maratón de Barcelona. Y allí que me fui.
El sábado 16 recogida de dorsales en la Estación Nord. Magnífica estación de ferrocarril estilo neoclásico donde la organización de la carrera se intuía perfecta. Muchos corredores franceses en esta media. El domingo la previsión era lluvia, pero Zeus, el Dios de los cielos, dijo que más tarde. Respeto para los runners. Ya llovería luego. Hizo una mañana perfecta. Unos 12 grados y con sol tenue durante un rato.
14.500 corredores preparados para la salida que fue muy pronto: a las 8.45h. Salimos y llegamos desde el Arco del Triunfo, como se merecen los que se esfuerzan y consiguen su meta. En el kilómetro 3 nos obsequian con una subida muy suave pero sostenida en un kilómetro y medio: la Avinguda del Paral.lel, escenario de teatros y cabarets de Barcelona. A partir del Km.5 nos ponen delante una recta enorme que atraviesa la ciudad por la Gran Via hasta la zona de Diagonal Mar. Enchufo el turbo y a dar zancadas…
Nos contempla la Torre Agbar, la Sagrada Familia, el Forum de las Culturas, la Torre Mapfre y el Hotel Arts y otros tantos edificios y monumentos que hacen de esta gran ciudad el apelativo de “Barcelona és bona”. Es una maravilla correr por sus calles y avenidas. Mis raíces catalanas me dan alas y me siento bien, me siento Flex de correr por esta ciudad. Mi Garmin me dice que puedo bajar de 1h55m y decido apretar en el Km.15 por la playa de la Barceloneta. Y cuando llego a meta, en el Arco del Triunfo, recibo mi recompensa: 1h53m. Mi mejor marca personal en una Media Maratón. Cristina, mi chica, me espera con su mejor sonrisa y el mejor avituallamiento que ofrece Cataluña: un buen pan con tomate y jamón serrano (pà amb tomàquet i pernil, che què bo…).
Barcelona me regala una buena marca personal antes de parar un tiempo para que mis huesos y músculos se pongan a tono otra vez. Y como no, A To Trapo estuvo allí, como lo estará en poco más de un mes en la prueba grande de la ciudad: la Maratón. Os deseo suerte a los que váis a correrla y que disfrutéis de esta bella y cosmopolita ciudad. Seguro que sí.
Rafa S.
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Amanece en San Juan, veo como entran los primeros rayos de luz por la ventana de mi habitación. Anoche me dejé todo preparado para no tener que enredar por la mañana y despertar a toda la familia. Salgo de casa a las 8:00h y me voy a recoger a mi amiga Conchi, para ella es la primera marcha en la que participa. Tengo que decir que Conchi es una mujer que me regaló su amistad hace más de 20 años, con la que he compartido buenos momentos y no tan buenos, pero nunca hemos hecho una marcha juntas, así que una experiencia nueva.
Llegamos a Aguas sobre las 8:20 y no hay mucho ambiente todavía, nos dirigimos a la plaza donde están empezando a preparar la entrega de dorsales, allí van acudiendo mis compañeros de “A to trapo” con los que he quedado, Vicente, Pepe y Fele.
Ya son casi las 9:30 y nos encontramos en la salida con unas compañeras de trabajo de Conchi, con las que acabamos haciendo todo el recorrido.
Pepe y Fele toman carrerilla, a estos no hay quien los pare, así que yo como voy con Conchi, me quedo en la tercera fila. Salimos desde la plaza de la iglesia en dirección hacia el Polideportivo, y justo antes de llegar nos desviamos a la derecha en dirección al Preventorio. Es una subida de unos 200m por un camino de piedras, que luego se ha convertido en un camino más estrecho pero menos pendiente, y así hasta llegar a la senda en la que ya empieza la subida verdadera, de momento no disfrutamos mucho del paisaje porque está medio nublado, aquí decimos “emboriat” la suerte es que no hace ni frío ni calor, por lo que la subida de 4 km con la que empezamos la marcha se nos hace menos dura, digo menos dura porque es bastante dura.
Vamos un grupo de 5 chicas, intento distinguir a mis compañeros de “A to trapo” entre la serpiente de marchadores que se va formando mientras subimos y creo que van en cabeza, así que ni me molesto en alcanzarlos. Nosotras a nuestro ritmo que hemos ido a disfrutar. Por fin llegamos a una planicie en la que un grupo de ciclistas nos dice que tenemos muy cerca el primer avituallamiento, y encima cuesta abajo. Reponemos fuerzas y continuamos. Ya metidas en la montaña nos invaden los olores a romero, brezo y otros arbustos, que nos hacen el camino más placentero. Sigue sin salir el sol, pero nos empieza a sobrar ropa. Empezamos la segunda subida, ésta es más larga pero se nos hace menos dura porque no tiene tanta pendiente de golpe, las nubes son bajas y pasamos casi rozándolas. A través de una senda estrecha, en la que tenemos que andar en fila india, nos adentramos en un bosque de pinos altos y frondosos, y comenzamos la bajada. Empiezan a llegar los primeros corredores y al principio bien porque iban llegando con cuentagotas, pero luego cuando iba llegando el grueso de la carrera hemos tenido que parar más de 15 minutos para dejarlos pasar. No nos ha importado porque todos nos han regalado una sonrisa y un “gracias chicas”.
Cada día admiro más a estos corredores de montaña, porque para hacer una carrera de montaña tienes que tener algo más que preparación física, la preparación mental juega un papel más importante que la física. Bravo por todos ellos, con mención especial a mi querida amiga Adi.
Con tanto parar y esperar nos hemos quedado de las últimas. La senda estrecha por la que empezamos a bajar ya se convertido en pista. Este ha sido un trozo un poco monótono, pero la compañía ha sido tan amena que no se nos ha hecho pesado, y por fin aparece el segundo avituallamiento, km 10.
Los últimos 5km han sido de subidas y bajadas, los almendros en flor han ido apareciendo a nuestro encuentro poco a poco, regalándonos una vista única de la que hemos disfrutado. El sol ha empezado a salir y el calor ha empezado a apretar, pero ya sabíamos que quedaba poco, mi Conchi estaba cansada pero pletórica, ¡vaya logro amiga!
Mientras, andábamos los últimos km ya íbamos pensando cual va a ser la próxima y entre risas y algún resbalón que otro, hemos enfilado la misma senda ancha pedregosa donde habíamos comenzado y por fin el asfalto. Allí en la meta, familia, amigos, toda esta gente maravillosa que nos ayuda a continuar y gracias a los cuales podemos tener tiempo para practicar en esta afición nuestra tan maravillosa.
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Tras unas semanas afectada por la gripe esta que está haciendo estragos y que te deja hecha m… plantearme correr mi segunda media maratón de montaña se me hacía cuesta arriba: poco entreno, todavía con congestión y tos…
Pero Eva ¿qué me estás contando?, ¡cambio de CHIP! hay que ir a correrla y hacer lo que se pueda! y sobre todo aprovechar la oportunidad de correr por uno de los parajes más bellos de la provincia!
Así que a las 9 allí estábamos, en el parque del Pinosol a las afueras de Xàbia, bajo la pancarta de A to trapo Josemi, y yo, y como éramos pocos, pero no cobardes, aunque fuéramos a salir corriendo 🙂 también se apuntaron a la foto Mario y Toño, dos amigos de Alicante que también la iban a correr.
La salida fue puntual, mucha gente, 800 entre corredores y caminantes. Todo un éxito para ser la primera carrera.
Tras unos metros de asfalto comenzaron los senderos y el ascenso, el trayecto casi entero por plena naturaleza, zonas de pinada y otras de matorral: lavanda, brezo, romero en flor, margalló, todo recubriendo las laderas de los montes que recorríamos subiendo y bajando y al acercarnos a la zona de la Granadella, unos paisajes que quitan el hipo o por lo menos que deleitan la vista.
Desde los acantilados de más de 30 metros se divisaba a la derecha el cabo d’Or y detrás el Peñón de Ifach, frente a nosotros el mar Mediterráneo y hacia la izquierda la bahía de la Granadella, con un azul intenso y la isla del descubridor al fondo, ¿conocéis la playa de la Granadella? pues os invito a que esta primavera paséis un día por allí, es realmente preciosa, tanto la playa como el entorno.
Continuando por los acantilados, corriendo uno tras otro, la multitud de colores que formábamos iba avanzando hacia la playa donde estaba situado el último avituallamiento, nos quedaba poco, pero lo que no pensaba es que todavía habían más subiditas ufff y más bajaditas ufff pero al final la meta, ¡¡estupendo!!, prueba conseguida.
Como me comentaba Josemi, ha sido una rompepiernas, aun así, él ha hecho un súper tiempo! ENHORABUENA campeón!! Y los dos hemos coincidido en que ha sido una bonita carrera. Así que para el año que viene tendremos que ir más!!
Un abrazo
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¿No han muerto todos los papas ancianos o enfermos o disminuidos o envenenados o presos? ¿Es acaso éste una excepción? Desde luego, casi nadie muere lleno de salud a menos que como al joven Héctor, un accidente o una lanza de Aquiles le atraviese el cuello y lamente mientras muere abandonar su cuerpo lleno de vida.
¿No le habrán dicho de morirse y él, sabiamente, ha preferido posponer su encuentro con el altísimo (que en última instancia siempre está allí) y seguir con vida aunque pierda el papado? (Siempre le quedará la papada). Además, el placer de ver cuáles son los designios del altísimo sobre su sucesor, las intrigas, las presiones, las amenazas, las promesas, los chantajes, todo lo que va a cocerse en la Capilla Sixtina y en sus cocinas, ese placer no tiene parangón, quizá, con el aburrido final de su ya corta y cansada vida.
¿Habrá quedado exhausto de la difícil lucha por destapar parte de los innumerables crímenes de pederastia que acorralan a la iglesia, donde se han cobijado muchos de los que han preferido cubrir sus vergüenzas con la opaca y larga túnica que los protegía?
¿Habrá sucumbido al cerco de los inmisericordes administradores de la riqueza de la iglesia, la siniestra (como todas)banca vaticana, algunos de cuyos responsables ya aparecieron hace años colgados de un puente de Londres o escondidos en las fronteras infranqueables del estado vaticano o defenestrados por los silencios comprados por la mafia?
¿Se habrá sentido traicionado por aquellos en los que tenía puesta su confianza, los que lo vestían y desvestían, los que le llevaban la manzanilla caliente junto a la cama, con las píldoras correspondientes para su artrosis o sus ictus?
¿Cuál será la razón profunda que lo ha hecho abandonar a su rebaño al acecho de los lobos? ¿Por qué se ha bajado de la cruz antes de tiempo?
¿Tenía que machacarse hasta la muerte, como han hecho casi todos a lo largo de la historia, como él vio en primera línea con la larga agonía de su predecesor? ¿No era ya hora de que precisamente un paisano de Kant y de Hegel, heredero involuntario de sus influencias, utilizara el raciocinio para quitarse el muerto de encima?
¿Por qué tener que prescindir de los pequeños placeres de quedarse tumbado en la cama o tomarse una manzanilla mientras dormita en la mecedora o ver por televisión cómo sus colegas buscan la palabra precisa para salir del paso o cómo la fumata es negra o blanca?
Posiblemente vaya ahora a disfrutar más que a lo largo de toda su vida de luchas y enfrentamientos, pensando además “ ahora os vais a enterar de lo que vale un peine”, “ahora me vais a decir que si el viento me levanta la sotana o si los zapatos llevan demasiado carmín o si la mano de mi brazo levantado resulta poco viril o si…”
Pero él sabe muy bien que posiblemente nunca se sepa todo eso, como nunca se ha sabido lo que pasó con Juan Pablo I o con Tutankamon o con Kennedy. Quizá todo eso nunca se sepa.
José Luis Simón Cámara.
San Juan 13 de febrero de 2013